san juan a distancia
nueva york, 2011
(leyendo “A Mongo Affair” de Miguel Algarín,
“Have It Your Way” de Willie Perdomo y
“Ride” de Aracelis Girmay)
Urayoan Noel
dicen que distancia es todo lo que nos queda somos lo que queda no cerca pero tampoco cercado tal vez sin saber comunicar la distancia ansia de telequinesis en los adoquines especulares dicen que en los setenta teníamos a gonzález padín y del otro lado a la fania o al obituario puertorriqueño todo el hardware cultural macharranamente memorializado (think of cortijos desenterrados) pero atácate y acátate que ahora toditos tenemos a diario y en común la corrupción la crisis ambiental la universidad corporativa la corporación universal los barrios gentrificados y la tiraera que une al discurso con la praxis como dije a fordham road con el paseo de diego en cuanto ningún par de zapatos dura más de seis meses y encima de eso la cultura partida y compartida y es que la repartida se hace fácil cuando nos seguimos en el micrófono abierto lleno de distorsión la marcha difícilmente bailable de la ciudad transnacional transracional traslacional transaccional la de la compraiventa de la comunidad (poetas inclusive) y del cuerpo-isla que es lo que nos queda ahora que la isla física será gasoducteada de discursividades recursivas en cuanto se repiten como reflujo de costas contaminadas de augurios como el bronx river que te dije desemboca certero en el río piedras los cuerpos de agua vertidos en el desagüe hasta que apenas quedan hologramas de cuerpos así nos movemos fantasmas asmas tevés de plasma y el mismo miasma de este difícil transitar y es que mi otro san juan es del recuerdo pero en carne viva coreando a las cuatro un martes por la tarde mientras escojo una mochila y una guayabera en el paseo todavía digiriendo el pescado frito de lo que queda de la plaza del mercado (soy mitad gringo pero cien por ciento deco not as in art sino as in la tienda por departamento que fue mi gonzález padín con su insignia de flecha como un carbón inapagable en la playa que nunca dejo de recorrer en los sueños peladores donde me dicen "familia" y me lo creo) leo libros caseros de numerología en una botánica dominicana más allá de la nébula del cuartel de policía y la tarde de noventa grados me sabe a vino de cocinar y recuerdo que descubrí mi ironía pop por aquí cerca comprando postales del túnel minillas y del observatorio de arecibo y es aquí al casco donde vuelvo a puerto rico sin sentirme turista sin ironía o al menos con menos y donde la complejidad nuestra me parece un regalo cruel y hermoso y por lo tanto irremplazable y donde no tengo que traducir porque todos cabemos en la ciudad que se deja escribir escarbar distribuida y sináptica como red en una era menos digital o (mejor) desdibujándose a la puesta del sol justo a tiempo para montarse en la guagua al leteo cuatro estrellas de donde los generales y coroneles retirados ya se fueron dejándonos la playa urbana a los que osamos ocuparla tramas utopías inútiles entre bilis y balas un aliento un asiento en la cocina y tal vez orlando o tampa nos rediman con sus swing votes y sus doctores y sus cortadores de grama y su diáspora post y su calor de trópico entre la transpiración y alguna aspiración asimilacsionista pero yo sigo en la ciudad que me hace oriundo la del no block y la balacera random rodando al mar como susan soltero o miguel piñero y es que la metanarrativa está cabrona entre la partida y la expatriada y la tecata compartida se halla la memoria ya no rota sino en trizas pero somehow rebotando san juan se fundó en 1508 y se desfonda hoy ante tus pies sin fondos y sin fondas los vecinos hacen rondas cambiándose de atuendo en el estruendo y las leyes ya no rinden y los jueces ya no mandan y las calles prescinden del futuro programado quedas tú contando los letreros in a lengua we don't know todavía y yo cabeciduro contra el muro y la grúa y las sirenas y el fotomontaje de blog que nos deja saber que estamos en el más allá