Homenaje de

   La Habana Elegante

     a Octavio Paz 
 
 
Octavio Paz
     Cuando esta edición se encontraba en "prensas", recibimos la noticia que produjo consternación en los medios culturales de América Latina y del mundo: la muerte del escritor mexicano Octavio Paz . Su obra, que es ya patrimonio de la cultura universal, le sobrevive, como también la memoria agradecida de sus lectores. La Habana Elegante ha querido rendirle un modesto tributo, y deja esta guirnalda en ese árbol adentro en que--definitivamente--Paz y su legado se han transformado. 
 
A OCTAVIO PAZ 

                                   para enrico 

Una vez más hemos cometido el mismo 
error, 
y aquí estamos llorando el cauce seco de tu cuerpo. 
Te has entregado al amoroso vituperio de las llamas, 
como antes se entregaron tus propios libros. 
El fuego es así la vasta biblioteca 
que atesora tu eternidad 
y los cisnes helados de Rubén Darío. 
Nos equivocamos tanto, maestro, y no aprendemos. 
Deberíamos esperar con paciencia a que todo pasara: 
los discursos, los homenajes, el salitre de las lágrimas, 
la nostalgia y--desde luego--el olvido, 
para entonces comprender que nada ha cambiado. 
Que estás en tu sitio. 
Como siempre. 
Entrando y saliendo del fuego 
con la extraña virtud 
de la salamandra. 
Porque, veamos, ¿no es eso acaso 
la eternidad? 
Una celebración del fuego, 
una diáfana virtud de salamandra. 
Por eso, en vez de llorarte, he mirado con envidia 
el fuego al que no puedo acompañarte. 
Soy yo quien se queda a la intemperie. 
Es por mí, maestro, por quien estoy llorando. 

21-22 de abril de 1998 

   Francisco Morán