He aquí el primer número de La Habana Elegante del año 2000.  Además de encontrar el lector (como ya es habitual en nuestras páginas, que por algo fuimos seleccionados el periódico preferido de las damas habaneras) los establecimientos de moda, y los ecos y murmullos de la vida cultural de la ciudad, también nos complacemos en ofrecerles el muy merecido tributo que -justo en estos momentos- están recibiendo tres de las más exquisitas voces de nuestra lírica: Damaris Calderón, María Elena Hernández Caballero y Reina María Rodríguez.  Como el homenaje se está llevando a cabo en la azotea de Reina -y para evitar algún que otro comentario en los pasillos del Tacón- queremos dejar muy en claro que ese es un homenaje preparado (sorpresivamente) por quienes las admiramos y las queremos, lo cual hemos declarado lo mismo en público que en privado.  La prueba de que se trata de una muestra de cariño sorpresiva y espontánea (en la cual ninguna de las homenajeadas ha tenido que ver) está en el aspecto de las escritoras.  Nada de encajes, ni de telas vaporosas, ni de champagne o de Rioja en la velada.  Reina acaba de llegar de Washington, y la impresión ha sido tan fuerte que no se puede sacar la imagen del Capitolio de la cabeza.  Damaris estaba pintando el Trotcha, y así mismo fue llevada a la azotea.  En cuanto a María Elena, mejor no les cuento.  ¿Para qué vamos a escandalizar innecesariamente a nuestros respetabilísimos lectores? 
     Y hablando de homenajes, ofrecemos también uno (y también sorpresivo) al pintor Ramón Alejandro (Conde de Lombillo).  Un cuento inédito de Antonio José Ponte (sí, del mismísimo Marqués de Aguas Claras), una entrevista exclusiva a Enrique Pineda Barnet sobre la filmación de Giselle, un artículo de Marta Lesmes, (la primera dama del Instituto de Literatura y Lingüística de La Habana) sobre la crítica literaria de Jorge Mañach, otro de Rolando Sánchez Mejías sobre Piñera, y una crónica de viaje sobre la ciudad (enviada por nuestro amigo Manolo Castellón, Marqués del Parque del Buen Retiro) completan esta entrega. 
     Finalmente, recordar a todos que mantenemos abierta la convocatoria para la antología de poesía cubana La Isla en su tinta.  A los interesados sólo les rogamos leerla cuidadosamente para evitar malos entendidos. 
    Al comenzar el nuevo año renovamos nuestros votos por la felicidad, salud personal y éxitos de nuestros lectores y compatriotas.  Nos veremos muy pronto en los Juegos Florales del Círculo Habanero.  Un abrazo cordial de 

Francisco Morán, Conde de Camors 
Redacción de La Habana Elegante