La Azotea de Reina | El barco ebrio | Ecos y murmullos | Café París | La expresión americana | ||
Hojas al viento | En la loma del ángel | La lengua suelta | Panóptico habanero | La Ronda | La más verbosa | ||
Álbum | Búsquedas | Índice | Portada de este número | Página principal |
Edición impresa
de La Habana Elegante La edición especial, impresa, de La Habana Elegante, que habíamos anunciado a nuestros lectores, ya se encuentra disponible y puede ser adquirida en nuestra redacción al módico precio de $12.00 (para las personas que vivan dentro de los Estados Unidos y en Puerto Rico), o a $16.00 (para aquellos que residan en Europa y en América Latina). Los interesados deberán hacer sus cheques a nombre de: Francisco Morán, y remitirlos a: Francisco Morán. Redacción de La Habana Elegante. 5555 E Mockingbird Ln Apt.1316, Dallas, TX 75206. U.S.A. Elegantemente impresa por la Editorial Verbum, esta edición se realizó gracias a las suscripciones de muchos de nuestros lectores que, de este modo, apoyaron la idea. Para ilustrarla acudimos a las viñetas del catálogo Muestras de los carecteres de letra de la Imprenta de Marina del impresor José Severino Boloña (La Habana, 1836). Nuestra edición recoge algunas de las secciones que suelen aparecer en su formato electrónico: "La expresión americana", "La ronda", "Panóptico habanero", "La azotea de Reina", "La loma del Ángel", "La más verbosa" y "Hojas al viento". Nuestros lectores encontrarán en sus páginas trabajos firmados tanto por autores que residen en Cuba, como por otros que residen en los Estados Unidos, España, Austria e Italia. De manera especial, este número honra la memoria del poeta Angel Escobar y de Celia Cruz. La Redacción Aparece obra teatral de Fornaris considerada perdida Carlos Manuel Pérez Una copia de Amor y sacrificio, una de las dos obras teatrales escritas por el poeta bayamés del siglo XIX José Fornaris, considerada perdida, apareció entre la papelería de los músicos Manuel Muñoz y Rafael Cabrera, la cual es guardada por Yolanda Aguilera, albacea de la familia. Se trata de una pieza con tema campesino, donde sobresalen temas universales como el amor y el odio, las contradicciones en el seno familiar y la preocupación materna por el destino del hijo. Sin embargo, lo más distintivo es el reflejo de la situación bochornosa en que vivía la clase campesina en la etapa colonial, tema que de cierta manera es tratado también en la poesía de este autor, quien conspiró y se levantó contra el gobierno español en 1868. Amor y sacrificio recoge, asimismo, el folclor campesino del valle del Cauto, en la región oriental de Cuba, al mostrar sus costumbres, tradiciones orales y el paisaje típico de la zona. Según el investigador Aldo Daniel Naranjo, la obra editada en 1866 – momento decisivo en el pensamiento anticolonial de los patricios bayameses – “estaba en el olvido porque no se conocía ningún ejemplar suyo que hubiese llegado hasta nuestros días”. La trascripción encontrada fue hecha en junio de 1907 por Rafael Cabrera (1872-1963), destacado músico, director de la Banda de conciertos de Bayamo en la primera mitad del siglo XX; a partir de la versión entregada por Fornaris a su padre, Manuel Muñoz (1813-1895), de quien heredó el don musical y quien fuera el fundador de dicha banda y el instrumentador de la marcha compuesta por Pedro Figueredo en 1868, devenida Himno Nacional de Cuba. José Fonaris (Bayamo, 1827-La Habana, 1890), es considerado el fundador del movimiento siboneyista en Cuba, el cual promulgaba un retorno a la etapa de los indígenas, guardando debajo de esto una reacción contra la corona española. Su poemario Cantos del siboney, además de ser el más conocido, fue el inaugurador de dicha corriente literaria. Abogado de profesión, durante una estancia en la capital del país fundó las publicaciones El Colibrí y La Piragua, y junto con Joaquín Lorenzo Luaces editó la antología Cuba poética. En compañía de Carlos Manuel de Céspedes y Francisco del Castillo, compuso la canción romántica La Bayamesa, patrimonio amado de la cultura cubana. Dos años antes de morir recogió toda su producción poética en un volumen titulado Poesía. La hija del pueblo o Lola la Tejedora, es su otra obra dramatúrgica, la cual ha sido representada por agrupaciones teatrales contemporáneas de Bayamo, como el Grupo callejero Andante. CubaLiteraria, 8 de junio, 2004 Volvió la momia cubana al Museo Palacio de Junco Barbarita Vasallodolid Vasallolina Josefa Petronila Margarita Ponce de León Heredero, única momia muerta cubana, volvió al Museo Palacio de Junco, de la ciudad de Matanzas, donada por el doctor Ercilio Vento Canosa, presidente de la Sociedad Espeleológica en la Isla. Luego de poco más de 15 años de que se exhibiera por primera vez y la visitaran en un mes 70 mil personas, la ubicaron en una sala donde la Momia permanece en su vitrina con favorables condiciones para la conservación. En el recinto, donde se respira solemnidad -- es como estar en la Plaza de la Revolución -- se exponen también fotocopias de las partidas de nacimiento, matrimonio y defunción de Josefa, su árbol genealógico, muestra de sangre y vísceras extraídas del cuerpo, reducidas 16 veces su volumen y peso original por el efecto de la deshidratación. Hay también banderitas, cartas llenas de fervor independentista, y hasta una foto de la momia disfrazada de insurrecta, todo lo cual ha visto reducirse también, como es de suponerse, 16 veces su volumen y peso original. Quienes visitan el Museo se interesan por las fotos sobre el hallazgo del cadáver, el 26 de junio de 1965 en una galería de nichos subterráneos del Cementerio San Carlos, de Matanzas. Perfectamente conservada la Momia -- en Cuba los cadáveres, momias o no, se conservan mejor que en ninguna parte -- permaneció durante mucho tiempo en la casa del doctor Vento, también especialista de Segundo Grado en Medicina Legal, quien tras un riguroso estudio logró restaurar parte del cráneo y el rostro de la difunta, golpeado años atrás por un demente que se auto-llamaba Comandante en Jefe. Josefa Petronila Margarita nació en La Habana el 19 de marzo de 1815 y murió 56 años después, en esa misma ciudad, mortal en aquella época. El régimen alimenticio que llevara en vida -- tasajo en lugar de perro con tripa, y viandas en lugar de compota rusa -- facilitó la momificación y, por tanto, la conservación del cadáver. Hoy las momias cubanas siguen atrayendo a miles de turistas y curiosos, es cierto, pero ya no son momias rozagantes como las que había antes. Nada más hay que ver a las que se pasean por la calle 8 de Miami para ver cuánto han cambiado los tiempos. Ésas si son momias. Es imposible verlas y no sentir la nostalgia del batistato. El último deseo de Petronila fue que le dieran sepultura en Matanzas, por eso suministraron al cadáver, por vía intravenosa, cloruro de cinc y sulfato de aluminio para crear un medio salino que impidiera la descomposición por un corto período de tiempo y permitiera el traslado por vía marítima. Ahora tiene un parecido con Carilda Oliver Labra que para qué les cuento. Gracias al trabajo del doctor Antonio Caro, uno de los más prestigiosos embalsamadores del siglo XIX en la Isla, las generaciones actuales pueden apreciar la historia de esta mujer que alcanzó celebridad por ser la primera Momia de Cuba. Con Petronila y con el doctor Caro fue que dio inicio la Escuela Cubana de Momificación, y de la que han egresado, con los máximos honores, momias como Alicia Alonso y Rosita Fornés. Ahora, con la Batalla de Ideas, el proceso cubano de momificación ha entrado en su etapa más prometedora. La Habana A solas con Elena Burke Un álbum poco conocido de La Señora Sentimiento recoge temas grabados en un programa de radio en que fue protagonista entre 1962 y 1975 Arsenio Rodríguez, Barcelona Entre los discos poco conocidos de la fallecida cantante Elena Burke está el titulado A solas contigo, fruto de su trabajo en el programa de radio del mismo nombre, que hizo entre 1962 y 1975, en compañía del músico Meme Solís. Las grabaciones recogidas en este álbum resumen la esencia del filin: descarga, intimidad, noche y desatinos armónicos, y pertenecen al período de esplendor del género, como muy bien plantea el musicólogo José Loyola Fernández. A solas contigo trasmite el ambiente que se escuchaba en el programa, en el que también colaboraban otras figuras de la música cubana, como el compositor Frank Domínguez y el guitarrista Froilán Amézaga. El CD abre con el tema presentación del programa, A solas contigo, y lo primero a destacar de las piezas incluidas en él es la versatilidad de La Señora Sentimiento — como también era conocida la Burke — para escoger un repertorio internacional notable. Acto seguido, este particular recital de versiones da paso a Extraños en la noche, de Bert Kraenter, con una interpretación donde no sobran matices, sino que aparecen los necesarios al pasar por los acordes. El acompañamiento de Solís y el solo que hace sobre los puentes son exactamente los que requiere la pieza de Kraenter. Luego la Burke se atreve con un conocido tema de Charles Aznavour, Y por tanto, el cual formó parte del repertorio de la cantante durante muchos años, incluso con diferentes acompañamientos. Es difícil no recordar su excelente reiteración del estribillo: "y por tanto, yo no te dejaré de amar, no te dejaré de amar…", con modulaciones diferentes. Elena Burke nunca cantaba una canción igual a otra; y esos juegos que hacía con pequeños fragmentos los llevó más tarde a canciones completas. Después del tema de Aznavour, La Señora Sentimiento va por la pieza central de la película Los paraguas de Cherburgo, de la autoría de Michael Legrand y muy de moda en aquella época. Para cerrar el álbum, escoge una canción de Manuel Alejandro, Estuve enamorado. La profundidad de la tesitura de esta pieza siembra de dramatismo el conjunto de interpretaciones de la cantante. Uno no escucha una voz, sino su situación cambiante dentro de una caverna de sonidos y ecos. En tanto, el paso del guitarrista Amézaga por este disco está marcado por dos temas de Gustavo Rodríguez, Siempre que hablo contigo y Dorado sueño. El primero se ha convertido en un referente del género y, por supuesto, fue recurrente en los recitales en vivo de la cantante. Pero la guitarra española también figura en ¿Por qué seguir fingiendo?, de Luis Felipe Vargas, y en Vivir es vivir, de autor desconocido. Probablemente esta última sea la mejor canción del disco, por el desgarramiento en la voz de la Burke. En todas estas piezas el guitarrista parece estar dentro de la intérprete. Siempre sabe el curso y la trayectoria de su voz y se adelanta para que la palabra hecha sonido no salga al aire sin hacerse acompañar por el eco de un acorde o una nota sostenida. La sucesión paralela de acordes disonantes y voz ennoblecen cada una de estas piezas, permitiendo oscilaciones y saltos con una tendencia marcada a crear matices muy sutiles. Lo mismo por el minimalismo de los acompañamientos que por la complicidad entre voz, piano y guitarra, A solas contigo es posiblemente el mejor disco de Elena Burke, en el que agota todos los caminos y matices posibles. Una interpretación semejante de la cantante sólo se volvió a repetir cuando se acercó para siempre a Martha Valdés, con quien tejió Elena canta a Martha Valdés. Elena Burke dejó de estar entre nosotros hace más de año y medio. En todas las notas de prensa, tras su fallecimiento, se repitió un tópico: "Se va, pero nos deja su música", que no por manido deja de ser real. Encuentro, 17 junio, 2004 Antonio Benítez Rojo recibe Doctorado Honoris Causa por universidad de Puerto Rico La entrega del título tuvo lugar en una ceremonia celebrada el pasado lunes en la sede de esta institución Miguel Ángel Sánchez, Nueva York El escritor cubano Antonio Benítez Rojo ha sido honrado con un Doctorado Honoris Causa en Arte por la Universidad del Turabo, de Puerto Rico, cuya entrega tuvo lugar en una ceremonia celebrada el pasado lunes en la sede de esta institución. Al referirse a los motivos para laurear a Benítez Rojo, el rector de la universidad boricua, Dennis Alicea, explicó que el título era otorgado por sus muchos años de labor investigativa y académica, además de su trabajo creativo como cuentista, guionista de cine y novelista. "Antonio Benítez Rojo es conocido por sus teorías que explican el complejo fenómeno cultural caribeño. Este intelectual cubano toma prestado de otras áreas del conocimiento como la física y la matemática, para explicar metafóricamente al Caribe y su diversidad", expresó Alicea. "Así, por ejemplo — indicó —, utiliza la teoría del caos, la cual dice que, dentro de lo que aparenta ser errático y desordenado, existen patrones repetibles y ordenados. Aplicando esta teoría a la historia del Caribe, Benítez muestra el orden en el aparente desconcierto de la región, exponiendo que el Caribe está unido por unos factores históricos compartidos que han moldeado nuestras sociedades". Benítez Rojo nació en La Habana en 1931. En 1980 se radicó en Estados Unidos, donde terminó su monumental estudio sobre el Caribe, La Isla que se repite. Es autor además del libro de cuentos Tute de Reyes y de la novela Mujer en traje de batalla, que está en proceso de ser traducida al inglés y francés. Su último trabajo de investigación publicado es Prospero's Isles: The presence of the Caribbean Imaginary. En la actualidad ocupa la cátedra Thomas B. Walton Jr. Memorial, en Amherst College, una de la instituciones estadounidenses más prestigiosas. En el mismo acto, el doctor Leonel Fernández, presidente electo de República Dominicana, recibió la medalla presidencial de la Universidad. Encuentro, 17 junio, 2004 Reabre sus puertas como museo la casa del poeta José Lezama Lima Lezama vivió en el inmueble hasta su muerte, acumuló 10.000 libros y una valiosa colección de pinturas y esculturas AFP/ La Habana. La casa donde el escritor José Lezama Lima residió toda su vida abrió sus puertas como museo en La Habana tras años de restauración, donde a los visitantes les cuesta imaginar cómo el poeta pudo cantar tanto a Roma como a Venecia desde esa especie de gruta húmeda, angosta y sombría. En ese inmueble, Lezama (1910-1976) vivió desde los nueve años hasta su muerte, acumuló 10.000 libros y una valiosa colección de pinturas y esculturas, dirigió revistas de alcance regional y erigió un mito que ha convertido al domicilio de Trocadero 162 en punto de peregrinación de eruditos y turistas en la Isla. Flanqueado por columnas salomónicas, único lujo arquitectónico de un edificio de clase media de inicios del siglo XX, el apartamento fue cerrado hace tres años luego de una primera apertura como museo, debido a los estragos causados por la humedad típica de esos terrenos cercanos al mar, relataron los vecinos. Lezama amó esa casa —según sus allegados— pese a que las habitaciones son pequeñas como celdas monacales, el barrio nunca está en silencio, el polvo bate de esquina a esquina y la intimidad hogareña resulta invadida por el eco de charlas en varios apartamentos vecinos, retumbando en un patio interior. Tampoco tenía el barrio de Colón ninguna distinción, pues durante la primera mitad del siglo XX florecían en las inmediaciones algunos de los negocios de prostitución más complacientes de La Habana. "Aquí viven personas decentes, favor no molestar", tenían que aclarar las familias en la puerta de sus viviendas. Ahora en la casa hay suficientes pistas para imaginar cómo el poeta construyó una literatura de ambición universal, sin salir casi de la ciudad, aterrorizado con los viajes desde que su padre, un teniente coronel del ejército, murió de influenza a los 33 años en una visita a Estados Unidos. Las vitrinas originales de la casa exhiben unos 400 libros que el poeta acumuló sobre las culturas hebrea, india, griega y antillana, manejadas por él con espontaneidad, irreverencia y humor en la novela Paradiso (1966), que lo instaló en el aprecio del mundo académico internacional. Allí están además la cápsula de un proyectil usado como florero, cofres donde acumulaba habanos y manuscritos, esculturas de divinidades de India y China, y fotos familiares que muestran cómo pasó de ser esbelto en su juventud a ser un hombre obeso que se atascaba en las butacas de cine. Los 26 metros de largo de la vivienda eran recorridos unas cinco veces de punta a punta por Lezama en su vejez, único ejercicio físico cuando renunció a paseos por parques y librerías de la Habana Vieja, confinado por el asma y la diabetes a un sillón donde los vecinos al pasar lo reverenciaban como "maestro" o "doctor". Acomodado en la sala escribía a mano sus libros con letra redonda y pequeñísima. Allí lo afeitaban, cortaban el cabello e inyectaban insulina, mientras fumaba habanos envuelto en una azulosa niebla de humo. Desde ese sillón convertido en trono irradió un magisterio que lo puso al frente del grupo literario Orígenes. La casa fue sitio de paso para toda la intelectualidad, al punto de que él la llamó "la universidad de Trocadero 162". Lo mismo recibía a los más humildes transeúntes que al pintor Wifredo Lam o al escritor argentino Julio Cortázar, al que se considera impulsor del éxito internacional de la novela Paradiso. Trocadero 162 mantiene sorpresas y misterios: cuadros de firma desconocida, pinturas que no se corresponden con el estilo de sus afamados autores, miniaturas de seres enigmáticos y una mascarilla que fijó el rostro sereno de Lezama cuando una tarde de agosto, a los 66 años de edad, fue alcanzado por la muerte. Encuentro 17 junio, 2004 LA FILOSOFÍA Almacén importador de Telas de Hilo, Seda, Algodón, Lana, etc. Neptuno Núm. 73 y 75 Habana La Habana no tendrá filósofos, ni filosofías... pero tiene LA FILOSOFÍA, el gran almacén de géneros que satisface el exquisito gusto de nuestras damas y caballeros. Tenemos las mejores sedas chinas, y los más exquisitos productos de los telares europeos. Por esto La Filosofía sigue siendo el almacén más concurrido de la ciudad. La competencia que estableció desde su origen por la modicidad de sus precios y la excelencia de sus géneros, han hecho que se le considere como el Bon Marché habanero. Tan lejos ha llegado su prestigio, tan alto ha pregonado su nombre la trompeta de la fama, que el Bon Marché de los franceses comienza ya a ser conocido como La Filosofía parisina. ¿Quién nos lo iba a decir? Nuestro almacén satisface los gustos más exigentes de la más exigente clientela. Tanto las damas del Country Club Havana Biltmore y de la Federación de Mujeres Cubanas, como los caballeros de las Milicias de Tropas Territoriales, los miembros todos de la sección de Cuba del LASA, y aún las plumas más distinguidas y célebres de la UNEAC, acuden a nuestros mostradores, a nuestros catálogos, en busca siempre del último grito de la moda. La creciente prosperidad de La Filosofía, desde su fundación, justifica este aserto. Se estableció modestamente en 1870 en la casa num 73 de la calle Neptuno. Hoy el almacén amplio, suntuoso y ricamente surtido con la más exquisita colección de telas, vestidos y adornos de las últimas novedades de la moda y asistido por cerca de cien jóvenes guapísimos, ocupa cuatro casas, (Neptuno 73 y 75 y San Nicolás 72 y 74) es el lugar de concurrencia de las familias habaneras y de los transeuntes. Ganchitos para el pelo, jabas para ir de shopping, los perfumes Alicia Alonso, estampitas hechas por el gusto más exquisito de la calle 8, laca para evitar que el aire habanero arruine el pelo batido de nuestras elegantes, laticas de materva del tiempo y hasta mantelitos tejidos a croché, son sólo algunas de las maravillas que nuestra distinguidísima clientela puede encontrar en La Filosofía. ¿Ya les había dicho que Feliberto Niche -- quien trabajó muy cerca del prestigioso filósofo alemán Federico Nietzsche -- es uno de nuestros habituales? No seremos muy ricos en Nietzsches, pero los Niches nos sobran. ¿Y saben por qué? Porque la modicidad es nuestra norma; y nuestras mercancías son para todas las clases sociales; desde la tela más sencilla hasta los más opulentos brocados. Libros recibidos Historias amargas. Con este título nos llega una colección de cuentos de Julián del Casal bajo el sello editorial de La Torre de Papel (Miami, invierno del 2003), y precedida por la introducción de Arturo Arango, quien, además, se encargó de la selección. La entrega la completa -- a modo de epílogo -- el texto "Alguien le tendió la mano", de Gastón Baquero. Entre otros relatos del poeta cubano, los lectores hallarán: "La viudez eterna", "El primer pesar", "La tristeza del alcohol", "El hombre de las muletas de níquel", "El amante de las torturas" y "Agua fuerte". La Habana Elegante agradece a Carlos Espinosa el envío de este valioso volumen de cuentos del poeta cubano. De la editorial boricua Plaza Mayor, que ya goza de una merecida reputación, hemos recibido un valioso lote de títulos de sus colecciones Cultura Cubana y Biblioteca de Autores de Puerto Rico. Ahora nos ocuparemos de la colección cubana, y dejaremos para el próximo número -- que dedicaremos íntegramente a Puerto Rico -- la de los autores de la Isla del Encanto. Las manzanas del paraíso, del recientemente fallecido narrador Guillermo Vidal, es una novela en la que se narran las peripecias de un joven de provincias que, al reconocer su homosexualidad, "decide vivirla sin los traumas y la doble moral a la que otros de su condición se ven abocados en una sociedad intolerante." Ganadora del Premio Internacional de Teatro 1998, de la República Dominicana, Las manzanas del Paraíso no defraudará a los lectores que se acerquen a ella. Narrada con un estilo ágil y directo, la escritura de Vidal se presta igualmente a la experiencia solitaria del lector que a la discusión colectiva de los cursos académicos. Fruto del Concurso de Novela auspiciado por la propia Editorial Plaza Mayor, nos llega, de Gregorio Ortega (La Habana, 1926): Cundo Macao. Teniendo como protagonista a La Habana, Cundo Macao se mueve en un espacio urbano que se disputan y reescriben jineteras, turistas, y los siempre impredecibles rumbos de la santería. El periodismo -- profesión que Ortega ejerció por mucho tiempo -- ha dejado su impronta en el oficio del novelista. Su capacidad de síntesis, el estilo cortado y directo de su prosa, hacen de esta novela un título que, estamos seguros, tiene ya garantizado un amplio círculo de lectores. La experiencia de la UMAP (las llamadas Unidades Militares de Ayuda a la Producción) es recreada, con particular intensidad y dramatismo, en la novela Como un ciervo herido, de Félix Luis Viera (Santa Clara, 1945). La soledad del individuo frente a la maquinaria implacable del poder con que nos enfrenta esta novela no constituye, sin embargo, un relato más de víctimas y victimarios. Por el contrario, las "salidas de tono" del lenguaje -- por momentos irónico, amargo, lírico, pero siempre lúcido -- hacen del texto mismo un espacio de resistencia y de afirmación del poder de agencia del sujeto. Recomendamos también esta novela, seguros como estamos de que su lectura no dejará de ser gratificante, aún para el lector más exigente. Para los interesados en el cine cubano, o, de manera general, en la memoria cultural de la Isla, hay un título de Plaza Mayor que, nos atrevemos a decir, es de obligatoria adquisición: Cine cubano / ese ojo que nos ve, de Reinaldo González (Ciego de Ávila, 1940). La mirada crítica y un tanto burlona, irreverente, de su autor, traza las coordenadas que ligan al cine cubano con el melodrama mexicano, con la poesía, con la música. Profusamente ilustrado, este título de Plaza Mayor es un festín, tanto para el ojo como para la inteligencia. Si el cine es ese ojo que nos ve, el libro de Reinaldo González se nos revela -- en el proceso del revelado de esa mirada otra -- como un ojo que también nos ve y que requiere de nuestra complicidad como lectores. De Cuba te cuento constituye una singular antología del cuento cubano. Más que una antología, esta selección propone un mapa de la narrativa cubana. Cada una de sus secciones responde a una de las provincias del país, de las que han sido seleccionados, respectivamente, un narrador ya conocido, o consagrado -- el adjetivo es fatal, pero ahora no se nos ocurre otro --, otro al que se le conoce medianamente, y otro que, habiendo publicado muy poco, o nada, era prácticamente un desconocido. No obstante, debemos recordar eso que se nos informa en la contraportada: más de treinta de los autores incluidos "han recibido premios o distinciones en su país y en el extranjero. Entre éstos podemos mencionar a: Antón Arrufat, Amir Valle, Leonardo Padura, Reinaldo Montero, Aida Bahr, Javier Marimón, y José Félix León. Estamos, pues, ante un excelente mosaico en el que -- precisamente por las características de su empeño -- el lector descubrirá diferentes calidades, o diferentes grados de elaboración del material narrativo. Luis Manuel García no es un narrador desconocido para nuestros lectores. Su libro El éxito del tigre -- el mismo que causara incomprensibles ansiedades en los organizadores de la última Feria Internacional del Libro de La Habana -- está compuesto por diecinueve relatos en los que la irracionalidad y el absurdo se mueven a su antojo. Luis M. García salta todas las fronteras: las que pretenden diferenciar lo lógico de lo irracional, lo humano de lo que no lo es. Su escritura está hecha de cruces continuos, de pases de frontera, de miradas irónicas que descubren las secretas afinidades de las cosas. Quienes gusten de la aventura del pensamiento, agradecerán estos relatos. Estamos seguros. Caminos de Eva. Así se titula la selección de cuentistas cubanas que, realizada y prologada por Amir Valle, nos ofrece Plaza Mayor. Aquí se recogen textos de muchas de las narradoras cubanas más importantes de hoy: María Elena Llana, Mirta Yañez, Aida Bahr, Ana Lidia Vega, por sólo mencionar a algunas de ellas. El lector encontrará en este libro relatos tan bien articulados y pensados como "Tiempo de rosas", de Adelaida Fernández de Juan. La ironía, la sensibilidad poética y un hábil dominio del atrezzo narrativo hacen de este cuento una verdadera joya (si se nos excusa el modernismo). Como hemos dicho, casi todos los títulos que hemos mencionado, además de pasar exitosamente la prueba de la lectura en solitario, serían también una excelente opción para los cursos de literatura en la enseñanza académica. Los interesados, pueden contactar la editorial Plaza Mayor, para lo cual les recomendamos acceder al enlace que hemos incluido en nuestra sección de Enlaces (en la página de entrada de La Habana Elegante). Agradecemos una vez más a Patricia Gutiérrez -- responsable de los éxitos editoriales de Plaza Mayor -- el envío de los libros que hemos presentado a nuestros lectores, así como éste otro de Reynaldo González -- Al cielo sometidos -- y que fue publicado por Alianza Editorial. El libro, se nos dice, "es un fresco crítico, lúdico y erótico de la España preimperial, con sus grandezas y miserias. Su autor "nos traslada en el tiempo a una época represiva, para entonar un canto a la libertad individual en la que los goces más reprobados también reclaman espacio. De España hemos recibido el título Ficciones en las fronteras de la ley, del profesor e investigador argentino Santiago Esteso Martínez (Córdoba, Argentina, 1972). El libro de Esteso Martínez "reconstruye las narraciones acerca de la nación, la ciudadanía y la masculinidad que la Revolución Cubana produjo [...] Ficciones compone una antología de textos para leer / gozar el corpus policial cubano; una guía para conducirnos en los límites del género". El autor es también el director de la prestigiosa Orientaciones revista de homosexualidades (Madrid). Hemos recibido un valioso envío de libros desde La Habana que incluye: Heredia entre cubanos y españoles (Editorial Oriente, 2003), así como La cultura en Cuba y en el mundo (Letras Cubanas, 2003) y La música en Cuba (Letras Cubanas, 2004), de Alejo Carpentier. Heredia "agrupa las polémicas generadas alrededor del poeta, algunas ya conocidas y otras que se exponen por primera vez al lector de hoy." La selección y el prólogo estuvieron a cargo de la ensayista e investigadora Ana Cairo (La Habana, 1949). Heredia reúne valiosos documentos, sin duda imprescindibles en los estudios y discusiones acerca de la construcción de la idea de nación en la cultura cubana. El libro de Carpentier sobre la música en Cuba es ya un clásico, y su reimpresión no puede menos que recibirse con entusiasmo. La cultura recoge "un grupo de conferencias [dictadas por Carpentier] a través de Radio Habana Cuba, con el título general de «La cultura en Cuba». En este volumen se recogen, por primera vez, las treinta y dos que se han preservado de ese ciclo de programas." Cuando preparábamos el cierre de esta página recibimos dos nuevos títulos. El primero de ellos, que agradecemos a la cortesía del poeta Germán Guerra, se titula: Palabras en el fuego: creadores de Miami dicen, editado por el Florida Center for the Literary Arts del Miami Dade College. "La rama editorial del Centro -- se nos dice -- publica obras de autores noveles o reconocidos, con especial énfasis en los autores floridanos; tiene también entre sus metas la publicación anual de un compendio que muestre la obra de los autores participantes en los talleres y lecturas, y la edición de colecciones especiales -- como Palabras en el fuego y Write Here, de este año -- además de antologías, libros de poesía y obras de ficción y no ficción creativa de mayor extensión". Palabras en el fuego recoge poemas de: Angel Cuadra, Germán Guerra, Amelia del Castillo, Teresa María Rojas, Orlando González Esteva y Félix Lizárraga, así como textos de Ramón Alejandro (artista plástico), Marisela Verena (compositora, cantante) Rosie Inguanzo (escritora, actriz, directora de teatro), Jorge Luis Morejón (cantante, bailarín, actor), Nereida García Ferraz (artista plástica, productora del documental: Fuego de tierra, sobre Ana Mendieta) y Gretel Trujillo (actriz). El segundo título corresponde al poemario País de agua (Betania, 2004), de Carlos E. Cenzano (Santiago de Cuba, 1957). Graduado en 1982 de Licenciado en educación en lengua y literatura, Cenzano reside en los Estados Unidos desde 1992. En 1997 obtuvo una maestría en la Universidad Internacional de la Florida y actualmente está haciendo allí el doctorado en Filosofía. Su obra poética ha sido premiada en los concursos: Frank País, Rubén Martínez Villena, José María Heredia y Regino Boti, y ha publicado en revistas y suplementos literarios como Verde Olivo, Resonancia y Perfil de Santiago, y en una antología poética bilingüe de poetas santiagueros publicada en los Estados Unidos. Tiene varios libros inéditos para niños, entre los que se destacan: Un arcoiris del tiempo (1987), El libro de Mónica (1988), Los sueños de Nino (1989) y Si yo verso, si tú cantas (décimas, 1989). También ha escrito los poemarios: (1992), Otro gallo cantaría, Sonetos para calmar la sed (1996) y En el papiro de tus manos (1999). En estos momentos se apresta a concluir otro poemario: Las olas del 904. A esta prolija producción literaria hay que agregar que Cenzano es también cantautor y ha incursionado en varios géneros de la música cubana. De País de agua ha expresado Florence L. Yudin: "Himno y hallazgo, País de agua, como las ambiguas connotaciones en el título, canta y examina el habitat isleño del «yo»; en diálogos con Eros y Logos, burlando eufemismos totalitarios, iluminando anfibios paisajes, invita al lector a orologías inspiradas. Un libro de lenta germinación, el poemario de Cenzano irradia voces lúcidas y fervientes. Pinta con palabras; inscribe en color." Difícilmente podría resumirse mejor el espíritu de este libro, y de cuya cosecha ofrecemos "Poética": Ningún viajero regresa sin las huellas del camino, ningún poeta pernocta en las llagas del silencio. En el taller de su alma se cuece la palabra encantada. Prensa oficialista: un campesino ha creado una raza de vaca para criar en casa Juventud Rebelde se pregunta si la nueva especie podría convertirse en piedra de toque de la agricultura urbana de la Isla AFP/ La Habana. Un campesino cubano dice haber logrado una raza de vaca excepcional, única, que además de tener buen rendimiento lechero, da muestras de un alto espíritu de sacrificio y de comprensión de los problemas por los que atraviesa la Patria revolucionaria, socialista, internacionalista, proletaria, martiana y marxista -- que lo cortés no quita lo valiente -- por lo que ha dejado bien clara su disposición a consumir no más de tres laticas de agua por día, y una libra de yerba. La vaca enana -- como ya se la conoce en los bancos de videos -- está dispuesta a colaborar con los compañeros del Instituto de Biotecnología a fin de, entre todos, hacer el realidad el nuevo lema revolucionaria: una vaca por cuadra. El ganadero Raúl Hernández afirmó que, tras cinco años de cruces raciales (en los que se emplearon perros chinos, goldfish coreanos, puercos de Cumanayagua, y murciélagos de la Sierra Maestra), ha conseguido una especie de 70 centímetros de altura, resistente como las mejores razas y "mansa como mascota doméstica" para que las familias puedan criarla con pocos alimentos en las periferias urbanas. Resistente es, en efecto, la vaquita: llevada a cuanta tribuna abierta se inventa en estos días, su cerebro no ha dado ni la mitad de las señas de agotamiento que ya se observan en los ciudadanos más bobos. "Tenemos claro que este tipo de vaca no es para ganaderos, sino para 'poblanos' con patios grandes", agregó Hernández, de 74 años. Hubo que aclarar esto, puesto que sin el correspondiente permiso de los CDR -- encargados de supervisar el área de vivienda disponible para la vaquita -- los camaradas poblanos no podrán comenzar su correspondiente cría. El agricultor dice soñar desde hace 40 años con una raza que "exige menos techo, menos forraje, menos pienso y da la misma leche que las grandes". Inspirado en los logros revolucionarios -- afirma -- no dejaba de preguntarse: "Si ya no tomamos leche; si el pienso es cada día menos... y pensamos menos cada día... ¿por qué no meterle mano a la idea de ingeniarnos una vaquita que de vez en cuando nos reemplace, y, de paso, nos dé un respiro? El diario se interrogó sobre si la nueva especie podría convertirse en "piedra de toque de la agricultura urbana". Esta raza de "vaca enana" sería el opuesto de la "recordista nacional lechera", como la prensa local denominaba hace 20 años a Ubre Blanca, una Holstein cruzada con Cebú que daba al día unos 80 litros y que tras su muerte fue momificada. Puesto que las expectativas no pueden ser, ahora, de 80 litros diarios, hay quien ha propuesto llamar al nuevo logro del frenesí cubano: La cabroncita. El Ministerio de las Fuerzas Amadas ha decidido apadrinar la vaquina urbana -- modelo, como ya dijimos, de la genética revolucionaria: ni come, ni piensa, ni protesta. Raúl Castro afirmó que había un no sé qué místico en la aparición de esta vaquita: "¡Es como una enviada!, una mensajera del futuro", dicen que expresó emulcionado todo. |
Alicia Alonso
trabaja en el estreno de un ballet casi olvidado La flauta mágica se estrenará durante el XIX Festival Internacional de Ballet de La Habana, previsto del 28 de octubre al 6 de noviembre AFP/ La Habana. Un ballet clásico creado en Rusia en el siglo XIX y aderezado con amores correspondidos, ortopédicos pas de deux, humor, pavor, mucho cerelac y un final feliz, es la coreografía en cuyo próximo estreno trabaja la bailarina Alicia Alonso. Se trata de La flauta mágica, estrenada por el bailarín y coreógrafo ruso Lev Ivánov en 1893 en San Petersburgo (Rusia), y que fue parte del repertorio de la bailarina rusa Anna Pávlova en sus giras por América Latina a principios del siglo XX. Alicia, que por aquel entonces, era corifea de la compañía rusa -- y que ya arribó a los... bueno, ¿para qué sacar cuentas ahora? -- no recuerda muy bien la coreografía original, de la que, por otra parte, no se conserva absolutamente nada. "Pávlova representó la obra en la Isla en 1917, después de lo cual el montaje del espectáculo se extravió", asegura Alicia, que no ve ninguna relación entre la representación de la obra en la Isla y la pérdida de la coreografía original. "Son cosas que pasan," insiste. Alicia tuvo que hacer su versión propia a partir del libreto, descripciones y testimonios de la época, o sea, de su memoria. Ha sido una labor de reconstrucción", dijo a la AFP el investigador y crítico Pedro Simón, compañero en vida de la bailarina, nacida en La Habana en 1920 A.N.E. No sabemos si Pedro Simón se refería a la reconstrucción de la obra como tal o a la de la cara de la eximia bailarina, necesitada, sin dudas, de algo más que una simple reconstrucción. ¿Les había dicho que Alicia audicionó para presentarse en The Swan, y que el team de especialistas se negó a comprometerse en cuanto a los resultados? Como lo oyen. Aquí la vemos durante su visita a los estudios de FOX. Ese día los patriotas del exilio le declararon un boicot al canal norteamericano. Mientras Alicia gestionaba su makeover, ellos le gritaban: ¡¡cisne asesino!!, ¡¡don quijota comunista!!!, y exhibían pancartas con fotos de Alicia en el ballet Avanzada. Pero, bueno, hablemos de La flauta mágica. ¿El argumento? El joven campesino (integrado y revolucionario) Luc ama a la encantadora Lise, hija de un granjero rico de la comunidad, y ella también lo ama (hasta ustedes, cuando vean al mulato, tendrán que perdonarle sus desvíos ideológicos), pero Lise es cortejada por un viejo marqués, rico y decrépito (que es, además, uno de los ejecutivos de la FINCA, si entienden lo que quiero decir) , con quien sus ambiciosos padres esperan que se despose. La trama termina felizmente gracias a una flauta con la cual Luc hace bailar a todos. Como les decía... la flauta puede hacer milagros. Ivánov fue el discípulo preferido del bailarín y coreógrafo de origen francés Marius Petipa (flautista por añadidura), una de las figuras más relevantes de la historia de la danza. El estreno de esta pieza se producirá durante el XIX Festival Internacional de Ballet de La Habana, previsto del 28 de octubre al 6 de noviembre próximos. Son muchos los vínculos que acercan a Alonso al repertorio creado por Ivánov. En su carrera, la bailarina encarnó a Odette en El lago de los cisnes y a la Reina de las Nieves y al Hada Garapiñada en Cascanueces. No estamos muy seguros sobre qué rol interpretará en La flauta mágica, pero no les quede dudas que algún papelito hará. El más reciente estreno de Alonso fue en 2003, en la II Bienal de Valencia, con una versión de una de las más célebres tragedias de Shakespeare, que tituló Shakespeare y sus máscaras o las maracas de Romeo y Julieta. Roberto González Echevarría presenta en Madrid su historia del béisbol cubano La gloria de Cuba. Historia del béisbol en la isla ha sido editado por Colibrí "La cultura cubana cuaja en el momento en que el béisbol entra en la vida de los cubanos". Así lo cree el profesor y crítico literario Roberto González Echevarría, que acaba de presentar en Madrid su libro La gloria de Cuba. Historia del béisbol en la isla, editado por Colibrí. González Echevarría, Doctor Honoris Causa de la Universidad de Columbia, Nueva York, miembro de la Academia de las Artes y las Ciencias de Estados Unidos, director del Departamento de Estudios Hispanoamericanos de la Universidad de Yale, sterling professor de Literatura Comparativa, y fanático del béisbol, asegura que una de las razones que lo llevó a escribir el libro fue descubrir que los inicios de la pelota en Cuba estuvieron aliados a la literatura. Según sus investigaciones, las revistas literarias de la década del setenta y el ochenta del siglo XIX se declaraban en el machón "órgano de la literatura y el béisbol". El libro comienza con el juego entre Habana y Almendares que terminó la temporada de 1947 y fue celebrado en el Estadio de La Habana, hoy Latinoamericano. La gloria de Cuba regresa luego a la llegada del deporte a la Isla. González Echevarría afirma que el primer bate y la primera pelota entraron en Cuba en 1868, en el equipaje de Nemesio Guilló, quien se acababa de graduar en Alabama, Estados Unidos. En los siguientes años del siglo XIX, el béisbol se alió a la emergente música cubana, representada por el danzón, y a la literatura modernista para convertirse en parte esencial de la cultura del país. "Cada juego remataba con una velada que era bailable y además literaria". Se bailaba danzón y se leían poemas. "Algunas veces eran los mismos peloteros quienes leían", relató González Echevarría durante la presentación de su obra. "La pelota entró en la Isla en el momento de consolidación de la cultura cubana, y por eso está tan arraigada", agregó. El autor ha encontrado también vínculos entre el béisbol y las corrientes independentistas. "La pelota surge en Cuba aliada a la política norteamericana porque se veía el béisbol como algo moderno y democrático, algo que se oponía a la España de los toros", dijo. Según informa Colibrí en su sitio web, La gloria de Cuba detalla la evolución de la pelota profesional, la amateur, la semipró y la de los centrales azucareros a lo largo del período republicano que se cierra en 1959. También narra la historia de la influencia de los jugadores cubanos que emigraron a Estados Unidos en las ligas independientes de color y, en general, en el béisbol de ese país y el de México. El libro abarca momentos culminantes de la historia del béisbol como las series mundiales amateur de principios de los años cuarenta, y la series del Caribe que se inician en 1949. Además, las hazañas de figuras legendarias como José de la Caridad Méndez, Adolfo Luque, Martín Dihigo, Cristóbal Torriente, Ramón Bragaña, Agapito Mayor, Conrado Marrero y Orestes Miñoso, entre otros. El último capítulo está dedicado al deporte después de la llegada al poder de Fidel Castro e incluye comentarios sobre peloteros que tras escapar de Cuba han logrado destacar en las Grandes Ligas, como Orlando El Duque Hernández y Rey Ordóñez. "Hay un elemento norteamericano en la cultura cubana que es más fuerte que la política, y lo podemos ver en la supervivencia del béisbol a lo largo de los 45 años del régimen de Fidel Castro", consideró González Echevarría. "Si el béisbol se inició en Cuba como una promesa de democracia, ojalá traiga por fin la democracia", concluyó. La gloria de Cuba. Historia del béisbol en la isla apareció antes en inglés bajo el título The Pride of Havana. La edición en español incluye una introducción del autor que pone al día el libro y vuelve sobre algunos de sus temas principales. Encuentro, 17 junio, 2004 Fallece en Nueva Jersey la cantante Zoraida Marrero El cadáver de Marrero, conocida como la Alondra de Cuba, será expuesto la tarde de este martes en una funeraria de Unión City, y el sepelio tendrá lugar el miércoles. La cantante cubana Zoraida Marrero, más conocida como la Alondra de Cuba, falleció el pasado viernes en Nueva Jersey a los 92 años y a causa de un paro respiratorio, informó El Nuevo Herald. Nacida en la localidad de Bejucal, el 19 de septiembre de 1911, Marrero trabajó junto al compositor Ernesto Lecuona y se convirtió en una figura destacada de la compañía de conciertos de este músico cubano, además de ser motivo de inspiración del tema Muñeca de Cristal. Como soprano, la cantante interpretó desde la década del treinta zarzuelas como Cecilia Valdés, Los Gavilanes y la española Luisa Fernanda, que según los críticos ha sido su mejor interpretación. Asimismo, junto a las también cubanas Esther Borja y Hortensia Coalla, Marrero pasó una temporada en el Teatro Maipo de Buenos Aires, entre 1940 y 1945. Inconforme con el gobierno de Fidel Castro, en 1960 abandonó la Isla para exiliarse en Nueva York. Desde 1961 hasta 1965 integró el espectáculo Noches Cubanas, en el neoyorquino Carnegie Hall, en compañía de otras figuras de la música cubana. "Recuerdo que la primera vez que hizo Noches Cubanas estaba compartiendo un trabajo de obrera en una factoría para sobrevivir", expresó el cronista Rosendo Rosell. Por su parte, el pianista Baserva Soler opinó que la cantante "fue una gran cubana y una artista que apoyó enérgicamente la lucha de sus compatriotas en favor de una Cuba democrática". "Tenía un temperamento impresionante y una sonrisa que era un sol", señaló. Gracias a su destacada trayectoria, más tarde Marrero logró ser primera figura del Liborio, el mejor cabaret latino de Nueva York en la década del sesenta. Entre sus interpretaciones más populares está la pieza Yo volveré, obra del compositor Eduardo Davidson, la cual se convirtió en una suerte de himno de la nostalgia por Cuba. El cadáver de Marrero será expuesto la tarde de este martes en una funeraria de Unión City, y el sepelio tendrá lugar el miércoles luego de una misa en la iglesia de St. Agustine en la misma localidad. Encuentro, 17 junio, 2004 Muere el bailarín Antonio Gades Madrid.- El bailarín y coreógrafo Antonio Gades, uno de los grandes nombres del baile español de todos los tiempos, ha muerto en Madrid, víctima del cáncer con el que llevaba luchando desde hace varios años. Tenía 67 años. Nacido en Elda (Alicante) como Antonio Esteve Ródenas, Gades ha muerto sobre las cinco de la tarde en el Hospital Gregorio Marañón de Madrid, en el que llevaba ingresado desde hace varias semanas. Su estado de salud se agravó el domingo pasado, cuando los médicos informaron a la familia de que el final estaba próximo, según fuentes próximas al bailarín y coreógrafo alicantino, que en noviembre hubiese cumplido 68 años. En el momento de su muerte, estaban junto a Gades su viuda, Eugenia Eiriz, con la que contrajo matrimonio recientemente, y varias de sus hijas. Sus restos han sido trasladados al Tanatorio de la M-30. Gades fue coreógrafo, entre otras, de Bodas de sangre, Fuenteovejuna, y El amor brujo. Ha sido incinerado sin sus familiares, por orden expresa del bailarín, en el crematorio del cementerio de la Almudena. Su familia ha remitido un comunicado oficial en el que explica que Gades ha fallecido víctima de una enfermedad "contra la que venía luchando con valentía desde hace tres años", y "por expreso deseo personal, no se realizará ningún tipo de acto fúnebre y su cuerpo será incinerado en la más estricta intimidad", Antes de su muerte, Antonio Gades pidió a sus hijas y a su viuda que transmitieran "su más sincero agradecimiento a todos aquellos que han admirado y apoyado su obra y, de manera especial, a los que le han acompañado en la última etapa de su vida". La familia del artista se une a este "sentimiento de gratitud" y ruega a todos que respeten "el recogimiento" que Antonio Gades deseaba para el momento de su despedida. Asimismo, "expresa su profundo agradecimiento a los medios de comunicación por el respeto, discreción y cariño con el que le han tratado en el último periodo de su vida", concluye el comunicado de la familia del bailarín y coreógrafo. La Fundación Antonio Gades velará por el legado artístico del bailarín y coreógrafo y se dedicará, sobre todo, al "apoyo y difusión de la danza española en general y del flamenco en particular. Esta ha sido -según fuentes próximas a su familia- su última voluntad". El Mundo, 21 de julio Poesía al margen del canon El tema de la identidad racial y cultural adquiere una presencia dominante en el último libro de Georgina Herrera Carlos Espinosa Domínguez Aquellos lectores que disfrutan con el hallazgo de creadores que han desarrollado su labor en la periferia y al margen del canon, harían bien en revisar la obra poética de Georgina Herrera (Jovellanos, 1936). Una excelente oportunidad para iniciar su descubrimiento la brinda la reciente salida de un nuevo libro suyo, Gritos (La Torre de Papel & Ediciones Itinerantes Paradiso, Miami, 2004), toda vez que se trata de una escritora que desde que se dio a conocer, a comienzos de la década de los sesenta, ha publicado más bien poco. Como prueba, ahí está su bibliografía anterior, que se reduce a apenas seis títulos: G. H. (1962), Gentes y cosas (1974), Granos de sol y luna (1978), Grande es el tiempo (1989) y Gastadas sensaciones (1996), publicados todos en la Isla, donde hasta hoy reside. La voz que nos habla desde esos textos configura a una mujer que escribe para no olvidar quién es, de dónde viene, a qué se debe. El tema de la identidad racial y cultural adquiere así una presencia dominante, y aparece expresado en un discurso que tiene el yo como instancia. Esa identidad se manifiesta además de diversas maneras y a través de diferentes aspectos. Por ejemplo, al contemplar una cabeza de terracota que data de mil años atrás, el sujeto poético se reconoce en ella como quien se ve a sí mismo en un retrato: "¿Dice alguien que no es/ mi rostro este que yo veo?/ ¿Que no soy yo, ante el espejo/ más limpio reconociéndome?". A lo cual añade con firme y orgullosa convicción: "Esta que miro/ soy yo, mil años antes o más;/ reclamo este derecho/… Soy yo. Espejo o renacida./ Soy". Ese orgullo con que reivindica y asume esa herencia aparece resumido en el título de algunos de los poemas: Canto de amor y respeto para Doña Ana de Souza, Elogio para las negras viejas de antes, Para festejar a Oggún. Hay, por otro lado, una amorosa vindicación de África, aquel continente que según el abuelo era "un país bonito/ y grande como el cielo", y que durante la etapa oprobiosa de la esclavitud y la trata fue el sitio "desde el que a diario/ hacia el infierno venían/ reyes encadenados,/ dioses tristes". Para la voz lírica, por su parte, es la tierra a la que siempre va a dar ("Todo sitio al que me dirijo/ a ti me lleva"), la herencia ancestral cuya llama se mantiene encendida ("Este rostro, hecho/ de tus raíces, vuélvese/ espejo para que en él te veas./ En mi muñeca/ vas como una pulsa de oro/ —tanto brillas—; suenas/ como escogidos cauríes para/ que nadie olvide que estás viva"), y por eso objeto de permanente veneración ("Cuando yo te mencione/ o siempre que seas nombrada en mi presencia/ será para elogiarte"). Toda esa antigua historia de fechas, cacerías, viajes interminables e ignominia, se expresa muy bien en términos poéticos en El barracón. Al visitar las ruinas de un antiguo ingenio y poner las manos sobre aquellos muros húmedos, desgastados por la lluvia y el llanto, escucha "gemidos, maldiciones, juramentos/ de los que, calladamente,/ resistieron por siglos/ los colmillos del látigo en la carne". Del pasado le llega todo ese sufrimiento, pero también el amor, "todo el amor/ con que regaron su impetuosa semilla,/ perpetuándola./ Así lo siento, lo recojo./ Vibro". Junto a esos poemas, figuran otros dedicados a familiares y personas entrañables: Victoria, la bisabuela que consumió su existencia entre el bocabajo y la vida como cimarrona; Ana de Souza, la mujer angolana cuyo pueblo fue sometido a la esclavitud por los portugueses; las ancianas que contaban historias fabulosas en los velorios; Joaquina, quien durante todo el año vendía dulces y lavaba y planchaba para la calle, para poder asumir el privilegio de festejar a Oggún. El aliento humano y cálido de los recuerdos autobiográficos impregna Dios de mi casa y de mi sangre, uno de los textos más hermosos del libro: "¡Qué pobreza de hogar!; en las paredes/ sólo un retrato: Colgaba un Cristo rubio,/ impuesto/ sobre la piel a quemaduras desde/ quién sabe cuándo./ Y así, las cosas/ no entran o entran mal./ Pero a este pobre hubo que amarlo;/ nos daba pena verlo/ no sabiendo qué hacer: si bendecirnos,/ morir de nuevo o huir./ Éramos, somos buenos, así que/ casi por lástima lo aceptamos,/ lo dejamos así, en su sitio eterno". Palabras aparentemente suaves y tranquilas En el texto del cual el poemario toma el título, Georgina Herrera expresa: "Estas palabras aparentemente/ suaves y tranquilas;/ palabras transparentes, sí, pero/ tenaces./ llegan, entran, se quedan para/ siempre, son mi manera./ Así es que grito, y/ sé que me hago oír". Esos versos están colocados con toda intención al inicio del libro, pues definen la poética a partir de la cual la autora elaboró las quince piezas reunidas por ella en Gritos. Estamos, en efecto, ante un discurso sobrio, que elude la retórica o el cripticismo, y que está hecho con un lenguaje diáfano y sencillo, aunque no pobre. Conviene, no obstante, que nos fijemos en el adverbio que usa Herrera en el primer verso: esa suavidad, esa transparencia, son aparentes. Es esa su manera de decir las cosas, de gritar, de hacerse oír. Lo cual no le impide expresar sus verdades, ni hacerlo con una firmeza y una convicción que no admiten dudas. Poesía, en resumen, que celebra la identidad étnica ("negros los ojos, la piel, el pelo duro"), que proclama la devoción por los antecesores, que incluso no duda en dirigir su dedo acusador ("Los rubíes/ de tus pendientes preferidos/ gotas de sangre son sacadas de las venas/ de Owení y muchos, muchos más"). Todos esos asuntos Georgina Herrera sabe expresarlos —y en literatura, es lo que de veras cuenta— a través de unos textos en los que aparecen tratados con sensibilidad, con verdad iluminadora, con emoción contenida e intensa y con una capacidad de elaboración y sugerencia que les otorga su entidad poética. Con Gritos, Georgina Herrera confirma que es una creadora que merece mayor atención de la que hasta ahora se le ha dedicado. Estoy convencido de que ha de recibirla, aunque espero que no sea póstumamente. Como un argumento más a añadir a esta recomendación de la lectura de su último libro, quiero concluir esta reseña con unos versos de El tigre y yo, durmiendo juntos, otro de sus mejores poemas: "El tigre tuvo sueño,/ se echa junto a mí, se duerme/ como un regalo inusitado; tiendo/ la mano y lo acaricio./ Dichosa es esta mano que se pierde/ entre el dibujo de su piel./ El tigre es tibio y manso. Pego/ mi oído a su corazón./ Apenas late (…)/ Ahora se mueve; vuélvese/ al otro lado, no despierta,/ pero temo/ que el suelo acabe./ No el del tigre, el mío". Encuentro, 20 de julio History of Cuba for Dummies Una nueva edición de History of Cuba for Dummies será presentada próximamente por el periodista y escritor Azuceno del Zanjón en el marco del curso Historia de Cuba en sesenta minutos, en el que son profundamente analizados y objeto de un cuidadoso examen detenido, incisivo, e inteligente, todos esos sucesos que han marcado para siempre la historia paria; perdón, patria. El jueves Azuceno expondrá -- en sólo sesenta minutos, según hemos dicho -- los vínculos del humo del tabaco, con la quema de El Encanto, el refrán "donde hay humo, hay fuego", expresiones como "yo soy la candela", con la voladura del Maine, y con la conocida frase del Che: "Esta humareda ha dicho basta, y ha echado a andar". La disertación tendrá lugar en medio de humeantes tazitas de café del Versalles, y a ritmo de yerba -- de Yerba Buena, aclaramos -- y culminará con una interesante ponencia acerca de las bondades médicas del opio, cuyo consumo -- recomendará el ponente -- produce un mejor efecto si se le combina con la lectura de Oppiano Licario. Azuceno, dicho sea de paso, es autor de numerosos libros, entre ellos, Cuba en mi corazón, y la autobiografía Manual Impertérrito del pretérito ladino fulano, y tendrá a su cargo la introducción del cursillo. En apenas 60 minutos -- de 30 segundos cada uno -- la mirada abarcadora de Azuceno ofrecerá una ojeada a todas las Cubas habidas y por haber: la de ayer, la de hoy, la de dentro de un rato, la de mañana, la de pasado mañana, la buena, la mala, la que se perdió, la que se perderá, y, sobre todo, a esa que se conserva también en su memoria alcanforada y perfumada con jabón Hiel de Vaca: la Cuba del bisnes. La entrada al curso es toda una ganga. Usted sólo tiene que desembolsar el módico precio de $50.00. Garantizamos la calidad o your moni back. Sorry, pero no podemos reembolsarle el tiempo. Para matricularse, contáctenos por el (305) 911-Cuba, o envíenos un mensaje a nuestro correo electrónico: demo@todotiempopasadofuemejor.com. Les recordamos que nuestras oficinas están situadas en el Centro de Afecciones Cubanológicas Intestinales (CACI), 20 de mayo St, Suite 007, Hialeah, Mayami. Dos veces Lunes Dos libros recientes valoran desde distintos ángulos la importante aportación a nuestra cultura del suplemento Lunes de Revolución Carlos Espinosa Domínguez Cuarenta y tres años después de que dejara de circular, Lunes de Revolución (1959-1961) sigue siendo una asignatura pendiente en la Isla. Existen numerosos estudios sobre lo que significaron para nuestro movimiento literario y artístico publicaciones como Social, Orígenes, Nuestro Tiempo, Revista de Avance. Muy poco es, sin embargo, lo que se ha realizado acerca de aquel importante suplemento, a cuya colección debe acudir quien quiera entender el desarrollo que experimentó nuestra cultura en esos años y en los siguientes. Eso contrasta con que en más de una oportunidad se han difundido las invectivas e insultos escritos por quienes integraron la corriente más dogmática que condujo al cierre de Lunes. Uno de los que más se ha esforzado en esa labor —un obrero de vanguardia, como se estilaba decir años atrás— es Lisandro Otero, para quien el suplemento fue "una publicación de minorías, portavoz de una camarilla desvinculada de los tiempos que corrían". Sostiene el autor de En busca de Vietnam que "un análisis somero de Lunes de Revolución nos revela el estropicio que causó esa publicación en los dos años y medio que tuvo de existencia". Sus colaboradores, prosigue, eran unos "falsos jacobinos que pretendían hacer carrera con sus extremos", y que hicieron de Lunes "el azote de la cultura cubana: todo aquel que no fuese miembro de la restringida maffia, o colaborase con sus pretensiones hegemónicas, era zarandeado y embestido". Y concluye que Lunes "es la primera publicación que intenta convertirse en dique ante un río desbordado; es un magazine que va en contra de la corriente histórica para servir el afán caudillista de Cabrera Infante". Escapa a mi raciocinio el entender cómo Otero tiene tan mala opinión de un suplemento en el que colaboró en diez ocasiones y para el cual coordinó dos de sus números monográficos (Ernest Hemingway y el fusilamiento de los ocho estudiantes de medicina). Nada de eso, sin embargo, ha conseguido empañar ni empequeñecer la significativa aportación hecha por Lunes de Revolución, que fuera de la Isla no deja de despertar el interés de investigadores y académicos. Éstos han descubierto así a una publicación que, además de su espíritu innovador y su amplio abanico temático, tuvo el mérito de reflejar los conflictos y debates que entonces tenían lugar en el ambiente cultural cubano. Dos libros aparecidos hace poco son una buena cuenta de ese creciente interés. El primero del que me voy a ocupar es Lunes de Revolución. Literatura y cultura en los primeros años de la Revolución Cubana (Editorial Verbum, Madrid, 2003). Su autor es el cubanoamericano William Luis, investigador y profesor en la Universidad de Vanderbilt, quien en el mismo realiza un valioso y serio aporte en lo que se refiere a evaluar y reconstruir la historia de Lunes. Para ello se vale de una acuciosa investigación en los 129 números del suplemento, así como en los testimonios de algunas de sus figuras claves (Guillermo Cabrera Infante, su director; Pablo Armando Fernández, subdirector; Carlos Franqui, director del periódico Revolución). Incluye, además, algo de inapreciable utilidad como es el índice de toda la colección (existía uno hecho en 1977 por Elena Giraldes, que aparte de estar agotado desde hace años, tiene numerosos errores y omisiones que en éste son corregidos). Se recogen asimismo en un apéndice tres documentos relacionados con la prohibición del documental P.M., hecho que selló la muerte definitiva de Lunes. Todos esos materiales contribuyen a configurar una imagen bastante completa de la que, a juicio de Luis, fue "una verdadera revista revolucionaria no sólo por su contenido sino también por su concepción de la literatura y de la cultura como lo que podría haber sido realmente una cultura revolucionaria". ¿Habló alguien de maffia? La lectura del libro de William Luis arroja mucha luz sobre Lunes, y eso lo convierte en una obra útil, necesaria y, desde ahora, de consulta obligada por quienes se interesen en este tema. En primer lugar, una ojeada al contenido del suplemento a través de sus índices demuestra que, lejos de ser una publicación exclusiva de un grupo o una maffia, abrió sus páginas a escritores y artistas de diferentes generaciones y tendencias ideológicas. Entre sus colaboradores hallamos así representantes de revistas que circularon unos años antes como Ciclón (José Rodríguez Feo, Virgilio Piñera, Antón Arrufat), Nuestro Tiempo (Mirta Aguirre, Tomás Gutiérrez Alea, Argeliers León, Vicente Revuelta, Félix Pita Rodríguez, Fornarina Fornaris) y Ciclón (José Lezama Lima, Ángel Gaztelu, Cintio Vitier). Como se trata de algo que se ha sobredimensionado y empleado como arma arrojadiza contra el suplemento, conviene precisar que aunque en los primeros números aparecieron artículos en donde se atacaba a los origenistas y, en especial, a Lezama, fue un conflicto que pronto quedó zanjado. Como ha precisado Pablo Armando Fernández, éste "era una persona sin rencores, y no cayó en el error de considerar aquellas arremetidas como algo que compartíamos todos los que trabajamos o colaboramos en Lunes". Así lo prueba el que Lezama figura como colaborador en quince números, incluido el último. A los anteriores hay que sumar, entre otros, los nombres de Ambrosio Fornet, Luis Agüero, Humberto Arenal, José A. Baragaño, Fausto Canel, Alejo Carpentier, Calvert Casey, Edmundo Desnoes, Roberto Fernández Retamar, Natalio Galán, Nicolás Guillén, Oscar Hurtado, Rine Leal, Heberto Padilla, José Antonio Portuondo, Fayad Jamís, Carlos Rafael Rodríguez, José Rodríguez Feo, César López, Severo Sarduy, Jaime Sarusky y Juan Marinello, todos los cuales figuran con varias colaboraciones en Lunes. La lista anterior puede dar una idea equivocada de que Lunes sólo se ocupaba de la literatura. Nada más lejos de su amplia concepción de la cultura, lo que hizo que en el suplemento se brindara cumplida atención al teatro, la danza, el cine, la música y las artes plásticas. Sus páginas se abrieron además a las firmas del extranjero, de lo cual dan cuenta la inclusión de textos de Juan José Arreola, Carlos Barral, André Bazin, Simone de Beauvoir, Michel Butor, José Manuel Caballero Bonald, Luis Cardoza y Aragón, Paul Eluard, Juan Ferraté, Jaime Gil de Biedma, Allen Ginsberg, Juan Goytisolo, Leroy Jones, André Malraux, Ezequiel Martínez Estrada, Pablo Neruda, Blas de Otero, Georges Sadoul, Jean Paul Sartre, José Ángel Valente y Agustín Yáñez, entre muchos otros. Para celebrar su primer aniversario, los redactores del suplemento pidieron a treinta personas que contestasen a la pregunta: ¿Por qué me gusta y no me gusta Lunes? Hay dos respuestas que quiero reproducir para concluir este primer trabajo. En una de ellas se dice: "LR es un buen esfuerzo en las necesidades de expresar tres cosas similares: Revolución, pueblo y cultura". De la otra, extraigo estas palabras: "LR es unas veces muy bueno, como el número dedicado a Sartre. Otras veces padece de unos intelectualismos fuera de la realidad cultural cubana. Pero en realidad es uno de los mejores aportes a la realidad cultural cubana. En los últimos números, puedo decir que encuentro una superación notable". La primera cita pertenece al Innombrable; la segunda, a Ernesto Che Guevara. Encuentro, 20 de julio Cuba: campaña contra travestis y homosexuales Fernando Ravsberg BBC, La Habana La policía cubana ha lanzado otra vez una campaña contra los homosexuales, ahora dirigida específicamente contra los travestis, a los que se detiene si se les encuentra vistiendo ropas de mujer. "Hay tres sancionados; claro que no te condenan por vestir de mujer, te detienen por eso y después buscan otras cosas", dijo el travesti "Brenda" a la BBC. "La policía en los municipios te advierte de que no te vistas de mujer, y si no haces caso te aplican una ley de peligrosidad con la que te pueden sancionar con hasta cuatro años de prisión", explicó el promotor de salud Francisco García, "Sissi". Uno de los jefes de la policía especializada -- que nos detuvo mientras realizábamos este reportaje -- negó que haya una campaña contra los gay en Cuba. "Es contra las conductas negativas que ellos tienen", se justificó. Acoso Lo cierto es que detienen a los travestidos, cierran los clubes privados en los que éstos realizaban espectáculos y, a nivel municipal, la policía los está citando para hacerles advertencias respecto a su indumentaria. "Si salimos a la calle vestidos de mujer nos detienen; no podemos hacer fiestas gay porque son ilegales; vamos a la discoteca normal, y no nos permiten entrar", nos cuenta el travestido "Giliana". La mayoría de ellos ya viste ropas de hombre para salir a la calle y esconde el cabello largo bajo gorras de béisbol. Sin embargo, hay otros que no parecen dispuestos a ceder terreno y regresar a los años 60. "Yo también tuve la entrevista (con la policía) pero no acepté firmar ningún papel y sigo vistiéndome de mujer", dijo "Celine" y agregó que "todas estamos en peligro, pero llevo muchos años vestida de mujer y me voy a mantener así". Como un "oasis" El Centro Nacional de Educación Sexual (CENES) ha agrupado a muchos travestis y transexuales, convirtiendo a algunos de ellos en promotores de salud para orientar a la comunidad homosexual cubana. Hasta ahora este centro, dirigido por Mariela Castro, sobrina del presidente de Cuba e hija del ministro de Defensa, había logrado de alguna forma proteger a esta minoría; pero ante esta campaña policial, incluso ellos parecen impotentes. La psicóloga del centro, María Rodríguez, fue muy cuidadosa en sus respuestas. Negó que haya una campaña represiva y explicó que "algunos de los travestis presos son personas que tenían otras causas pendientes". Sin embargo, varios de los travestis entrevistados por la BBC afirmaron que en el CENES les orientaron a que no salieran a la calle vestidos de mujer hasta que pase esta ola represiva. Apoyo popular La población parece sorprendida ante esta arremetida. "Son seres humanos igual que uno", dijo María Madrazo, mientras William Ortega opinó que "si ellos quieren ser travestis, no afectan a nadie con eso". Podríamos relacionar muchas más opiniones de este tipo porque de hecho prácticamente todas las personas consultadas en la calle se mostraron contrarias a las medidas que se están tomando contra los travestis. Podríamos relacionar muchas más opiniones de este tipo porque de hecho prácticamente todas las personas consultadas en la calle se mostraron contrarias a las medidas que se están tomando contra los travestis. La excepción fue uno de los policías que vigila una playa habanera frecuentada por gays. "Filmen, filmen, a ver si cuando los vean mandan a quitar a todos éstos de aquí", nos dijo protestando por la tarea que le habían asignado. Evidentemente, para los uniformados el tema parece resultar muy sensible, tanto que este reportaje lo terminamos detenidos en una comisaría de policía. Vida y muerte de Pier Paolo Pasolini Los travestis y homosexuales arrestados en La Habana no tienen, después de todo, por qué quejarse. El reciente estreno de Vida y muerte de Pier Paolo Pasolini, del dramaturgo francés Michel Azana, en el Teatro Nacional de Cuba, ha clarificado -- una vez más, las cosas: no hay que confundir el teatro con la calle, ni la literatura con la vida. No es lo mismo representar que presentar. De mentiritas, sí; pero sólo de mentiritas. En el recinto estrecho de la sala teatral se puede quemar y enterrar el carné del partido comunista (además, no hay que confundir al partido comunista italiano con el cubano), pero mucho cuidado con hacerlo en las calles habaneras. Rectificamos: la cacería de brujas del escenario sí puede ser reproducida en la calle. ¿Debemos alegrarnos y celebrar de que en La Habana puedan representarse todavía obras que -- admitámoslo -- aún en muchos ambientes latinoamericanos, e incluso norteamericanos, provocarían el escándalo o la censura? ¿No es el colmo de la perversión que, mientras la escena teatral cubana ofrece esa imagen de "apertura" -- ¿es acaso casual que La Jiribilla lo haya divulgado, y hasta acompañado de las correspondientes fotografías, de indudable homoerotismo? -- en la calle los travestis y homosexuales sigan siendo hostigados? ¿O que los homosexuales cubanos sigan enfrentando el mismo dilema que no puede sino hacerlos sentir como verdaderos parias: no tener un lugar decente donde ir con su pareja, o con quien les venga en gana? ¿Que siempre haya alguien que los detenga a la puerta de un hotel, o de un dancing, o de un bar; y que les diga que no hay para ellos, no una pieza colosal, sino una pequeña pieza, donde puedan bururú bururá? No minimizamos el carácter contestatario, el desafío que, desde adentro, proponen representaciones como Vida y muerte de Pier Paolo Pasolini, particularmente en el contexto del hostigamiento a los travestis y homosexuales cubanos. Todo lo contrario. Sólo hemos querido llamar la atención acerca de que, por el sólo hecho de ser "generosamente" divuldada por La Jiribilla, ese mismo carácter contestatario se debilita, al menos, respecto a quienes fuera de Cuba pueden descubrir de pronto, una "libertad" que no creían posible. GRAN CONTINENTAL HOTEL "ROMA" Teniente Rey y Zulueta, La Habana Le plus grand Hotel de la Havane près des Parques et des Théâtres, avec des appartments les plus frais de la ville. The largest and only first-class Hotel in the Island of Cuba. Situated in the centre of the city. Das grösste und einzige Deutsche Hotel in Havana. Gran Hotel de primera clase en La Habana. Se hablan todos los idiomas. El Gran Hotel Continental Roma es el preferido de los viajeros elegantes. En él se han hospedado, entre otros: José Quiroga, Jesús J. Barquet, Rafael Rojas, Germán Guerra, Alicia Avilés y Félix Lizárraga. Habilitado con duchas de agua fría, caliente, tibia, así así, y con una piscina desde la que puede disfrutarse del hermoso panorama que ofrecen los techos de la ciudad, el Hotel Roma es todo un símbolo de refinamiento y buen gusto. En el lobby, un conjunto criollo ameniza los ratos de ocio del viajero con el Chan Chan de Compay Segundo. ¿Y qué decirles del bar? ¡Es excelente! Sus paredes han sido recubiertas por dibujos de Fabelo, y en su barra pueden degustarse simpáticos y exquisitos tragos como: Piña Pomada (dicen que es el preferido de uno de los más refinados escritores de la UNEAC), El zumo de mi Cohíba, Presa y sin Chocolate, Loca por Lecuona, así como ése que ha devenido la especialidad más solicitada: De repente en el Vedado. El Gran Hotel Continental Roma cuenta, además, con cinco suites de renombre internacional: La Cogida, Tribuna Abierta, Sueño con serpientes (en homenaje a Silvio Rodríguez), La Maza (no; no en honor a Silvio, sino al Chino Heras León) y, finalmente, La Engañadora. Nuestros teléfonos funcionan -- y no están controlados por Etecsa -- y en cada habitación el huésped encontrará: televisor a color (que no trasmite las tribunas abiertas), aire acondicionado, jaboncitos de tocador (no hemos conseguido reemplazar el "Nácar", pero en ésas estamos), champucitos Alicia Alonso, y en lugar de la consabida Biblia que ofrecen los hotles gringos se podrá escoger entre un ejemplar de Cimarrón o el poemario Desde mi altura, de Tony Guerrero. Lo sentimos, pero la regencia del hotel está aún en manos de Abel Prieto. Bastante que no tendrán que ver las tribunas abiertas. Dentro de muy poco todos los huéspedes podrán disfrutar de HBO. Vaya que será como estar en La Habana y en la Yuma al mismo tiempo. Para reservaciones, llame a nuestro teléfono: 1- 800 - Roma. Si desea contactarnos por correo electrónico, hágalo a la siguiente dirección: granhotel@estosiquesgrande.com La Regenta. Bebo Valdés y El Cigala iniciarán en septiembre una gira por Estados Unidos Valdés y su hijo Chucho actuarán la próxima semana en el Festival Para Vigo Me Voy, en la comunidad española de Galicia El próximo 8 de septiembre el pianista cubano Bebo Valdés y el cantaor español Diego El Cigala iniciarán una gira por Estados Unidos para presentar su disco Lágrimas negras, informó el diario español El Mundo. La primera actuación en directo será en el Beacon Center Nueva York, y la gira estará precedida por la entrega de los Grammy Latinos el 1 de septiembre en Los Ángeles. Lágrimas negras está nominado, entre otras, en las categorías de Disco del año, Álbum del año y Álbum tropical tradicional. Por su parte, Valdés actuará la próxima semana en el Festival Para Vigo Me Voy, en Galicia (España), en compañía de su hijo Chucho Valdés y de la All Stars Latin Jazz Big Bang. Interrogado por el diario La Voz de Galicia sobre si le gustaría volver a la Isla algún día, el pianista afirmó: "Cuando el sistema caiga y yo no tenga que pedirle permiso a nadie para entrar ni salir, iré. Seguro. A llorar a mi mamá, a mi padre, a mis hermanos, a mi primo… Eso es lo primero que haré: ir a llorar al cementerio. Y si no vuelvo más, en el cielo hay espíritus. ¡Allá voy!". Encuentro, 23 julio Premios de la Crítica Literaria 2003 Otro año de lujo para el libro cubano Sonia Sánchez Los Premios de la Crítica Literaria, un acápite importante en el proceso de jerarquización de esta manifestación en la cultura cubana, fueron entregados a los autores de las 10 mejores obras publicadas en el 2003 durante un acto celebrado en el Instituto Cubano del Libro (ICL), en el Centro Histórico de la Ciudad. En su calidad de presidenta del jurado, la doctora María Dolores Ortiz mencionó los volúmenes publicados que resultaron Las tres partes del criollo (Antón Arrufat, teatro), Experiencia de la crítica (Graziella Pogolotti, crítica de arte), Mañach o La República (Duanel Díaz, ensayo), Un país de agua (Efraín Rodríguez Santana, poesía), Las altas horas (Teresa Melo, poesía) y La saga del perseguido (novela del recientemente desaparecido Guillermo Vidal), todas de la Editorial Letras Cubanas. Forman parte del conjunto laureado también Brujas, hechizos y otros disparates (Nelson Simón, cuentos para niños), José María Heredia: la utopía restituida (Roberto Méndez, ensayo), ambos de la casa editora Oriente y Canta, de Guillermo Rodríguez Rivera, en poesía y Otras plegarias atendidas, de Mylene Fernández Pintado, novela, de la Editorial Unión. Granma, 25 julio Michael Moore y los cubanos Para no variar, la disputa en torno a Michael Moore vuelve a reconciliar, en su lucidez y su ceguera, en la hipocresía y en el afán justiciero, a los cubanos de aquí, y a los cubanos de allá. Una vez más, el Granma se abroga el derecho de hablar en nombre de los cubanos (que están en Cuba, por supuesto), mientras que la Federación Nacional Cubano Americana lo hace a su vez en nombre de todos nosotros, los que estamos aquí. En ambos casos, asistimos casi a la misma lectura de Michael Moore: condena absoluta (FNCA) vs. celebración con cornetas y piticos (Cuba). He dicho casi porque, afortunadamente, Alejandro Armengol ha hecho un análisis que calibra por igual, las virtudes políticas como el tono discriminatorio que subyace en la visión de Moore. Como afirma Armengol, la técnica documentalista de Moore es "propia de cineastas de regímenes totalitarios". Y añade: "Si ha logrado ser revivida es porque las condiciones sociales y políticas a las que debe su origen no han sido superadas." Más claro, ni el agua. Pero quienes nos alarmamos y ofendemos -- con absoluta razón -- por los comentarios de Moore, podemos, sin embargo, hacernos de la vida gorda y obviar, ignorar, eso que subyace en sus comentarios, a saber, que está en consonancia con un modo característicamente norteamericano de mirar a los inmigrantes y a los diferentes, a los otros: el origen de los problemas y el peligro está siempre fuera de sus fronteras, o dentro, pero del otro lado. Primero fueron los negros, pero luego vinieron los chinos, los mexicanos, los homosexuales. No mucha diferencia de ese "peligro" que a 90 millas de La Habana permite justificar la falta de libertades. ¿Por qué protestamos por la declaración de Moore de que Cuba es una "insignificante isla," o de que los exiliados en Miami son todos terroristas y traficantes de drogas, pero no saltamos con la misma indignación por la manera en que Fahrenheit 9/11 presenta, por ejemplo, a uno de los países latinoamericanos que integraron la llamada "coalición" en la guerra de Irak? Es cierto que lo que Moore buscaba, obviamente, era desacreditar la idea misma de la "coalición" al demostrar que muchos de esos países no eran más que una presencia simbólica, un número para inflar esa "coalición." Pero, ¿no se habría conseguido esto igualmente destacando el número de tropas aportado por esa nación latinoamericana? La imagen del campesino sobre una carreta es denigrante porque subraya como endémicos, "típicos," la pobreza y la carencia absoluta de poder económico y político de nuestros países. Centrados en nuestra aldea, no miramos hacia ninguna otra parte. A pesar del "latinoamericanismo" y del "espíritu solidario" de los que se jacta el régimen cubano, el documental de Michael Moore no ha suscitado ni una sola crítica. En Cuba se cumple aquello de que "el enemigo de mi enemigo es mi amigo." Muchos cubanos no han fallado en notar que, no obstante, un fenómeno como Michael Moore sería imposible en la Cuba de las circunstancias actuales. Y no solamente en Cuba, sino aún en América Latina, donde las tradiciones democráticas están muy lejos de posser la fuerza que debieran. El hecho de que a pesar de vivir bajo una administración tan troglodita como la de George W. Bush, Michael Moore haya podido producir y exhibir su documental, prueba la fuerza que los espacios de opinión pública siguen disfrutando en los Estados Unidos. Separemos el trigo de la paja Los comentarios de Michael Moore merecen nuestra repulsa por discriminatorios, pero no sólo respecto a los cubanos. Eso no debe, sin embargo, demeritar la efectividad política de la propuesta de Fahrenheit 9/11 y no debemos permitir que estas objeciones sean manipuladas por los intereses que siguen apostando por la inmovilidad política. El rechazo a una zona de la ideología de Moore no debe traducirse en el rechazo automático y absoluto al análisis certero de Fahrenheit 9/11, ni, para decirlo más claramente, ni en nuestro espaldarazo a la reelección de Bush. La Redacción. |
La Azotea de Reina | El barco ebrio | Ecos y murmullos | Café París | La expresión americana |
Hojas al viento | En la loma del ángel | La lengua suelta | Panóptico habanero | La Ronda | La más verbosa |
Álbum | Búsquedas | Índice | Portada de este número | Página principal |
Arriba |