El presente número de La Habana Elegante está
a la celebración del 488 aniversario de la fundación de
la Ciudad de La Habana y al décimo aniversario de nuestra
revista. Por tratarse de una fiesta doble – sin apagón – y
especial, avisamos a nuestros lectores que continuaremos recibiendo e
incluyendo en la sección del Templete y al pie de nuestra ceiba
virtual, los mensajes de nuestros lectores hasta el 31 de diciembre.
Y ahora, amigos
todos, habaneros que con cada fuga habéis deshilachado el mapa
de la ciudad para rehacerla donde único vale la pena hacerlo –
en la imaginación, en la memoria, y hasta en el olvido – ha
llegado la hora de darles las tres vueltas a la ceiba y pedir sus tres
deseos. Durante diez años nos han acompañado en esta
ronda que continuará mientras viva y aliente La Habana Elegante.
A todos, gracias por su compañía, por habernos hecho
sentir menos solos. Sus amigos de La Habana Elegante, los que la hacen
posible – sus colaboradores: Fermín Gabor, Pedro Marqués
de Armas, El perrito chino, Jorge Brioso, Mike (mi compañero de
siempre), y yo – les agradecemos que sigan llamando a nuestra puerta,
preguntando por la última edición. Qué tengan un
feliz año 2008 y que San Cristóbal, San Lázaro,
Cachita, San Sebastián, y en fin, todos los santos y orishas los
ayuden a cruzar las aguas, no importa en qué dirección.
Abrazos y besos para todos.
Reina María Rodríguez presenta el CD Vegas
Town, que recoge poemas de Juan Carlos Flores, y del cual ofrecemos una
breve muestra. También incluimos un excelente ensayo –
José, el impuro – sobre la poesía de Kozer, de Gerardo
Fernández Fe.
Como
ya saben nuestros lectores, nuestro amigo Jorge Brioso es el encargado
de coordinar esta reciente sección de La Habana Elegante. En
esta oportunidad, además de los vagabundeos del perrito chino
huzmeando el retrato de Valentín Ruíz Senén, de
Gutiérrez Solana, Brioso ha reunido otros tres excelentes
trabajos cuyo nudo temático es el escritor y la muerte: “Las
muertes de Arguedas o la novela policial de la crítica,” de
Fernando Rivera (Universidad de Tulane); “La muerte de César
Vallejo (en una o más novelas de Roberto Bolaño),” de
Andrea Valenzuela (Universidad de Princeton) y, dinalmente,
“Evocación de la muerte: acercamiento a ‘Una oscura pradera…,’
de José Lezama Lima,” de James Irby (Universidad de Princeton).
Esta página ya no necesita de introducción.
Como siempre, aquí presentamos los dimes y diretes y los
trajines de la distinguida y elegante sociedad habanera. Sin embargo,
en esta ocasión, hemos dedicado mayormente esta sección a
honrar y recordar al escritor Carlos Victoria con motivo de su reciente
desaparición física. Incluimos, como es habitual, la
sección de libros y revistas recibidos en nuestra
redacción y, para no faltar a la tradición, reportamos
las últimas actividades del Ballet Nacional y de la eximia
bailaria Alicia Alonso.
Luego
de leer el magnífico ensayo “Sobre cómo sacarle pelos a
una calavera,” de Gabriel Andrés Eljaiek Rodríguez
(estudiante graduado de la Universidad de Emory) nuestros lectores
estarán de acuerdo con nosotros en que este trabajo es uno de
los platos fuertes de este número, o su postre. El postre dejado
para los postres. Se trata de un fascinante ensayo que conjuga,
podríamos decir, el trabajo detectivesco, el quehacer literario,
la mirada antropológica. La escritura – ella misma resto – se
nos revela como la excavadora por excelencia de restos de dudosa
identificación y reputación.
Recreamos los últimos días, hasta el instante
mismo de su muerte, de Julián del Casal.
Continuamos la publicación de la novela El
ángel de Sodoma, de Hernández Catá, siguiendo la
primera edición (1928). Innecesario asegurarle al goloso lector
que continuaremos con nuevos capítulos en las entregas sucesivas
de la revista hasta completar la novela.
Emilio Roig de Leuchsenring relata el origen de la palabra
Habana (de su origen, etimología y
ortografía).
“Cuando los barcos no llegan,” es el título del
ensayo de Rafael Álvarez sobre el “Coloquio con Juan
Ramón Jiménez,” de José Lezama Lima. A este
trabajo añadimos otro, sobre la poesía de Eliseo Diego,
de Pablo de Cuba Soria: “La última lectura de Orlando / El
sendero otro.”
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