Literatura:
noticias
de Paradiso
Donan
a UM las cartas de Lezama Lima
Wilfredo
Cancio Isla
Al donar ayer la colección de cartas de su hermano José Lezama
Lima (1910-1976) a los fondos de la Universidad de Miami (UM), la profesora
Eloísa Lezama Lima tuvo la sensación de un profundo desprendimiento
del alma.
``Las he tenido [las cartas] durante los últimos treinta años
al lado de mi cama, donde las pudiera ver y repasar'', recordó Eloísa
con la voz entrecortada. ``Han sido mi verdadero tesoro familiar''.
Eloísa hizo oficialmente la entrega de más de 100 cartas
personales del célebre escritor José Lezama Lima a la Cuban
Heritage Collection (CHC), durante una ceremonia celebrada en la Biblioteca
Otto Richter, de UM.
Las misivas fueron escritas por Lezama desde su casa de la calle Trocadero,
en La Habana, y enviadas a su hermana entre 1961 y 1976, años que
marcan la separación familiar y la muerte del novelista, víctima
de una neumonía.
``Son cartas de una gran intensidad emocional y de una tristeza infinita'',
comentó Eloísa, de 80 años. ``Fue la época
de la división familiar, de la muerte de nuestra madre en Cuba [en
1964] y de los
días en que el régimen lo consideraba no persona en su propia
tierra''.
Eloísa marchó al exilio en 1961 y nunca más pudo ver
a su hermano. Luego de un período de ostracismo y rechazo oficial
hacia su persona, las autoridades culturales se lanzaron al ``rescate de
Lezama'' en los años 80, publicando sus libros y organizando eventos
internacionales sobre su obra.
``Ha sido un rescate hipócrita con propósitos de propaganda,
luego de lo mucho que lo hicieron sufrir y lo humillaron'', afirmó
la autora de Una familia habanera.
Agregó que recibe frecuentes llamadas e invitaciones oficiales para
ir a Cuba. ``Pero de ninguna manera iré bajo ese régimen;
lo menos que puedo mantener en memoria de mi hermano es un poco de dignidad''.
El donativo incluyó un ejemplar de la primera edición de
la novela Paradiso (1966), con correcciones hechas al margen de
página por su propio autor.
La familia había recibido una oferta de la Universidad de Princeton,
Nueva Jersey, para adquirir la colección, pero Eloísa se
decidió por donarla a UM. Las cartas ya han sido reproducidas en
el volumen Cartas a Eloísa, en 1998.
``Lo hago de esta forma porque creo en la misión de la CHC y porque
Miami es el mejor hogar donde pueden permanecer, a falta de una Cuba democrática'',
enfatizó.
Esperanza de Varona, directora de la CHC, consideró el hecho como
una valiosa adquisición. ``Son documentos de gran valor histórico
que servirán para esclarecer muchos tópicos de su producción
literaria y de su vida'', aseguró.
A la ceremonia asistieron unas 50 personas, entre ellas el sacerdote Angel
Gaztelu, fundador del grupo Orígenes junto a Lezama Lima.
El
Nuevo Herald, 24 de mayo de 2001
Convoca
Editorial Letras Cubanas a escritores cubanos
Con el propósito de fomentar la creación y promoción
de obras literarias, la Editorial Letras Cubanas, convoca a escritores
de todo el país a participar en las ediciones de los Premios
Alejo Carpentier y Nicolás Guillen.
Daniel García, director de ese sello literario, explicó que
la editorial desempeña un papel protagónico en la coordinación
y promoción de estos premios.
Esta convocatoria es auspiciada también, por las fundaciones que
representan a estas dos importantes figuras del siglo 20 cubano.
El plazo de admisión de las obras para el premio Nicolás
Guillén en poesía, y de novela, cuento y ensayo para el Alejo
Carpentier, vence el primero de septiembre del 2001.
El fallo del Jurado se dará a conocer en ceremonia de premiación,
que formará parte del programa general de la XI Feria Internacional
del Libro La Habana 2002.
Los libros premiados en la última edición se podrán
apreciar próximamente en la capital y este ambiente cultural se
multiplicará en distintos lugares del país para dar a conocer
estos nuevas producciones literarias.
Agencia
de Información Nacional
Encuentro
celebra su quinto aniversario
La revista Encuentro está de cumpleaños, y para celebrar
su quinto aniversario acaba de sacar un número extraordinario --
Edición
Especial V Aniversario, primavera 2001 -- de casi 400 páginas.
En la
presentación del número, su director, Jesús Díaz,
avisa que muy pronto estará disponible la colección completamente
digitalizada. Durante todo este tiempo la revista ha publicado tanto
a cubanos que residen en la Isla como a otros que viven fuera de ella.
En su último número, Encuentro incluye un homenaje al escritor
cubano Antón Arrufat y excelentes ensayos entre los que se destaca
"Fiestas cubanas", del profesor Roberto González Echevarría,
"La cultura cubana hacia el milenio", de Antonio Benítez Rojo.
También un interesante dossier sobre "El presidio político
en Cuba", poemas de Rafael Alcides, y cuentos de Jesús Díaz,
Benigno Nieto y Amir Valle, completan -- junto a otros materiales -- la
entrega de Encuentro.
La
Habana Elegante, que no ha dejado de recibir puntualmente ninguno de
los números de Encuentro, felicita a su redacción
y le desea una larga vida.
Ballet
y Danza: con las zapatillas puestas
Loipa
Araújo en su universal cubanía
Miguel
Cabrera
En medio de su incesante quehacer como maitre de ballet, tanto en Cuba
como en las más importantes plazas teatrales del mundo, Loipa Araújo
festeja el sexagésimo aniversario de su natalicio. Integrante del
célebre grupo denominado por el crítico inglés Arnold
Haskell como "las joyas
del ballet cubano", la Araújo es hoy día una de las más
prestigiosas y experimentadas pedagogas de la escuela cubana de ballet,
jerarquía respaldada por una brillante carrera como intérprete,
que se extendió por más de tres décadas. Poseída
desde muy pequeña por una profunda vocación por el baile,
iniciaría, a partir de 1948, los estudios de este arte en la Escuela
de Ballet de la Sociedad Pro-Arte Musical, hasta pasar finalmente, en 1955,
a la Academia de Ballet Alicia Alonso —hoy Ballet Nacional de Cuba —
como miembro del cuerpo de baile. Al influjo de Alicia, Fernando y Alberto
Alonso forjarían su vida como bailarina profesional, en un disciplinado
trabajo que forma parte del histórico batallar porque el arte del
ballet en Cuba no solo estuviera nutrido de los más genuinos valores,
sino también proyectado como derecho de todo un pueblo.
En 1962, contribuyó de manera decisiva a la formación de
las nuevas generaciones de bailarines cubanos como profesora fundadora
de la Escuela Nacional de Ballet y durante su brilllante carrera —con el
rango de primera bailarina desde 1967— logró cosechar grandes triunfos
en numerosos países de América, Europa, Asia y Oceanía
e importantes galardones en eventos competitivos en Varna, Moscú
y París. Su nombre ha estado vinculado también, como artista
invitada, a otras muchas afamadas instituciones danzarias de rango internacional,
como son el Ballet Bolchoi de Moscú, el Real Ballet Danés,
los Ballets de Marsella de Roland Petit, el Festival Mundial de Ballet
del Japón, el Ballet Béjart de Lausana y la Compañía
Nacional de Danza de México, entre otros. El gran cosmopolitismo
de su experiencia artística incluye también sus vínculos
como maitre con la Opera de París, los Ballets de la Operas
de Avignon y Burdeos; la Scala de Milán, la Opera de Roma, el Festival
Maggio Musicale Florentino, el Ballet Béjart de Lausana, la Universidad
Complutense de Madrid; el Ballet Estable del Teatro Colón de Buenos
Aires, el Ballet de Washington; y como jurado en prestigiosos certámenes
de danza en Varna, Moscú, Lausana, Montecarlo y Stuttgart.
Orgullosa ha de sentirse Loipa Araújo en esta fecunda etapa de su
carrera por las múltiples muestras de respeto y admiración
que ahora se le tributan, porque provienen de un pueblo al que ha entregado,
sin reservas, lo más hermoso y trascendente de su talento.
Granma,
25 de mayo del 2001
Alicia
Alonso, Premio Extremadura a la Creación
MADRID, (PL).— La prima ballerina assoluta, Alicia Alonso, directora
del Ballet Nacional de Cuba, recibió el pasado 19 de junio
el Premio Extremadura a la Creación 2001, en reconocimiento
a su relevante trayectoria artística.
Un jurado presidido por la bailaora andaluza Cristina Hoyos decidió
por unanimidad entregar el
lauro a Alonso, una de las fundadoras de la Escuela Cubana de Ballet, de
dilatada y sobresaliente carrera en el mundo de la danza.
Instituido el año pasado para distinguir al artista latinoamericano
de más destacada trayectoria, el Premio Extremadura a la Creación
está dotado con cuatro millones de pesetas (20 mil dólares).
Además de Hoyos, integraron el jurado el director de teatro José
Monleon, los periodistas María Luisa Blanco y Julio Bravo y el escenógrafo
portugués Helder Costa.
Alicia Alonso tiene en su haber numerosas distinciones, entre ellas la
del Principado de Mónaco —creado para homenajear lo más excelso
de la danza contemporánea—, el Bonois (Alemania), la Medalla Joan
Miró y la Pablo Picasso, de la UNESCO, así como la Medalla
de Oro del Círculo de Bellas Artes de Madrid y las Órdenes
Tutmosis III y Amenofis IV que otorga Egipto a los artistas sobrevivientes
de todos los desastres -naturales o no--, desde las primeras glaciaciones
hasta la última Tribuna Abierta.
Ostenta también —para citar solo algunas— la Orden de las Artes
y las Letras en el Grado de Comendadora, conferida por Francia, el doctorado
Honoris Causa de la Universidad Politécnica de Valencia (España)
y la Encomienda de la Orden Isabel la Católica, que adjudica el
rey de España, Juan Carlos.
Granma,
20 de junio del 2001
Charín,
en casa
Wilfredo
Cancio Isla, Miami
Con la pasión y el aliento que sellaron sus memorables interpretaciones
en los escenarios habaneros, la legendaria Rosario Suárez Charín
volvió a bailar en Miami. Pero esta vez la función en la
New
World School of Arts, en pleno corazón de la ciudad, proponía
un hallazgo adicional, fruto también de los empeños de la
bailarina.
Junto al disfrute de ver a Charín interpretando Snail Mail
y Flash Back (esta última coreografía de su propia
creación), el atractivo de la noche estuvo en la presentación
del primer grupo de alumnos de la Rosario Suárez Dance Academy,
la institución que ella misma fundara hace dos años en un
modesto local de la Calle Ocho.
"Fue fabuloso", comenta Charín sobre el espectáculo que apenas
sin promoción transcurrió a sala repleta, con numerosos asistentes
de pie. "La idea era que mis alumnos compartieran el escenario con gente
de experiencia y que fueran partícipes de esa atmósfera de
creación".
A los 47 años y con las credenciales de una carrera virtuosa como
pocas, Charín se siente plenamente
realizada en su nuevo papel sobre las tablas: el magisterio. Su academia
es un verdadero imán para profesionales y admiradores del ballet,
pues las clases comprenden varios niveles de aprendizaje y entrenamiento.
Unos van a recibir lecciones especiales o a perfeccionar su técnica,
como es el caso de los bailarines recién egresados de instituciones
académicas locales. También están los asistentes no
profesionales, quienes van a descubrir las técnicas de la danza
y a deleitarse con la maestra excepcional mientras se entrenan físicamente.
"Esto no estaba en mi mente", relata la bailarina, que abandonó
la Isla en 1994. "Pero luego del proceso de asentamiento inicial en Miami,
me di cuenta que me gustaría hacer algo por mí misma, algo
que preservara lo que aprendí y ejercité sobre la escena,
y así nació este proyecto".
Una escuela. La escuela de Charín en Miami, un espacio soñado
para reunir a otros maestros y bailarines, muchos de ellos formados en
Cuba, quienes aún no han logrado sistematizar sus empeños
artísticos en el exilio.
"Al final creo que vamos a unirnos", dice Charín en referencia a
bailarines como Abdel Roque, ex integrante del Ballet de Camagüey
o a coreógrafos de la talla de Humberto González, otrora
miembro del Ballet Nacional de Cuba (BNC), residentes ahora en Miami.
Precisamente Roque y la bailarina cubanoamericana Ángela González
subieron a escena en esta ocasión para interpretar una obra del
coreógrafo González, el pas de deux Pleamar,
considerado un clásico en el repertorio del BNC.
Fue en 1995 cuando llegó a Miami, junto a su hija Paula y su actual
esposo, el actor Jorge Luis Álvarez. Un nuevo comienzo, tras haber
sido aclamada por sus destrezas técnicas y embrujo interpretativo
en las principales plazas danzarias del mundo. Un año después
del arribo, Charín se arriesgó a fundar el Ballet Cubano
de Miami, que reunió a talentosas jóvenes figuras como
Aydmara Cabrera, y se involucró en el Proyecto de Asistencia a los
Refugiados de Guantánamo, una iniciativa para recaudar fondos en
beneficio de los balseros cubanos.
"Al principio tuve temor, porque no quería que sonara excluyente
la iniciativa de un ballet cubano en Miami, pero al cabo de cuatro años
creo que sí, que podemos avanzar por ese camino", reflexiona la
diva, fundadora del Ballet Teatro de La Habana en 1987.
La función de sus alumnos, la receptividad del público, la
seguridad que proporciona la sobrevivencia en el exilio y el auge cultural
que experimenta Miami, parecen insuflarle ánimo respecto al futuro
del ballet en la ciudad, donde los recursos financieros apuntan mayoritariamente
a la tradición del Miami City Ballet.
"Te digo ahora que sí, que puedo hacerlo aquí en Miami" enfatiza.
"Una compañía que pueda abordar el repertorio clásico
y que pueda adoptar a la vez bailarines de diferentes tendencias y formaciones".
Aquí en Miami, donde la artista dice haberse apropiado de un sentimiento
de hogar. "No sé si lo será siempre, pero Miami ya es mi
casa y parece que lo va a seguir siendo por mucho tiempo", dice Charín.
"Aquí es donde he podido sentirme viva, donde he podido hacer las
cosas que quiero hacer, donde mi hija crece, estudia y se desarrolla como
persona...".
La conversación no podía pasar por alto el tema de Cuba,
los recuerdos, los buenos amigos y fervientes admiradores que quedaron
atrás, el regreso que alguna vez será.
"Irse es terrible, dejar una casa y saber que ya queda nada de lo que alguna
vez hizo tu vida feliz", medita Charín. "Tal vez estén allí
los tres viejos árboles frente a la casa, pero ¿y la gente,
adónde han ido a parar tantos amigos que hicieron una época?".
– Pero ¿has pensado volver? Quiero decir a bailar en el espacio
que te pertenece por derecho propio. Sé que no te han faltado invitaciones,
incluso semioficiales...
"Pero esto no es cosa de coger un avión e irse a bailar a La Habana.
Hay cosas que me molestaron siempre del sistema y que dejaron heridas.
A veces pienso que puedo olvidarme de todo, pero no... El mismo hecho de
tener que pedir una visa para entrar en tu propio país, y por si
fuera poco pagarla a precios exorbitantes, es un insulto, como para que
no olvides quiénes son".
– Pero algún día todo va a ser diferente...
"Algún día, sí, algún día... Ojalá
que todavía pueda bailar".
Encuentro,
21 de junio del 2001
Noticias
de Sociedad: el duro oficio del cronista
Recibió
Retamar prestigioso Premio Ferone
Los
mariposeos poéticos y ensayísticos de Roberto Fernández
Retamar fueron reconocidos el pasado 29 de mayo en Roma cuando recibió
el Premio Internacional Literario Ferone, una de las más
prestigiosas distinciones italianas que se conceden en ese campo.
Retamar, se convirtió en el primer latinoamericano que obtiene el
premio. "Es algo realmente muy grande para mí y para los autores
en la Isla", apuntó Fernández Retamar a Prensa Latina minutos
antes de viajar a Roma para recibir ese galardón.
Confesó sentirse sorprendido por esa elección para un premio
tan prestigioso, que se entregará por décima ocasión
consecutiva.
Fernández Retamar reconoció el honor que siente al sumarse
a la lista de personalidades de la literatura galardonadas, como el alemán
Gunter Grass, primero no italiano que lo obtuvo, el español Alfonso
Sastre y el francés Michel Vito.
El destacado intelectual cubano señaló que continúa
escribiendo sobre sus dos constantes: la poesía y el ensayo.
Los lectores italianos aprecian de modo particular la obra ensayística
del autor cubano, especialmente Calibán, que les permitió
descubrir una de las más intensas reflexiones sobre la verdadera
identidad latinoamericana.
Granma,
28 de mayo del 2001
Revelan
busto de Martí en Grecia
ATENAS (SE).— El primer busto de José Martí, Héroe
Nacional de Cuba, en un espacio público griego, fue develado en
esta capital. En el acto hicieron uso de la palabra la señora Elli
Evangelidou, vicealcaldesa de Atenas, el vicepresidente de la Asociación
de Amistad Heleno-Cubana, Nikos Karandreas, la embajadora de Cuba en Grecia,
Ana María González y el Historiador de la Ciudad de La Habana,
Eusebio Leal, especialmente invitado para esta ocasión. También
estuvo presente en la ceremonia la viuda de Anastas Mikoyán, Basilia
Papastamatiú. Basilia lució, en tan magnífica
ocasión, un soberbio vestido de papel crepé que hacía
juego con un delicioso pericón negro, tras el que ocultaba su pícaro
talento.
Estuvo presente también el escultor Alberto Lescay, autor de la
obra. La actividad contó con la presencia de miembros del Consejo
de la Municipalidad de Atenas, representantes del Cuerpo Diplomático
acreditado en esta ciudad, personalidades de diversos sectores como el
Cuerpo de Bomberos, el Hospital de Enfermería, el Departamento de
Autopsias de los Héroes de la Patria, así como público
en general. Previo a este acto tuvo lugar una sesión solemne en
la sede de la Municipalidad de Atenas en la que su Alcalde, Dimitris Avramopoulos,
impuso -- no hubo forma de que la aceptara por las buenas -- la Medalla
de la Ciudad de Atenas a Ana María González y a Eusebio Leal,
quienes habían sido recibidos con anterioridad por la ministra alterna
de Relaciones Exteriores, Elizabeth Papazoi. Eusebio Loyal leyó
un comunicado de Martí, escrito especialmente para la ocasión,
y que había sido descubierto -- hacía sólo unos días
-- por Cintio Vitier mientras realizaba nuevas excavaciones en La Isla
sin fin, es decir, "endless".
También tuvo lugar la inauguración de una exposición
de pinturas de Alberto Lescay y paisajistas cubanos en la sede del Museo
de la Universidad de Atenas, en Plaka, a los pies de la Acrópolis.
Granma,
21 de junio del 2001
Yumislaikis
nos escribe
La
pioyerita Yumislaikis, del taller liteyario "La Gayinita Estresada", nos
envía esta carta que publicamos como cualquier otra porque nosotros
no practicamos la censura bajo ninguna circunstancia.
Señores
de "La Habana Elegante":
Ante todo quiero saludarlos, pero también expresarles mi sorpresa.
¿Cómo es posible que ustedes quieran darles gato por liebre
a los yubanos? ¿Pretenden acaso convencernos de que esa gentuza
que firma con nombres como: Juan Clemente, Gertrudis, José Jacinto,
José María, Julián,
Enrique José, Fernando, Juana, Reina María, Antonio José,
etc., son yubanos? ¡¡Yes, con "y" de "Yuba"!!!! ¿Creen
ustedes que nosotros, los pioyeros yubanos, no sabemos cuál es nuestra
iyentidad, nuestra verdadera y yúnica iyentidad? Además,
eso de "José María" bien "extrañito" que nos suena,
como que por ahí debe haber alguna debilidad. ¿Creen
que no sabemos que esos nombres fueron la bochornosa herencia que nos dejó
el coloyalismo espayol, y muyos años de repúyica meyatizada?
¿Creen que no lo sabemos? ¡¡¡De yeso nada!!!.
Y hablando de "yeso", quiero informarles que en Vado del Yeso recientemente
los pioyeros hicimos un profundo análysis para detectar las desviyaciones
que, con los dóyares, están penetrándonos a todos.
¿Y yaben lo que descubrimos? Que yabía un grupo eyemigo
infiltrado entre nosotros. ¡¡Como lo oyen!!! También
entre los pioyeros puede vivir y trabajar el eyemigo. Pero no nos
fue difícil desenmascayarlos. ¿Sus nombres? Muy
sencillo: Roberto, Alfredo, Josefa, Preciosa, Ernesto, Juana. Así
es como empieza el trabajo del eyemigo. ¡¡¡Por
los nombres!!!! ¡¡¡Dime como te yamas y te diré
quién yeres!!!! Por eso decidimos arrancar de rayíz
esa mala yerba. Ya todos tienen nuevos nombres, nombres que reflejan
nuestra iyentidad, lo que yomos, lo que queremos yer: ¡¡¡¡YUBANOS!!!!!!
Ahora los ayentes del eyemigo han sido conyertidos -- no, no, se han conyertido
-- en yubanos. Deyos saldrán los verdayeros escriyores y aryistas
yubanos. Y como prueya dello, del espíritu democráyico de
esta asambleya, todos quisieron firmar la presente yarta:
Ayanelis,
Yarelis, Yulián, Yamila, Yonhmaikel, Yeni, Yeti, Yanisley, Yusnavy,
Dueisy, Nurisleydis, Iyugnis, Yalina, Sányer, Aniusbys, Yosmey,
Yoanky, Yoandra, Weslayne, Danhiel, Yaimara, Hidovaldo, Mayuli, Mayenta,
Yairon, Yelena, Yaimara, Yuniesky, Yamilka, Jenlis Khan, Daily Granma,
Yerley, Serguei, Greisy, Yunaimy, etcéyera.
En
el 40 aniversario de las Palabras a los intelectuales
En Cuba se ha celebrado por todo lo alto el 40 aniversario de las históricas
Palabras a los intelectuales pronunciadas por Fidel Castro en 1961 en la
Biblioteca Nacional. La Habana Elegante no podía permanecer
al margen de tan histórica celebración y decidimos que debíamos
hacer nuestro particular homenaje. Por esta razón, enviamos a nuestros
cronistas a realizar entrevistas para ver qué opinaban nuestros
paisanos. He aquí las respuestas de algunos de ellos:
Hamlet:
"Palabras, palabras, palabras..."
Don
Quijote: "como que se engendraron en una cárcel donde toda incomodidad
tiene su asiento y donde todo triste ruido hace su habitación".
Julián
del Casal: "Ver otro cielo, otro monte / Otra playa, otro horizonte / Y
escuchar otras palabras / ¡Ay, si yo un día pudiera / con
qué júbilo partiera / para Argel".
El
Caimán Barbudo: "ustedes son las culpables"...
Heberto
Padilla: "¡Al alba hay que partir!".
Virgilio
Piñera: "De pronto..., la boca se me reseca, un nudo en la garganta,
/ y ya no puedo decir: ¡Yo!".
José
Lezama Lima: "Una oscura pradera me convida".
Cintio
Vitier: "Hágase tu voluntad, así en la tierra como en el
cielo".
Fina
García Marruz: No es que nos hayan quitado las palabras, sino que
nos han regalado el Silencio.
Bernarda
Alba: ¡¡¡A callar, a callar he dicho!!! ¡¡¡Aquí
no ha pasado nada!!! ¡¡A callar!!!
Eliseo
Diego: ¡¡¡La República!!
Reina
María Rodríguez: "la utopía de una bóveda inmensa
sujeta a mi cabeza, había caído. Y tú que me exiges
todavía alguna fe".
Antón
Arrufat: "algo está por perderse".
José
María Heredia: "Huracán, huracán, venir te siento".
Manuel
de Zequeira: "Despertóme el estruendo furibundo".
Plácido:
"¡Nada, hombre, nada!"
Gertrudis
Gómez de Avellaneda: "¡Pronto, remero! / ¡Bate la espuma!
/ ¡Rompre la bruma! / ¡Parte veloz!
Juan
Clemente Zenea: "No consultamos entonces / nuestra suerte venidera".
Rubén
Martínez Villena: "¿Cuál es la meta negra de sus designios
rojos?
Nicolás
Guillén: "Tengo, vamos a ver / tengo lo que tenía que tener..."
Dulce
María Loynaz: "Presiento que una cosa ancha y obscura / y desolada
viene sobre mí".
Abilio
Estévez: "En el mercado veo mujeres desviar los ojos hacia muros
que las paralizan".
Inaugurado
en La Habana un Museo para la "batalla de ideas"
El "Patrón" -- como se le conoce popularmente en toda Cuba -- acaba
de inaugurar un nuevo museo que recogerá la "batalla de ideas" que
desde que llegó Colón ha estado librando el aguerrido, indoblegable,
heroico, culto -- el más culto del mundo --, insoslayable, invencible,
inefable, imparable, initerrumpible, inmortal, inolvidable, inviolable,
etc, pueblo del país más heroico de todos los mundos -- incluyendo
el tercero. El "Museo de las Fideas" -- o de "la mala idea" -- como
también se le conoce, cuenta con varias colecciones que le muestran
al visitante todo lo que puede conseguirse sin necesidad de dinero.
La primera sala es la de la zafra. En ella puede apreciarse la "Idea
de los Diez Millones". Un saco de azúcar -- digno como la
bandera de la estrella solitaria, y vacío como la idea que le dio
origen -- cuelga del techo con un enorme letrero que dice: "¡Y de
que van... van!". También puede apreciarse el primer televisor
ruso que se le obsequió al primer cortador de caña vanguardia
para que no se perdiera ni una sola intervención del C.E.J, alias
"el Patrón". El televisor cuenta con un único canal
que permite disfrutar la mejor programación del mundo, trasmitida
-- directamente, en vivo, y a todo color -- desde la Plaza Cívica,
ahora llamada llamada Plaza del Patrón.
En
otra de las salas se despliegan algunas de las ideas que más gloria
le han reportado a la nación más digna del mundo: la UMAP,
"Las palabras -- de advertencia -- a los intelectuales", El juicio -- por
la dignidad -- a Heberto Padilla, la gloriosísima idea de deportar
-- luego de un efectivo trabajo político -- a delincuentes y criminales,
vía Mariel; la idea de permitir que se fueran en balsas los que
quisieran, a fin de que se ahogasen unos cuantos miles de escorias, etc.
Una
estatua de la Dignidad fue asímismo develada por "Yo, el supremo"
-- o "la peor de todas"--, y muestra a un heroico niño cubano que
se levanta sobre un mar de infamias para vencer -- como David a Goliath
-- al imperio asesino que nos quiere arrebatar la libertad-dignidad-cultura
nacional-derecho a vivir-la salud-la educación-pero-no-lo-permitiremos-Socialismo-O-Muerte-Seremos-Como-Él-
Guantanamera-Guajira Guantanamera-Qué-Viva-Changó-Abajo-El-Imperialismo-Tengo-Lo-Que-Tenía-
Que-Tener-Las-Palmas-Ay-ay-ay-cómo me duele-Yo-No-Sé-Lo-Que-Me-Pasa-Pero-Tengo-Un-
Sentimiento-Pronto-Remero-Parte-Veloz-Adios-Patria-Infeliz-Palacio-De-Las-Blanquísimas-Mofetas...
(continuará
la semana próxima)
De
la Moda Femenina
por
Jacqueline Carpentier, gloria de las Letras Cubanas
Con este sugestivo título iniciamos la publicación de cinco
crónicas sobre la Moda Femenina que nos envía, desde París,
-- y especialmente para los lectores de La Habana Elegante -- nuestra
amiga Jacqueline Carpentier, la cual, durante mucho tiempo, usó
el pseudónimo de Alejo Carpentier. En efecto, detrás de Los
Pasos Perdidos y El Siglo de las luces, se escondía una
frágil, pero inteligente mujer cubana -- sí, a pesar del
acento --, que tuvo que hacerse pasar por hombre porque, entonces, la mujer
cubana no gozaba de los derechos que sólo la Revolución Cubana
haría realidad años más tarde. Estamos seguros de
que todos los que han disfrutado de las novelas de Jacqueline, van a disfrutar
igualmente con estas deliciosas crónicas que parecen salidas de
la pluma de Rubén Darío, pero que son hijas de la enfebrecida
imaginación de la Carpentier, por otra parte el primer y único
travesti cubano en representarnos en París, e, incluso, en la Asamblea
Nacional del Poder Popular.
París, la Meca de la Moda, es la ciudad deliciosamente frívola
por excelencia, pero es también el centro de las más profundas
y ricas actividades creadoras. Cada año el caudal de energía
que anima sus menores gestas modísticas o de arte, se desborda en
alguna manifestación de gran interés para todo espíritu
refinado. Esta vez, la “Exposición de artes decorativas” ha constituido
el máximo acontecimiento de Ia saison, pues lejos de ser
alguna austera exhibición de esfuerzos dirigidos a un público
limitado, fué la más elegante, la más refinada dle
las ferias, y llena de esprit parisién, supo atraer e interesar
una brillantísima concurrencia femenina, lo cual le dió,
huelga decirlo, un esplendor inusitado.
Gerald Bauer, el cronista de todas las elegancias, exclamó maravillado
al entrar en el recinto de esa exposición: "¿Estamos en Benares,
cerca del Ganjes sagrado; en los jardines de Djainn, en Calcutta, por una
noche de fiesta religiosa, o bien en el barrio nuevo de una ciudad europea,
vuelta hacia un Oriente fastuoso y bárbaro?” Flanqueado por
altas torres iluminadas pudimos presenciar un fantástico desfile
de pabellones, de construcciones caprichosas, en que cada país de
Europa quiso mostrar los sortilegios de sus industrias decorativas, las
concepciones de sus artesanos talentosos y audaces. Junto al clásico
y evocador edificio italiano – cuya pureza de líneas indignó
al pintorseco Marinetti –, vimos el kiosko ruso, digno representante del
soviet arquitectónico; al lado de las construcciones francesas se
alzaban, en atención a las colonias, templos y pagodas con cúpulas
multiformes y siluetas que recordaban todos los exotismos y toallas las
leyendas...
Pero, en medio de esas riquezas, ¿cuál era el motivo que
ejercía tiránicamente su atracción sobre nosotras,
las mujeres? ¿Por qué atravesábamos tan ansiosamente
el flamante puente de Alejandro III, deseosas de admirar nuevas maravillas?....
Es porque sabíamos que en el “Pabellón del vestido”, hallaríamos
mil temas para apasionados e inacabables comentarios.
La realidad superó – hay que confesarlo – todas las previsiones.
El hall del Grand Palais, y las estancias
de un pequeño pabellón especial contiguo al de la Ciudad
de París, presentaron exhibiciones de modelos de las casas Worth,
Callot, Jenny y Lavín, cuya belleza estaba unida a sutilezas y originalidades
de
etalage completamente desconcertantes. Las sonrientes parisienses
hallaron de una singularidad excesiva que la tradicional y sonrosada muñeca
de cera, fuera sustituida por maniquíes moderne style, fabricadas
de metal, en formas estilizadas, y cuyos hombros bronceados y plateados
establecían contrastes, en verdad, algo duros con la delicadeza
de los tejidos. Casi unánime, las mujeres condenaron esa innovación,
mientras los hombres, divertidos por la novedad, afectaron de hallar charmantes
esas figuras atormentadas, escapadas de algún atelier de Montparnasse.
Llamó extraordinariamente la atención la bella toilette
de novia presentada por Worth: confeccionada con raso bordado en plata,
con un largo velo de tul blanco haciendo de manto y orlado con un alto
encaje, plateado. Línea y distinción era la característica
de ese modelo. En el stand de Lavín, admiramos vestidos de
noche muy drapeados y escotados, con pliegues flexibles y de lejano sabor
helénico, con algo de Tanagras modernizadas. Descolló en
esa exhibición un traje de crepé satín,
verde pálido, bordado en oro y con grandes motivos de rosas doradas,
-- detrás Ios bordados formaban un gran nudo en la cintura.
En general, en las modas actuales la bisutería constituye una parte
primordial e integrante del atavío femenino. Las joyas no se llevaron
nunca en tal cantidad y los más lindos adornos son derivados de
ellas. Los saquitos de mano, las carteras, los vanities son los
artículos que más han inspirado a los artistas, tratando
de establecer entre ellos y el traje una refinada harmonía. Las
piedras de colores; los ónices, los jades, los esmaltes finos constituyen
esos nuevos elementos decorativos que escalan las diademas, y se sitúan
en muchos puntos del vestido, con contrastes con la ligereza cada vez mayor
de éstos.
EI empleo del encaje, de las muselinas floridas, de los guipures,
parecen ser la nota predominante en los trajes actuales. En los de demi
saison que ya se preparan, la muselina de seda reinará sobre
todos los tejidos ligeros. A veces un pesado adorno de terciopelo
dará un poco de seriedad a las siluetas flexibles.
Los problemas planteados por las formas favoritas de sombreros han sido
resueltos con mucho talento por los modistos que supieron hallar el justo
medio entre la cape!ine de anchos bordes y la campana diminuta,
creando sombreros de mediano tamaño que completan con éxito
los conjuntos impuestos por las tendencias actuales, manteniéndose
en el mayor acuerdo con ellas. Los bordes son ligeramente acampanados,
o levantados del todo y recogidos detrás, con el fin de dejar libre
la nuca. Se ven actualmente modelos preciosos de sombreros de terciopelo
con copas de picot y muchos de Manila o de Bankok de colores
naturales guarnecidos de terciopelo negro o castaño.
Los adornos son ligeros y sencillos y aparecen en la parte trasera de la
copa. Estos consisten en algunas aigrettes o grupos de flores, empleados
generalmente en los sombreros habillé. Mas, los que gozan
casi de más favor son los sombreros sencillos, con cinta sobria,
en que resplandece amenudo una joya – piedra, onix o coral – colocado al
frente de la copa.
El advenimiento de los nuevos peinados femeninos ha marcado cierta uniformidad
en los sombreros casi análoga a la poca variedad que tiene esa importante
parte del atavío masculino. Ese sombrerito gracil, missin link
entre la campana y capeline, se confecciona también
mucho en fieltro, con gran sobriedad de líneas. Para quitaro o ponerlo
no se necesita siquiera un espejo; envuelve naturalmente la cabeza, y la
elegante sólo necesita llevar en su cartera un diminuto peine para
enriquecer su colección de gestos deliciosamente frívolos,
con el de poner nuevamente en orden las ondas de su melena.
Las visitas en los grandes atelier de la costura parisiense nos
revela aún pocas cosas sobre lo que llevaremos en los meses venideros.
En las colecciones de demi saison el talle tiende a regresar a su
emplazamiento original. Renée y Poiret se han hecho los heraldos
de esa orientación. Un deseo de dar un poco más de
amplitud a los vestidos,– muy significativo en los modelos de Jenny – parece
indicar una menguada vitalidad en las líneas “Directorio”. Los efectos
de drapeado se multiplican sobre todo en los mantos que nos preparan para
el invierno. Estos semejan grandes paneles flexibles, aptos a cerrarse
a voluntad, ya que sus bordes forman el escote y corren hasta el borde
del vestido.
En general la silueta tiende nuevamente a femimizarse abandonando las líneas
demasiado estilizadas. El renacimiento de los volantes, de la muselina
de seda, de los tejidos ligeros parece una elocuente afirmación
de ello.
Entre los modelos más notables que he tenido ocasión de admirar
en los palacios de la Moda de la Ville Lumiere, algunos se pueden
citar como representativos de lo que pronto será impuesto a nuestro
gusto.
En casa de Jean Patou – Maitre es modes – recuerdo el original efecto
de un vestido negro, sobrio, sencillo, con unos pocos toques de blanco.
El talle era bastante alto, lo cual es una tendencia sensible también
en Ias creaciones de ese maestro. Sobre los trajes de crepé se usan
ligeros mantos rectos. La crepé impresa, de colores caprichosos,
alternando con telas menos vistosas, forjará a las elegantes nuevas
siluetas amplias, gráciles, y llenas de feminidad.
Las modas modernas tienen una gran ventaja a mi juicio sobre todas las
que las precedieron. Y consiste en que dejan a la mujer una gran libertad
para elegir, sin salirse de los dominios estrictos de la línea impuesta,
los elementos verdaderamente de acuerdo con su belleza, su tipo gusto o
temperamento. Las modas pasadas tiranizaban a sus siervas, obligándolas
a adaptar sus personas al traje cuando en realidad, debería suceder
todo lo contrario.
Esto lo estudió exquisitamente el gran pintor francés y retratista
perfecto de la mujer, Jean Gabriel Domergue, en un artículo lleno
de gracia helénica. Exégeta de la feminidad parisiense, sus
preceptos son, en el fondo, los que dominan en las creaciones geniales
de esa pléyade de artistas en Ia que descuellan, pontífices
supremos, Jean Patou y Monsieur Paul Poiret, maestros indiscutibles
en la ciencia del atavío femenino…..
París,
Julio 1925.
Carnaval...
cinco
estrellas
Desde
el 20 de julio hasta el 12 de agosto
Como
ya se ha hecho habitual, el Carnaval de La Habana abarcará el tramo
comprendido desde aquí... hasta allí, pero no... allá.
El mismo se desarrollará durante cuatro fines de semana (20, 21,
22, 27, 28 y 29 de julio; y los días 3,4, 5, 10,11 y 12 de agosto).
También, como es habitual, la PNR -- Policía Nacional Representativa
-- tendrá una amplia representación.
Este
año desfilarán 12 comparsas: La Jardinera, la FEU -- Federación
de Estudiantes Unidireccionales -- , La Giraldilla de La Habana, Las Bolleras,
-- que han estado ensayando desde hace mucho tiempo en el muro del malecón
-- El Alacrán, Caballeros del Ritmo, Guaracheros de Regla, Componedores
de batea, la Danza del León, Jóvenes del Este, -- la de los
Jóvenes del Norte nunca llega a tiempo -- La Sultana, -- también
conocida como La Máxima Ladder o como La Trailera en Jefa -- y Los
Marqueses de Atarés. Además, participarán dos
bloques, de muñecones, y el circense.
Existirán áreas festivas desde el punto "g" hasta el punto
"h" del Malecón habanero y variadas ofertas gastronómicas
que incluyen los deliciosos helados "sacrificio" y "socialismo o muerte"
que han hecho las delicias de nuestros pioneros, hombres y mujeres, siempre
dispuestos a darlo "todo" en aras de la soberanía de la Patria.
También se ofertarán las croqueticas "futuro" -- henchidas
de "futuras" proteínas y de "presentes" complicaciones estomacales
-- y las cervezas "titán de bronce": siempre tan efectivas en el
mantenimiento de la dis-posición combativa.
Otras atractivas opciones -- para turistas o extranjeros residentes
en Cuba* -- es la noche de Carnaval, con un coctel de bienvenida y
entrada a uno de los cabarets emplazados en el litoral habanero; también
resulta fascinante disfrutar de una noche, plena de alegría y colorido,
cuando llega la fiesta a un hotel de la ciudad.
*Nos
vemos obligados a subrayar la aclaración para evitar que elementos
indeseables pretendan perturbar la paz de los amigos que nos traen sus
muestra$ de $olidaridad y de res$peto.
Novedades
editoriales: el papel todo lo aguanta
Mitos
de Poesía en El Ateneo
La
colección Mitos Poesía han puesto diversos títulos
al alcance del lector habanero. Entre ellos se destaca: Réquiem
y otros poemas, de Ana Ajmátova (Odessa, 1889—Domodedovo, cerca
de Moscú, 1966). La presentación del mismo estuvo a cargo
de la escritora cubana Reina María Rodríguez. Anteriormente,
Norge Espinosa y José Félix León habían presentado
los de Kavafis y Safo, respectivamente. Otro título presentado recientemente
fue Nueve poetas cubanos, que recoge textos de Nicolás Guillén,
Dulce María Loynaz, Emilio Ballagas, José Lezama Lima, Virgilio
Piñera, Gastón Baquero, Roberto Fernández Retamar,
José Kozer y Reina María Rodríguez. La presentación
estuvo a cargo de Roberto Zurbano. Todas las presentaciones han tenido
lugar en la librería El Ateneo, Línea entre 12 y 14, El Vedado.
Los títulos de la Colección Mitos Poesía también
se pueden adquirir en las restantes librerías de nuestro país.
Dos
mujeres
de
Gertrudis Gómez de Avellaneda
Editorial
Letras Cubanas
Al decir de Antón Arrufat, Dos mujeres nos parece hoy—pese a la
opinión de la propia Avellaneda— su novela más interesante,
atractiva y con mayores posibilidades de gustar al lector actual. Presenta
una síntesis singular entre la descripción realista y el
pathos
romántico.
Entre las varias concepciones del amor, cada una de estas mujeres protagonistas
tiene la suya, en oposición y antagónica. O más bien
que concepciones, en las cuales lo intelectual prevalece, se trata de maneras,
maneras diferentes de amar que se contraponen y entran en un debate irritado
y a ratos melancólicos por la posesión de un hombre.
Cuba
Literaria, 25 de mayo del 2001
José
Quiroga en los trópicos... del deseo
Editado por New York University Press, desde hace ya unos meses
se encuentra en los estanquillos de La Habana -- y también de Nueva
York, of course -- el libro Tropics of Desire, del escritor
y profesor de literatura José Quiroga. Muy bien conocido en los
medios académicos -- y no sólo en los académicos --
donde goza de una sólida reputación como crítico inteligente
y sensible, este
libro nos llega, avalado precisamente, por algunas de las firmas más
prestigiosas del medio. Sylvia Molloy no duda en afirmar que "this book
not only furthers queer studies in Latin America, it is, in itself, a beautiful
performance that should not be missed". Doris Sommer confiesa que ella
misma había estado esperando por este libro, "savoring its previews",
y añade algo que confirma lo que ya habíamos dicho: "Reading
Quiroga's agile and powerful prose is itself one of the adventures offered
here". Por su parte, Daniel Balderston lo califica de "[i]ncisive and witty".
Este libro no hace sino reafirmar las virtudes intelectuales -- que, por
cierto, corren parejas a la del ser humano y el amigo -- que han hecho
de los textos de Quiroga un espacio para el placer, la con-fabulación
y la meditación de sus lectores.
Nota:
no comentamos los "visibles" aciertos de la portada que promete todos los
trópicos del deseo.
Francisco
Morán: los delitos del cuerpo
Editado por el Ayuntamiento de Sevilla -- colección Compás
-- acaba de aparecer en España el poemario
El cuerpo del delito,
con el cual el redactor de La Habana Elegante, Francisco Morán,
obtuviera el Premio Luis Cernuda en su XIX edición -- no
en el siglo XIX -- en 1999. El jurado estuvo integrado
por
el poeta y pintor Juan Antonio Bautista Lamillar -- ganador de la edición
anterior --, y por Rafael Argullol, José Julio Cabanillas Serrano,
Jaime García Máiquez y Jacobo Cortines Torres.
En el acta de premiación el jurado manifestó que el libro
de Morán presentaba una "gran madurez estilística, técnica
y moral", así como que es "seria y profunda unida a la ironía
y el sarcasmo". La obra ganadora se enfrentó a 215 títulos
de los cuales 6 fueron eliminados por incumplimiento de las bases.
El primer y segundo accésits del concurso recayeron en el madrileño
José Miguel Barón Molina por El aroma de las jaras,
y en la jerezana Josefa Parra por Tratado de cicatrices, respectivamente.
El Premio Luis Cernuda se suma otros dos reconocimientos ganados
anteriormente por Francisco Morán: el acésit del Concurso
Esquío (El Ferrol, 1997) por Ecce Homo, y el Premio
Luys Santamarina (Cieza, 1997) por Habanero tú.
Una
sociedad en crisis: La Habana de finales del siglo XIX
María
del Carmen Barcia Zequeira
Editorial
Ciencias Sociales
La historia cubana en los años finales del siglo XIX es rica en
problemas y matices y su conocimiento resulta esencial para comprenderla.
En esa etapa la sociedad cubana transitaba de la tradición a la
modernidad, dejaba atrás la producción sobre la base de hombres
física y jurídicamente esclavizados; modernizaba sus instalaciones
fabriles; introducía el telégrafo, el teléfono, la
luz eléctrica; incrementaba las publicaciones, y creaba formas asociativas
que protegían los intereses de individuos, sectores y grupos, pero
todos estos cambios se producían en un país colonizado que
luchaba por obtener su independencia.
¿En qué medida esos acontecimientos tuvieron una significación
trascendente para nuestra sociedad o fueron simplemente sucesos políticos
que no cambiaron en lo fundamental el proceso que se venía produciendo?
Al finalizar la historia profunda de la sociedad cubana durante los años
que precedieron esos acontecimientos encontraremos la respuesta. Este libro
muestra la sociedad cubana de finales del siglo XIX y algunas de las complejidades
por las que debió atravesar.
Cuba
Literaria, 25 de mayo del 2001
Torre
de Papel
La editorial La Torre de Papel presentó recientemente dos nuevos
títulos en su Colección La Torre de Papel. Se trata de La
vuelta al bosque y otros poemas, de Luisa Pérez de Zambrana,
y de El cubano invisible, antología de cuentos y poemas
de Julio E. Miranda. El primero cuenta con una introducción de José
Lezama Lima, y el segundo con selección y prólogo de Carlos
Espinosa. Estos títulos fueron presentados en la Librería
Agartha, 1618 Ponce de León Blvd, Miami.
Odette
Alonso y sus Insomnios
Con la alegría acostumbrada cuando de Odette Alonso (Santiago de
Cuba, 1964) se trata, recibimos en nuestra redacción su poemario
Insomnios
en la noche del espejo, editado el pasado año
por el Instituto para la Cultura y las Artes de Quintana Roo (México).
Con este libro Odette ganó el II Concurso Internacional de Poesía
Nicolás Guillén, 1999, convocado por la UNEAC, el Ayuntamiento
Municipal de Othón Pompeyo Blanco, el Instituto para la Cultura
y las Artes de Quintana Roo y la Fundación Nicolás Guillén
para los poetas caribeños de habla hispana. El jurado -- de altísima
calidad -- estuvo integrado por los poetas mejicanos Luis Armenta Malpica,
Javier España y Francisco Magaña. El libro cuenta con ilustraciones
de Beatriz Castañeda. Odette había publicado antes varios
títulos entre los que se incluyen: Enigma de la sed (1989),
Palabra
del que vuelve (1996) y Linternas (1998). El poeta cubano Agustín
Labrada avisa a los lectores del libro que Insomnios "es un peregrinaje
que asume por igual los contornos del círculo o un camino inconcluso
marcado por mil huellas", y ve en el volumen la herencia del "mejor coloquialismo"
y "de la lírica griega", concluyendo que a diferencia de la "excesiva
tropología, tan frecuente en los autores latinoamericanos del último
siglo", Odette opta por los "efectos conceptuales y dramáticos".
En efecto, el libro de Odette tiene una voz propia que la diferencia notablemente
de los autores latinoamericanos de estos últimos tiempos. Esa diferencia
será, sin dudas, la que decidirá la respuesta de los lectores.
Felicitamos a Odette por este nuevo éxito suyo.
Letras
Cubanas
Letras Cubanas, por su parte, publicó Las estrategias de un crítico,
que recoge una selección del trabajo crítico de Guy Pérez
Cisneros (París 1915-La Habana, 1953). La eterna danza, una
antología de poesía erótica cubana que cubre el entorno
lírico de esa tendencia en el período que va desde el siglo
XVIII hasta nuestros días, y realizada por el poeta y ensayista
cubano Víctor Fowler, ha sido otro de los títulos que el
respetable acogió con particular entusiasmo.
De la autoría de Alicia Valdés Cantero, Nosotros y el
bolero ahonda en la evolución del género y en sus principales
exponentes. Completan este conjunto de títulos las novelas Gloria
Isla, de Margarita Sánchez-Gallinal (Santiago de Cuba, 1953),
y Misiones, del también dramaturgo Reinaldo Montero.
Manuel
Sosa: Canon
Canon
es el título del nuevo poemario de Manuel Sosa (Sancti Spiritus)
que acaba de publicar Ediciones Kairós, y que nosotros hemos
tenido la fortuna de recibir en nuestra redacción. Autor de
Utopías
del Reino (1992) y Saga del tiempo inasible (1996), Sosa tiene
ya un nuevo título en proceso: Acotaciones al Libro de las horas
muertas de Europa.
En la contraportada de Canon, Sosa expresa lo que sería la propuesta
misma del poemario: "Desovillar las preceptivas y los formularios sería
la primera cuota que arrojar a esta pira que proponemos. Es perdonable
continuar haciendo las recetas que dicta la moralidad de nuestra caduca
estética, sólo si se aplican con alevosía e intencionalidad.
Sobreactuar o exigir la devolución de nuestros miedos ya convertidos
en patrimonio sería adelantarse al inevitable socavamiento del mismo.
El placer de admirar en silencio la lenta pudrición del Mandato,
es suficiente recompensa".
Agradecemos a Sosa el regalo de su libro, y esperamos que no sea éste
el último que recibamos. Siempre nos es grato anunciar la buena
nueva del nacimiento de un buen libro. Y Canon lo es, sin dudas.
Dos
de Carrión en el Sábado del Libro
Omar
Perdomo
Nuevas ediciones por Letras Cubanas de las novelas Las honradas
y Las impuras, de Miguel de Carrión, fueron presentadas el
9 de junio (11:00 a.m.) en el tradicional Sábado del Libro del Palacio
del Segundo Cabo, O'Reilly y Tacón, La Habana Vieja.
Miguel de Carrión publicó Las honradas en 1917, con otras
ediciones en 1919 y 1920. Su producción novelística la completan:
El
milagro (1903), El principio de autoridad, que dejó inconclusa
en los folletines de la revista habanera Azul y Rojo (fue su director
en 1904), y La esfinge, publicada en 1961 por la Comisión
Nacional Cubana de la UNESCO. En lo que respecta a sus cuentos, en 1903
reunió cinco de ellos por encargo del editor Alberto Castillo ("La
última voluntad", "El doctor Risco", "En familia", "De la guerra"
e "Inocencia" ); y en 1924 publicó el relato corto "Noche Buena".
Una selección de su obra, bajo el título La última
voluntad y otros relatos, fue publicada en 1975 por la Editorial Arte
y Literatura.
Miguel de Carrión (La Habana, 9 de abril de 1875) se graduó
de médico en 1908. Maestro, pedagogo y periodista activo, fue miembro
de la Academia Nacional de Artes y Letras. Falleció en la misma
ciudad el 30 de julio de 1929.
Granma,
8 de junio del 2001
90
000 ejemplares de El siglo de las luces
Marta
Rojas (fragmento)
La colección Milenio, para las mejores novelas en castellano del
siglo XX —resultado de una gran encuesta—, publicó y distribuyó
en España 90 000 ejemplares de El Siglo de las luces, de Alejo Carpentier,
primer latinoamericano, Premio Cervantes, y segundo escritor en recibirlo.
Esta colección fue creada por la biblioteca El Mundo del periódico
del mismo nombre editado en la capital española. La venta en estanquillos
de El Siglo de las luces se efectuó el pasado mes de mayo. La Fundación
Alejo Carpentier cuenta con esta bella edición.
Granma,
19 de junio del 2001
Tras
la luz de sus estrellas
Con este sugestivo título nos llegan las semblanzas de algunos héroes
de la Guerra de Independencia: Vicente García, Francisco Varona,
Francisco Muñoz Rubalcava, Julián Santana, Juan Fernández
Ruz, Ramón Ortuño Rodríguez (el primer general negro
del ejército mambí), y Francisco Vega Espinosa. El autor,
Víctor Manuel Marrero (Báguanos, Holguín, 1949), es
biznieto de Vicente García, y es evidente la pasión y el
amor puestos en esta obrita que ha publicado la Fundación Mayor
General Vicente García, de Miami. Víctor Manuel publicó
con anterioridad, los siguientes títulos: Cronología Mínima
de Vicente García (Las Tunas, 1988),y Vicente García:
Leyenda y Realidad (Editorial de Ciencias Sociales, La Habana, 1992).
También fue coautor de Cuba-España: Nuestra Común
Historia (Editorial de Ciencias Sociales, Instituto de Cooperación
Iberoamericana, España, 1993) y de Raíces de la Décima
en Iberoamérica (México, 1993). Ojalá que este
no sea el último libro que salga de las manos trabajadoras de Víctor
Manuel Marrero.
Daína
Chaviano, la fantasía como escolta
Evelio
Taillacq (fragmento)
Mientras en España se conmemoraba la pasada semana el centenario
de la muerte de Leopoldo Alas (Clarín), en Miami, la ganadora del
Premio Clarín de Novela 1998, la cubana Daína Chaviano, daba
a conocer dos nuevos libros. ¿Casualidad? Cada vez debemos creer
menos en esa posibilidad y, tratándose de Chaviano, mucho menos.
Alguien dijo que Miami era una ciudad plana geográfica y espiritualmente,
refiriéndose a lo difícil que era vivir de la cultura en
esta joven urbe. Sin embargo, en esta misma comunidad crecen constantemente
montículos --para ser modesto y no llamarles montañas-- del
espíritu. Una de esas elevaciones culturales emergió nuevamente
en la librería Borders de Kendall el pasado jueves en la noche.
Allí se dieron cita decenas de lectores de la obra de una joven
escritora que honra esta planicie. Para conocer País de dragones,
editado por Espasa Juvenil. En la presentación, Chaviano se encontró
con la salida al mercado de Gata encerrada, la última entrega
de Editorial Planeta del ciclo novelístico La Habana Oculta,
donde están también El hombre, la hembra y el hambre
(Premio Azorín 1998) y Casa de juegos (1999), además
de una cuarta sin terminar.
El
Nuevo Herald, 27 de junio de 2001
GALATHEA
Parece que fue ayer cuando se abrió al público habanero la
gran abaniquería de Ugalde y ya disfruta de una popularidad tan
extraordinaria que los touristas y los cubanos que vienen de Miami
a esta isla, al llegar al Pasaje o al Inglaterra, preguntan por GALATHEA
como por casa de confianza y conocida. Todos, sin excepción, sin
quitarse el polvo del camino, no preguntan dónde se come ni dónde
se duerme - pregunta que en La Habana, según a quien se le haga,
puede originar las más disímiles respuestas y aún
reacciones -, sino cómo se va a la GALATHEA. Cuando el público
de La Habana,
que es público refinado y exigente -- como que se ha educado en
escuelas en el campo -- concede un favor a un establecimiento, es que éste
ha conseguido hacerse digno de tal protección. Y así ocurrió
con la GALATHEA, la tienda de abanicos y novedades preferida por
nuestras damas elegantes. Desde que la casa de Ugalde abrió sus
puertas al público, ha mantenido la tradición asentada, exhibiendo
periódicamente lo más nuevo y lo más elegante de París,
Londres, Vienna y New York, mercados donde se surte ese establecimiento,
mateniéndose siempre al día.
De
más está decir como se halla preparada GALATHEA para
las fiestas de la proclamación de la República. Es una casa
cubana y conoce, por lo tanto, el gusto de las cubanas, a quienes complace
galantemente. Desde el abanico Presidente, modelo exclusivo
de la casa, la vista va admirando allí todo un surtido inmenso de
abanicos de verano, entre los que figuran el Odisea, que
es precioso, y el Renaissance, que es un prodigio de delicadeza.
Odisea es de granadina y papel, Renaissance es un primor
al abrirse y una monada cerrado. El Presidente tiene los
colores de la bandera y es un prodigio de la modernidad: cuando se abre
se dejan oír pensamientos de José Martí, y de fondo,
las notas del himno de la patria. Claro está que las cubanas darán
preferencia al Presidente. Además tiene la GALATHEA una linda
sombrilla que lleva el nombre de Soberanía, toda de
seda de gran fantasía que las niñas elegantes llevarán.
También los sombreros Democracia y Gloria
-- este último conocido también como Mi tierra
-- a $2.25 oro. Enumerar la infinita variedad de la GALATHEA
no tendría fin. Pero si usted se da un paseo por Obispo, estamos
seguros de que hallará algo que comprar, pues hay para todos los
gustos y para todos los sexos -- sin excepción --.
La
diáspora cubana
Olga
Connor
Los cubanos del período de los 60 y 70 prefieren que se le llame
exilio, los de los 90 prefieren no llamarle nada --es un tema tabú--,
los cubanoamericanos que lo estudian creen que es una diáspora.
Para todos los desterrados es una gran nostalgia.
Y que miles de cubanos estén desperdigados por todo el mundo y mantengan
un hilo de conectividad es un milagro. Miami es sólo la punta del
iceberg. La parte profunda del témpano es la magnitud de este contingente
de personas fuera de Miami que se relacionan con la ``cubanidad'' o ``cubanía'',
aunque no hayan nacido o se hayan criado en Cuba.
Eso es lo que alertó a Andrea O'Reilly Herrera a escoger a exiliados
de distintas generaciones, lugares y condiciones. Y les publicó
esta suerte de antología que recoge sus confesiones, poesías,
recetas de cocina, pinturas, ensayos, en Remembering Cuba: Legacy of
a Diaspora (University of Texas Press, Austin), dedicado al fallecido
poeta cubano Heberto Padilla.
La noche del sábado muchos de los contribuyentes al libro, residentes
en Miami, Nueva York y otras ciudades, asistieron a Books & Books de
Coral Gables para discutirlo frente a una audiencia interesada que escuchó
descargas en inglés y en español. Fue una sesión literaria
auténticamente bilingüe.
Allí estaba la tía abuela Ada de O'Reilly Herrera, que para
ella representa el símbolo de la ``cubanía'' en el sentido
que le dio Fernando Ortiz, y allí se encontraban el periodista Enrique
Patterson, el poeta Rossardi, la antropóloga Ileana Fuentes, los
físicos Efraín J. Ferrer y Vivian Incera, entre otros.
También presentó O'Reilly Herrera su novela The Pearl
of the Antilles (Bilingual Press, Arizona), basada en los cuentos de
sus abuelos. Muchas de las historias que cuenta en la novela, explicó
la autora, fueron confirmadas con los testimonios del libro Remembering
Cuba.
Ambos están enraizados en ese ``ancestral yearning for all things
Cuban'' (esa ansiedad ancestral por todo lo cubano), que ha sido la fuente
para la mayoría de sus escritos académicos. De joven iba
detrás de su abuelo con una grabadora para convencerlo de que dejara
grabadas sus memorias. Y él no quería, porque tenía
miedo de que le hicieran algo a los que dejó atrás en la
isla. Fue en 1996, en una conferencia de estudios caribeños en Miami,
que se convenció de hacer la antología con voces de todas
partes. Ella se considera, más que editora, ``partera''.
Del mismo modo, trató de abrir ante el público el testimonio
de sus colaboradores invitándoles a que hablaran en la reunión.
La primera en hacerlo fue Fuentes, quien dijo que no podría mostrarle
el libro a su mamá, pues sería doloroso para ella.
María González comentó que el vocablo Cuband,
que aparece en la introducción, es muy apropiado para evitar las
diferencias entre los exiliados, especialmente en el caso de ella que llegó
a los 13 años a este país.
``Yo quise reflejar todas las cosas que son cubanas, español, africano,
chino, indio, género, edad, cada uno con una voz específica,
en otras palabras el `ajiaco' cubano, que por lo regular no se puede hacer
en el mundo académico'', dijo O'Reilly Herrera y aceptó que
era bueno que se adoptara la palabra Cuband.
``El
único tejido que nos conecta es que estamos en alguna instancia
de exilio'', explicó.
Pero la gran pregunta de la noche fue la de Caridad Silva, de Toronto:
¿Cómo se define el ser cubano?
Patterson complicó la respuesta anotando que es muy probable que
el cubanoamericano quiera recuperar sus raíces, porque queda como
icono flotante entre ambas culturas. ``Las heridas uno se las pasa a los
hijos conscientemente o no. Hay un sentido de pertenencia, hay que buscar
el porqué''.
El
Nuevo Herald, 4 de julio del 2001
Volver
a Paradiso
Mercedes
Santos Moray (fragmento)
Sin los aires de tormenta de los años 60, se ha presentado la última
edición de la novela de José Lezama Lima, Paradiso,
en la sede de la Casa de las Américas, asumida por ese sello editorial
y que retoma aquella edición príncipe, de 1966, prologada
por el argentino Julio Córtazar.
Treinta y cinco años desbrozan el camino, y limpia las ánimas,
sin sacar a nadie del purgatorio ni sumirlo en el infierno. Ya nadie se
ruboriza cuando lee el polémico capítulo ocho, aunque no
pueda evitar una erección. (¡¡Un momento que la cultura
nacional tiene que registrar: Mercedes Santos Moray tiene una erección!!
Con razón había que desconfiar de ese librito. )
Cuba
en noticias, 27 de junio del 2001
Cine y teatro: la sala oscura
La
vida es filmar en el M-DCC
La serie Documentando a Cuba, del Departamento de Asuntos Culturales
del Miami-Dade Community College, presentó el documental La vida
es filmar, del director suizo Beat Borter, el sábado 2 de junio
a las 8: 00 p.m. en el auditórium del Recinto Wolfson (300 N.E.
Ave. 2).
Siguiendo
los pasos de la filmación de La vida es silbar, comentada
película mostrada en el Festival de Cine de Miami de 1999, Borter
acompaña al director Fernando Pérez y al resto del equipo
de realización, por las atribuladas calles de La Habana, en un documental
que establece las semejanzas y diferencias entre la dura realidad y su
versión metafórica.
En La vida es silbar, los personajes buscan la felicidad y la posibilidad
de ser libres en sus decisiones más personales. En La vida es filmar
se asiste a la versión real de tan complejo desafío.
El documental de Beat Borter se presentó en español con subtítulos
en inglés. La entrada fue gratis. Para más información:
305-237-7482.
El
Nuevo Herald, 1 de junio de 2001
Sergio
Giral, su primer filme exiliado
Marcia
Facundo
Le ha tomado a Sergio Giral unos 10 años derrumbar los obstáculos
que le impedían realizar su primer largometraje desde que se exilió,
en 1991. Tras vencer la dificultad de hacer cine en una ciudad sin tradición
de producción cinematográfica y culminar su propia adaptación
a una sociedad distinta, el aclamado director de cine cubano se apresta
a filmar dentro de un par de meses en Miami la película The Stranger's
Suite.
``Es una historia del encuentro de dos personajes 10 años después'',
cuenta Giral en su apartamento de Bay Harbor. ``Es un tema muy fuerte,
muy descarnado''.
Pero, advierte el realizador de María Antonia, ``no es un
tema comercial, no responde a la fórmula de éxito de Hollywood
que es la de la película de acción con mucha violencia física''.
En este caso, la violencia es más bien sicológica y es expresada
``a nivel de la conciencia, de la memoria, es una película que puede
interesar mucho al público que generalmente está indentificado
con este tipo de cine, que es el que se llama art film''.
El anuncio de que pronto habrá una nueva película de Giral
complace a sus fanáticos y todo el que conoce el enorme aporte que
ha hecho el director al desarrollo del cine cubano en particular y latinoamericano
en general.
``Creo que una figura tan vital para la cinematografía cubana, que
llegue a filmar su primer largometraje en el exilio, es razón para
celebrar'', exclama Nat Chediak, director del Festival Internacional de
Cine de Miami-FIU.
Chediak recuerda que fue Giral el creador del llamado ``negrometraje''
en el cine cubano moderno y fue con sus películas que ``por primera
vez se incluyó en el cine el tema de la cultura africana''.
Añade que la película, ``de alguna manera será un
testimonio de su experiencia en ese país, del destierro''.
Alejandro Ríos, director de la serie de cine cubano que se celebra
anualmente en el Miami-Dade Community College, comenta que ``Sergio [Giral]
tuvo la gran responsabilidad de ser el cineasta que se ocupara de alguna
manera de la cultura negra cubana en un momento muy especial''
Recuerda que Giral se dedicó a investigar sobre la historia de la
cultura negra en Cuba, investigación que dio como resultado la trilogía
de películas compuesta por El Otro Francisco, Rancheador
y Maluala.
El
Otro Francisco es considerado uno de los filmes clásicos en
la historia del cine latinoamericano y figura en numerosos currículos
universitarios donde se estudia cinematografía. Otra de sus películas
es Plácido, semblanza del poeta Gabriel de la Concepción
Valdés, personaje de la literatura y la historia cubana que fue
sentenciado a muerte acusado de conspirar contra la colonia española.
``Sergio desde su origen fue un hombre que desafió algo muy establecido,
que es un racismo muy subliminal'', añade Ríos.
Por sus películas, en especial, María Antonia, que Ríos
considera como su obra más completa, Giral debe verse com un triunfo
de la cultura cubana y de la caribeña, porque con su obra ``ha ido
explicando este mundo tan peculiar que es El Caribe, con una cultura negra
muy distinta a la de otras regiones''.
En esta oportunidad vuelve a trabajar con un libreto de Armando Dorrego,
quien también realizó el de la célebre María
Antonia, filme que muchos expertos consideran como la máxima
obra realizada por Giral durante los años en que formó parte
del núcleo de directores exitosos al servicio del Instituto Cubano
de Artes e Industria Cinematográfica (ICAIC).
María Antonia está basada en la pieza teatral de Eugenio
Hernández Espinosa y muestra la influencia de la religión
yoruba en La Habana, durante la década de los 50.
``La sensualidad de esa película es de primera'', opina Ríos,
``hay planos muy importantes, que reflejan el sexo sin falsedad, el sexo
que tiene que ver con el intercambio de sudores y de jugos. Es de una verosimilitud
muy poderosa''.
Por su lado Chediak comenta que María Antonia es un magnífico
melodrama de los años 50, ``y lo lindo es que al final, María
Antonia, que era un lastre del imperialismo, ya no lo es, cuando se proyecta
en el futuro y se convierte en una jinetera''.
La realización de una película con el tema de The Stranger's
Suite es un proyecto que han deseado hacer Giral y Dorrego desde hace
tiempo, primero concebido con el título de La Nieve, hace
ya más de 10 años. Pero en aquel caso el personaje central
era una mujer de La Habana, en esa ciudad.
Hace un tiempo que Dorrego retomó el guión y lo replanteó
como la historia de una hispana, caribeña, que se encuentra en un
hotel de Miami con un hombre norteamericano que conoció hace 10
años.
La producción es totalmente independiente y será realizada
gracias al aporte de inversionistas de Hollywood. ``En estos momentos estamos
haciendo la selección final de los actores. No son actores reconocidos,
pero sí muy buenos, provenientes del teatro. Algunos son de Miami,
otros de Chicago, otros de Los Angeles''.
También proyecta iniciar un documental sobre los hispanos de raza
negra en Miami-Dade.
Giral se ha adaptado a la sociedad de Miami. Su proyecto de cine se ha
replanteado para también adaptarlo a esa localidad. Pero el director
cubano sigue firme al principio que le hizo salir de Cuba, luego de que
su cinta Techo de vidrio fuera prohibida por el propio Fidel Castro.
``A estas alturas de mi vida profesional, no me interesa hacer una película
de éxito que asegure la taquilla y no me pueda expresar'', exclama.
``Yo en Cuba, en un momento determinado, pude expresar una necesidad mía
como artista''. Después, no siguió siendo así. ``No
pude seguir expresando exactamente lo que sentía''.
Agrega que ``si tengo la posibilidad, es para expresarme como yo quiero,
contar la historia como yo siento, como yo quiero''.
El
Nuevo Herald, 15 de junio del 2001
JARABE
DE RÁBANO YODADO
El JARABE DE RÁBANO YODADO, de GRIMAULT Y Cía,
se está vendiendo con notable éxito en las tertulias de la
UNEAC debido a los efectos verdaderamente milagrosos que ha tenido en el
tratamiento de algunas de las dolencias que más aquejan a un grupo
de escritores cubanos. Quien más se ha beneficiado con este jarabe
ha sido Eduardo Heras León, el de los pasos en la hierba. Recetado
por los médicos en lugar del jarabe antiescorbúrico y del
aceite de hígado de bacalao, para combatir el linfatismo, el usagre,
las erupciones de la piel en los niños pálidos, enclenques
y delicados, así como para resolver las glándulas del cuello
y reanimar el apetito, el JARABE DE RÁBANO YODADO,
ha sido la salvación del chino Heras. Su rápida mejoría
no debe, por cierto, sorprendernos, pues debe considerarse que este jarabe
está hecho con los mejores rábanos, los más grandes,
ésos que pondrían rosado al niño más débil.
Gracias a las dosis de rábano yodado que, según hemos sabido,
el chino se administra antes de irse a dormir, es que ha podido mantenerse
tan activo -nos referimos al trabajo laboral- en los últimos tiempos.
Nosotros nos alegramos por el mejoramiento de quien es, sin dudas, uno
de los escritores más fieles con que cuenta el C. E. J.
Sobre
la piel de un actor : Luis Alberto García
Arsenio
Rodríguez y Yara Duiverger, Sevilla
Después de 34 películas filmadas, Luis Alberto García
tiene demasiadas cosas que contar sobre la vida cultural de los años
noventa dentro y fuera de Cuba. Esta entrevista se la hicimos en 1999,
en pleno estreno de su última película como actor La Vida
Es Silbar.
¿Cómo
ves la diáspora del arte cubano de los noventa en los actores?
Si yo hubiera pasado toda mi niñez y adolescencia soñando
con estudiar y cuidar a los canguros, estaría hoy en Australia y
no en Cuba.
¿Qué
pasa con los actores cubanos? Para ir directo al grano: no hay trabajo
en Cuba y el poco que existe no alcanza para vivir.
En mi caso particular puedo considerarme un afortunado porque aún
consigo papeles interesantes (o no) sin tener que abandonar el país
por largos períodos de tiempo, pero formo parte de un pequeño
grupo que es la excepción de la regla. El mercado de trabajo actoral
cubano ha sufrido una contracción atroz. El Período Especial
y todo lo que arrastra hace que actualmente (septiembre de 1998) la T.V.
cubana retransmita una aventura cubana, una telenovela colombiana (justo
cuando llegaba a término) y una novela cubana, todas en horarios
estelares. A bolina se fueron los espacios del Cuento y Teatro I.C.R.T.,
hay un solo programa humorístico y poquísimos infantiles.
Muchos de los mejores actores cubanos que quedan de este lado, malviven
del radio o los doblajes.
En cine, sólo se ha rodado una película en lo que va de año.
Salen a filmar únicamente aquellos directores que consiguen financiamiento
en divisas, que sólo puede llegar del exterior, y muy pocos productores
se arriesgan a invertir en argumentos que les son ajenos y para colmo provenientes
de un país seriamente bloqueado por la mayor potencia del planeta,
quien a su vez es el mayor difusor de cine mundial y dueño de casi
todos los mercados. Por tanto, la producción cinematográfica
baja a extremos alarmantes en una nación donde el pueblo prefiere
las películas del patio por encima de todas las demás.
En el teatro, agobiado más aún por la escasez de recursos
económicos, la falta de salas apropiadas y los recortes de energía
eléctrica, puedes estar ensayando una obra medio año y luego
hacer tres funciones un fin de semana, cuando antes se hacían temporadas
enteras y hasta reposiciones de las más exitosas representaciones.
Pululan los proyectos teatrales sin sede ni escenarios fijos, son teatristas
trashumantes y encima, los peor pagados en comparación con el cine
y la televisión.
Con este panorama de ribetes tan dramáticos, se comprende que muchos
actores y actrices cubanos se hayan decidido a probar suerte allende los
mares. No pocas veces escucho que se les critica o se ironiza a costa de
ellos públicamente (otra vez la doble moral), por trabajar en telenovelas
latinoamericanas "lacrimógenas" o en películas fallidas,
pero esas mismas ¿personas? te susurran en privado lo bien que le
ha ido a fulano en tal país y lo bien que le están pagando.
Da asco. ¡Más respeto para esos artistas! ¿Quién
tira la primera piedra? ¡Qué levante la mano el actor o la
actriz que no haya hecho concesiones artísticas en Cuba cuando el
cinturón aprieta! Revisemos el curriculum vitae de cada cual. A
diferencia de los creadores individuales que son responsables absolutos
de cuanto plasman en sus obras, los actores no siempre hacemos los personajes
que quisiéramos desempeñar y casi nunca éstos representan
nuestros puntos de vista o nuestras más recónditas opiniones,
sino la de otra persona, ya sea el dramaturgo, el guionista o el director.
El cuerpo y el intelecto, que son las herramientas de trabajo del actor,
se anquilosan y llenan de herrumbre si no se los entrena a diario en la
construcción de algún rol, se pierden facultades. La diáspora
actoral se ha producido como consecuencia de la desesperación, porque
la vida se acaba, los años pasan (nos vamos poniendo viejos, Milanés)
y lo único que adora un actor es actuar.
Reinaldo Miravalles, Miguel Gutiérrez, Ramoncito Veloz, Albertico
Pujols, Yolanda Ruiz, Beatriz Valdés, Isabel Moreno, Lili Rentería,
Omar Moynelo, Lily Vega, Francisco Gattorno, César Evora, Rolando
Brito, Leonor Cabal, Eduardo Vergara, Ileana Wilson, Jorge Trinchet, Orlando
Fundicelli y tantos otros... ¡Cómo me duelen! ¡Cuánto
me gustaría que estuvieran todos aquí y hacer juntos las
mejores películas, las mejores telenovelas, las mejores obras de
teatro, los mejores programas de radio, los mejores doblajes!
Pero me duele más o igual saber que Enrique Molina, el mismo que
diera una soberana lección de actuación con su Silvestre
Cañizo, sea taxista con licencia, o que José Antonio Rodríguez
(grande entre los grandes) casi no trabaje, o que Mario Balmaseda envejezca
sin volver a sus personajes inigualables. Me duele que René de la
Cruz no haga más Julitos ni Samuel Claxton otro Maluala, ni Tito
Junco otro papel como Pata Pelúa, o que salven del olvido a Maritza
Rosales, Verónica Lynn, Aurora Pita, Manuel Porto, Miguel Navarro
o María de los Ángeles Santana sólo cuando hacen una
telenovela de éxito y luego sea de nuevo la oscuridad.
Me duelen los infartos de Rogelio Blaín y extraño mucho a
Daysi Granados, Adolfo Llauradó, Eslinda Núñez, Isabel
Santos, Thais Valdés, Nancy González, Luisa María
Jiménez, Osvaldo Doimeadiós.
He visto a una gran actriz cubana pedir una lata vacía de mermelada
para poder orinar en una filmación y subirse con ella en un transporte
de vestuario para llevar a término tan difícil empresa, y
me han dado deseos de llorar, pero he pensado en la falta de recursos.
Aún así, sobreponerse no fue fácil. Luego he visto
recibir con bombos y platillos a elencos enteros de telenovelas foráneas,
como si fueran héroes de la patria, y recibir de nuestros funcionarios
las atenciones y agasajos que nunca han tenido con los del patio, y en
casos así, los recursos lejos de faltar, parece que sobran. Es una
modalidad de apartheid que no comparto ni aplaudo y nos hace sentir inferiores.
A los nativos (actores y actrices) no se les premia nunca con estancias
en el Hotel Nacional o el Cohiba o el Meliá Varadero, Cubana de
Aviación no les lleva gratis ni a Isla de Pinos, Cubanacán
se desentiende y Panataxi no los traslada a ninguna parte como cortesía
de la Empresa. Para recibir ese paquete exquisito hay que venir desde más
allá de la plataforma insular. Yo solo pienso que con todo ese dinero
bien podría comprarse un trailer con baño incluido y refrigeración,
para que mi gran actriz olvide la lata de mermelada. Ella no quiere un
tour, quiere un baño en su centro de trabajo (que nunca está
en el mismo sitio). Mi abuela, vieja sabihonda donde las hubiera, que en
paz descanse, me diría: "Mi’jo, son candil de la calle y oscuridad
de la casa".
Me alegran los éxitos del "exilio actoral" cubano y me laceran los
desaires y maltratos (voluntarios e involuntarios) que sufren los que están
en el "insilio". Mientras tanto, tengo en casa a una actriz, que hace seis
años que no trabaja como tal, y se me pone mustia algunos atardeceres
fatales. No se ha ido a probar suerte porque me quiere, ya no tiene 20
años y encima tiene dos hijas conmigo. ¡Menos mal!
¿Y
qué crees de los que hoy hacen revolución con la música
y el arte cubano en cualquier parte?
Se ha abusado tanto del adjetivo "revolucionario" y se usa de manera tan
arbitraria, que me provoca la mayoría de las veces cierta desconfianza,
sobre todo si el que se autoproclama como tal (refiriéndose a la
Revolución Cubana) demuestra con su vida diaria exactamente lo contrario.
He conocido realmente bastante pocos revolucionarios de esa clase, y cosa
curiosa, no se preocupan mucho por hacérselo saber a los demás.
Se ha entronizado tanto la doble moral, a todos los niveles, que ya no
sé a quién creerle.
Es por ello que de un tiempo a esta parte prefiero a los que hacen revolución
en el sentido más literal. Es decir, a los que revuelven, cambian
y alteran el orden de las cosas en sus esferas o campos específicos.
Me gustan definitivamente los que mueven ideas, buscan otros caminos y
otros puntos de vista, a sabiendas de que no hay verdades absolutas ni
respuestas definitivas. De ésos, está llena la Cultura Cubana,
dentro y fuera de la Isla.
Constantemente se revolucionan las artes plásticas cubanas (a mi
entender, la punta de lanza de nuestro panorama artístico y laboratorio
de todas las vanguardias) con formas y contenidos novedosos (y escabrosos);
lo mismo ocurre en la literatura, cuyas huestes se nutren progresivamente
de jóvenes escritores con diversas y muy peculiares maneras de plasmar
sus vivencias, otro tanto sucede en la cancionística, el teatro,
la danza, el cine. Las generaciones se relevan y es lógico que cada
una niegue algo de la anterior y cambie, o pretenda cambiar lo que hasta
entonces se consideraba perfecto y lo moderno. De todos ellos, solo puedo
creer en aquellos que son consecuentes con sus ideas y se lanzan al ruedo,
sin pensárselo, para hacer su obra, que se de a conocer, compita
y levante vuelo. Es la obra lo único que logra salvar al artista,
no las buenas intenciones; y si las carencias o incapacidades del país
impiden que se realice la obra, hay que tratar de desarrollarla en otros
lares, cueste lo que cueste. No creo en aquellos que se cansan y se dejan
corroer por el desaliento. Ser artista y vivir sólo de ello, es
difícil en cualquier rincón del mundo. Por cada triunfador
hay un ejército de perfectos desconocidos, frustrados en su gran
mayoría, pero aún éstos últimos tendrían
que insistir hasta el límite de sus fuerzas por imponer su obra.
Los artistas cubanos que hoy habitan temporal o definitivamente en tantos
países disímiles, merecen todo mi respeto (más allá
de si comulgo con sus ideas políticas o no), sólo por el
hecho de que los he visto luchando a brazo partido en condiciones competitivas
muy duras y en un terreno que desconocen, por hacer su trabajo. Algunos
sin hacer concesiones de ninguna índole, otros, haciendo algunas,
y otros, (los menos), haciéndolas todas, pero no seré yo
juez de ninguno. Ellos son de mi equipo, y yo soy fiel a dos equipos: al
de los artistas y a los Industriales.
Encuentro,
11 de julio del 2001
Casal
recurrente
Dean
Luis Reyes
Pronto hará un siglo y una década que Julián del Casal
se fue de este mundo. Sin embargo, sigue volviendo. Juran los poetas que
el muchacho de mirada verdísima ronda todavía las calles
de La Habana Vieja tan distinta, pero en esencia tan igual a aquella que
dijo odiar-amar. Su fantasma se pasea por la calle Cuba como si allí
fuera toda la isla, con el mar enfrente y un horizonte promisorio en regiones
donde vuelan los alciones sobre el mar...
La culpa de tal permanencia la tiene no tanto el hito del modernismo literario
que su poesía es, ni la angustia que cruza su obra, ni siquiera
la luz propia, el auténtico y peculiar yo que se desnuda en sus
textos líricos, sino el misterio que ronda y cubre con mitológico
manto su corta vida. Plagada de vacíos, evidencias confusas y contradictorios
episodios, el enigma de su existencia tuvo punto final en una absurda muerte
que selló con renovado velo el destino de sus restos.
Jorge Luis Sánchez quiere mostrar la magnitud de esas tinieblas:
cuando en 1990 rodaba su documental Donde está Casal, revisó
con otros anhelantes admiradores del escritor la cripta en que fuera sepultado
en 1893. La exhumación tenía más de acto simbólico
que de arqueología, pues la curiosidad respondía al ansia
de una generación por exorcizar la demoníaca desidia de aquel
siglo XIX que tildaba de falsario y escapista al bardo —consagrado al heroísmo
de su lira— y poner bajo otra luz una vida tumultuosa, enigmática
y repleta de paradojales actitudes.
Al cabo, la cripta acogía un vertedero innombrable, pero ni rastro
del difunto. Una escueta nota en la propiedad del panteón avisaba
que en 1898 la osamenta del poeta había tomado ignorado rumbo. El
documental de Jorge Luis fue un alarido contra ese olvido irremediable
y, con el paso del tiempo, la necesidad de encontrar (de rehacer) a Casal
terminó vertida en el guión del largometraje El frío
en el disco de la luna, al que el ICAIC acaba de dar luz verde
para su realización.
Sería este el debut en el largo de ficción de un realizador
que, viniendo del fértil movimiento de cineclubes de finales de
los años 70, ha sostenido una dilatada obra cuajada de cortos documentales
y de ficción. El año pasado Las sombras corrosivas de
Fidelio Ponce aún, dejaron ver a un artista maduro, calibrado
para empeños mayores. Tenía que ser Casal el elegido.
"Mi descubrimiento de Casal —dice Jorge Luis— no fue conceptual, pues en
él encontré algo que me ha acompañado todo este tiempo:
el dolor. Leí a Casal tarde, con 28 años; él murió
a los 29, así que estaba viviendo una edad semejante, y encontrar
a un joven que padeció tanto, que fue tan malentendido —quizás
de no ser así no habría escrito esa obra suya—, resultó
un motor impulsor. En los años 90 empieza en Cuba un período
de escepticismo, más las tristezas que vinieron después,
las embestidas de quienes no nos querían, todo eso era muy casaliano:
era la impotencia ante algo que no tienes cómo enfrentar. Seguro
que todo ello aumentó mi necesidad del valor-Casal."
Las remembranzas del cineasta, que entroncan con el vendaval creador que
supusieron las vanguardias jóvenes de fines de los años 80,
tuvieron su continuidad en la fallida celebración, durante el centenario
de la muerte de Casal, de una jornada de homenaje. Se pretendía
poner aliento a una memoria demasiado latente como para dejarla al pairo
de la historia, y ello culminó en la develación de una tarja
en la casa de Prado 111, sitio donde murió, y en la cripta donde
fuera enterrado.
Entonces se decía que era aquel un tiempo demasiado casaliano, demasiado
semejante a lo esencial de una manera de ver el mundo que, aunque compleja
y en apariencia lóbrega, resulta necesaria para no sucumbir a los
espejismos de una identidad edulcorada. Y el poeta que confesara "ansias
de aniquilarme solo siento" despertaba continuas relecturas, como las de
Jorge Luis: "Casal representa la inconformidad ante la vida. Y los cubanos
no siempre somos rumba y maracas. Casal es la consagración al trabajo,
a pulir el verso en condiciones de vida precarias, como es también
la creencia en uno mismo frente a la indiferencia, éticamente hablando,
la obstinación en lo que creo. Desde luego, vivió 29 años,
si vive 40 no sé a qué precio habría de mantener su
credo estético y ético... Como Maceo vivió para lograr
la independencia, Casal vivió para el arte, que no por el arte;
eso hay que respetarlo, eso es de raíz sagrada. Tiene que ver mucho
con mi generación: no estaba el dólar e íbamos al
ICAIC aunque no tuviéramos trabajo, íbamos a hablar de cine,
nos metíamos ocho, diez horas hablando de cine; nueve décadas
atrás Casal con sus amigos hablaba de poesía. Es extraordinario
que en un país joven tuviéramos a alguien así, conozco
naciones más antiguas que no los tuvieron."
La siempre difícil transposición del tiempo pretérito
a la obra artística es uno de los vértices complicados del
guión de El frío en el disco de la luna, escrito por Jorge
Luis con la colaboración de Xenia Rivery y Mariana Torres. Ante
tales encrucijadas, hay que escoger: "En ese debate entre ver la historia
tal y como fue y liberarla un poco de una narración ortodoxamente
de época, yo elegí esta última. Sobre todo porque
me permite legitimar los grandes conflictos de Casal. La propia biografía
de Emilio de Armas, que fue mi inspiración inicial, está
escrita a partir de lo que escribieron quienes conocieron a Casal, que
publicaron muchas veces en periódicos. Así que tenía
que buscar mi Casal: más que una biografía —que eso está
en los libros—, debe ser una película reflexiva sobre el artista
en la búsqueda de la belleza como emancipación, como libertad."
Pero un proyecto cinematográfico exige recursos, y si se trata de
un filme "de época" y ópera prima (que su asunto y sustancia
obedece a uno de los temas menos estereotípicos de la cultura nacional)
cualquier productor extranjero cruzaría los dedos. Luego, las temáticas
en el largometraje cubano reciente no coinciden con la turbia existencia
de un poeta que clamaba por la nieve y la ponía en sus versos con
luminosa unción en tanto cantaba a la hidalguía de un Antonio
Maceo que llegó a dedicarle una fotografía suya. "Ojalá
y me equivoque, pero este es un guión que por nuestras vías
tradicionales de coproducción será muy difícil de
realizar. Cierto tipo de cine a ninguna cultura debería interesarle
más que a la nuestra. Y no me la imagino sin el casco histórico,
sin la colaboración de Eusebio Leal, hombre de sensibilidad exquisita.
Lo que sí está claro es que, sin ser tan costosa, el ICAIC
solo no puede asumirla. He tocado algunas puertas de instituciones con
alto prestigio, que han hecho cosas importantes por la cultura cubana.
Mientras espero, me preparo para hacer una película hermosa, inteligente,
entretenida y que se comunique con todos los públicos. Hace once
años que este proyecto existe y todavía lo defiendo; creo
que debería hacer la película, que tengo algo que expresar,
porque si no, ante tan largos obstáculos ya, lo hubiera abandonado."
No sé si todos coinciden en la necesidad de una obra que nos hable
de la más compleja estructura de lo cubano, de uno de esos hitos
que plantean la revisión de toda una construcción de la identidad
del país. Ojalá en el 2003 (por poner una cifra poco entusiasta)
celebráramos otra efeméride cerrada con película,
libros y revisitaciones del poeta. Quizás para esa fecha habremos
dado con sus huesos y el misterio termine por ceder a renovadas certidumbres
de contar en nuestra historia con un tipo que no por diferente fue raro,
sino todo lo contrario. Pudiéramos entonces, en Cuba, compartir
la lucidez de Manuel S. Pichardo cuando puso en verso: "¡Casal, en
nuestras almas cómo ahondas!"
Juventud
Rebelde, 1 de julio del 2001
¡¡Pronto!!
La
Má Teodora presenta una obra de Abilio Estévez:
Freddie
Freddie te presento a mi madre. Casi una reina. The Queen,
como a ti te gustaría. Fue ella quien primero me engañó.
¡Me engañó, Freddie, me engañó!
Me dijo que la casa era linda que las paredes eran blancas y los techos
altos construidos con maderas preciosas... ¿Te fijaste en
las paredes? ¡Son negras! ¿Te fijaste en los techos?
¡Se están cayendo! Una casa que amenaza con derrumbarse.
No se derrumba. La amenaza es peor.”
Artes
plásticas: La jungla
Juan
Roberto Diago y la reinvención de los signos
Miguel
A. Sirgado
``De casta le viene al galgo'', reza la frase cuyo origen se atribuye --como
tantas otras--, al refranero popular hispanocubano. Y nunca mejor dicha,
cuando se trata de la obra del pintor Juan Roberto Diago, uno de los creadores
más representativos del arte contemporáneo cubano, residente
en la Isla. Una muestra que incluye más de 20 trabajos suyos en
mediano y gran formato se expuso en la galería Cernuda Arte en Coral
Gables hasta el pasado 21 de julio.
Nieto del pintor Roberto Diago Querol --que murió en 1955 y cuya
corta pero contundente obra no había
tenido hasta hace muy poco el reconocimiento merecido por su aporte formal
y temático--, este artista recoge de su abuelo la voluntad creadora,
el gusto por el riesgo y sus acertados atisbos de color en el gran plano.
Otra cercanía familiar, esta vez con la estirpe musical de los Urfé,
le garantizan aquel sentido de armonía coral que se desprende de
sus telas.
A diferencia de otros pintores coterráneos que explotan epidérmicamente
los elementos de lo que se ha dado en llamar ``negrismo'' o ``afrocubanismo'',
el trabajo de Diago reinventa signos muy específicos de este manido
y comercial discurso a manera de referencia cercana, como un trozo de memoria
y con afán de metáfora abarcadora dentro de un universo mucho
más amplio y complejo.
Para lo anterior, el artista se parapeta en una refinada trinchera de cinismo
e ironía que le otorgan contemporaneidad a su trabajo. En su discurso
se escuchan los ecos familiares del barrio mezclados con una sonoridad
palaciega, de acento cortesano, y la elegancia visual de aquellos pintores
de salón cuya filiación no es otra que con la belleza misma.
En sus telas, Diago establece un comentario textual que resuena en el resto
de la imagen, estableciendo una poética de canon, donde la repetición
del signo hace música de su propia redundancia.
Frases como ``aquí nadie gana'', ``no estoy listo para morir'',
``no puedo hablar'' o ``aché pa' los míos'' recorren el universo
de una fraseología que está en las calles de su realidad,
en los muros imaginarios de una ciudad en su memoria convertidos en espejos
--puede que la misma que el pintor observa detrás de las rejas,
en las páginas dedicadas a la crítica de arte, a las noticias
de la industria y la tecnología en Le Figaro, en uno de sus trabajos
de este año titulado Desde mis rejas.
Su pincelada gruesa y segura desafía, desde la perspectiva del ritual,
el poder de los ocres. Con el uso de ciertos blancos, rojos, verdes o amarillos,
de una intensidad magnífica, Diago hace homenajes y reverencia a
artistas cubanos que le han precedido y de los que ``carga'' piezas para
conformar su propio equipaje. Acosta León, el Portocarrero de los
40 y 50, el Cabrera Moreno de los tempranos 60, el Mendive primitivo más
que el Mendive comercial. Todo esto, revestido de una personalidad única,
de elegante extraversión y una procacidad que se agradece.
En sus telas se superponen parches de lienzo o de saco, anotaciones, en
algunos casos, cintas, que recuerdan el universo del naúfrago, pero
que le otorgan a la imagen un sentido objetal, de estructura arquitectónica,
cuyo juego con las luces y las sombras tiene el porte de un gótico
tropical.
Aun cuando para algunos críticos la obra de Diago discurre sobre
elementos de su reducida circunstancia, el artista logra, más allá
de sus propias ataduras, despojarse de las referencias geográficas
y temporales en las que vive, para desplazarse hacia una imagen mucho más
universal, de esencia reveladora, llena de contrastes y discrepancias.
El
Nuevo Herald, 24 de junio de 2001
Inaugurado
en nuevo Museo Nacional de Bellas Artes
Rafael
Acosta de Arriba, presidente del Consejo Nacional de las Artes Plásticas
(fragmento)
En 1996, las condiciones del Palacio de Bellas Artes hacían peligrar
el estado de conservación de las colecciones expuestas y las reservas
del Museo, por lo que se decidió cerrarlo al público y programar
una reparación del inmueble. Pero aquello no era suficiente. La
máxima dirección del país
dispuso, poco después, no solo acometer una profunda y radical transformación
de Bellas Artes, sino rescatar para el Museo la edificación del
antiguo Centro Asturiano, a un costado del Parque Central, y habilitar
el que fuera Cuartel de Milicias, en Monserrate esquina a Empedrado, como
sede administrativa y del equipo de investigaciones de la institución,
funciones que, como se verá, ya han sido rebasadas.
A esto hay que añadir un nuevo diseño que sitúa al
Museo Nacional a la altura de las más calificadas instituciones
de su tipo a escala internacional, por el ordenamiento, la orientación,
el montaje, la visualización y el planeamiento temático.
En la práctica se han logrado definir dos áreas museográficas
con características propias: en Bellas Artes se podrán apreciar
el arte cubano y en el segundo edificio el arte universal. Llamará
la atención la extensión de las muestras, puesto que al habilitarse
sedes independientes para las colecciones temáticas, el público
podrá acceder a muchos más exponentes, gracias a la considerable
ampliación del área expositiva. También se han ganado
y garantizado espacios para algo tan importarte como lo que será
visible al público; me refiero a las condiciones para almacenamiento,
conservación y restauración de cientos de piezas de las reservas
de la institución.
Las salas de arte cubano exhibirán, en lo que a pintura y dibujo
se refiere, 219 piezas del período colonial,
126 de comienzos del siglo XX, 150 de la década del 30, 105 de la
del 40, 97 de la del 50, 83 de la del 60, 59 de la del 70 y 57 de la del
80 y principios de los 90, sin contar con la muestra escultórica
correspondiente a cada etapa y que encuentra, en el orden contemporáneo,
con una hermosa expresión de 17 piezas enclavadas en los jardines
y laterales del patio central, ambientado como un parque que no tiene nada
que envidiar —se los aseguro— a los existentes en el Museo de Arte Moderno
de Sao Paulo o Bellas Artes de México.
En lo que fuera antes el Centro Asturiano han quedado emplazadas la impresionante
colección de Arte de la Antigüedad que con tanto cuidado hemos
atesorado, las salas de las grandes escuelas italiana, británica,
flamenca, holandesa, alemana, francesa y española; y sendas muestras
de arte latinoamericano y norteamericano, a más de inaugurar sus
salas transitorias con una selección de pintura europea del siglo
XIX y un breve pero intenso muestrario de grabados de grandes maestros
del arte universal.
Otro aspecto de la creación a la que se ha dado un tratamiento jerarquizado
es al gabinete de estampas que forma parte de nuestro patrimonio cultural,
ascendente a más de 36 000 ejemplares. Y en cuanto a la documentación
de apoyo, útil para académicos, expertos, curadores y estudiantes,
el Museo contará con un centro de información que solo en
lo que se halla registrado en soporte de papel guarda más de 120
000 libros, revistas, folletos y catálogos.
Granma,
19 de julio del 2001
¡¡¡¡Al
cierre!!! ¡Virgilio intenta escapar!
Fuentes
fidelignas y allegadas a nuestra redacción nos lo han confirmado:
el escritor cubano Virgilio Piñera, "con tantas cintas y lazos",
fue sorprendido "echando un bote a la mar". Aprovechando que
las autoridades militares cubanas se habían enfrascado en arrear
a la población habanera a una de las tribunas abiertas que se realizan
a diario, Virgilio Piñera -- junto a un joven que afirmó
ser su hermano -- intentó escapar. El punto escogido para
la fuga resultó ser un lugar no revelado aún, pero en las
cercanías de Alamar. Se sabe que en estos momentos está siendo
sometido a duras sesiones de interrogatorios, pues hay sospechas de que
su fuga fue largamente preparada, así como que otros escritores
habrían estado involucrados, directa o indirectamente. Días
antes de producirse el intento de fuga se le vio rondar la azotea de Reina
María, quien le habría dado de comer como a los pájaros.
Incluso se ha solicitado a Francia la extradición de la Condesa
de Merlin, pues se sospecha que Virgilio iba a usar uno de sus vestidos
para pasar inadvertido en Buenos Aires, ciudad a la que pensaba llegar
en bote. ¿Cómo, si la fuga había sido cuidadosamente
planeada, Virgilio fue sorprendido? Lo que se comenta en La Habana
es que Miguel Barnet -- responsable de vigilancia de la UNEAC -- no le
había perdido ni pies ni pisada, y que fue él quien informó
oportunamente a los "compañeros", acerca de los planes del escritor
cubano. La noticia del arresto de Virgilio ha causado conmoción
en Miami, pues algunos clientes del Versalles abrigan serias sospechas
de la intención de Virgilio de irse a Buenos Aires cuando la Caca
Azul le habría brindado protección y otras estampitas.
A Virgilio le fueron ocupadas, entre otras cosas, un aire frío --
supuestamente, regalo de Casal -- una foto del Che sin camisa a los veinte
años -- ¿quién dice que veinte años no son
nada? -- y el manuscrito de "El Hombre sin el Socialismo en Cuba".
Hasta ahora no se ha conseguido que declare absolutamente nada. Nadie
ha podido hacer que diga quiénes fueron sus cómplices, pero
hay serios indicios de que una agrupación de chinos mulatos, encabezada
por Severo Sarduy, pudo haberle facilitado la llanta que se observa en
la foto.
Obituarios:
Embarque
a Citérea
Fallece
el autor de famosa foto del Che
EFE
La Habana. El fotógrafo cubano Alberto Díaz ``Korda'', el
autor de la mítica imagen del revolucionario Ernesto ``Che'' Guevara,
falleció ayer en París, informaron a EFE fuentes familiares.
Norka Díaz, una de los cinco hijos de ``Korda'', dijo a EFE que
su padre murió de un infarto.
El fotógrafo cubano se encontraba en Francia por razones de trabajo
y era esperado hoy en Cuba, declaró su hija.
``Korda'' fue el autor, en 1961, de la fotografía del ``Che'' con
boina y en actitud desafiante que se convirtió en un emblema de
los movimientos contestatarios y una de las placas más reproducidas
del
siglo XX. En el momento de su fallecimiento, ocurrido ayer por la tarde,
``Korda'' se encontraba en la casa de unos amigos en París.
Según fuentes diplomáticas cubanas, el fotógrafo,
que tenía 72 años, estaba en París preparando un trabajo
y tenía previsto regresar hoy mismo a Cuba.
Las fuentes no pudieron precisar cuándo se realizará la repatriación
del cadáver, ya que en estos momentos se llevan a cabo los trámites
administrativos necesarios para ello.
Nacido en La Habana de ascendencia española por parte de su abuelo
materno, en enero de 1959 fotografió la entrada triunfal de Fidel
Castro a la capital cubana con Camilo Cienfuegos alzando una metralleta.
Pero la foto con la que alcanzó la fama mundial fue la que tomó
en 1961 al ``Che'' durante el acto de despedida del duelo por las víctimas
del sabotaje del barco francés ``La Coubre''.
Esta imagen, símbolo de las protestas juveniles de la época,
es la más reproducida de toda la historia de la fotografía.
La fotografía se publicó en el diario para el que trabajaba
``Korda'', portavoz del Movimiento 26 de julio, pero ya no volvió
a verse hasta que se difundió ampliamente tras figurar en el acto
de evocación fúnebre, en La Habana, el año de la muerte
del ``Che'', en 1967.
Asimismo, durante unos diez años, hasta la década de los
70, el gobernante cubano Fidel Castro, le eligió como su fotógrafo
personal
El
Nuevo Herald, 26 de mayo de 2001
Falleció
ayer la destacada historiadora Hortensia Pichardo en esta capital
Referirse a ella es hablar de historia patria, magisterio ejemplar, auténtica
cubanía. Piedra angular de la historiografía cubana, como
una vez la llamó Eusebio Leal, educó también, a la
manera de Luz, en
el aula, en el archivo, incluso en su casa, cuando le visitaban. Hortensia
Pichardo —"maestra de maestros de historiadores", al decir de Nydia Sarabia—,
falleció ayer en esta capital.
Para el destacado historiador Oscar Zanetti, "fue un paradigma de maestra
en la historia de Cuba, no solo por su consagración a la enseñanza
y a la difusión de los conocimientos históricos, sino en
el ejercicio práctico de la investigación, que asumió
como un verdadero apostolado". Sus obras, afirma Raúl Izquierdo,
presidente de la Unión de Historiadores de Cuba (UNHIC), son y seguirán
siendo de obligada consulta para los investigadores en este milenio.
Nacida en La Habana, hace 97 años, Hortensia Pichardo se graduó
primero de la Escuela Normal de Maestros y después, en la Universidad
de La Habana, de Pedagogía y Filosofía y Letras. Ejerció
la docencia por casi dos décadas en el Instituto de la Víbora;
a partir de 1961, laboró en la bicentenaria universidad, donde impartió
Historiografía y Teoría de la Investigación.
Activa participante de los Congresos Nacionales de Historia, fundadora
de la UNHIC, colaboró con periódicos y revistas nacionales
en la divulgación de los conocimientos históricos y Granma
le acogió más de una vez. En su vasta bibliografía
activa, resaltan Escritos de Carlos Manuel de Céspedes, en colaboración
con su esposo; Fernando Portuondo; Documentos para la Historia de Cuba
y Dos fechas históricas, entre otras importantes obras.
Recibió numerosos reconocimientos y condecoraciones de parte del
Gobierno Revolucionario, organizaciones de masas, e instituciones académicas
y científicas. En 1997 le confirieron el Premio Nacional de Historia.
Granma,
22 de junio del 2001
Nelo
Sosa, otro grande que se va
Hiram
Díaz
¿Quién de la Cuba de ayer no recuerda estas canciones: "Cosas
del alma", "Vieja luna", "Quédate conmigo","Tú me sabes comprender",
"Alma con alma", "Noche tropical", "Vendrás", y tantas otras que
harían interminable la lista que el gran Nelo Sosa hizo tan populares?
Al comienzo de su carrera estuvo con el gran Conjunto Casino, de grata
recordación y que siempre tuvo cantantes de primera línea
como Faz, Vallejo, Fernando Alvarez y otros. Más tarde formó
su propio Conjunto Colonial, el cual fue uno de lo mejores de los 40 y
50.
Cuando pensábamos que tendríamos Nelo para rato aquí
en el exilio, pues parecía que gozaba de buena salud, repentinamente
se enferma y lo perdemos en cuestión de mes y pico. Hemos perdido
no solamente a un gran cantante de la Cuba del ayer, sino también
a una gran persona y un entrañable amigo. Que descanse en paz.
El
Nuevo Herald, 25 de junio de 2001
Robreño,
el placer de la palabra
Hoy,
a las 10:25 a.m., será inhumado en la Necrópolis de Colón
el destacado intelectual cubano
Pedro
de la Hoz
Era la estampa viva del conversador. Sabía como pocos contar el
costado menudo de la historia, ese que se va construyendo en el día
a día y que también es parte de la historia. Evocaba con
idéntica fruición el encuentro de Casal con Maceo en la Acera
del Louvre y la estampida de Caruso ante el petardo que interrumpió
la Celeste Aida del enamorado Radamés. Gozaba de la plática
entre amigos, sazonada por la espiral azuleante del buen habano, la oscura
transparencia del añejo, y el mínimo y concentrado café
a nuestro uso. Así era, y seguirá siendo en nuestra memoria,
Eduardo Robreño, ese cronista ejemplar que dejó de existir
ayer domingo, súbitamente, en su entrañable ciudad de La
Habana, a los 89 años de edad.
Eduardo provenía de una familia íntimamente vinculada a la
fundación del rostro vernáculo de nuestro teatro. Se dedicó
profesionalmente al ejercicio de la abogacía, pero lo suyo era el
periodismo —tanto en la prensa escrita como en la radial dejó sus
huellas—, la tertulia, la animación cultural. Siempre, aún
en los últimos años cuando su salud se hallaba seriamente
resentida, halló tiempo para comunicar sus vivencias en sabrosos
espacios de Radio Rebelde y Radio Taíno.
Además de una valiosa Historia del teatro popular cubano
(1961), varios de sus libros de crónicas reflejan uno de los anecdotarios
más ricos de nuestro siglo XX: Cualquier tiempo pasado fue...
(1978), Como me lo contaron, te lo cuento (1981) y Como lo pienso,
lo digo (1985).
En este momento de dolor, llegue a sus familiares, y de modo particular
a su hijo Gustavo, subdirector de nuestro diario, el más sentido
pésame en nombre de todos los que trabajamos en Granma.
Granma,
25 de junio del 2001
Muere
destacado músico cubano Chico O'Farrill
Francisco
Pérez Rivera
NUEVA YORK -- (AP) -- El compositor y director de orquesta Chico O'Farrill,
uno de los pioneros del movimiento conocido hoy día como jazz latino,
murió la noche del miércoles en un hospital de Nueva York,
según fuentes de su sello discográfico.
Tenía 79 años de edad.
La causa de su muerte fueron complicaciones derivadas de una anemia displástica,
dijo Mariano Ros,
vocero de Bolero Productions, el sello de sus álbumes más
recientes. ``Chico murió en el New York Hospital a las 9 y 25 de
la noche, rodeado de sus familiares más cercanos'', dijo Ros el
jueves a la AP.
El vocero dijo que el músico había estado enfermo desde hacía
largo tiempo.
La carrera de O'Farrill abarcó seis décadas e incluyó
composiciones y arreglos para artistas como Count Basie, Charlie Parker,
Benny Goodman, Dizzy Gillespie, Mario Bauzá y Machito.
Como director de orquesta y arreglista colaboró con Frank Sinatra,
Davie Bowie y Ringo Starr, entre otras estrellas de la música.
Dos de sus álbumes, ``Pure Emotion'' y ``Heart of a Legend'', fueron
nominados a premios de la Academia de Artes y Ciencias Discográficas,
el primero al Grammy norteamericano en 1995 y el segundo al Grammy latino
el año pasado.
Su último álbum, ``Carambola'', fue puesto a la venta en
septiembre del año pasado e incluye dos obras maestras de O'Farrill:
la Afro-Cuban Jazz Suite y la Aztec Suite. La primera fue compuesta para
Charlie Parker y la orquesta de Machito a fines de la década de
1940. La segunda fue compuesta algún tiempo después en México
para Art Farmer.
Arturo (``Chico'') O'Farrill nació en La Habana el 28 de noviembre
de 1921, de padre irlandés y madre alemana.
Su padre lo envió por un tiempo a una escuela militar de Estados
Unidos, donde el joven estudiante escuchó en la radio la música
de Benny Goodman, Artie Shaw, Glenn Miller y Tommy Dorsey. ``Y de alguna
forma agarré una trompeta y entré a formar parte de la orquesta
de la escuela, y eso selló mi destino'', dijo el músico en
una entrevista reciente.
Una de sus piezas se escucha en la película ``Calle 54'', una impresionante
compilación de números de jazz latino dirigida por el español
Fernando Trueba.
En semanas recientes, el cineasta cubano-norteamericano Jorge Ulla daba
los toques finales a un documental sobre O'Farrill titulado ``Heart of
a Legend''.
Sobreviven a O'Farrill su esposa Lupita, sus hijos Georgina y Arturo y
sus nietos Zachary, Adam e Isabel.
Un servicio fúnebre ha sido señalado para la tarde del viernes
6 de julio en la iglesia de San Pedro en Manhattan.
El
Nuevo Herald, 28 de junio de 2001
Adiós
al hombre de los 2 000 afiches
Toni
Piñera
(fragmento)
Eduardo Muñoz Bachs, ese artista que estuvo siempre a la caza de
imágenes, que era como un estado
de vigilia artística permanente en el que generalmente encontraba
lo que buscaba a la hora de crear, falleció ayer en nuestra capital
a la edad de 64 años, víctima de un infarto medular.
Diseñador, dibujante, ilustrador y pintor, Muñoz Bachs, el
más prolífico de los cartelistas cubanos, dejó un
largo y fructífero camino recorrido, en más de 40 años
de labor en el ICAIC por el mundo del
diseño, desde que estampó su firma en aquel primer cartel
del cine cubano, perteneciente al filme Historias de la Revolución,
de Tomás Gutiérrez Alea. Este creador de más de 2
000 carteles para largometrajes, documentales y dibujos animados, muestra
en su amplio currículum importantes galardones en Festivales de
Cine en Cannes, París, Hollywood, La Habana; en concursos de ilustración
de libros infantiles (Japón y Cuba), entre otros.
Mirando sus carteles, uno puede hacer un viaje por el cine cubano. Precisamente,
uno de los aspectos clave del intenso quehacer gráfico de este clásico
de la época dorada del afiche cubano, es que con simples elementos
lograba, a veces, un mensaje impactante. Como en aquel cartel de Niños
desaparecidos, donde con una sencilla pelota en un campo negro, encontró
la idea. Pues, según me comentó en una entrevista, estuvo
haciendo bocetos de niños con diversos objetos y juguetes, hasta
que se dio cuenta que no podía poner al niño, sino un detalle
que lo recordara sin estar presente... Entonces surgió aquella imagen
solitaria de la pelota. Con ese trabajo obtuvo el primer premio Coral en
el 7mo. Festival Internacional del Nuevo Cine Latinoamericano.
Granma,
23 de julio del 2001
El
escritor Jorge Amado muere a los 88 años
El
autor, un clásico de la literatura en portugués y eterno
candidato al Nobel, ha sido traducido a 40 idiomas
Basilio
Losada
El novelista brasileño Jorge Amado, nacido en Itabuna, Bahía,
en agosto de 1912, falleció ayer en Salvador de Bahía a los
88 años por una crisis de glucemia. Casado con la escritora Zélia
Gattai, con la que tuvo dos hijos, fue operado de corazón en el
año 1997 y se le implantó un marcapasos. Eterno candidato
al premio Nobel de Literatura ("si lo recibiera no me haría la menor
ilusión", dijo en una ocasión) debutó con la novela
Cacau, en 1933. Entre sus obras, traducidas a más de 40 idiomas,
destacan Los viejos marinerosy Gabriela, clavo y canela, donde inventó
un mundo y un lenguaje muy particulares.
No creo que haya en ninguna literatura contemporánea un caso de
identificación tan profunda entre un autor y su mundo como el de
Jorge Amado y Bahía. Jorge Amado se definía a sí mismo
como un "un bahiano romántico y sensual". Para los habitantes de
Bahía, un mundo de mestizajes complicados: negros cuyos antepasados
llegaron en los barcos de la trata, indígenas de ascendencia precolombina,
portugueses, gallegos, escandinavos, Jorge Amado fue mucho más que
un escritor, fue el hombre que les reveló su propio mundo.
Si el Brasil es un ámbito caracterizado por la miscigenación,
esta mezcla racial alcanza su paroxismo en Bahía. Todos en Bahía,
los niños de la playa, retratados por Jorge Amado en una
novela prodigiosa, Los capitanes de la arena, las prostitutas sentimentales,
como Teresa Batista, los vagabundos como Quincas, protagonista de uno de
los mejores relatos breves de la literatura universal, La muerte y la muerte
de Quincas, todos conocían y amaban al poeta. Un poeta que nunca
escribió un poema pero sí un centenar de novelas en las que
el mundo de Bahía, y como fondo, el Brasil contemporáneo
quedaba reflejado en su falsa alegría, en su desesperanza y en su
ternura.
En la ciudad alta de Bahía se alza su Fundación, donde se
recogen los originales de sus obras -muy pocos, porque el descuido de Jorge
Amado, los muchos años de exilio y de vagabundaje, las persecuciones
políticas, no le permitieron conservarlos todos- y junto a los originales
las traducciones a cientos de lenguas. No creo que haya en la literatura
contemporánea un escritor más traducido que Jorge Amado.
Nació en 1912 en Itabuna, en Bahía. Su padre era un hacendado
del cacao que pasó por diversas etapas de prosperidad y de ruina.
El mundo de las plantaciones aparece reflejado en una de sus primeras novelas
titulada Cacau, publicada en 1933. Fue casi su debut en la literatura.
Militaba ya en el partido comunista brasileño. La primera época
de Jorge Amado que los críticos sitúan entre 1930 y 1960,
se enmarca dentro del realismo socialista. Escribió entre estos
años una biografía de Luis Carlos Prestes, la gran figura
del comunismo brasileño. La disciplina de partido le obligó
a crear series narrativas como Los subterráneos de la libertad,
en 1952.
Pero más que estas novelas inspiradas en el realismo estaliniano,
valen otras, de la misma época en las que Jorge Amado observa la
realidad del país, manteniendo incólume su realismo crítico
pero poblando las páginas de sus narraciones con personajes arrancados
del retablo prodigioso de Bahía. Son novelas como Tierras del
sinfín, Cosecha roja, en las que el tema, la miseria
del Noreste, las migraciones a los arrabales de las ciudades, la explotación
de los campesinos, le permiten entrar en lo profundo del alma soñadora
y desesperada, de los vencidos, los eternamente derrotados, humillados
y ofendidos.
Pasó Jorge Amado por el honor de que la dictadura quemara en las
plazas de Bahía sus libros. Él mismo tuvo que marchar al
exilio, tras conocer la cárcel y la persecución. Desde adolescente
se había formado en la lectura de la novela proletaria de la Rusia
soviética y del realismo norteamericano, sobre todo en Steinbeck.
Le fue concedido el premio Stalin y, posiblemente por haber ganado este
premio, nunca le concedieron el Nobel, para el que aparecía propuesto
año tras año.
En sus memorias, publicadas bajo el título de Navegación
de cabotaje, narra su infancia, su toma de conciencia política,
sus luchas en el Parlamento brasileño y luego los muchos años
de exilio. Nunca renunció al marxismo, por más que la decepción
y la amargura marcaron sus últimos años a partir de la caída
del estalinismo. Nunca fue Jorge Amado un doctrinario, y estoy seguro de
que jamás leyó a Marx ni a Zidanov ni a Lenin. Su marxismo
venía de una profunda raíz solidaria y del amor sin límites
a las gentes de su Bahía, a los humildes, a los que soportan la
jauría maldita de los triunfadores.
A partir de 1958 el mensaje político se hace menos evidente. Sus
novelas cobran una dimensión más
anecdótica. El punto de inflexión lo marca en 1958 la novela
Gabriela,
clavo y canela. Pueblan sus relatos, a partir de este momento, vagabundos
generosos, con la generosidad de quien nada puede ofrecer, a no ser una
sonrisa y una bella historia que contar; prostitutas sentimentales, niños
abandonados, truhanes enamoradizos. Es ya el mundo de Jorge Amado, colorista,
aparentemente alegre pero marcado por la desesperanza. En el país
del carnaval todo exceso de alegría encubre una amargura oculta
por pudor y por respeto a los demás. Sus novelas son ya testimonios
líricos, sentimentales, historias de amores y de locura, de noches
en las que el misterio profundo de la ciudad cobra una extraña dimensión
poblada de nostalgias fantasmales.
Esta fue la gran época de Jorge Amado. Obras maestras como Los
viejos marineros, que acaba de publicarse en español con el
título de Capitán de altura, Doña Flor y
sus dos maridos, Los pastores de la noche y tantas otras
crearon una mitología. Hoy, Bahía se parece a la Bahía
de Jorge Amado como si el autor hubiera creado su mundo cuando, en realidad,
lo que hizo es penetrar en él, integrarse en sus héroes cotidianos,
vivir con ellos el humor, la ternura, la gracia y la desesperanza. Jorge
Amado se convierte así en un personaje de Jorge Amado. Él
mismo era generoso, melancólico y de una profunda nobleza que le
venía de su raíz labriega y de su concienciación política.
Cuando, vuelta al Brasil la democracia, fue recibido como un héroe,
cubierto de honores, condecorado con todas las cruces imaginables, alguna
incluso inventada para él, cuando entró en la Academia y
era el personaje más querido y más popular del Brasil, a
la altura de los cantantes y los héroes futbolísticos, prefirió
seguir en su mundo, en Bahía.
Hoy, cuando recorremos las playas o los callejones de la ciudad alta o
las plazas barrocas, vemos pasar a los personajes de Jorge Amado, vemos
a Doña Flor con el problema nada dramático de vivir con dos
maridos, uno de ellos un fantasma. Vemos al comandante Vasco Moscoso de
Aragón, capitán de altura, soñando con islas pobladas
de mulatas, navegando mares que nunca existieron, inventando historias
que nunca sabremos hasta qué punto fueron verdad.
La oralidad es un elemento central de la obra de Jorge Amado. Sus relatos
conservan sobre el papel la gracia casi espontánea de la narración
oral, una especial complicidad con el lector, como si quien escribe estuviera
hablando ante un corro de oyentes.
Hace unos años, quizá dos o tres, en el caos inmenso en que
se había convertido la obra de Jorge Amado, cientos de ediciones
de alguno de sus libros, sin corregir jamás y cubiertas de erratas,
se introdujo un principio de depuración: por el cuidado minucioso
de Paloma Jorge Amado, hija del autor, que corrigió los textos y
preparó una edición definitiva, no una edición crítica
porque faltan los originales y no se señalan las variantes. Una
editora portuguesa, Publicaçoes Don Quixote, lanza en volúmenes
de 700 páginas la obra completa de Jorge Amado. Han aparecido seis
volúmenes, y cuando se complete la edición, quizá
30 volúmenes más, este conjunto será al mismo tiempo
el testimonio de la vida de un hombre, de una época, de una ciudad,
de un país. Y el testimonio de una ilusión que fracasó.
Si un gran escritor tiene siempre un mundo propio y un lenguaje propio
para expresarlo, Amado como Faulkner, como Rulfo, creó mundos, creó
lenguaje.
El
País, 7 de agosto del 2001 |