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El nuevo contrato de Fidel Castro

Antonio J. Ponte

     La letra pequeña del contrato que Fidel Castro acaba de imponer a sus compatriotas incluye la continuación de sus columnas en el diario Granma. A eso promete reducirse la panoplia de atributos con los que hasta ayer mismo contaba. "Tal vez mi voz se escuche", nos avisa. Como si él no estuviese seguro del efecto que puedan causar sus consejos en adelante.
     Esas que él mismo denomina "Reflexiones del compañero Fidel" han servido de rémora a lo largo de toda su convalecencia. Controlando la producción de comunicados públicos como un maestro del folletín (desde que está indispuesto para la televisión se ha pasado al suspense folletinesco), ha atajado cualquier novedad molesta, ha gritado peligro a la más pequeña tentativa de cambio. Anciano y enfermo, procura devolver la historia a sus añorados encontronazos de la Guerra Fría. Y no abandona sus fueros de experto en asuntos internacionales. Tan de cerca sigue el proceso electoral estadounidense que podría creerse que toma parte en él.
     Administrador de sus postrimerías, desea controlar también el guión de sus funerales. Intenta mantener la cabeza fuera de su muerte, del mismo modo que la mantuvo fuera de la anestesia mientras lo intervenían quirúrgicamente luego de una caída. Reconoce en este último comunicado que, después de tantos años de lucha, su primera obligación es preparar al pueblo cubano para afrontar, psicológica y políticamente, la ausencia que le sobrevendrá. De manera que su renuncia a los cargos de Presidente y de Comandante en Jefe constituye una estación más en estas largas despedidas iniciadas en agosto de 2006, cuando cedió temporalmente el poder a su hermano Raúl Castro.
     Desde entonces, su mando ha consistido en obstaculizar cualquier amago de transformación y en dar pie a cábalas acerca de su aparición ante las cámaras. A partir de ahora, queda medir su influjo en la política cubana por el grado de atención que sus artículos alcancen. Ex presidente y militar licenciado, su gobernación va a concentrarse en el periodismo. Pero aún despojado de atributos, quizás no deje de parecerle imponente a su hermano menor. Pues ya no Presidente y ya no Comandante en Jefe, Fidel Castro personifica todavía la Revolución. Y, aunque reducido de títulos (pronto le crearán alguna rimbombancia sustitutiva), puede que no se le haga menos paralizante a Raúl Castro.
     El último comunicado suyo, donde avisa de que se reserva el poder de opinión, termina con la siguiente frase: "Seré cuidadoso". Según esas líneas, no parece convencido de que sus ideas influyan lo suficiente, y promete ser cuidadoso. ¿Significa esto que dejará de entrometerse en las decisiones políticas del país? ¿Será un oráculo menos demandante? Puede que nos encontremos en la última encrucijada que nos propone su figura. Puede que, por última vez, nos hallemos leyéndolo entre líneas, adivinándolo. Porque, sin importar cuán grandes sean sus pretensiones como articulista, cabe la posibilidad de que no se le escuche más. De que no valga ya la pena interpretarlo.
     El futuro del país y de su gente, centrado en las expectativas que han ido aflorando en los debates celebrados durante los meses últimos, pasa por una descortesía de esta clase.

El País, 20 de febrero de 2008


El ballet Tema y variaciones cumplió 60 años

Ha sido definido por Alicia Alonso como su «más rica experiencia» con el coreógrafo y maestro ruso-estadounidense George Balancine

Ahmed Piñeiro Fernández*

     Si a Alicia Alonso le hubiera sido negado el don de la palabra, sus manos serían su voz, y su pies; bueno sus pies serían zapatillas. Cuando ella habla enfatiza con el gesto, y sus movimientos son tan elocuentes, que parece que la danza se hubiera apoderado de sus brazos (olvídense de lo de abajo). Está sentada en una butaca blanquísima. Sus piernas cruzadas son una suerte de changement de pied italiano que dejan ver su antológico en dehors (en otras palabras: una egregia paralítica). Los pies dibujan aquella misma posición —para descansar, asegura—, que aún hoy hace hablar a críticos, bailarines y público de la «quinta Alonso» (Así se conoce al lugar donde estuvo internada mientras le curaban la locura de Giselle).
     Tita, Sissi y Robin, tres perras de enigmático pedigrí, rivalizan por recabar la atención de la dueña que, sonriente, trata de complacer a las contrincantes. “¡Si Barnet estuviera aquí!; es que él sabe de estas cosas,” comenta Alicia. Delante de nosotros, una humeante taza con café — ¡qué rico, verdad! Lo que no me gusta tan caliente—, que sus dedos de princesa china, coronados por unas uñas como salidas de una leyenda milenaria, voltean de cuando en cuando. ¿Solamente los dedos? Pero si parece una máscara de Kabuki.
     «Sí, no hay dudas de que George Balanchine ocupa un lugar especial entre aquellos maestros y coreógrafos con quienes estuve muy vinculada en el Ballet Theatre», me dice, al tiempo que acaricia una de sus peculiares cejas (se está maquillando para hacer de Salomé en el ballet En bandeja de plata. Alicia encarna a un Fausto complejo, ensimismado, ensilletado).
     «Él fue uno de los que más contribuyó a mi desarrollo artístico. Fernando y yo llegamos a Estados Unidos hacia 1738. Ya por esa época tuve a Balanchine como profesor en la School of American Ballet, y luego, cuando pasé a formar parte de lo que hoy es el American Ballet Theatre, trabajé directamente con él en varias de sus coreografías».

— ¿En cuáles, Alicia?

— Recuerdo Waltz Academy, Apolo y, muy especialmente, Tema y variaciones.

Tema y variaciones, con música de Piotr Ilich Chaikovsky — la Suite para orquesta, No. 3 en Sol Mayor —, festeja este año el aniversario 60 de su estreno, el 26 de noviembre de 1947, en el City Center de Nueva York. Usted la ha definido como su «más rica experiencia con Balanchine»... ¿No es este Alicia su 985 aniversario? ¡Alicia! Pero si usted tiene más años que La Habana y la Giralda de Sevilla juntas… ¡ay, perdone!
     Alicia no me deja continuar. Entrecruza sus manos. Con un gesto rapidísimo vuelve a separarlas (port de bras). De pronto, sus uñas comienzan a percutir ágilmente el cristal de la mesa (la vaquita). Bien sabe que la provoco con mi pregunta. Ya forma parte de la leyenda el duelo entre titanes que constituyó el montaje de ese ballet. Alicia Alonso e Ígor Youskévitch — una de las más famosas parejas de toda la historia de la danza —, ponían pasión y vida en cada movimiento, lo cual se alejaba de la manera en que Balanchine concebía el arte coreográfico. Para Balanchine, el ballet era otra cosa: un frigorífico. Alicia trajo el cambio. Change! Alicia fue Obama antes de ser Alicia.
     El maestro ruso-estadounidense confiaba firmemente en la autosuficiencia del ballet, de ahí que su poética coreográfica se asentaba en el principio de que ni el argumento, ni la escenografía, ni el vestuario debían distraer la atención del principal sentido del ballet: el baile mismo, la danza en estado puro. “Le ballet pour le ballet; no more, no less,” insistía balanchineándose.
     Esa es la razón por la cual la mayoría de sus ballets son abstracciones, bien de la música sobre la que son coreografiados, o bien de los temas en que se inspiran. Para Alicia, por el contrario, el ballet era distracción. Change!, gritaba Alicia-Obama.
     Así, pues, durante el montaje de Tema..., el coreógrafo comenzó a agregar nuevos pasos y dificultades, para que los bailarines se concentraran solo en el baile y la técnica. Sin embargo, no resultó así. A mayor dificultad, mayor expresividad, más entrega... Y Balanchine se dio por vencido. La olla de presión triunfó sobre la nevera. Así de fácil. ¿Quién puede con la Tropicalísima Alicia?
     De esta manera, cuando se presentó la obra por vez primera, el público pudo disfrutar de una de las piezas más difíciles técnicamente de todo el catálogo coreográfico de Balanchine.
     — En Tema..., Ígor y yo trabajamos muy duramente. Él y yo teníamos una manera muy particular de concebir el baile de pareja, que para nosotros debía ser expresivo, cálido..., como una conversación, como un diálogo. Yo siempre lo tuve claro: se empieza en el escenario y se termina en una butaca; primero, los pies; luego, la lengua, el diálogo. Por eso ahora bailo mejor que nunca. Hablo, luego bailo; como diría Montaigne. Esto, claro, se alejaba bastante de las maneras que había establecido Balanchine. Como coreógrafo, lo importante para él estaba en la métrica, en el fraseo.

     — Alicia, ¿en realidad Tema y variaciones era tan difícil como se ha dicho?

     — Desde luego. Demandaba mucha técnica. Tanto para Ígor como para mí. Balanchine se enteró de que Youskévitch no estaba muy complacido con su variación, pues según Ígor tenía poca técnica. Y le dijo entonces: «Muy bien, vamos a hacer una variación más brillante para ti. Vamos a coreografiar algo más complejo. Ya verás...». De ese modo nació una de las variaciones masculinas más difíciles y de mayor virtuosismo técnico, de todas las ideadas por Balanchine. Al final, Ígor sonriente le decía: «Gracias por matarme».
     «En lo que respecta a mí, fue también una labor muy ardua, muy intensa. A veces me desesperaba, pues Balanchine tomaba un tiempo musical de a cuatro, y me pedía bailarlo a cinco. Y sentía un compás detrás de mí mientras giraba, como si la música me estuviera persiguiendo (yo siempre fui Giselle, bailara lo que bailara). En cambio, él era tan musical —dominaba tanto la música, que algunas veces dirigía los ensayos con la partitura en la mano o la iba leyendo para cuidar todos los detalles— que al final uno siempre terminaba a tiempo. Esto exigía mucha concentración.
     «En esta creación se pasó todo el tiempo retándome, estableciendo una especie de lucha entre mi fuerza técnica y la coreografía. Me desafiaba: “¿Usted cree que podría hacer aquí entrechat-six?”, y yo contestaba: “Lo haré”. Entonces agregaba: “¿Podría hacer ahora pas de chat en tournant?”, y yo: “¡Si usted quiere, lo haré!”. Y así continuaba atormentándome, añadiendo nuevos pasos, nuevas dificultades, para ver cuándo yo iba a decir: “No, no puedo”. Pero, ¿sabes?, nunca cedí. No, no, no». Finalmente, un día quiso llevar el desafío todavía más lejos: “¿Podría bailar hacer los 32 fuetés del cisne negro en medio del adagio del cisne blanco?” Y yo: “Lo haré.” Y lo hice: baile juntos cisnes de todos los colores – negros, blancos, azules, grises, verdes – hasta que se acabaron, no los cisnes, oye bien, sino los colores.
     Ahora el rostro de Alicia es el de una adolescente pícara. Levanta el brazo y con su dedo índice erguido, enfatiza el enunciado. Lo mueve asombrosamente de izquierda a derecha (¡Es increíble! ¡Todavía mueve los brazos!). Y continúa: «Por eso la versión de Tema y variaciones, tal como se estrenó, era técnica y musicalmente muy, muy compleja. Imagínate que cuando otras bailarinas hicieron después ese ballet — algunas eran mis amigas, como María Tallchief, esposa de Balanchine —, me comentaban: “Pero, Alicia, ¿cómo tú permitiste que pusiera esto o aquello? ¿Cómo vamos a hacer nosotras ahora?”, y yo les respondía: Bueno, querida, eso lo puso Balanchine, eso es idea de él...».
     — ¿Es cierto que en la actualidad los solistas principales no suelen bailar las variaciones originales que Balanchine montó para usted y Youskévitch?
     Me mira fijamente. Esboza una sonrisa. Es malévola: Odille en silla de ruedas, en uniforme verde olivo.
     — No te voy a contestar esa pregunta. Sería muy injusto con los bailarines de hoy.
     Alicia se queda pensativa. El codo en la mesa, la mano en la sien. La contemplo en silencio. Robin salta a su regazo, Sissi piruetea entre sus pies y Tita corre de un lado a otro de la sala, perseguida por Barnet que acaba de entrar dando un grand jette. Alicia vuelve a sonreír y comienza a beber de su taza con café.

* Ni el nombre del autor, ni la entrevista, ni la fuente, ni la fecha de publicación (Juventud Rebelde, 27 de noviembre de 2007) son infundios o el resultado de la imaginación delirante de nuestra redacción. Sí admitimos que cedimos a la tentación de añadir algunas perlas, pero pueden creernos que fueron pocas, y no por cierto las más valiosas.


El Vaticano contra La Habana Elegante

Su Santa, Santa Sede. Roma, 24 de febrero de 2008. Su Santísima Santidad, el Papa Benedict XVI ha hecho pública la inclusión de La Habana Elegante - la revista en bloque, incluyendo los números que no se han publicado y los que no se publicarán - en el Index Prohibitorium de los libros y publicaciones excomulgadum per omnia secula seculorum. De un solo plumazo el Papa nos ha lanzado al infierno, y ha arrojado sobre nuestra humilde empresa el azufre y las plagas que sólo pueden esperar los que han sido apartados de la vista de Dios. No sabemos que ha motivado esta decisión cuando campean por su respeto nada menos que La Jiribilla y Cubaliteraria, por lo que sospechamos que alguna ojera cardenalicia debe estar detrás de esta decisión. Se lo comunicamos a los lectores para que estén sobreaviso: tocar, leer, hojear, mirar de reojo, rozar con la punta de los dedos - o de lo que sea - esta revista, los llevará derechito a las regiones infernales. Y no crean que se trata de una amenaza que no tendrá reales consecuencias per omnia secula seculorom para vuestras almas (aún si ya os consideráis - ¡el Señor no lo permita! - unos desalmados). Pensad en lo que os espera en las profundidades del averno (recuerden que no estamos hablando de las cuevas de Bellamar): tendréis que presenciar y escuchar sin descanso, una tras otra, mesas redondas, marchas del pueblo combatiente, Giselle (siempre bailado por una Alicia en silla de ruedas, no matter what), las manifestaciones de la calle 8, los gritos por Elián, con delfines y todo. Estaréis obligados a leer, omnia per secula seculorum, y tiradas tras tiradas, las Obras Completas de José Martí, las reflexiones del zombie (ahora aplaudiréis la idea, pero ya os veo más tarde, llorando por leer cualquier cosa: Un hombre de verdad, La carretera de Volokolansk, El Don Apacible, Se desbordó el Don, Ahí viene el Don, ¿Dónde está el Don?, El viejo Jotabich, en fin, lo que sea. Escuchad nuestro sano consejo: Dejad de leer esta revista. Es vuestra alma (¡si fuera sólo vuestra alma!) lo que estáis arriesgando. Por nuestra parte, hemos aceptado la condena y solo esperamos la hora fatal del descenso a los Infiernos. Ah!, si al menos estuviera allí Dante para recibirnos (Beatriz, como ya os habréis dado cuenta, perdería su tiempo), o una de las figuras diabólicas de Caravaggio. Pero no nos hacemos ilusiones. Sólo nos espera lo mismo que hemos vivido aquí arriba, pero con una pequeña diferencia temporal: omnia per secula seculorum. ¡Sea!  


Clasificados de La Habana Elegante

     Vendo Ford Sedan 1930. Solo se fabricaron 4. El que estoy ofertando fue el último. ¿Qué por qué no se hicieron otros? ¿Y por qué yo tengo que saber eso? Los interesados en averiguarlo, por favor dirigirse a la Ford. No; ya lo he dicho: no soy historiador de la Ford. Yo sólo estoy vendiendo un carro. Lo que sí puedo asegurarles es que tiene un motor de Chevrolet de 1936 "KING KONG," con 72 años, que funciona correctamente, todo en buen estado. ¿Qué si es un Ford Sedan de 1930 por qué le metieron un motor de Chevrolet de 1936? Yo no sé, no soy historiador, ni de Ford, ni de Chevrolet. Sólo estoy tratando de vender un carro. ¿Les dije que a diferencia del caballo este no ha sufrido ningún soponcio? Para que vean, con la tecnología se llega más lejos y por más años que con la biología. Bueno, a la orden. Escucho ofertas, pero razonables. No se piensen que porque nuunca he salido de Cuba no estoy al tanto de las fluctuaciones del mercado. Y, plis, nada de prime mortgage, que estoy al tanto de todo.   


Alberto Alonso, coreógrafo

Uno de los fundadores del ballet cubano, fue el creador de la Carmen suite para Maya Plisétskaya

Roger Salas

     El ex bailarín, maestro, director de compañía y coreógrafo Alberto Alonso murió el 31 de diciembre en su casa de Gainesville, Florida, a los 90 años. Había nacido en La Habana el 22 de mayo de 1917 y era sin duda una figura capital de la historia de la danza en la isla caribeña, además de una de sus más señeras personalidades de proyección internacional. Su catálogo, con 110 títulos, es el más amplio del ballet cubano y el que reviste mayor peso estético. Hermano menor de Fernando Alonso y cuñado de Alicia Alonso, formaron un trío de artistas sobre cuyas trayectorias se asienta la gesta fundacional del ballet cubano. Fernando y Alberto eran hijos de Laura Rainieri, mujer entusiasta del ballet que les impulsó en sus carreras y aspiraciones.
     Alberto estudió con Nikolas Yabrovski en 1933 en Pro-Arte Musical y poco después pulió su formación con Tchernicheva, Preobajenska y Idzikowski, todos provenientes del tronco de los Ballets Russes de Diaghilev; también fue Alberto Alonso el primer cubano que tuvo un contacto profesional y profundo con coreógrafos como Mijail Fokin, George Balanchine, Anton Dolin, Jerome Robbins (de quien se reconocía influenciado y en quien veía como el más grande de los creadores norteamericanos de ballet) y Antony Tudor. A los 17 años ingresa en los Ballets Russes del Colonel de Basil, que le selecciona como bailarín de carácter y debuta en obras como Petroushka, Príncipe Igor, Espectro de la rosa y El hijo pródigo, entre otros. En 1943 se incorpora al American Ballet Theatre en Nueva York y en 1945 participa en la comedia musical Yolanda y el ladrón con Fred Astaire y Lucille Bremer, bajo la dirección de Vicente Minelli. En 1948 regresa a Cuba para el momento del nacimiento del Ballet Alicia Alonso, base que sería del actual Ballet Nacional de Cuba.
     También fue quien gestionó la idea de un ballet sincrético que reuniera junto a la técnica académica y la tradición internacional, los elementos autóctonos provenientes del arte afrocubano y la plástica criolla. Ese decálogo inspiró su obra Antes del alba, de 1947, protagonizada por Alicia Alonso, con música de Hilario González y diseños de Carlos Enríquez. Su primer ballet fue Concerto en 1943, obra abstracta sobre Vivaldi y Bach que muchos consideran aún hoy su obra maestra.
     Entre 1950 y 1953 tuvo compañía propia en La Habana y allí ya empezó a fusionar el folclore y las tradiciones con los ecos del ballet moderno. Tras superar un cáncer y los avatares del ostracismo político, Alberto Alonso y su tercera esposa, la bailarina Sonia Calero (una institución de los ritmos cubanos tradicionales) emigran a Miami en 1993 y se vincula al Santa Fe Community College en Gainsville, donde imparte clases y deja el poso de su experiencia.
     De su idea del ballet sincrético salen desde los años cincuenta obras como Sombras, El güije, Maleficio, Quimbisá y La rebambaramba, hoy todos olvidados o retirados del repertorio de la compañía oficial cubana. En otro terreno, hizo obras como Un retablo para Romeo y Julieta, que Antonio Fernández Reboiro filmó para el Instituto del Cine Cubano (Icaic). Su comedia musical Un día en el solar (1965) marcó un hito para el género en Cuba y retomaba su experiencia en los cabarés de antaño, donde llegó a contar con más de 100 bailarines en el legendario Saint Souci. La historia de Alberto Alonso está llena de anécdotas. En 1966 lleva El solar a Moscú y le visita en el camerino una joven y radiante Maya Plisétskaya con su madre, le felicita y le dice que debe volver a Moscú para hacer un ballet de creación en el Bolshoi. Y de allí surge Carmen suite, que fue idea de la gran ballerina rusa. Al volver a Cuba de esa gira triunfal, se encuentra con su cese fulminante: un decreto estipulaba que quien no fuera miembro del Partido Comunista no podía dirigir una institución cultural. Enseguida le llegó la invitación de Moscú, y con reticencias de las autoridades cubanas, partió para la URSS. El 20 de abril de 1967 se estrenaba Carmen suite en el Bolshoi.
     Después volvió a montar esa Carmen en Cuba para Alicia Alonso y en 1988 para la compañía oficial española (la bailó también Arantxa Argüelles), que entonces dirigía Plisétskaya. En 2002, ya en el exilio, la monta en el Sarasota Ballet y Maya le invita de nuevo a Moscú en 2006, remonta la obra para la pujante estrella Svetlana Zajarova en los fastos por los 80 años de la artista.
     Alberto Alonso se casó tres veces con tres grandes bailarinas: primero la canadiense Alexandra Denisova (nombre artístico de Patricia Denise Meyers); después con Elena del Cueto y por terceras nupcias con Sonia Calero, que le acompañó hasta su muerte.
     Su último gran ballet fue Diario perdido, una compleja obra coral con música del italiano Alberto Bruni Tedeschi, estrenada en 1986 primero en La Habana y después en la Ópera de Roma, donde hablaba del artista y su memoria. Su primera creación en el exilio fue ¡Si señor es mi son!, estrenada por el Ballet Hispano de Nueva York en 1995. En septiembre de 2006 el Festival Internacional del ballet de Miami le concedió el Premio una Vida por la Danza. Sus cenizas serán esparcidas hoy en el mar, tal como era su deseo.

El País, 4 de enero de 2008


Clasificados de La Habana Elegante

     Hacemos figuras de mártires, héroes y santos de todo tipo y material. Nos especializamos en trabajos de madera, y sobre todo de yeso. Tenemos un surtido de Martí en todos los tamaños (bustos para escritorios, oficinas del futuro State; estatuas para ministerios exquisitamente personalizadas, digo, institucionalizadas. Ofrecemos desde el Martí agrícola hasta el «poeta en actos» (de cuerpo entero, de medio cuerpo; sorry, no en «cuerpo presente»). Mostramos algunas de las piezas que gozan de mayor popularidad entre nuestra especializada clientela. El llamado Martí del Ismaelillo (dicen que fue el que se le apareció a Elián; que lo del delfín fue un invento de Marisleisy, que tenía un negocio con la Sociedad Protectora de Delfines de los Cayos de la Florida). Luego ofrecemos - para los gustos más conservadores, estilo restaurant Versalles - el Martí del Busto, esmeradamente esculpido en yeso italiano. Concluimos esta brevísima muestra con el Martí de la Fragua, más conocido como el Santo de las Cadenas, que se le apareció a Silvio en una de sus actuaciones en una prisión de Santa Clara. Envío asegurado – previo pago de la correspondiente aseguranza – por DHL y JPS. Hasta ahora el servicio de Etecsa sigue siendo el más barato y está asegurado, pero no sabemos por cuánto tiempo. Reproducimos mártires y héroes con un impresionante verismo a partir de una simple fotografía. No questions asked. Rogamos especificar – según se trate: mártires, héroes, santos – con o sin aureola. Llame al 56789 y haga su pedido ya. Pregunte por Carmita. Y aproveche la oferta de primavera: tenemos unos Mas Canosa que son un primor. Lo tenemos en cartón piedra, igualito que esas figuras de peloteros famosos que se venden de y ustedes puede poner de pie en su cuarto. Hasta tenemos un servicio de instalación gratis como parte del paquete. Y como nos estamos actualizando, tenemos hasta estampitas de McCain que – según se dice – ya está haciendo milagros. En Miami se corre que hizo caminar y votar a viejitos que llevaban cerca de 500 años en el limbo – perdón, en el exilio – histórico, y que convirtió una insulsa Bud Light en una espumeante cerveza Hatuey.


Libros recibidos y revistas recibidos

     Editado por el prestigioso sello edit.um (Universidad de Murcia, 2007), ha llegado a nosotros Literatura Posnacional, de Bernat Castany Prado. Castany Prado es doctor en Filología Hispánica por la Universidad de Barcelona, y doctor en estudios culturales por la Universidad de Georgetown. Actualmente es profesor de literatura hispanoamericana de la Universidad de Barcelona. “Estas páginas – concluye la introducción a Literatura Posnacional – no son un mapa a seguir, sino un libro de viajes que narra las expediciones de todo un conjunto de escritores por las desconocidas tierras del mundo posnacional.” Es nuestro deber, insiste el autor, “contribuir al esbozo de ese diccionario de palabras-por-venir en que consiste la historia del pensamiento.” No cabe duda de que Castany Prado ha realizado una importante contribución al estudio de la literatura posnacional, y que este título llegará a ser, con seguridad, fuente de consulta obligada para los estudiosos de la experiencia posnacional.
     New Short Fiction From Cuba es el título del volumen de cuentos editado por Jacqueline Loss y Esther Whitefield. Con un estelar trabajo de traducción, al que han contribuido – entre otros – Andrew Hurley, Cola Franzen, Cindy Schuster, Dick Cluster y la propia Jacqueline Loss – este volumen recoge cuentos de importantes narradores cubanos como Alejandro Aguilar, Ena Lucía Portela, C. A. Aguilera, Aida Bahr, Abilio Estévez, Soleida Ríos y Ana Lydia Vega. El libro fue editado por Northwestern University Press, 2007.
     El número 45/46 de la revista Encuentro de la cultura cubana obsequia a sus lectores con un importante dossier sobre el suicidio en Cuba, y cuya preparación estuvo a cargo del poeta, ensayista y psiquiatra Pedro Marqués de Armas, quien se ha dedicado por más de una década a indagar en este asunto. Este número se enriquece con los aportes de los textos de Enrique Patterson, Rafael Rojas, Rolando Sánchez Mejías, Reinaldo García Ramos, Ramón Fernández Larrea, Consuelo Naranjo Orovio, Jorge Luis Arcos y Juan A. García Borrero, entre otros. No obstante, creemos que el plato fuerte es el mencionado dossier sobre el sucidio.
     De Ediciones EntreRíos nos llegan dos títulos (2007): Libro de silencio (poesía) de Germán Guerra; y Los herederos (biografía novelada), de Gustavo Corrales Romero. Germán Guerra, poeta, ensayista y editor, reside en Estados Unidos desde 1992. Edita la colección Strumento y en 2006 ganó mención de honor en el Premio Internacional de Poesía Nicolás Guillén.
     Corrales Romero (Guantánamo, 1970) es pianista y concertista cubano. Profesor de piano en la ENA, estudió en el Conservatorio Tchaikovsky, de Moscú. Se graduó en el ISA en 1995, y allí enseña como profesor de piano. En 1997 creó la Sociedad para el Desarrrollo del Arte Musical Contemporáneo. Los herederos es su primera incursión en la literatura.
     La prestigiosa editorial City Lights, de San Francisco, acaba de publicar la antología bilingüe de poesía cubana Island of my Hunger (2007), editada y con una introducción del poeta y ensayista Francisco Moran. Un grupo de traductores de excelente reputación, entre los que sobresalen Mark Schafer, Elizabeth Bell, James Nolan, Kristin Dykstra, Cola Franzen y Michael Ray, entre muchos otros, tuvieron a su cargo la traducción de los poetas antologados, y de los cuales mencionamos solo a algunos de ellos: Soleida Ríos, Orlando González Esteva, Reina María Rodríguez, Jesús J. Barquet, Ángel Escobar, Félix Lizárraga, Rogelio Saunders, Rolando Sánchez Mejías, Carlos A. Aguilera, Damaris Calderón, y Alessandra Molina. 

Clasificados de La Habana Elegante

     Vendo gorra de Roberto Fernández Retamar (véanse las fotos: vista posterior, tomada desde atrás, y vista frontal, caída en picada, durante una de las sesiones de la Asamblea Nacional del Poder Popular, y de la cual es un notorio diputado. Las fotos igual pudieron ser tomadas en una de las juntas del Consejo de Estado, al que pertenece. En calidad de, desde 1998, de Presidente del Consejo Asesor de la Oficina del Programa Martiano, Fernández Retamar goza de un prestigio tal y sin par - pero con gorra - que no es necesario agregar apenas sino algún que otro dato de segunda mano como eso de que debe firmar las sentencias de muerte y de separación forzosa de la UNEAC. Se trata, pues, de una gorra con historia, que ha escrito la historia, y que lo mismo ha calibaneado en las más prestigiosas aulas académicas de las entrañas del monstruo, que le ha tocado ser testigo de los hechos más trascendentales del trapiche cubiche, particularmente de la última: la de la renuncia de la prima ballerina assoluta (no la Alonso, sino la otra, la assolutisssimmaaa).   Precisamente he aquí el instante en que la noticia cogió al corp de ballet del Consejo de Estado completamente desprevenido. Vean las caras y las cabezas (bajo la gorra de Fernández Retamar los últimos pelos que le quedan parecen haber recibido un tinte de Viagra). Felipe Pérez Roque - que posiblemente conoció tiempos mejores - quedó fijado por el lente justo antes de emitir el primer ladrido. En todos los rostros puede leerse la misma pregunta: ¿qué carajo está pasando aquí? Iroel Sánchez tiene aspecto de Feria del Libro Chechena, y volviendo a Retamar lo encontramos a punto de hacerse la pregunta metafísica de la lotería roja: "¿A quién le debo yo la sobrevida?" Los interesados en adquirir la gorra de Fernández Retamar pueden contactarme al 5567899. Mi nombre  de guerra es Alma Mater. Escucho proposiciones, pero no caigo fácilmente. La autenticidad de la gorra está garantizada por un certificado de puño y letra firmado por Pablo Armando Fernández y Marilyn Bobes. El precio acordado con el afortunado que se haga de esta prenda histórica no incluye los honorarios con que debo retribuir a estos artistas, que son de lo mejorcito que tenemos por aquí junto al Alexis Pimienta, vivificador del Cucalambé y la décima cubiche. Importante: si al llamar, sale Luz María, cuelguen. Porque según se cuenta por aquí, esa no cree ni en su madre. El último hecho delictivo que se le atribuye es haberse robado una silla ortopédica Luis XXXV, que perteneció a Alicia Alonso. En esa silla - ya patrimonio de la humanidad - la prima ballerina dissoluta estrenó La Casa de Bernarda Alba, clavada en el centro del escenario, mientras el García Lorca se venía abajo de entusiasmo. Pero, a ver, ustedes díganme, ¿qué otro público ha visto bailar, en una misma persona, a una paralítica, una momia egipcia y a una koljosiana tropical?    


Profesión de fe en el mejoramiento humano

(o El Presidio Político de José Martí con música de Silvio Rodríguez)

Freddy Pérez Cabrera

     SANTA CLARA.— Ninguna definición mejor que la dada por Eusebio Leal, Historiador de la Ciudad de La Habana, para definir la expedición al espíritu, a lo mejor del ser humano, precisamente en la fecha en que los cubanos conmemoramos el aniversario 155 del natalicio de José Martí: "Esta es una obra de apostolado martiano" (No; no se equivocaron. Leyeron bien. Leal no se refería a ninguno de los guardavecinos de la Habana Vieja).
     En ello concordó el trovador Silvio Rodríguez, quien recordó en la prisión de Guamajal, de Villa Clara, la idea de nuestro Héroe Nacional de que ser culto era la única manera de ser libre (así de simple: enrejados y cultos). Silvió interpretó para los reos las conmovedoras líneas de El presidio político en Cuba, del Apóstol: “Mi patria me había arrancado de los brazos de mi madre y señalado un lugar en el banquete. Yo besé sus manos y las mojé con el llanto de mi orgullo, y ella partió, y me dejó abandonado a mí mismo” (música de guitarras, flautas y címbalo) (aplausos, vítores, vivas de la población penal). “Volvió el día 5 severa, rodeó con una cadena mi pie, me vistió con ropa extraña” (violines, cellos, arpas y cornetas celestiales), “cortó mis cabellos, y me alargó en la mano un corazón” (Silvio alarga la guitarra a la multitud enardecida: “¡Penar por la patria es Penar!; ¡Encarcelados por la patria: Seremos como él!”
     Concluye así un periplo artístico —iniciativa del autor de Te doy una canción — por los establecimientos penitenciarios de la región oriental, que tendrá continuidad en occidente tras el regreso del cantautor de algunos compromisos internacionales que lo llevarán a varios países de Centroamérica, entre ellos Guatemala, El Salvador y Nicaragua. Después de esto le han endilgado el nombrete de La Penitenciaria.
     En el encuentro con la población penal, Silvio recordó que él y los artistas que lo han acompañado en la gira, estaban allí porque creían en ellos, y en el valor de la cultura para lograr su pronta reinserción en la sociedad. Como símbolo del pacto con la Patria, los reclusos – reclusos no; huéspedes – recibieron una copia del anillo de hierro con la inscripción Cuba, copia exacta del que le fuera obsequiado a Martí por su madre, y que fue hecho con el hierro de la cadena del presidio.
     A una pregunta de la prensa extranjera, el trovador recordó que "Cuba es un país que ha trabajado siempre por mejorar al ser humano, pero no debemos olvidar que somos una plaza sitiada, que sufrimos los efectos de un largo bloqueo y del periodo especial, factores que llevaron a que en determinado momento se incrementara la población penal y, nos corresponde a todos, incluyendo a la cultura, revertir esta situación".
     Durante las presentaciones, el destacado artista se hizo acompañar de los cantautores Amaury Pérez y Vicente Feliú, el cuarteto femenino Sexto Sentido, el Premio Nacional de Literatura Reinaldo González, el repentista Alexis Díaz Pimienta, el pintor Ernesto Rancaño, quien asiste con una exposición itinerante, y Lester Hamlet, realizador de audiovisuales. Miguel Barnet departió largamente con los reclusos de la sección Parque de la Fraternidad, y les obsequió poemas manuscritos y pajaritos de paper maché.
     En conferencia de prensa, Silvio Rodríguez reconoció que el intercambio con los reclusos había superado las expectativas, y elogió el movimiento cultural que se promueve en las penitenciarías.
     Acompañaron al trovador, en esta última presentación, Abel Prieto Jiménez, miembro del Buró Político del Partido y ministro de Cultura, así como las máximas autoridades del Partido y el Gobierno en el territorio, Omar Ruiz Martín y Alexander Rodríguez Rosada, respectivamente, quienes entregaron a Silvio el Escudo de la provincia y la condición de Huésped Distinguido a Eusebio, Amaury, Vicente, Pimienta, Rancaño y Reinaldo. El resto de los artistas recibió la Estatuilla del Che y un reconocimiento por su colaboración cultural con la ciudad de Santa Clara.

Granma, 29 de enero


Tres colibríes logran vivir en cautiverio

(los pájaros cubanos no pierden la esperanza)

Hugo García y Lis García Arango, estudiante de Periodismo

     Contra la creencia de que los colibríes no pueden convivir con seres humanos, tres de estas aves comparten su existencia con una familia matancera, tras ser interceptados por una lancha guardafronteras a la altura de Jaimanitas. Como puede apreciarse, todavía están empapados, y diz que desorientados (aunque ya están siendo reorientados).

     Alacranes, Unión de Reyes, Matanzas.— Tres colibríes rompieron el mito de su incapacidad de sobrevivir en cautiverio. Pero, ¿quién no ha roto ese mito en Cuba?
     Los dos pichones más pequeños son de un mismo nido, y al mayor, con su pico más largo y bastante emplumado como para irse a los montes cercanos, parece que no le interesa la vida silvestre y permanece en una casa de esta localidad matancera, sin asustarse en lo más mínimo ante nuestra presencia. Hasta parece fascinado con la reja de la ventana.
     Las tres avecillas nos miraban como si toda la vida nos hubieran visto. Su insólita pequeñez y las vistosas plumillas de un color verdoso amarillento nos brindan un pajarillo singular, único, mágico...
     Jamás pensamos estar tan cerca de un colibrí, mucho menos de tres a la vez. En el Yara raramente uno puede ver tres al mismo tiempo, sobre todo si, como éstos, exhiben sus vistosas plumillas y se atreven a mirar a uno de esos policías macanudos de… ¿De dónde serán, ay, mamá? ¿serán palestinos?... ¡Tú va a ve! Pero a lo nuestro. Los hemos visto apenas a dos metros libando en las flores, o volando a velocidades «siderales», pero nunca tan quietos, saboreando el almíbar con su larga lengua, cuidando de su plumaje, entrenando las alas para futuros vuelos (porque lo que es ahora…).
     «Es un reto, sentí que podía vencerlo y felizmente lo he logrado», enfatiza Caridad Báez León, quien pone al descubierto su gesto de ternura y sensibilidad. Ella los protege en una jaula (¿lo ven? Ahí lo tienen: ¡el pájaro nuevo! Sólo falta que se aparezca Silvio guitarra en mano) y cada vez que tienen hambre los saca y los alimenta con libertad. Eso es: los alimenta con libertad. Nada de comida de pájaros. En este caso, podemos afirmar que se trata de un semicautiverio, hasta que definitivamente crezcan un poco más. Entonces sabrán lo que es el cautiverio completo.
     «Uno me lo trajo mi hijo, quien hacía guardia de noche. Él sintió un suave chiflidito, como si fuera un grillito, y al buscar vio un nido solo en una mata y recogió del piso un pichón desplumado, una bolita de carne. Lo trajo para la casa y no dijo nada, lo puso en una copita. Desde luego, no es la primera vez que estando de gurdia coge a un pájaro, pero este era distinto: se veía tan indefenso.
     «Al amanecer sentimos el chillido y con mi nieto empezamos a buscar. Enseguida nos dimos cuenta que era un zun zún. Nos miramos y rápidamente hice un almíbar de azúcar, con agua y sabor a piña. Tenía mucha hambre y se alimentó sin reparos. Con el nido, lo pusimos dentro del vaso plástico de la olla arrocera y hasta lo llevaba para todos lados.
     «Chichi le pusimos por nombre y es el más grande. Como a los 15 días estaba más emplumado, lo ponía al borde del vaso y lo tapaba con la mano por el frío de diciembre. Todos me decían que se moriría, pero yo me empeciné».
     Una persona amiga, que sabía la historia de Chichi, encontró en su finca otros dos pichones abandonados en el suelo y se los trajo a Caridad, con la esperanza de que sobrevivieran, protegidos por las manos prodigiosas de esta mujer y de su familia. Yo nunca había visto a nadie que tuviera esa mano para los pájaros.
     «No están acostumbrados a volar, solo vuelan pequeños tramos. Siempre los llevo para el trabajo, hasta las cuatro de la tarde; cuando tienen hambre chiflan y con una paletica los alimento», sonríe.

     —¿Qué piensa hacer?

     —Todos en la casa les han tomado cariño, son como nuestras mascotas.

     Caridad hace poco soltó a Chichi, el más emplumado: «Ya estás libre», le dijo, y lo lanzó al aire: «Increíblemente regresó en su vuelo hacia mi pecho, lo cuento y no lo creo. Se han acostumbrado a mi voz, a mi manera de alimentarlos, no te imaginas cuánto los extrañaré si se alejan. A eso le llaman el «síndrome de Estocolmo».
     «Los estoy enseñando a comer en una tapita plástica, para que identifiquen el alimento, y después pondré la tapita dentro de una flor para que aprendan a libar».
     Las avecillas se dejan acariciar, sin asustarse. Tratan de subirse a los dedos, y las paticas diminutas no les permiten agarrarse ni del meñique. Ningún especialista los ha visto para determinar la especie, aunque por la pequeñez de dos de ellos pudiera pensarse que sean el llamado pájaro mosca o zunzuncito, que solo se localiza en la Península de Guanahacabibes, las Cuchillas del Toa y la Ciénaga de Zapata, esta última región colindante con el municipio de Unión de Reyes.
     «Me hice el propósito de mantenerlos vivos y los quiero. Fíjate que hasta les he enseñado a comer de mi propia boca endulzada y los he protegido entre mis senos cuando los últimos frentes fríos». ¡Ya empezó el trabajo de re-educación!
     El almíbar, cuando está espesa, los empalaga; hay que diluírsela bien. El sol excesivo les molesta y se sofocan: «Si se van, bueno, me entristecería y me alegraría por otra parte, aunque quisiera que se adaptaran a una jaula grande, dentro de un jardín, para que salgan y entren libremente». Como los cubanos. Pájaros o no, que aprendan a volar en la jaula.
     «Comen» hasta las 7:30 de la noche y después duermen hasta el amanecer. Un verdadero arte ese prodigio de Caridad: «En el nido uno empujaba al otro y lo sacaba; sin embargo, logré que ambos se acotejaran». Como era de esperar, los problemas de vivienda no demoraron en aparecer.
     Últimamente una pareja de colibríes adultos ronda por los arbustos del patio, libando flores. Mientras, Chichi y sus hermanos de crianza duermen separados por pocos centímetros, posados en una diminuta ramita. Los tres mueven las alas constantemente, a gran velocidad, como preparándose para también libar flores. Son pajarísimos.

Juventud Rebelde


Primarias en EE UU

El voto cubanoamericano fue decisivo en el triunfo de McCain en Florida

     El voto de Terminal Mambisa – el hogar de ancianos cubanoamericano – fue decisivo para el triunfo el martes, en las primarias del estado, del aspirante republicano John McCain, quien se consolidó como favorito para competir por la Casa Blanca, informó la AFP. El candidato se dejó caer por el Versalles para asegurarles a todos que si salía presidente invadía a Cuba.
     McCain, de 73 años, senador por Arizona y ex veterano de guerra en Vietnam, se impuso en una reñida votación al ex gobernador de Massachusets Mitt Romney, de 60 años, y habría captado el voto de uno de cada dos cubanos (los cuales componen hoy más o menos el 15% de la población miamense), según sondeos realizados por cadenas televisivas durante la votación.
     Un 50% de los cubanos (del ya mencionado 15%), especialmente concentrados en Miami y alrededores [el Versalles, la botica Navarro, La botánica Hoy como Ayer, y en otros puestos de frituras de la Calle Chocho], votaron por McCain, mientras sólo un 10% le dio su voto a Romney, indicaron esas encuestas [ese otro10% es asiduo de los mismos lugares ya mencionados, y de larga tradición patriótica, machetera y de iglesias tomar].
     En el sur de la Florida, el 52% de la población hispana es de origen cubano (según el último sondeo realizado en 1998 por el show de Tristina), gran parte tiene nacionalidad estadounidense y vota (contra Castro; no por los Estados Unidos). En la zona central (Orlando y Tampa) la mayoría de los latinos son puertorriqueños (39%), según datos de la oficina estadounidense de Censos. Los cubanos no son latinos, sino platinos (o platinados).
      McCain tiene en Florida el respaldo de los congresistas republicanos Ileana Ros-Letinhen, Mario y Lincoln-Díaz Balart, y del senador Mel Martínez, todos cubanoestadounidenses (y gastadísimos, por cierto).
     De acuerdo con encuestas citadas por el diario El Nuevo Herald, el senador por Arizona obtuvo en total el respaldo del 51% de los hispanos de Florida. El 15% apoyó a Mitt Romney, que quedó segundo a poca distancia, y un 25% a Rudolph Giuliani, ex alcalde de Nueva York, quien finalmente se retiró de la carrera republicana.
     En el condado de Miami-Dade, McCain obtuvo un 37% de votos, impulsado por el apoyo de los cubanoamericanos, que son mayormente republicanos; vaya, que les gusta eso de la República, los tostones y las invasiones con dulce de guayaba.  

Encuentro, 31 de enero


Muere el escritor Osvaldo Navarro

      El novelista y poeta Osvaldo Navarro falleció el jueves por la tarde en México DF., víctima de un infarto masivo, informaron fuentes cercanas.
     Sus restos serán cremados este viernes y sus cenizas trasladadas por su esposa, la poetisa Elena Tamargo, a Miami —donde residen sus hijos Osvaldo y Nazin— para ser sepultados allí.
     Navarro nació en Santo Domingo, Villa Clara, en 1946. Estudió Filología en la Universidad de La Habana y recibió varios premios nacionales de poesía e importantes reconocimientos por su labor literaria. Se exilió en México en 1993 y vivió una temporada en Miami.
     Entre sus obras se encuentran los libros de poesía De regreso a la tierra (1974), Los días y los hombres (1975), Espejo de conciencia (1980), Las manos en el fuego (1981), Nosotros dos (1984), Combustión interna (antología, 1985), Clarividencia (1989), Xabaneras (1996) y Catarsis (1999). Además, la novela testimonio El Caballo de Mayaguara (1984), con la cual obtuvo en Cuba el Premio Nacional de la Crítica, e Hijos de Saturno (2002).
     El Instituto Politécnico Nacional de México publicará próximamente una antología de su poesía. También está en proceso de publicación un trabajo ensayístico de Navarro sobre José Martí.

Encuentro, 9 de febrero


Abel Prieto resta importancia a la fuga de artistas

"Con excepción de uno o dos de los bailarines del Ballet Nacional, todo lo demás no tiene el menor valor para la cultura cubana", dijo el ministro

     El ministro de Cultura, Abel Prieto, dijo este martes que no considera que "la cultura cubana tenga que inquietarse" por la fuga de artistas de la Isla y restó importancia al asunto, reportó EFE.
     "Yo no creo que realmente la cultura cubana tenga que inquietarse por eso, yo, por lo menos, no le doy la menor importancia a eso", explicó hoy Prieto tras participar en la presentación del documental Hombres sobre cubierta (título agorero, por cierto) sobre el trovador Silvio Rodríguez.
     "Yo creo que con excepción quizás de uno o dos de los bailarines del Ballet Nacional que se quedaron en Canadá (…) todo lo demás realmente no tiene a mi juicio el menor valor para la cultura cubana", dijo el ministro en referencia a la fuga de tres figuras del Ballet Nacional de Cuba durante una gira de la compañía por Canadá el pasado diciembre.
     En su opinión, la palabra "deserción" ni siquiera es "útil" para hablar de la decisión que toman los artistas. "Hace muchos años que no hay una verdadera figura de la cultura cubana que decide quedarse fuera de Cuba", agregó.
     Esos artistas "son emigrantes económicos, personas que están buscando tener condiciones materiales de vida algo superiores, (y) por lo general se anulan artísticamente. Es la triste historia", comentó Prieto.
     Según el funcionario, se trata de "reinas por un día o reyes por un día", que "se anulan muy rápidamente" y son utilizados políticamente, en lo que consideró "una farsa", ya que "no hay una mínima dosis de disidencia política".
     En los últimos meses, han abandonado la Isla numerosos artistas, entre ellos el presentador Carlos Otero, la actriz Susana Pérez, el grupo Los Tres de La Habana, ocho integrantes del Circo Nacional de Cuba (más tres leones y dos monos), tres del Ballet Nacional de Cuba, siete del Ballet Español de Cuba, y tres músicos del grupo Los Galanes.
     Sobre los "debates de los intelectuales", a propósito del próximo Congreso de la Unión de Escritores y Artistas de Cuba (UNEAC), Prieto apuntó que la "abrumadora mayoría" tiene la posición de "enfrentar toda expresión de burocracia en la cultura y en la sociedad".
     "Y al mismo tiempo, de defender a esta revolución y a este socialismo haciéndolo más eficiente, haciéndolo realmente superior, en términos de dignificación de la criatura humana, en términos de la dignificación del entorno, de la calidad de vida de la gente", añadió.
     Sobre la posibilidad de que la Asamblea Nacional apruebe una ley a favor del matrimonio homosexual, afirmó que "perfectamente puede" suceder. "No creo que para nada sea algo que en Cuba sea un terremoto ni mucho menos", señaló el ministro.

Encuentro, 6 de febrero


Función de Beneficencia

El Ballet Nacional, el Consejo de Estado y la Asamblea Nacional del Poder Popular de Cuba

tienen el placer de invitarlo a la Función de Gala y Beneficencia que tendrá lugar el 1 de mayo en la sala del Gran Teatro de La Habana con motivo del retiro de la primerísima (entre las primerísimas) ballerina assoluta, assolutissima, la inigualable, imponderable y eterna Comandanta en Jefa del corp de ballet de los ballets: Unión de Jóvenes Comunistas, Central de Trabajadores de Cuba, Federación de Mujeres Cubanas, Milicias de Tropas Territoriales, Ministerio de las Fuerzas Armadas, Ministerio del Interior, G2, Villa Marista y alrededores, Unión de Escritores y Artistas de Cuba, Casa de las Américas, El Caimán Barbudo, Granma, Juventud Rebelde, La Jiribilla, Cubaliteraria, Revolución y Cultura, Instituto Nacional de Deportes, de Recreación y de Educación Física, Comités de Defensa de la Revolución, Federación Estudiantil Revolucionaria, y en fin, todos los grupos danzarios que tanto deben a las botas - perdón, las zapatillas - de la eximia. La Función de Gala y Beneficencia - cuyas entradas pueden adquirirse por el precio módico de 50 centavos la tertulia, $1.00 el tercer balcón, $2.00 el segundo balcón, $3.00 el primer balcón, $4.00 la platea y $5.00 los palcos (esta vez en moneda nacional) - estará dividida en dos partes o actos.

Acto I

Palabras de apertura: Abel Prieto

Desfile de pioneros, cederistas y trabajadores de avanzada

Silvio Rodríguez interpretará Ojalá y La prisión de Cajamal (compuesta recientemente)

Miguel Barnet leerá su Oda a la Diana Barbata

Este primer acto concluye con la interpretación de la escena de la locura de Giselle, un ballet que no necesita presentación. Una Alicia alucinante se transforma en una campesina que se para en puntas, da 60 fuetés, alrededor de otros 60 grand jetés en las afueras del bohío - dejando paralizado a Albretch, y todo esto sin moverse ella de la butaca ortopédica diseñada para la ocasión por el mejor grupo de especialistas óseos y de optometristas, de reanimadores y anestesiólogos del Hospital de Emergencias de La Habana.

Acto II

Regio Final que concluye con la interpretación más esperada y ansiada de la noche. Esa noche se iluminarán todas las calles habaneras - como homenaje póstumo - en el momento en que se abran las cortinas (todo estará perfectamente sincronizado), un chorro de luz caiga sobre el escenario a oscuras, empiecen a sonar las primeras notas, y salga aleteando - por última vez - la Comandanta en lo que promete ser una actuación memorable y, por supuesto, la última: La muerte del Cisne.

Para la compra de entradas dirigirse a la taquilla de La Habana Elegante, emplazada provisionalmente - hasta que adquiramos uno de los salones del Capitolio - en el Parque Fe del Valle.   

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