Israel
López “Cachao” tiene su propia estrella en Hollywood
El legendario músico cubano Israel López Cachao tiene desde
el viernes su propia estrella dorada en el célebre Paseo de la
Fama de Hollywood, informó la AFP.
Cachao recibió una réplica de la estrella número 2219,
que fue colocada frente al club nocturno King King, donde una orquesta
cubana tocó en su honor luego de la ceremonia, según la agencia
AP.
Acompañaron al músico cubano sus amigos los actores Edward
James Olmos y Andy García.
García,
quien nació en Cuba, produjo y dirigió en 1993 un documental
titulado Como su ritmo no hay dos, que ayudó a revitalizar
la carrera de Cachao.
"Él es el más grande ejemplo viviente de la música
en aquel país", señaló García. "Ha sido una
estrella en mi vida durante los últimos 40 años".
Cachao nació en Cuba en 1918, en el seno de una familia de músicos,
y es conocido en el mundo entero por haber revolucionado los ritmos latinos.
Tocaba el contrabajo a la edad de nueve años y entró en la
orquesta filarmónica de La Habana cuando tenía 12. Debido
a su corta talla, López tenía que subirse a una caja de madera
para alcanzar las cuerdas de su instrumento, dijo la AFP.
Es uno de los músicos que más han influido en la música
latina, y ha compuesto junto a su fallecido hermano Orestes más
de 3.000 piezas, en su gran mayoría para la Orquesta Arcaño
y Sus Maravillas.
A Israel y a Orestes López se les atribuye la creación del
mambo en 1939. Este ritmo musical, popularizado por el director de orquesta
y compositor Dámaso Pérez Prado, inspiró en la década
de 1950 una locura mundial por el baile, según la AP.
López también es considerado un maestro de la descarga, sesiones
de improvisación musical con ritmos afroantillanos y mezcla de jazz.
El músico salió de Cuba en 1962, tras la llegada de Fidel
Castro, y se estableció en Nueva York, donde ejerció una
notable influencia en famosas bandas de salsa como las de Tito Rodríguez
y Charlie Palmieri.
López ha ganado varios premios Grammy, incluido uno este
año por su trabajo y por contribuciones a discos de estrellas musicales
latinas, como Gloria Estefan.
Encuentro,
17 de marzo, 2003
Celia
Cruz recibe un homenaje especial de amigos y admiradores en Miami
'Ustedes
me han dado tantos deseos de seguir cantando', dijo la cantante cubana
que asistió a la gala a pesar de su delicado estado de salud
La Reina de la Salsa, Celia Cruz, recibió el pasado 13 de marzo
el homenaje de una treintena de estrellas latinas en el teatro Jackie
Gleason de Miami Beach.
Gloria Estefan y Marc Anthony presentaron la gala Celia Cruz: ¡Azúcar!,
preparada por la cadena
hispana Telemundo y transmitida en directo, informó la agencia
Notimex.
Entre quienes rindieron tributo a la Guarachera de Cuba estuvieron, además,
Olga Tañón, José Feliciano, Rosario, Ana Gabriel,
Paulina Rubio, Alicia Villarreal, Gilberto Santa Rosa, India, Gloria Gaynor,
Patti LaBelle, Albita, Víctor Manuelle, y Luis Enrique.
Tras escuchar a los astros hispanos que le dedicaron versiones de sus mayores
éxitos, Cruz manifestó "ustedes me han dado tantos deseos
de seguir cantando".
"Recen mucho por mí", pidió la artista cubana al reconocer
que está "medio maluca" tras la delicada operación que se
le practicó hace tres meses para combatirle un tumor cerebral canceroso.
"Primero quiero dar gracias a Dios porque cuando me dio la malanga esa
no me llevó", dijo entre aplausos de más de 1500 seguidores.
"Que Dios los bendiga y recen mucho por mí".
Con el humor y la disposición de siempre, a pesar de su estado de
salud, la Reina de la Salsa expresó en una posterior rueda de prensa:
"estoy medio maluca. Me podría haber ido pero no me fui por el cariño
del público".
El pasado 5 de diciembre Celia Cruz fue operada de emergencia en un hospital
de Nueva York para extirparle un tumor cerebral canceroso. El verano anterior
había sido intervenida por cáncer de mama.
En el concierto homenaje, se escucharon algunos de los mayores éxitos
de la leyenda cubana, como Tu voz, La vida es un carnaval,
La
negra tiene tumbao, Yerbero moderno y Burundanga.
Encuentro,
17 de marzo 2003
Centenario
del Conservatorio Amadeo Roldán
Momento
trascendente en la cultura musical cubana
Sonia
Sánchez
Un suceso de extraordinaria importancia para el sistema de enseñanza
artística y la cultura musical
cubana, el centenario del Conservatorio Amadeo Roldán, acapara
durante gran parte de este año un vasto programa dirigido a destacar
el trabajo de la institución, cuna de talentosas figuras, muchas
de ellas de trascendencia internacional.
Inaugurado el 2 de octubre de 1903 como Academia Musical doctor
Juan Ramón O’Farrill, al triunfo de la Revolución tomó
su actual nombre en honor al insigne compositor y pianista cubano, quien
como director del centro realizó una intensa y meritoria labor,
recordó en rueda de prensa Oscar León, del Centro Nacional
de Escuelas de Arte.
La ocasión resultó oportuna para reunir a representantes
del actual estudiantado de la escuela y reconocidos egresados, entre ellos
Chucho Valdés y Ernán López-Nussa, quienes comentaron
sobre su paso por el recinto académico y agradecieron los conocimientos
adquiridos de la mano de profesores de alto nivel técnico.
Roberto Catalá, director del Amadeo Roldán, expuso detalles
sobre las iniciativas previstas a fin de los festejos, entre estas encuentros
con antiguos alumnos y profesores jubilados, concierto de las cátedras
en las salas de teatro, intercambios entre los conservatorios de América
Latina, y desarrollo de un taller de música contemporánea.
También se encuentran en el proyecto el III Encuentro Iberoamericano
de Violín y el V de Piano, exposición, fotos y documentos
históricos relativos a la institución, trabajos de mantenimiento
constructivo y una velada que tendrá lugar el propio 2 de octubre
próximo.
En el Conservatorio Amadeo Roldán se estudian las especialidades
de piano, violín, viola, contrabajo, flauta, clarinete, saxofón,
oboe, fagot, trompeta, trombón, tr ompa, percusión, guitarra,
dirección coral y teoría de la música.
Su quehacer comprende, además, participaciones en concursos nacionales
e internacionales, en Encuentros Latinoamericanos de Enseñanza Artística,
Festivales Internacionales de Música Electroacústica y en
los Jazz Plaza y Jojazz.
Granma,
18 de marzo 2003
La
mentira, o la memoria esclerótica, de Grandma (la abuelita)
No es el Teatro Amadeo Roldán el que cumple 100 años, sino
un importante coliseo de la cultura cubana cuya historia más larga
-- y más fructífera -- cae del lado de la República.
Aún suponiendo que fue en el mismo 1959 cuando al Teatro le fue
cambiado su nombre, 56 de sus 100 años de vida habrían transcurrido,
insistimos, bajo el período republicano. El periódico Granma
deja fuera esa historia, y sólo menciona los menos de 50 años
en que dicha institución ha estado bajo el control estatal. Lo cierto
es, sin embargo, que el Teatro Auditorium -- nombre con que se le
conoció antes del triunfo revolucionario -- ofreció inolvidables
funciones con muchos de los artistas más renombrados del momento.
Como testimonio de ello ofrecemos a nuestros lectores la correspondiente
información sobre las próximas funciones que, auspiciadas
por la Sociedad Pro Arte Musical, anuncia nuevamente el Teatro
Auditorium para alegría de todos.
La
Habana Elegante
Temporada
de Ópera en el Teatro Auditorium
La Sociedad Pro - Arte Musical se complace en invitar a sus socios
a la temporada de Ópera que,
como siempre, tendrá lugar en el prestigioso escenario del Teatro
Auditorium del Vedado en Junio del presente año de 1957.
La
Traviata, ópera en cuatro actos con libreto de Francesco M.
Piave y música de Giuseppe Verdi, subirá a escena el jueves
13 a las 9:15 p.m y el domingo 16 a las 5:15 p.m. El reparto será como
sigue: Violeta Valéry, una cortesana (Renata Tebaldi), Alfredo
Gérmont, su amante (Brian Sullivan), Jorge Gérmont,
padre
de Alfredo (Walter Cassel), Gastón, Vizconde de Letorieres
(Fred Cushman), Barón Douphol, rival de Alfredo (Waldo González),
Flora, amiga de Violeta (Rosaura Biada), Marqués D'Obigny
(Jesús Zubizarreta), Doctor Grenville (Humberto Diez) y Annina,
doncellade
Violeta (Ana Menéndez). La orquesta estará dirigida
por Alberto Erede, mientras que la dirección de los coros le ha
sido encomendada a Paul Csonka.
El martes 18 de junio, a las 9:15 p.m, Pro -- Arte Musical ofrece
la primera función de abono, la
cual incluye El secreto de Susana (ópera en un acto con libreto
de Enrico Golisciani y música de Ermanno Wolf-Ferrari), y Los
Payasos (ópera en dos actos con libreto y música
de Ruggiero Leoncavallo). El selecto reparto de la primera está
integrado por Laurel Herley (la Condesa Susana), Ralph Herbert (el Conde
Gil) y Humberto Diez (Sante, un mayordomo -- personaje mudo). En
cuanto a Los Payasos, su reparto no podía ser más
distinguido: Canio, Pierrot (Mario Ortica), Nedda, Colombina,
su esposa (Gloria Lind), Tonio, Tadeo (Robert Merrill), Pepe, Arlequin
(Fred Cushman) y Silvio, un campesino, amante de Nedda (Ramón
Calzadilla). También en este programa la orquesta estará
dirigida por Alberto Erede, mientras que la dirección de los coros
le ha sido encomendada a Paul Csonka.
Para su segunda función de abono, Pro -- Arte Musical ofrecerá
una de las óperas que goza de
más renombre entre los entendidos: Tosca. Ópera
en tres actos, con libreto de Illica y Giacosa y música de Giacomo
Puccini, la interpretación de Tosca ha sido encomendada al
siguiente reparto: Floria Tosca, cantante célebre (Renata
Tebaldi), Mario Cavaradossi, pintor (Mario Ortica), Barón
Scarpia, jefe de la policía (Walter Cassel), el Sacristán
(José Le Matt), César Angelotti (Humberto Diez), Spoletta,
agente
de policía (Fred Cushman), Sciarrone, gendarme (Waldo
González), Un Carcelero (Jesús Hernández), Un Pastor
(Marta Pineda). Fausto Cleva dirigirá la orquesta
y Paul Csonka está responsabilizado con la dirección de los
coros.
La tercera y última función de abono promete ser memorable.
Tendrá lugar el lunes 24 de junio a las 9:15 p.m. Para ello
ha sido seleccionada otra de las óperas favoritas del respetable:
Aida.
Con libreto de Du Locle y Ghislanzoni y música de Giuseppe Verdi,
Aida
no necesita de presentación. Renata Tebaldi será Aida,
princesa
etíope, esclava de los egipcios, y la secundarán:
Mario Ortica (Radamés,
capitán de guardias), Nell
Rankin (Amneris, hija del Rey de Egipto), Robert Merrill (Amonasro,
Rey
de Etiopía,
padre de Aida), Norman Treigle (Ramfis,
Gran
Sacerdote), José Le Matt (el Rey de Egipto), Ana Menéndez
(Sacerdotisa) y Fred Cushman (Mensajero). Fausto Cleva
dirigirá la orquesta, y Paul Csonka, los coros.
Los
empeños culturales de la Sociedad Pro - Arte Musical cuentan
con el patrocinio de:
Onda
Musical CMBF, 950 Kcs.
Una
obra de cultura al servicio del arte. Ofreciendo música y
sólo música.
Almacenes
Casa Gómez, importadores de tejidos
Gomez
y Cía., S. en C.
Muralla
317 entre Habana y Compostela
Teléfono:
W -- 4648
Editorial
Lex
La
Habana
Oficinas:
Obispo No. 461
Teléfono:
A -- 7333
Talleres:
Amargura
No. 259
Teléfono:
M -- 6320
Impresores
del programa de la ópera de Pro -- Arte Musical
María
Elena Cruz Varela gana el premio de novela histórica Alfonso
X el Sabio
La
escritora exiliada cubana obtuvo el galardón por su obra Juana
de Arco, el corazón del verdugo
La escritora cubana y ex prisionera política, María Elena
Cruz Varela, ganó el viernes la tercera edición del Premio
Alfonso X el Sabio de novela histórica, con su obra Juana
de Arco, el corazón
del verdugo, informó el diario El País.
Juana de Arco "es un personaje que tiene que ver con mi historia personal",
afirmó en conferencia de prensa la escritora exiliada en España,
que pasó dos años en prisión política en Cuba
por su oposición al gobierno de Fidel Castro.
Para Cruz Varela, Juana de Arco, la aldeana que dirigió a los ejércitos
franceses contra los ingleses y que fue quemada en la hoguera por la Inquisición,
es un personaje vigente y ejemplo de cómo "defender patria e identidad
puede acarrear graves consecuencias", dijo el diario El Mundo.
Según la ganadora, como Juana de Arco, ella estuvo "cerca de la
hoguera".
Cruz Varela explicó que construyó su novela a partir del
inquisidor, desaparecido tras ser sentenciada Juana de Arco, y del verdugo
que, después de quemar a la santa, vivió atormentado recordando
como, por más alquitrán que echaba sobre el corazón
de Juana de Arco, no pudo quemarlo.
El Premio Alfonso X el Sabio de novela histórica, convocado
por la Editorial Martínez Rica y Caja Castilla-La Mancha, está
dotado con 48.000 euros.
El jurado que eligió la obra de Cruz Varela estuvo presidido por
la escritora española Ana María Matute.
Encuentro,
19 de marzo, 2003
Daína
Chaviano recibe el Premio Internacional Goliardos
La
escritora cubana obtuvo el galardón por su obra Fábulas de
una abuela extraterrestre que acaba de aparecer en México
La escritora cubana Daína Chaviano recibió en Tlaxcala, México,
el Premio Internacional Goliardos dedicado a reconocer la obra de
escritores, creadores e investigadores en los géneros de fantasía
y ciencia ficción.
Chaviano recibió el galardón por su novela Fábulas
de una abuela extraterrestre, que acaba de publicar
en México la editorial Océano.
Goliardos es una sociedad mexicana que agrupa a autores y ensayistas de
ficción y fantasía. En ocasiones anteriores, recibieron el
reconocimiento figuras como Guy Gavriel Kay, autor canadiense recopilador
de los relatos inéditos que formaron El Silmarillion, de
J. R. R. Tolkien; Christa Faust, por su obra del neogótico estadounidense;
Alejandro Jodorowsky, por su obra cinematográfica de vanguardia;
y David Schow, guionista de The Raven, entre otros.
Daína Chaviano ha sido comparada con autoras como Ursula K. LeGuin
y Angélica Gorodischer, por sus valores estéticos y filosóficos
de carácter universal. Fábulas... se publicó por primera
vez en 1988 en Cuba. Posteriormente se tradujo al alemán y obtuvo
el Premio Anna Seghers, de la Academia de Artes de Berlín.
Según los organizadores del evento, el premio a Chaviano es un reconocimiento
a su importancia y trayectoria como escritora, y a su novela Fábulas...
considerada uno de los clásicos de la ciencia ficción hispanoamericana.
El premio Goliardos, fundado hace cinco años, le fue entregado durante
XI
Festival Internacional de Ficción y Fantasía, en la Universidad
del Altiplano, en el estado de Tlaxcala, México.
Chaviano ha publicado además Los mundos que amo, Amoroso
Planeta, Historias de hadas para adultos, El hombre, la hembra
y el hambre, que obtuvo el Premio Azorín, El abrevadero
de los dinosaurios, Casa de juegos, Gata encerrada y
País
de dragones, entre otras obras.
Encuentro,
19 de marzo, 2003
Los
cubanos celebran el 20 de mayo en Miami
El 20 de mayo, Día de la (In)Dependencia Nacional fue celebrado,
con emotivos actos patrióticos, en cada uno de los hogares cubanos
de Miami. Peregrinaciones al restaurant Versalles, una parade protagonizada
por The Republican Cuban Girls for Democracy, y un novenario por
la libertad de Cuba,
rezado a la patriotísima Virgen de la Caridad del Cobre -- y durante
el cual algunos rogaron a las Alturas porque se abata sobre la Isla esclavizada
otro 20 de Mayo como el que le cayó a Saddan Hussein -- fueron sólo
tres de las múltiples actividades llevadas a cabo por los patriotas
más longevos de la colorida ciudad floridana. No faltaron
quienes aprovecharon este día para recordar lo que debe la Patria
al desvelo de hijos como Fulgencio Batista, Pilar García, Esteban
Ventura Novo, Salas Cañizares, y Carratalá, así como
para solicitar del Presidente Bush ayuda para restaurar la democracia y
los derechos prusianos -- digo, humanos -- en Cuba.
Por
su parte, la Asociación de Damas Enlutadas (capítulo
de El Elcanto) celebró un bautismo colectivo de mascotas
cubanas y recaudaron fondos para salvar a los perros callejeros que deambulan
por la calle 8 -- a pesar de todo lo que lucharon nuestros próceres
-- sin patria, sin amo, y -- de más está decirlo -- sin comida.
Finalmente, hay que destacar la significativa presencia de escritores cuyas
edades respectivas rebasan la del primer dinosaurio encontrado en los Everglades.
Gracias al esfuerzo colectivo de estas plumas, se pudo editar un volumen
de poemas patrióticos escritos todos en las difíciles condiciones
impuestas por los sufrimientos del exilio histórico. El libro
lleva por título: ¡Ay, Cuba!, y fue publicado por Ediciones
Mambí.
Una delegación de la Federación Fulana Empecinada
rindió tributo a los cinco mil héroes del exilio, y juró
lavar con sus vidas -- o con las de otros -- el crimen.
Las celebraciones por el 20 de mayo concluyeron con una Tribuna Abierta
frente a la Torre de la Libertad.
Bola
de Nieve: el hombre triste que cantaba alegre
Un
documental sobre Ignacio Villa muestra sus aristas como cubano, negro,
homosexual, santero, pro revolucionario y sobre todo artista. Su director,
José Sánchez-Montes, habla para Encuentro en la Red
Michel
Suárez, Valencia
La primera referencia que José Sánchez-Montes tuvo del músico
cubano Bola de Nieve fueron unos discos facilitados por amigos que conocían
su admiración por la música de la Isla. Supusieron que le
gustaría, pero jamás imaginaron que de ese encuentro nacería
un documental sobre tan atractiva personalidad. "A partir de ahí
empecé a interesarme por él - admite el director español
-. Bola es algo que te impacta para siempre". La realización estuvo
a cargo de la compañía Ático 7, con sede en
la ciudad de Granada, en coproducción con Canal Sur Andalucía,
el ICAIC, Media 3.14 y el Canal 11 de la televisión
mexicana.
Hoy por hoy ¿cuál es la repercusión real de la obra
de Bola de Nieve en el público español?
Ahora
mismo en España, excepto para los intelectuales, Bola de Nieve es
un desconocido. No es ninguna casualidad que a lo largo de la literatura,
en biografías de escritores, en las canciones de los músicos
de España, hayan referencias a Bola de Nieve. Gente como Pedro Almodóvar,
Joaquín Sabina, Alfredo Bryce Echenique, Camilo José Cela,
Rafael Alberti... lo han mencionado. Creo que seguro va a explotar en un
momento determinado y la gente va a empezar a tener interés por
este personaje mundial.
¿Cómo
está concebido estructuralmente el documental?
Bola de Nieve: el hombre triste que cantaba alegre es un documental
de 72 minutos contado por amigos, familiares, conocidos y expertos en música.
Nos van narrando tanto la biografía de Bola como su forma de ser,
que para mi era fundamental para que él cantara y compusiera como
lo hizo. Empieza con una secuencia que llamamos "la muerte del héroe",
que es su multitudinario entierro en
Guanabacoa. Luego empezamos a contar su historia desde el principio hasta
que llega la Revolución. Bola se adscribe a esa primera revolución
que era todavía vibrante e ilusionaba a la gente, y que es la única
que él conoció debido a su muerte en el año 1971.
A partir de ahí comenzamos a referirnos a otros elementos como son
su condición de negro en una Cuba que había postergado a
los negros y que seguía postergándolos; a su condición
de homosexual en una Cuba que siempre fue muy contraria a eso, e incluso
la Revolución en sus primeros tiempos también lo fue. Él
navegaba en ese mundo con una cierta soltura y acabó siendo un artista
importante en la época de Batista y posteriormente en la de la revolución.
Me parece fascinante cómo ese personaje consiguió sobrellevar
y sortear todas esas dificultades.
Algunos creen que siendo más o menos excéntrico, como su
coterránea La Lupe, corrió mejor suerte que ella en sus relaciones
con el naciente régimen.
La Lupe era maravillosa como intérprete por el desgarro de sus canciones,
que se parece mucho al del Bola. Pero Bola la supera en el estudio y la
investigación profunda sobre la música cubana. Nos decía
Helio Orovio - y yo creo que es cierto -, que Bola era precursor del mambo
antes que Pérez Prado. Fue también precursor del feeling.
Algunos lo han identificado con el feeling, pero Bola es anterior
al feeling. La propia Marta Valdés se niega categóricamente
a que se le incluya en ese movimiento.
Él es el precursor internacional de canciones tan conocidas como
La
flor de la canela y La vie en rose... Bola es mucho Bola.
Es un ícono absoluto. Edith Piaff decía que nadie cantaba
La
vie en rose como Bola. Chabuca Granda le tenía absoluta pasión,
y la interpretación que él hace - amanerada como dice Orovio,
u homosexual como digo yo - de La flor de la canela, es genial.
En ese sentido es único, y yo creo que Latinoamérica lo considera
así.
Lógicamente, yo creo que Bola fue mucho más amoldado que
La Lupe. Fue un "seguidista", una especie de abanderado de la Revolución.
Viajaba por todo el mundo: en Rusia cantó en ruso y en China en
chino, tenía fotos con Mao. Él era un pro revolucionario
muy declarado, y de hecho, su enemistad con Reinaldo Arenas vino de ahí.
Arenas empezó siendo su amigo, pero luego acusó a Bola de
ser "el calesero del Partido". Bola se declaraba marxista, fidelista y
yoruba, o sea que era una cosa tremenda. Yo creo que eso se entiende porque
vivió los primeros años de la revolución, en aquel
mundo idílico en el que de pronto los negros pensaron que iban a
ser felices y a cambiar su estatus; los homosexuales - seguramente - pensaron
lo mismo. Él vivía prácticamente en una especie de
nube, donde se codeaba con Fidel y con todos los artistas internacionales
que iban a Cuba. En cambio, La Lupe venía del mundo de la calle,
de los patios, de los solares, y cantaba lo que vivía. Pero Bola
no vivía en ese mundo, Bola era "del mundo de los VIPs".
¿En
qué testimonios se basó para armar el documental?
Hay mucha gente interesante. Sobre todo hay muchas entrevistas radiofónicas
con Bola en Perú, México y Cuba. Participa Helio Orovio,
para mi un musicólogo maravilloso, un personaje estupendo que conoce
la música cubana al dedillo desde lo afrocubano hasta el rap,
absolutamente todo. También Luis Carbonell, que fue amigo de Bola;
una señora de la canción cubana como Esther Borja y el músico
y folclorista Lázaro Ros. Entre los mexicanos está Vicente
Garrido, y de España Santiago Auserón, que ha trabajado mucho
con la música de Cuba. Luego hay un personaje que ya forma parte
de lo privado que se llama Israel. Era el maître del Monsignor,
lo que se llamó el Ché Bola en un momento determinado.
Era un amigo muy íntimo y especial para Bola, y forma parte del
hilo narrativo de la segunda mitad del documental.
En cuanto a los archivos de imágenes nos hemos quedado absolutamente
sorprendidos, porque yo nunca había visto a Bola de Nieve. Yo creo
que casi nadie aquí lo había visto. Lo comentaba incluso
con Joaquín Sabina, que sólo lo conocía a través
de fotografías. Yo empecé a investigar en el archivo del
ICAIC y encontré unos fragmentos breves que venían de la
maravillosa película Nosotros la música, de
Rogelio París. Eso era lo que había. Pero encontré
en la televisión cubana muchos archivos, incluso algunos inéditos.
Investigué en la filmografía en la que aparecía Bola
y encontré siete películas, tres de ellas en México,
una en Brasil y otras tres en Argentina. Encontramos un material de muchísima
calidad.
¿Cómo
se ha concebido el ciclo de exhibición?
El documental empezó con muy buen pie y mucha fortuna porque nos
invitaron a clausurar el Festival de Cine Latino de Nueva York,
y le gustó a la gente. Como diría Bola, no nos tiraron hollejos
de naranja ni nada de eso. Si todo va bien, el documental se verá
prácticamente en eventos de todo el mundo: La Habana, Granada, Málaga,
Madrid, Sao Paulo, Montreal, San Francisco, Los Ángeles, México,
Perú, Uruguay... Al menos un recorrido de un año.
Encuentro,
19 de marzo, 2003
Del
Premio
Nacional de Periodismo Cultural José Antonio Fernández de
Castro 2003 y de los periodistas independientes condenados en Cuba
a severas e injustificables penas de prisión
"El pez muere por la boca" reza, como sabemos, el conocido refrán
castellano. ¿Y qué mejor manera de comprobarlo que el artículo-entrevista
con el que Pedro de la Hoz congratula en la edición electrónica
del Granma (21 de marzo) a Luis Suardíaz por habérsele entregado
el Premio Nacional de Periodismo Cultural José Antonio
Fernández de Castro 2003. El comienzo no tiene desperdicio:
"Confiesa no haberse dado cuenta de que era periodista, aunque había
estudiado los rudimentos
de la profesión en Camagüey, esa "comarca de pastores y sombreros"
evocada por su coterráneo Nicolás Guillén." Y añade:
"Recuerda sus pininos en la radio y, como una hazaña, haber conseguido
una página poética en El Camagüeyano." En efecto,
sólo el que tenga un estómago a prueba de la escritura más
pedestre, puede malamente digerir el pésimo "periodismo cultural"
de Suardíaz, de manera que hay que creerle cuando afirma que fue
"una hazaña" el haber conseguido "una página poética
en El Camagüeyano." Pero lo que nos interesa subrayar
aquí es que se le ha concedido, nada menos que el Premio Nacional
de Periodismo Cultural José Antonio Fernández de Castro
2003 a alguien que no se graduó nunca de periodismo. Sabemos,
por supuesto, que muchos escritores se han dedicado al periodismo cultural,
y que ello no ha requerido ninguna especialización avalada por estudios
académicos. Pero no hay que olvidar que una de las acusaciones más
fuertes dirigidas contra los periodistas independientes en Cuba fue la
de no ser periodistas. Supongamos, no obstante, que se objete que lo que
éstos hacían no era, en modo alguno, "periodismo cultural",
sino propaganda política en contra de la Revolución. En primer
lugar, habría que restringir -- porque de eso se trata, de restringirlo
-- el sentido de lo "cultural" a lo estrictamente "literario" o "artístico."
Pero, aún así, basta leer los supuestos méritos del
"periodismo cultural" de Suardíaz para constatar que éste
apenas ha escrito nada que no haya sido propaganda. No por casualidad el
trabajo de De la Hoz lleva como subtítulo: "Suardíaz en la
pelea." El periodismo cultural de Suardíaz tuvo su "prueba decisiva,"
dice De la Hoz:
en
la profesión vendría tras la alborada de Enero de 1959 y
en correspondencia con sus responsabilidades cívicas ante los nuevos
tiempos de la Patria: de un día para otro se vio fundando un periódico,
Orientación Revolucionaria, y un suplemento cultural, Siete Días
de Orientación, y colaborando desde la tierra de los tinajones con
varias publicaciones nacionales.
Y
agrega: "A ese [subrayado nuestro] Luis Suardíaz (Camagüey,
1936), perfecto complemento del poeta reconocido como una de las voces
de la Generación del 50, le viene como traje a la medida el Premio
Nacional de Periodismo Cultural José Antonio Fernández de
Castro, que el Ministerio de Cultura le otorgará hoy." Estamos ante
un zurcidor de pésima propaganda cuyo "periodismo cultural" se resume,
simple y llanamente, en la práctica sistemática de el más
hueco y desabrido servilismo. El supuesto "amplio espectro" -- bueno, su
"estilo" es verdaderamente espectral -- de los asuntos abordados
por Suardíaz apenas consigue disimular su condición de alabardero
de la "batalla de ideas" que, por cierto, mejor debería llamarse
"batalla contra las ideas": "memoria histórica, crítica literaria,
cuestiones relacionadas con la defensa de la identidad nacional, temas
vinculados a la ideología... personalidades, evocaciones, anticipaciones
o enjundiosas noticias." Para comprobarlo, léanse, por ejemplo,
sus artículos: "Los poetas cantan a su Revolución" (1ro de
enero, 2003), "El factor decisivo que ignoraron nuestros enemigos" (11
de noviembre, 2002), o "Augusto Monterroso: una vida cumplida" (11 febrero,
2003). En éste último, al evocar al fallecido escritor mezcla
su cursilería personal con la de la "batalla de ideas": "De la inmortalidad
se duda a diario, pero quiero pensar que la dama misteriosa llamada Posteridad
no dejará en el olvido a Augusto Monterroso, nacido en Tegucigalpa
en 1921, guatemalteco por decisión propia y largamente avecindado
en México desde donde muchas veces viajó hasta Cuba para
testimoniar su decisiva adhesión a la Revolución que sentía
como cosa propia" (énfasis nuestro). Y si esto no fuera
suficiente, ahí está "Baragaño, tres aniversarios"
(29 de octubre, 2002). Suardíaz no puede evitar recordarlo
"bromeando con Rolando Escardó en su cuarto de trabajo unas semanas
antes de que el autor de Las ráfagas falleciera en un accidente
mientras que organizaba el Primer Encuentro Nacional de Escritores y
Artistas en cuyas sesiones participó Baragaño, quien
en abril de 1961 combatió en Girón, donde su amigo había
organizado cooperativas de pescadores y campesinos, y de allí
continuó hacia la Limpia del Escambray" (énfasis nuestro).
El hecho mismo de que Suardíaz trabaje para el periódico
Granma
es la prueba más irrecusable de que su trabajo está recortado
en el mismo patrón de las Tribunas abiertas o de las mesas redondas.
Pero nada de esto importa, y mientras los periodistas independientes (sean
o no periodistas, y sean o no independientes) son sentenciados a condenas
carcelarias totalmente desproporcionadas, y se les desprestigia por no
ser periodistas y sólo posar como tales, a Suardíaz -- un
"periodista" no menos dependiente -- se le premia nada menos que con el
Premio
Nacional de Periodismo Cultural José Antonio Fernández de
Castro 2003. Después de todo, cualquier justificación
es buena para reprimir aquello que ya no puede ocultarse, ni con cientos
de cadenas perpetuas o de fusilamientos sumarios: el descontento crece
en Cuba, y se hace escuchar.
La
Habana Elegante
Crecimiento
de la UNEAC en el corazón del Imperio
Un inusitado acontecimiento de la cultura cubana tuvo lugar hace poco,
nada menos que en Arlington, Virginia (a muy poca distancia del corazón
del Imperio, de las entrañas del monstruo). En efecto, allí
se efectuó, por primera vez, un crecimiento de la UNEAC, y para
lo cual viajó expresamente a los Estados Unidos el poeta y dramaturgo
Norge Espinosa. En representación de la
Academia norteamericana, participó también otro laureado
escritor, José Quiroga, y cuyo libro Tropics of Desire
se ha mantenido en el primer lugar de popularidad desde que fue editado.
El lugar escogido para esta actividad fue la redacción de La
Habana Elegante, en Arlington. Allí su redactor, Francisco Morán,
recibió de manos de Norge Espinosa el carné que lo acredita
como escritor cubano de la otra orilla, pero que también es
reconocido y apreciado en la otra.
La ceremonia de crecimiento dio inicio con la intervención del compañero
Quiroga, quien dio lectura a los avales enviados por Antonio José
Ponte, Juan C. Aguilera, Pedro Marqués de Armas, y Reina María
Rodríguez. Estos compañeros coincidieron en reconocer el
trabajo que está llevando a cabo La Habana Elegante como
revista electrónica difusora de la cultura cubana, así como
de tantos ecos y murmullos que la hacen tan amena y que le han granjeado
el respeto y el cariño de los cubanos orilleros de todas partes,
incluyendo, desde luego, esa otra orilla de la Isla -- o mejor, esa otra
ala del pájaro -- que es Puerto Rico.
Una vez leídos los avales, se procedió a abrir la urna que
contenía los votos de todos los escritores
cubanos que estaban en edad de votar cuando se hizo el escrutinio. Para
sorpresa de todos, había votado el 100% de ellos y todos habían
respaldado la elección de Francisco Morán como miembro de
la UNEAC. Fue una elección democrática cuya transparencia
la equipara a las elecciones del Poder Popular en Cuba. A continuación,
y cumpliendo las orientaciones del ministro de cultura, Abel Prieto, José
Quiroga procedió a leer los estatutos de la UNEAC. En la foto que
presentamos vemos al grupo momentos después de que el compañero
Quiroga leyera los Estatutos que, en el papel, garantizan que la UNEAC
es una Organización No Gubernamental, "algo que -- insistió
Quiroga -- deben recordar siempre todos los escritores cubanos."
Francisco, quien vistió para la ocasión una camisa con diseño
exclusivo de Oscar de la Renta, se veía radiante de felicidad. Quiroga,
luciendo un hermoso pulover de seda verde olivo de la colección
Versace, no cesaba de congratular a su amigo. Y en cuanto a Norge, ¿qué
decir? El orgullo con que lo vemos en la foto presentándole a Francisco
su carné de miembro de la UNEAC lo dice todo. Por cierto, Norge
eligió para un instante tan memorable una camisa de mangas rangland
con botonadura de carey, de la exclusiva marca de Opina.
Al final, Francisco recibió un ejemplar del poemario Desde mi
altura, de Antonio Guerrero -- para quienes no lo sepan es uno de los
cinco héroes, etc, etc. Terminada la actividad hubo un baile en
el que se mezclaron los contagiosos ritmos de la Habanera Tú,
de El Manisero, y del Grand Pas de Quatre.
Para
Alfredo Guevara en su entrega fundacional
Con la entrega ayer en la Sala Charles Chaplin a Alfredo Guevara
del Premio Nacional de Cine, otorgado por primera vez en el aniversario
44 del Instituto Cubano del Arte e Industria Cinematográficos
(ICAIC), se constituye una nueva historia de reconocimiento a la propia
trayectoria del cine revolucionario cubano. Nueva historia que se entroncó
en su edición inicial con quien es considerado el mayor regente
de la fundación y la rebeldía de esta etapa del séptimo
arte nacional.
El
actor José Antonio Rodríguez, al leer el acta del jurado
del que formó parte, expresó, entre otras alabanzas al premiado,
esa condición de fundador y figura rectora que ejerció durante
casi cuatro décadas en el ICAIC, de creador de la revista Cine
Cubano y del Festival Internacional del Nuevo Cine Latinoamericano
de La Habana, así como de infatigable defensor de la identidad
de los pueblos a través de su imagen cinematográfica.
Por su parte, Roberto Fernández Retamar apeló a su propia
poética y a la de otros relevantes intelectuales como Mario Benedetti
y Pablo de la Torriente Brau para ilustrar esa labor fundacional de Alfredo
y los compromisos y riesgos que afrontó como luchador de ideas y
de espíritu que ha sido en defensa del enlace entre la lealtad revolucionaria,
el rigor y la belleza.
El propio Guevara luego de tomar en su persona el primer Premio Nacional
de Cine necesitó de una recapitulación sobre su vida
y su pensar dedicados a amar el cine, que para él es amar a Cuba,
para concluir diciendo a los presentes que sus reflexiones y el mundo de
inquietudes que lo alientan a luchar, aunque a veces lo entristezcan, son
el mejor agradecimiento que ha podido brindar.
Granma,
25 de marzo, 2003
Memorias
de la clase muerta, Poesía cubana 1988 -- 2001
es
el título de la nueva antología de poesía cubana que,
compilada por el poeta y ensayista Carlos A. Aguilera y con un "Prólogo
sin credenciales" a cargo de Lorenzo García Vega publicó
la editorial mexicana Aldus el pasado 2002.
Son nueve los poetas que recoge la selección, la cual concluye con
un epílogo de Aguilera: Pedro Marqués de Armas, Omar Pérez,
Ricardo Alberto Pérez, Juan Carlos Flores, Rolando Sánchez
Mejías, Rito Ramón Aroche, Rogelio Saunders, Ismael González
Castañer y Carlos A. Aguilera. La ilustración del frontispicio
corrió a cargo de Carlos M. Luis, y para ello se tomó su
imagen digital "Todos somos patafísicos", de la serie Ubu, K,
Godot (2000). En su prólogo, García Vega se refiere a
a la obra de estos poetas en los siguientes términos: "Nada de contextos,
entonces, para acercarse a los poetas de la clase muerta. Nada de contextos,
ni de Historia. A lo más, si se quiere, profundizar en los chinos
que, extrañamente, también comosi fueran perdigones, a veces
se resbalan sobre los textos de esta antología. [...] Detrás
de las citas de los Bernhard, de los Wittgenstein, que estos poetas siempre
hacen, está el polvo, los harapos, de ese destartalo, de esa cagazón,
que ha sido el locus donde estos poetas han tenido que abrir los
ojos." En cuanto al compilador, éste explica la estrategia de la
selección de la manera que sigue: "A pesar de lo ridículo
que pueda ser, esta antología es más bien el relato de un
concepto, de cómo se hace evidente lo conceptual o cierto juego
entre fictus e idea en algunos poetas que comienzan a publicar en la década
anterior [los ochenta]. Para esto hemos seleccionado textos que se acoplan
a una reflexión sobre el poema, el escritor y sus articulaciones
en determinado hábitat (Bordieu): lo civil, lo político,
el nacionalismo (Omar Pérez, Juan Carlos Flores), lo escritural,
lo histórico, lo antropológico (Rolando Sánchez Mejías,
Pedro Marqués de Armas, Ismael González Castañer,
Rogelio Saunders), lo neobarroco, la tensión con los referentes
literarios, lo ininteligible (Ricardo Alberto Pérez, Rito Ramón
Aroche), o pedacitos de otros conceptos menos claros o caricaturescos."
Canciones
inéditas de Chucho, Disco del Año de la EGREM
Omar
Vázquez
La EGREM retomó su premiación para distinguir los
fonogramas más vendidos de su catálogo. Como
Disco
del Año 2002 fue reconocido Canciones inéditas,
del maestro Chucho Valdés; en Antología, Grandes
éxitos de Compay Segundo; Compilación, De Cuba
son (varios intérpretes), producido por Jorge Rodríguez;
Antología
de Versiones, Habana All Stars, de la Charanga All Stars; Música
popular bailable: Sur Caribe con to', de la orquesta Sur Caribe;
y Jazz Latino: Ultrasonido, del Cuarteto Habasax. Del Sello
Auténtico, el disco más vendido fue Un son para Trinidad
(varios intérpretes);
Pop:
Déjame entrar, de
Buena Fe, que también fue el casete más popular; Música
de concierto: Obra guitarrística de Leo Brouwer; y en
Disco
Revelación compartieron: Dale campana, de Juan Carlos
Alfonso y su Dan Den, y Qué cosas tiene la vida, de Pupy
y Son, los que son.
Granma,
2 de abril, 2003
Tolstoi
y el lector de tabaquería
Nilo
Cruz recibe el premio Pulitzer de dramaturgia por su última
obra, Ana en el Trópico
Midiala
Rosales Rosa, México D. F
El pasado lunes 14 de abril, en una estación de trenes de Nueva
York, el escritor cubano Nilo Cruz recibió una llamada que le cambiaría
la vida: había recibido el premio Pulitzer de dramaturgia
por
su obra Ana en el Trópico. La obra está inspirada
en una tradición que tienen las fábricas de tabacos cubanas
y que data de 1865: la del "lector", un trabajador que ameniza las largas
jornadas laborales leyendo novelas, poesías y periódicos.
En ella se cuenta la historia de un grupo de trabajadores de una fábrica
de tabacos enclavada en Tampa, en 1929, casi todos exiliados cubanos, quienes
ven alterarse sus vidas cuando el personaje-lector, Juan Julián,
comienza a leerles la novela Ana Karenina, de León Tolstoi.
Descubrir que eran los mismos trabajadores quienes pagaban al lector con
un por ciento de su salario - dice Nilo Cruz desde su apartamento en Nueva
York, en entrevista telefónica con Encuentro en la Red
-, "me pareció increíble". "Me resultó fascinante
saber que estos hombres y mujeres, en su mayoría analfabetos, conocieran
a Don Quijote y pudieran recitar de memoria versos de José Martí
o Rubén Darío, gracias a esa costumbre cubana del lector
en las fábricas de tabaco. Esa fue mi principal inspiración".
Ana
en el Trópico está escrita en inglés. La trama
se desarrolla en el interior de la fábrica de tabacos y tiene como
personajes principales a Juan Julián (el lector); a la esposa de
Palomo, Conchita, quien comienza a engañar a éste con Juan
Julián; a Santiago, copropietario de la fábrica, y a Cheché,
socio de Santiago, quien termina matando a Julián, resentido porque
su esposa se escapó con el lector anterior de la fábrica.
También está Marela, la joven soñadora a quien Cheché
reprende por hacer mal su trabajo, siempre embelesada por la bella voz
del lector y por la historia del personaje de Ana.
Sobre por qué escogió la novela de Tolstoi, el autor responde:
"Decidí que la novela que se leería no podía ser otra
que Ana Karenina, porque además de que Tolstoi es un autor magnífico,
en mi investigación descubrí que la gran mayoría de
estos trabajadores eran socialistas y tenían grandes expectativas
con lo que estaba pasando con la revolución rusa. Todo lo que llegaba
de Rusia les interesaba mucho".
Nilo Cruz nació en Cuba, en 1961, y emigró con su familia
a Miami cuando tenía nueve años. Acerca del premio, comenta:
"Cuando me dijeron que estaba nominado, no se lo dije a nadie. No pensé
que ganaría porque entre los finalistas estaban Edward Albee, el
dramaturgo de ¿Quién le teme a Virginia Woolf?, y
Richard Greenberg, un escritor que ha estado nominado varias veces y que
gusta mucho aquí en Nueva York. Además, las obras de ellos
estuvieron en Broadway y la mía se presentó en un teatro
chiquito en Miami, y casi nadie la vio. Creo entonces que la decisión
para el premio estuvo basada en el texto. En Estados Unidos respetan mucho
al autor de la obra, no como en Latinoamérica, donde se respeta
más al director".
¿Cómo
cree que incidirá este premio en su carrera como dramaturgo?
Esto me va a ayudar a internacionalizar mi trabajo. Muchas compañías
de teatro y editoriales ya me han llamado interesadas en poner mi obra
y en publicarla. A mí me encantaría hacer teatro fuera de
Estados Unidos, en Cuba y en México. Me parece que quizás
pueda empezar a escribir algo de cine, en Hollywood.
¿Todas
sus obras son de temas cubanos?
He escrito varias, con distintos temas. Tren de Medianoche a bolina
es sobre las guerrillas en Latinoamérica. Es la historia de dos
niños que se ven envueltos en esa lucha y no saben lo que está
ocurriendo. Lorca en un vestido verde es sobre la muerte de Lorca.
Dos
hermanas y un piano está basada en el caso de la poeta María
Elena Cruz Varela, que estuvo presa en Cuba por pedir cambios para el país.
Mis personajes son dos mujeres que están con el Gobierno, son del
partido, revolucionarias, pero quieren cambios.
¿Es
difícil vivir del teatro en Estados Unidos?
La experiencia de haber pasado necesidad en Cuba me preparó para
mi vida de artista. Recordar que mis padres a veces no tenían qué
poner en la mesa para comer y el trabajo que se pasaba para todo, me enseñó
a vivir con lo mínimo. Como quise dedicarme al teatro, supe que
no iba a ganar mucho dinero, pero fue una decisión que tomé,
porque quería otro tipo de satisfacción: la de hacer arte,
de poner una obra y verla en escena. En los cuatro meses que estuve en
Miami escribiendo Ana en el Trópico, anduve todo el tiempo
en bicicleta. Como es un lugar plano y caluroso, me parecía el medio
de transporte ideal. Sin embargo, los amigos míos que llegan ahora
de Cuba lo primero que quieren es comprarse un carro del año.
¿Qué
recuerdos guarda de su infancia en Cuba?
Un lugar que yo amo y al que siempre voy cuando regreso a Cuba es el patio
de la casa de mi abuela, que está en Matanzas. Es una casa colonial
y hay algo allí que para mí es como volver a mi infancia,
completamente.
¿Cómo
influyó en Nilo niño el cambio de cultura y de país?
Cuando llegamos a Miami fue muy difícil, porque eran los años
setenta y los afroamericanos estaban en plena lucha contra el racismo.
Empezaron a sabotear y a quemar ciertos negocios y mis padres tenían
mucho miedo de esa violencia de Estados Unidos en aquel tiempo. Para protegerme,
pues prácticamente me encerraron. No me dejaban salir a jugar en
la calle -aparte de que eso no es costumbre aquí-, y bueno, viví
una vida bastante aislada. Mi escape fueron los libros y la televisión.
¿Conoce
la literatura cubana? ¿Cuáles son sus influencias literarias?
Sí he leído literatura cubana, Virgilio Piñera, Abilio
Estévez, que es el dramaturgo que más me gusta, y Estorino
también. Lezama y Carpentier me gustan pero me parecen muy barrocos.
Mi escritor cubano preferido es Reynaldo Arenas, porque creo que logra
captar muy bien al cubano contemporáneo. Yo monté una obra
suya en Miami. Y bueno, tengo influencias de García Lorca, que me
encanta. También Saramago.
Usted
escribe sólo en inglés. ¿Por qué?
Escribo en inglés para que los americanos nos entiendan, para que
sepan cuáles son nuestros sueños, cuáles son nuestras
inquietudes, para que vean que operamos desde un centro -yo diría-
como que más emotivo. Así me comunico directamente con ellos.
También porque mi español es un poco limitado. Además,
si escribiera en español mi trabajo tendría que ponerlo en
dos o tres salitas de teatro.
En
Ana
en el Trópico los personajes tienen una carga simbólica.
Cheché, por ejemplo, detesta a Juan Julián (el lector) y
quiere meter máquinas para aumentar la producción. ¿Qué
representa en la obra?
Cheché es cubanoamericano, y es la mentalidad norteamericana completamente.
Es quien acaba con la tradición y la magia del lector, porque quiere
meter las maquinarias en la fábrica. Me pareció interesante
también el paralelo entre esos inmigrantes cubanos y españoles
que llegaron a Estados Unidos, a Tampa, con los exiliados de hoy en día.
También durante mi investigación me di cuenta de que 1929
y 1930 son los años de la depresión en Estados Unidos, y
a los primeros que despidieron de las tabaquerías fue a los lectores.
¿No
ha incursionado en otros géneros literarios? ¿Por qué?
No escribo otro género porque me encanta lo efímero del teatro,
que en un momento lo ves y después se va. Me gusta el teatro porque
es como un juego, y me encanta la palabra que hay en inglés para
designar al teatro, play, que significa jugar. Entonces, el teatro me parece
bellísimo porque es como jugar a las casitas, a disfrazarse. Es
muy infantil, algo inventado, es como seguir jugando como niños,
pero ya siendo adultos.
Encuentro,
30 de abril, 2003
Recibe
Alicia homenaje mundial
PARÍS (AFP).- La UNESCO rindió (otro) homenaje este martes
en París a la cubana Alicia Alonso,
"mito viviente" de la danza a sus 81 años de edad (esto quiere decir
que todavía respira) y quien asegura que "uno es eternamente joven"
en el ballet. Desde luego, cualquiera que haya vivido en Cuba, al menos
durante los últimos cuarenta y cuatro años podría
tener la misma impresión: que es posible mantenerse en punta, aún
después de los 80 años.
"Señora Alicia Alonso, si existe un nombre que evoca a nivel internacional
la estética de la danza, la coreografía y su enseñanza,
es seguramente el suyo", declaró el director general de la UNESCO,
Koichiro Matsuura, quien, al parecer, es corto de memoria, en el acto celebrado
con motivo del Día Internacional de la Danza.
La bailarina, fundadora del Ballet Nacional de Cuba y creadora de
la Escuela Cubana de Ballet, y aún de la Escuela Egipcia
de Ballet para Minusválidos, afirmó por su parte, que "el
ballet es un arte necesario para el ser humano" (¿ven qué
inteligente y aguda?) y dijo que "uno es eternamente joven en la danza.
Uno nunca tiene edad". Desde luego; uno nunca tiene edad; sólo tiene
arrugas, parálisis cerebral, cataratas, inmovilidad en la pituitaria
y polvo en el occipucio, pero.... no "edad."
Tras el acto de homenaje, se proyectaron dos películas, Las estrellas
mundiales de la danza, realizada en su homenaje en 1989, y Giselle,
realizada en 1965 y en la que puede admirarse su interpretación
de ese ballet. Alicia no tiene "edad," en efecto, sino siglos, toneladas
de tiempo que le han oxidado hasta el sentido común más elemental.
Granma,
30 de abril
Tributo
a la Danza
Miguel
Cabrera
En la noche de ayer, fecha en que culminaron en nuestro país las
actividades por el Día Internacional de la Danza, la sala
García Lorca del Gran Teatro de La Habana, fue testigo de
un acontecimiento de particular relevancia: la entrega del Premio Nacional
de Danza 2003 a las célebres
bailarinas Loipa Araújo, Aurora Bosch, Josefina Méndez y
Mirta Plá, conocidas internacionalmente como las Cuatro Joyas
del ballet cubano.
El galardón, otorgado por la Unión de Escritores y Artistas
de Cuba y el Consejo Nacional de las Artes Escénicas,
fue un justo y esperado reconocimiento a cuatro figuras que desde los tempranos
años de la Academia de Ballet Alicia Alonso, donde convergieron
las cuatro a partir de 1955, supieron asimilar el rico legado de sus maestros,
no solo en lo que se refería a su formación técnico-artística, sino
también a la responsabilidad social del artista y en el compromiso
contraído para siempre con el país en que habían nacido.
Entre 1956 y 1959 período en que el Ballet de Cuba desapareció
como compañía, a causa de la agresión de la tiranía
batistiana, supieron mantenerse sólidamente unidas, preparándose
para el futuro luminoso que las aguardaba (sin comentario). En esa nueva
etapa de sus vidas vencieron el reto de formarse como primeras figuras
y en período simultáneo desdoblarse en maestras capaces de
formar las nuevas generaciones de bailarines cubanos en la Escuela Nacional
de Arte, de la cual fueron fundadoras.
En las décadas del 60 y 70, las Cuatro Joyas enriquecieron la gran
tradición de la danza escénica
femenina cubana, iniciada por Alicia Alonso, porque como bien señalara
el crítico inglés Arnold Haskell, "no fueron ellas Alicias
de imitación, sino individualidades muy fuertes y muy diferentes
cada una". En el arte de ellas, el público de ballet pudo encontrar
nuevos rostros para Giselle, Odette-Odile, Swanilda, Lisette o la princesa
Aurora. Y como musas inspiradoras de coreógrafos cubanos y extranjeros,
quienes crearon para ellas más de un centenar de ballets, se ganaron
los elogios de la crítica mundial, obtuvieron altos galardones en
eventos de carácter competitivo y lo más trascendente: el
cariño y el respeto de sus compatriotas.
Hoy, aunque alejadas de la escena como intérpretes, siguen vigentes
en el mundo del ballet por su valioso trabajo como maitres y profesoras,
con el que prolongan sus experiencias, su gran sabiduría, en las
nuevas generaciones de bailarines cubanos y de muchas partes del mundo.
Loipa, Aurora, Mirta y Josefina recibieron el tributo de toda una nación
que encontró en el quehacer de ellas la continuidad de una gloriosa
estirpe artística, inolvidables momentos de goce estético
y la reafirmación del inagotable caudal de talento que podía
surgir de las entrañas de nuestro pueblo.
Granma,
30 de abril
Compromiso
de hierro con la Patria
En su muy conocido El Presidio Político en Cuba, Martí
escribe:
Mi patria me había arrancado de los brazos de mi madre, y señalado
un lugar en su banquete. Yo besé sus manos y las mojé con
el llanto de mi orgullo, y ella partió, y me dejó abandonado
a mí mismo.[...]
Volvió el día 5 severa, rodeó con una cadena mi pie,
me vistió con ropa extraña, cortó mis cabellos y me
alargó en la mano un corazón. [...]
Mi patria me estrechó en sus brazos, y me besó en la frente,
y partió de nuevo, señalándome con una mano el espacio
y con la otra las canteras.
La Patria no es aquí una madre amantísima sino que, paradójicamente,
es la que expatria al hijo y lo
lanza a la orfandad (literalmente, arranca a Martí de los
brazos de su madre). Trasmutada en altar de sacrificio perenne, la Patria
es una entidad cruel que sólo le ofrece dos alternativas a su hijo:
el
espacio, o sea, una gloria que a duras penas consigue disfrazar o disimular
su verdad última -- la muerte, la destrucción del cuerpo
-- o las canteras, esto es, la prisión, el sufrimiento. No
hay que olvidar que a pesar de que Martí acata esa voluntad tremenda,
no duda en calificarla de "severa." Es esa Patria, precisamente, la que,
como nunca antes, se entronó en Cuba a partir de 1959. Fue esa Patria
la que hizo redadas y cortó los cabellos de los hippies en los 70,
y la que señaló el espacio educativo de la cárcel
en los campamentos de la UMAP. Fue también esa Patria la que ha
sido alimentada con constantes sacrificios humanos: la aventura en Angola,
el hundimiento del remolcador 13 de Marzo, los recientes fusilamientos
y encarcelamientos, pero, sobre todo, con la cotidiana incitación
al sacrificio a niños y jóvenes, a hombres y mujeres.
Si se quiere un ejemplo de lo que estamos diciendo, ahí está
el artículo "Martí en nuestros niños," publicado en
la edición electrónica del Granma del 22 de mayo actual,
y con un destaque que reza: Reciben pioneros del Cerro réplica
de la sortija Cuba, símbolo de los clubes patrióticos Amigos
de Martí. El verbo "reciben" suaviza la verdad. Los periodistas
que firman el artículo debieron decir, simple y llanamente que a
los pioneros les fueron entregadas -- sin que ellos las pidieran -- las
réplicas "de la sortija Cuba." Lo que sí no se escamotea
es la intención de semejante regalo. Veamos, entonces, como sigue
el artículo que suscriben Dania Pérez y Javier Gómez:
Ese hombre de La Edad de Oro es mi amigo, expresaron a coro los
pioneros de cuarto grado del municipio capitalino del Cerro, quienes recibieron
la réplica de la Sortija Cuba como emblema de los Clubes Patrióticos
Amigos de Martí a que pertenecen, en el acto celebrado en la
escuela primaria Alfredo Sosa.
En conmemoración de los 50 años de la colocación del
busto del Apóstol en el Pico Turquino, 145 pioneros en representación
de los 1378 integrantes de los Clubes Patrióticos del Cerro, recibieron
de manos de sus madres una sortija con la inscripción Cuba, semejante
a la que tenía Martí y que le entregó Doña
Leonor cuando llegó a Nueva York en 1887; aquella había sido
confeccionada con un eslabón de los grilletes que usó durante
el presidio.
Hoy renace la Sortija Cuba que acompañó al Apóstol
hasta su caída en Dos Ríos, en miles de manecitas esperanzadas,
como dijera Martí, en hacer obras férreas al tener una sortija
de hierro semejante a la que laceró su piel marcándolo para
toda la vida.
Los Clubes Patrióticos Amigos de Martí constituyen una especie
de aula martiana, que nació en 1994 en la escuela primaria Pepito
Mendoza de Centro Habana. Agrupan a pioneros que de manera voluntaria se
reúnen una vez por semana para estudiar la vida y obra del Maestro,
y aspectos de nuestra historia y la del resto de América Latina,
dijo el profesor Carlos Marchante, director del Museo Fragua Martiana,
perteneciente a la Dirección de Extensión Universitaria
de la Universidad de La Habana, quien pronunció las palabras
centrales del acto.
La entrega de los anillos se hará de forma general el día
19 de junio a todos los pioneros que integran estos clubes, en conmemoración
del nacimiento de Doña Leonor Pérez Cabrera, la amada madre
de Martí.
Los niños "recibieron de manos de sus madres una sortija con la
inscripción Cuba," pero -- uno tiene que preguntarse -- ¿de
manos de quién, o de quiénes las recibieron
a su vez las madres? Una vez más la Patria severa se parapeta detrás
de la figura materna para exigir el compromiso de hierro, la disposición
al sacrificio. Ahora no se trata del adolescente que fue a Presidio, y
que aceptó conscientemente el llamado de la piedra sacrificial,
sino de "miles de manecitas esperanzadas" a la que se les atribuye -- o
se les impone -- el deseo de Martí de "hacer obras férreas
al tener una sortija de hierro semejante a la que laceró su piel
marcándolo para toda la vida." De esta manera los niños cubanos
son marcados -- como reses destinadas al sacrificio -- por el hierro de
la ideología. Esos "pioneros que de manera voluntaria se reúnen
una vez por semana para estudiar la vida y obra del Maestro, y aspectos
de nuestra historia y la del resto de América Latina" remedan de
una manera demasiado exacta -- y por tanto burda -- los círculos
de estudio del Partido Comunista o de la Unión de Jóvenes
Comunistas, o las Tribunas abiertas. ¿O es que nos van a decir también
que esos "clubes patrióticos" nacieron como iniciativa de los pioneros
mismos, sin que mediara ninguna "orientación" o "sugerencia" emanada
desde las altas esferas de la política cubana? ¿Acaso no
se trata de un capítulo más de la llamada Batalla de ideas?
Batalla que, por cierto, se gana solamente silenciando a las ideas contrarias.
Pues bien, La Habana Elegante propone que en lugar de la sortijita
de hierro que
invita a la auto-laceración, se les entreguen a los niñitos
cubanos kimonos de seda, abanicos japoneses -- aunque sean de la Casa
de los Trucos -- que promuevan la desviación en todas direcciones.
Y que el que se quiera inmolar, que se inmole, pero no por la Patria, sino
por una mulata de Cayo Hueso, o por un mulato de la Víbora. Por
su parte, El Fígaro propone recaudar fondos para obsequiarle,
a cada niño cubano, una sortija de oro como la que mostramos aquí.
Por cada uno de nuestros
suscriptores que adquiera, por el módico valor de $1.00 oro americano,
el magnífico reloj de oro enchapado -- que también mostramos
-- El Fígaro obsequiará una sortija de oro, finísima,
a un niño cubano. Además, esta sortija será también
una declaración de patriotismo de los niños cubanos, puesto
que en su interior lleva inscrito el título de un poema de Martí:
"Sed de belleza." En cuanto al reloj que estamos prácticamente regalándole
a los suscriptores de este periódico, queremos hacer notar que el
mismo está garantizado por cincuenta años, con magnífica
maquinaria americana del último modelo, con rubíes.
Expondrá
Kcho
(cubanía cinco estrellas) por primera vez en Matanzas
La
Galería
Óleos, en el lobby del hotel Club Amigo Plus Varadero,
es el espacio escogido por Alexis Leyva Machado (Kcho) para exponer
por primera vez en la provincia de Matanzas
A Kcho -- a quien ya no le queda ni un kacho de lo que fue -- ha
recibido los santos oleos de la Batalla de Ideas. De constructor de balsas
a embalsamador del Komandante, Kcho -- ¡koncho! -- ya pagó
su moneda al César. La nota informativa (Granma, 4 de mayo,
2003) de Bárbara Vasallo Vasallo -- vasalla por partida doble --
nos dice lo siguiente:
La Galería Óleos, en el lobby del hotel Club Amigo Plus Varadero,
es el espacio escogido por Alexis Leyva Machado (Kcho) para exponer
por primera vez en la provincia de Matanzas.
En la Galería que forma parte del Taller de Creación Albatros,
de la Unión de Escritores y Artistas
de Cuba (UNEAC), el reconocido artista cubano pondrá a consideración
del público más de 20 obras, algunas inéditas.
La expoventa se inaugurará el seis de mayo y se incluye dentro de
la Convención Internacional del Turismo que tendrá
lugar en esta ciudad balneario a partir del próximo lunes.
Óleos, centro de proyectos artísticos de primera
categoría en el mercado del arte y ubicada a poco metros del mar,
es propicio para la obra de Kcho, que habla de la relación
existente "entre la Isla y el medio líquido que las separa de las
otras cosas" como él ha expresado en varias oportunidades.
El joven artista estudió en la Escuela Elemental de Arte,
en la Isla de la Juventud, su tierra natal, y se graduó en 1990
en la Escuela Nacional de Artes Plásticas de La Habana.
La obra de Kcho aparece en colecciones mundiales, como la del Museo
Nacional de Bellas Artes, en La Habana; MOMA, de Nueva York;
Galería de Jeu De Paume, París; Museo Centro de
Arte Reina Sofía, en Madrid, y la Fundación Ludwig,
Aachen, Alemania. (AIN)
Ahora las balsas de Kcho son vendidas en las convenciones internacionales
de turismo, y se han vuelto muy cómodas y confortables gracias a
la popularidad de que gozan en el mercado de las miasmas cubanas, al igual
que las ruinas de las casonas del Vedado. La obra de Kcho expresa, es cierto,
"la relación existente 'entre
la Isla y el medio líquido que las separa de las otras cosas',"
pero ese medio líquido -- en el que tantos se han hundido
-- es también la moneda con la que Kcho ha pagado sus privilegios
aduanales. Sus balsas se mueven ahora, no a impulsos de la tragedia o de
la ironía, sino según la voluntad del viejito titiritero.
En otro artículo aparecido también en el Granma (22
de mayo), titulado "Cubanía 5 estrellas" y firmado por Sonia Sánchez
leemos lo que sigue:
Cubanía
5 estrellas
Sonia
Sánchez
La
vanguardia artística volvió a tomar por asalto el Hotel Nacional
de Cuba
En la mesa buffet La Veranda, 10 famosos pintores de diferentes
generaciones expresaron el símbolo de lo cubano en la emblemática
institución, lo que le aporta un inapreciable valor dada su condición
de monumento y museo si se recuerda el paso por ese recinto de numerosas
figuras del ámbito nacional e internacional, cuyos nombres son parte
de la historia, la cultura, la economía o la política de
todos los tiempos.
Ahora el talento se volcó en el recién develado mural La
Cubanía, que reúne las reconocidas firmas de Alexis Leyva
Machado (Kcho), Alicia Leal, Flora Fong, Zayda del Río, Eduardo
Roca (Choco), Eduardo Miguel Abela, Juan Moreira, Rafael Pérez,
Vicente Rodríguez Bonachea y Ernesto Rancaño.
La experiencia llevada a vías de hecho en diciembre del 2000 por
70 artistas plásticos, quienes convocados por el Consejo Nacional
de las Artes Plásticas y la cadena hotelera Gran Caribe
confeccionaron auténticas obras de arte en forma de cubremanteles,
fue retomada para bienestar espiritual del turista devenido así
admirador de nuestro acervo identitario.
Otro referente artístico para el disfrute estético nos regala
el Hotel Nacional a sabiendas, por supuesto, de la responsabilidad
asumida al convertirse también en coleccionador institucional, una
categoría en la que debemos detenernos a reflexionar y sobre la
cual llaman la atención por estos días estudiosos del tema.
Es, por tanto, una entidad del Estado que atesora un valioso arsenal, puesto
a disposición de los visitantes que recorran sus salones. Tal es
el caso igualmente de otros centros, entre ellos el Hotel Inglaterra con
una destacada labor en la esfera cultura-turismo reconocida por los ministerios
correspondientes y la Unión de Escritores y Artistas de Cuba
(UNEAC).
Así,
la cultural cubana continúa su línea ascendente y el turismo
se enriquece mucho más.
"La vanguardia artística volvió a tomar por asalto el Hotel
Nacional de Cuba," comenta la periodista echando
mano a la archirreciclada metáfora militar -- el volvió
nos lleva al eterno retorno de lo mismo. También el Hotel Nacional
es "una entidad del Estado que atesora un valioso arsenal." El Estado
es el fabricante absoluto de La Cubanía, y estos pintores
son, apenas, meros traductores de la voluntad estatal. En un país
que no ha dejado de imaginarse como plaza sitiada, aún los hoteles
devienen arsenales estatales. Pero, por debajo de esos atractivos "cubremanteles"
que nos son presentados como "auténticas obras de arte," asoma sus
orejas el mantel vacío, la ficción de las comidas profundas.
Kcho -- convertido en empresario de la ideología cubana -- aparece
en la foto junto al director del hotel en el momento de develar una de
esas obras "auténticas." Asoma el penacho de una palma -- la consabida
palmita que nos recibe lo mismo en el Hotel Nacional que en las casas de
muchos exiliados en Miami, en las cataratas herédicas, o en el trabuco
de las obras completas de Martí. Palmitas "auténticas" para
los turistas, es decir, palmitas "pintadas." La Cubanía --
y el título del mural es emblemático -- está hecha
a la medida del dolar y del bolsillo del turista; está en venta,
y es tan auténtica que cualquier visitante con dólares suficientes
para comprarla, puede llevarse un pedazo de esa cubanía, cuya autenticidad
está avalada por la firma; o mejor, por la cotización alcanzada
por la firma -- ya sea la de Kcho o la de Zaida del Río -- en el
mercado de lo cubano.
Yerba
Buena con Xiomara Laugart, un concierto muy peculiar
Miguel
A. Sirgado
Era una tarde calurosa aunque la brisa del mar corría a ratos a
través del pequeño anfiteatro al aire libre de la calle 73
y la avenida Collins de Miami Beach. Mientras atardecía, el lugar
se iba llenando de gente bonita y peculiar. Madres con niños pequeños,
norteamericanos, mulatos, latinos, blancos y
toda una extensa y variopinta gama de aficionados a la buena música
bailable que, en plan picnic creativo, muy a la Woodstock caribeña,
se concentraron frente al escenario del auditorio al aire libre para bailar,
sudar y pasar un rato extraordinario.
El evento cerraba la serie de presentaciones del TransAtlantic Festival
organizado por The Rhythm Foundation. ¿Las bandas? La asombrosa
brasilera Dj Dolores y su orquesta Santa Massa y los neoyorquinos de Yerba
Buena.
Lo primero que hay que resaltar es que la localidad era perfecta y que
no cabe duda de que existe un público en Miami sediento de alternativas
que vayan más alla de lo acostumbrado, lo mismo en término
de espacios como de entrega artística. Y sin duda éste fue
un concierto tan peculiar como disfrutable.
De manera que no es gratuito que Yerba Buena se haya convertido en uno
de los grupos favoritos de esa audiencia --la misma de DJ Spam, Funkito,
y otras agrupaciones de fusión alternativa local. El secreto radica
en la indiscutible habilidad de estos músicos de crear una sonoridad
relevante y armoniosa dentro de la corriente conocida como Latin Alternative,
en la que se mezcla la electrónica con elementos acústicos
de lo afrocubano y caribeño, hip-hop y funk.
Pero es que Yerba Buena está compuesto por excelentes músicos.
Su director Andrés Levin -- un estupendo compositor, productor y
multi-instrumentalista venezolano --, ha trabajado con una larga lista
de conocidos artistas como Amigos Invisibles, Aterciopelados,
Ely Guerra, El Gran Silencio, Carlinhos Brown, Moreno Veloso, La
Portuaria, Ana Torroja y Ricky Martin, sin contar sus créditos con
luminarias de la talla de Caetano Veloso, Marisa Monte, Chaka Khan, Tina
Turner, David Byrne y Arto Lindsay, por sólo mencionar algunos.
A Levin se le unen en el escenario la vocalista cubana Ileana Padrón
(esposa de Levin y con el sobrenombre escénico ''Cucu Diamantes'')
y el cantante y bailarín, también cubano, Eduardo ''El Chino''
Rodríguez; el saxofonista Ron Blake y el trompetista Rashawn Ross,
ambos de St. Thomas. También de Cuba el percusionista Pedrito Martínez,
que además de la rumba interpreta cantos yorubas.
En el bajo el norteamericano Sebastian Steinberg y al frente de las voces
la magnífica cantante cubana Xiomara Laugart -- que ha sido comparada
en su sabor con Celia Cruz y en su poderío vocal con Diana Ross.
En este concierto el grupo demostró que tiene madera de superestrella
y no necesariamente por la actitud de su publicista, John Reilly, de la
agencia Rogers & Cohen, cuya actitud ampulosa y soberbia con los fotógrafos
de la prensa fue tan desproporcionada como inncesaria, contrastando con
la modestia del grupo que representa.
Incidente aparte, las verdaderas estrellas de la noche, los músicos,
hicieron un alarde de fusión y virtuosismo en cada una de las 10
canciones que interpretaron en su set.
Su ritmo contagioso puso de manifiesto que el sonido de Yerba Buena es,
ante todo, intoxicantemente bailable, lleno de texturas y ricos contrastes.
Las letras de las canciones son pegajosas y le sacan la sonrisa al bailador
mientras saltan del inglés al español, o del yoruba a un
''spanglish'' callejero de urbe metropolitana, concurrida y dinámica.
Es notorio como cada miembro de la banda ejerce su influencia propia en
el escenario.
Pedrito Martínez se desplaza por cada ritmo con una magnífica
fluidez. ''El chino'' y ''La diamantes'' bailan y cantan luciendo un virtuosismo
que pone al público de pie y a sudar.
Xiomara Laugart tiene una voz espectacular y exhibe sin reparos su amplísima
versatilidad como intérprete además de una presencia escénica
poderosa que para nada recuerda a aquella tímida trovadora de Café
Cantante de La Habana de los ochenta.
Levin, Laugart y el resto de Yerba Buena le dan un vuelco a la moribunda
salsa e incorporan elementos de rumba, rap, boogaloo, funk,
son, jazz, afrobeat y hasta cumbia, mezclados con loops electrónicos,
obteniendo un resultado tan fresco como impetuoso.
Al disfrutar de estos músicos en el escenario es posible recordar
el espíritu de unidad y diversión que emanaba de la vieja
guardia latina que marcó una pauta en la música bailable
norteamericana de los curenta y cincuenta. Pero también remite a
aquellos primeros años de las orquestas populares habaneras como
Van Van o Revé cuando cantaban despreocupadamente sobre la ilusión,
la conquista y el amor en un lenguaje diáfano y en una Habana a
la que todavía le quedaban trozos de su riqueza citadina.
Es innegable que Yerba Buena está construyendo una música
de encuentro al tiempo que borra fronteras con canciones que hablan de
la rumba y de la vida cosmopolita.
El
Nuevo Herald, 14 de mayo 2003
Cundo
Bermúdez: una vida de arte
Armando
Alvarez Bravo
El paso del tiempo, que puede ser tan espléndido como terrible,
hace de Cundo Bermúdez una de las dos figuras sobrevivientes de
la constelación de artistas plásticos que, desde la irrupción
seminal de Víctor Manuel en el panorama artístico de la Isla,
a la que siguió la de Carlos Enríquez hace ya más
de ocho décadas, abren una nueva senda y posibilidad al arte cubano.
Un arte que impondría sus cualidades, contemporaneidad y universalidad
en los años 40 y 50. El otro pintor es José María
Mijares. Ambos residen exiliados en Miami.
El Lowe Art Museum, de la Universidad de Miami, en Coral Gables,
celebra la vida, trayectoria y quehacer del creador con la exposición
Cundo Bermúdez: Una vida de arte. La muestra es una retrospectiva
que abarca más de sesenta y seis años de labor y sus curadores
fueron el coleccionista Mario Amiguet y Teresa Callava. Ambos han reunido
más de 50 piezas realizadas por el expositor entre los años
40 y los 90. Estas provienen de colecciones privadas y públicas
e incluyen dos obras mayores del artista: El balcón, de 1941,
y La barbería, de 1942, ambas pertenecientes a la colección
del Museum of Modern Art (MOMA), de Nueva York.
Desde sus límites, esta es quizás la muestra más definidora
del trabajo del artista a lo largo de su vida y permite al visitante observar
como su labor ha evolucionado hasta alcanzar la diafanidad, limpieza y
concentración que la caracterizan actualmente. En este sentido,
Amiguet manifiesta en su Dedicación que ''Nunca habíamos
tenido la oportunidad de ver cuadros de tan alta calidad artística
creados en cinco diferentes décadas, incluyendo obras que jamás
habían sido exhibidas para el deleite de los seguidores y amantes
de su creatividad''. Esta es una pintura que se ha ido decantando a sí
misma hasta quedar en una esencia en que hay tanto hieratismo, elegante
estilización, regusto por el uso del color y un indudable potencial
decorativo a partir de la abstracción del tema abordado.
El
artista, nacido en La Habana, en 1914, es prácticamente un autodidacta.
Tan sólo estuvo dos años en la Academia de Bellas Artes de
San Alejandro, en la que se matriculó en 1930. Tras presentar varias
muestras en la capital cubana y participar en exposiciones clave en el
desarrollo de la plástica nacional, como la Primera Exposición
de Arte Moderno, en 1937, viaja a México, donde estudia en la Academia
San Carlos. Esa época está marcada por la preponderancia
de artistas como Diego Rivera, José Clemente Orozco. David Alfaro
Siqueiros y Rufino Tamayo, que desde su visión de lo autóctono
en todas sus posibilidades, influyen en Bermúdez y en sus obras
volcadas sobre la cotidianidad de su patria. Esa influencia tocará
a otros creadores cubanos de su época, al igual que a un enorme
sector de la plástica latinoamericana. En el caso de Bermúdez,
esa influencia alcanza la excelencia en las piezas que exaltan la arquitectura,
el ritmo de vida de la gente de a pie, el ambiente y ese juego de las formas
y volúmenes que será clave en esta pintura y que encontrará
su apoyo en el uso del color en toda su pureza.
Es indudable que Bermúdez --que ha realizado su obra en dos paisajes
fundamentales, Cuba y Puerto Rico-- va dejando atrás deliberadamente
la influencia mexicana y también lo que podríamos designar
como una figuración realista para adentrase en un mundo de formas
y colores en que la imagen y el tema han sido llevados a una condición
de estirpe metafórica. No hay en este artista el menor afán
de apegarse a la realidad. Lo que evidentemente procura es establecer un
distanciamiento en que el motivo de cada pieza valga por sí mismo
y, a la vez, sea capaz de proyectarse más allá de un posible
imaginario nacional, de un caudal de discursos plásticos cubanos,
e insertarse en un espectro de universalidad.
En este sentido, el galerista José Martínez Cañas
afirma en su introducción a la muestra: 'De lo cubano' en la obra
de Cundo se ha escrito mucho, pero debemos preguntarnos por qué
su obra trasciende todo esquema encaminado a encasillarlo dentro de un
espacio o grupo y tiene su obra una especie de intemporalidad curiosa,
cosa que atribuyo al enorme acervo cultural de este artista''. Esa perspectiva
la completa el galerista señalando: ``La visión de Cundo
nunca ha sido literaria y siempre ha estado desnuda de toda anécdota.
La placidez de las situaciones que observamos en sus obras refleja una
realidad simplificada imbuida en un mundo de color, donde a partir de un
dibujo que forma la estructura de la obra, la imagen se sumerge en una
situación predeterminada''.
Han pasado muchos años y cosas desde que Bermúdez participó
en una de las exposiciones más importantes del arte cubano en toda
su historia, Modern Cuban Painting, en el MOMA, en Nueva York. Ahora
su obra ha llegado a los máximos de la estilización. Como
consigné hace ya tiempo, el pintor asegura que siempre pinta a los
mismos personajes porque con una sola línea se puede llegar al infinito.
¿Su fórmula? ¿El secreto de la riqueza de colorido
y forma de sus figuras? Nunca olvido su respuesta a esta pregunta. Fue:
``Todo lo hago a lápiz. Hago las figuras desnudas y después
las visto''.
Quizás ese sea un factor en el aspecto ornamental, decorativo de
su obra. No podemos olvidar su fascinación por el arte egipcio y
por los frisos. Esa capacidad de síntesis y ese sentido de la pintura
como elemento clave que enriquece el entorno alcanzará su máxima
expresión cuando en el Performing Arts Center, actualmente
en construcción, se instale su mural Ways of Performing.
En
buena medida ese mural es una obra de síntesis, de celebración
de la vida y el teatro y la música que lo fascinan, y, también,
una cristalización de una aventura estética que hace del
pintor una figura principal del arte cubano. Le ha dedicado su vida.
Cundo Bermúdez: A Life in Art puede visitarse hasta el 1
de junio, en Lowe Art Museum, University of Miami, 1301 Stanford
Drive, Coral Gables. Horario: martes, miércoles, viernes y sábado,
de 10 a.m. a 5 p.m.; jueves, de 12 a 7 p.m. y domingos, de 12 a 5 p.m.
Entrada: adultos, $5.00; personas mayores, $3.00; estudiantes, miembros
de la facultad, personal de la Universidad de Miami y miembros del Lowe,
gratuita.
El
Nuevo Herald, 11 de mayo
Premiación
en el Cubadisco 2003
Premios
por categorías:
Antología:
Tres
décadas, Moncada (EGREM). Antología de versiones:
Obsesión,
Míriam Ramos (Unicornio). Banda sonora:
Delirium tremens,
X Alfonso (Bis Music). Canción:
Canciones del buen amor,
José María Vitier (Unicornio-SGAE). Diseño:
La
rumba es cubana. Dis: Claudio Gómez (Unicornio). Fusión:
Yusa,
Yusa (Tumi Music). Grabación: Tremenda rumba, Maraca,
Orestes Águila / Jon Fausty (Ahí `namá). Grabación
in situ: Sembrando la esperanza, Medardo Montero (EGREM). Hip
hop: Homenaje a Benny Moré, X Alfonso (Unicornio). Jazz:
Habana
report, Ernán López Nussa (Unicornio). Multimedia:
Oggún,
Lázaro Ros (Imágenes-Unicornio). Música bailableactual:
Se
rompieron los termómetros, Manolito Simonet y su Trabuco (Eurotropical).
Música
coral:
Esteban Salas, Ars Longa (Ofic. Hist. de la Ciudad).
Música
de cámara:
Esteban Salas, Ars Longa (Ofic. Hist. de la
Ciudad) Música de archivo:
La
soberana, Celeste Mendoza, prod: Jorge Rodríguez (EGREM). Música
electroacústica: Tecnotrónicas, Juan Blanco y
Edesio Alejandro (EGREM). Música infantil: Parampampín,
Rosa Campos (Bis Music). Música popular tradicional: Guitarramía,
Polo Montañez (Lusáfrica). Música folclórica:
Rumba
de corazón, Los Muñequitos de Matanzas (Bis Music). Música
popular tradicional y folclórica:
Esto sí es suco
suco, Mongo Rives (Bis Music). Música sinfónica:
Clásicos
cubanos, Orquesta Sinfónica Nacional (EGREM).
Notas discográficas:
Habana
report, Leonardo Acosta (Unicornio). Pop: Arsenal, Buena
Fe (EGREM).
Solista concertante:
Dansoneo, Ulises Hernández
(Bis Music). Rock: Nieve en La Habana, Dagoberto Pedraja
(Unicornio).
Testimonio: Sembrando la esperanza, Coro Instructores
de Arte (EGREM). Video clip:
Venga la esperanza (Cánteme),
Ana M. Moreno y Alfredo Ureta (Unicornio). Ópera prima: Metrópoli,
Elmer Ferrer (Unicornio). Producción: Canciones del buen
amor, Ana Lourdes Martínez y Silvia Rodríguez Rivero
(Unicornio-SGAE).
Granma,
15 de mayo, 2003
Los
Beatles, ¿beneficiarios de la música cubana?
No, el título original del artículo -- subtitulado Proa
a Liverpool, firmado por Luis Hernández Serrano y publicado
por Juventud Rebelde -- no tiene signos de interrogación.
Se trata -- aunque no lo crean los
amables lectores de La Habana Elegante, sobre todo los que vivieron
los 60´s y los 70´s en Cuba -- de una afirmación.
Vayamos, entonces, al artículo. Según el mismo, "Ernesto
Juan Castellanos, escritor e investigador del Rock en Cuba, autor de tres
libros y un documental sobre los célebres Beatles, ha concluido
un nuevo texto en torno al ya legendario grupo inglés y viajará
el próximo día 20 de este mes rumbo a Liverpool para asistir
al concierto final de la actual gira de Paul Mc Cartney por distintos países
y realizar un nuevo material fílmico."
¿Qué me dicen, eh? Luego de ser prohibidos en Cuba, después
que tantos jóvenes de mi generación fueron pelados a la fuerza
en plena vía pública, hoy se publican libros, se filman documentales,
y hasta se le hace una estatua a John Lennon y se lo sienta en un parque
de La Habana como si nada hubiese pasado. Desde luego, nada de esto habría
sido posible si antes no se hubiese trabajado y retocado la imagen de los
peludos ingleses, particularmente, por supuesto, la de John Lennon. Just,
imagine. Primero hubo que convertirlo casi en guerrillero, en defensor
de
los desposeídos del mundo. Y no se trata de que queramos negar las
preocupaciones sociales de Lennon, preocupaciones que -- hasta hace muy
poco -- todos, con la única excepción de la esclerótica
cultura oficial cubana, conocíamos. Continuemos, pues, leyendo el
artículo de Juventud Rebelde (el subrayado es nuestro):
El joven intelectual cubano ha sido invitado a Inglaterra para escuchar
dicho concierto, por David Stark, editor y director de la prestigiosa revista
británica Songlink International.
Ese concierto de Mc Cartney, donde él canta y toca el piano y el
bajo, que dura casi tres horas, acompañado por cuatro músicos
seleccionados especialmente para su periplo, ha sido escuchado ya por dos
millones de personas desde que inició su gira por Estados Unidos,
hace más de un año.
“Estaré dos semanas por Londres y Liverpool. David Stark, quien
coordinó hace dos años mi entrevista con Sir George Martín,
el productor musical de Los Beatles, me está coordinando igualmente
una entrevista con Paul Mc Cartney. Hablaremos, entre otras cosas, sobre
mi tesis de la posible influencia del pentagrama cubano y latinoamericano
en la suya. De lograr entrevistarlo, ese sería mi nuevo documental
sobre el grandioso grupo que asombró y aún asombra al mundo”,
dijo Ernesto Juan Castellanos.
El nuevo libro que está ya en proceso de publicación por
Ediciones
Unión, se titula John Lennon en La Habana with a little help
from my friends. Se trata de una historia del Rock en Cuba, con entrevistas
a Abel Prieto, Miguel Barnet, Silvio Rodríguez, Leo Brouwer, Juan
Formel, Jorge (Papito) Serguera, Monseñor Carlos Manuel de Céspedes
y otras personalidades cubanas.
Su debut fue Los Beatles en Cuba (1998). Después, El sargento
Pimienta vino a Cuba en un submarino amarillo (2000). El tercer libro
fue La guerra se acaba si tú quieres (2001.
El documental de Ernesto Juan Castellanos, Descalzo sobre Abbey Road,
hecho junto a Guille Vilar, recoge el peregrinar de los dos realizadores
cubanos por Londres y Liverpool, incluída la visita al famoso estudio
donde Los Beatles grabaron su fabulosa discografía.
Hasta aquí la truculencia del articulillo. ¡Le zumba la carabina
de Ambrosio! Al paso que van las cosas, pronto vendrá otro libro
cuyo título podría ser: I want to hold the cinco héroes's
hands, o Come together: el principio de la unidad revolucionaria
en Los Beatles. Pero, ya no basta con transformar a Lennon en un abanderado
de la causa cubana -- puesto que es de esto, y no de otra cosa, de lo que
aquí se trata. No; hacía falta algo más impactante.
¿No se dice que Los Beatles revolucionaron -- atención
a la palabrita -- la música del siglo XX? Pues, bien, si el caradura
de Ernesto Juan Castellanos -- más conocido como "joven intelectual
cubano" -- "demostrara" que la música cubana y la latinoamericana
-- no se olvide que por un complicado proceso de operación metonímica
la música latinoamericana no es sino una transformación de
la música cubana -- influyeron en las composiciones de los Beatles,
entonces, ¡zas!, sería la música cubana, Beatles mediante,
la que habría revolucionado la música del siglo XX.
Zoe
Valdés gana el Premio de Novela Fernando Lara
La
escritora cubana se presentó a concurso con una novela de piratas
que trascurre en el 1700
La novela Lobas de mar, de la escritora cubana Zoe Valdés,
ganó el jueves el VIII Premio de Novela Fernando Lara, que
otorga la Fundación José Manuel Lara, del Grupo Planeta,
informó la agencia Europa Press.
Valdés presentó su novela bajo el título La mar deseada,
y concursó con el seudónimo Mei Ying.
En rueda de prensa, Carlos Pujol, miembro del jurado, resaltó el
"extraordinario nervio, brío y color" con los que estaba escrita
la novela ganadora.
Asimismo, Pujol destacó como determinante en el fallo "el uso de
un lenguaje caribeño propio del escenario en el que transcurre la
historia".
Lobas de mar, ambientada en el año 1700, narra la historia
de dos mujeres "que son mucho más aventureras que piratas y antihéroes
que héroes", según afirmó la propia autora.
En la trama, la hija de una familia irlandesa se va con un pirata. En el
barco nadie sabe que es una mujer; todos suponen que se trata de un amigo
del capitán.
La novela, dijo Valdés, "habla de dos mujeres que, siendo de estratos
sociales muy diferentes, son muy parecidas", y que se caracterizan por
poseer "mucha fuerza y pasión", algo "que me identifica con mis
personajes".
La escritora cubana agregó que escribir el libro era "un reto y
una obsesión" que le acompañaban desde "hacía mucho
tiempo", y que le llevaron a matricularse en una academia de idiomas para
aprender inglés y poder así documentarse en el género
de las novelas de aventuras y piratas.
Interrogada sobre si la novela era una forma de evadirse de la realidad
en la que vive actualmente Cuba, Valdés indicó: "aun sin
esconder que soy anticastrista", esta novela "debe leerse como lo que es,
y no hay que buscar segundas lecturas".
El Fernando Lara está dotado con 120.200 euros, y ha sido
otorgado con anterioridad a Terenci Moix, Francisco Umbral, Ángeles
Caso, José Carlos Somoza y Juan Carlos Arce, entre otros.
Lobas de mar se publicará el próximo 5 de junio,
según apuntó el jurado que, además, recomendó
a la Fundación José Manuel Lara la publicación
de la novela finalista La capitana, de Antonio Hernández, "dada
la calidad que igualmente ostenta".
Encuentro,
23 de mayo, 2003
Pedro
Juan Gutiérrez cierra su ciclo habanero con Carne de perro
Isabel
Obiols
La picaresca como alternativa, el ron como clavo ardiente al que agarrarse
y el sexo como tabla de salvación. Los libros del escritor cubano
Pedro Juan Gutiérrez (Matanzas, 1950) son como una ventana abierta
por la que asomar la cabeza de vez en cuando y conocer la realidad exasperada,
pero vitalista, de los habitantes del barrio de Centro Habana. Con los
cuentos de Carne de perro culmina un ciclo de cinco títulos
iniciado en 1998 con Trilogía sucia de La Habana, una serie
que puede leerse "como un solo libro".
"Para mí, la literatura es antagonismo, conflicto. Si las circunstancias
son estremecedoras, el resultado también lo es", afirma el escritor
acerca del material del que bebe para escribir, una vez más, en
primera persona. Esa materia prima la saca de su propia vida y de su entorno.
Lo único que no toca, asegura, son sus hijos.
Si en tiempos de la dictadura franquista en España apareció
un tipo de literatura social que hablaba, sin ser explícita, del
contexto político, la obra de Pedro Juan Gutiérrez puede
tener también
una lectura en esa clave: "Sé que mi literatura es incómoda",
dice. Sin embargo, cuando es preguntado directamente por su posición
ante el régimen castrista contesta: "En público no me gusta
hablar de política. La cubana es una realidad muy compleja, en la
que se mueven muchos intereses contrapuestos. No estoy ni con los cowboys
ni con los indios. Soy como el llanero solitario y me concentro en mi vida
familiar, mi literatura y mi pintura".
Silencio
En el cuento No soporto a Shakespeare, una pareja de estadounidenses
se sorprenden de que todo esté en ruinas y le preguntan el porqué
al narrador. Él piensa: "Yo sí comprendía todo. Comprendía
demasiado. Y guardé silencio". También silencio es lo que
hay en torno a su obra en la isla. Algo que, asegura, "no es raro". A pesar
de ello, también apostilla que su descripción del marginal
y degradado Centro Habana no quiere ser un retrato de Cuba en su conjunto.
La lectura política no es la única que se puede hacer de
sus libros: "Una persona más erótica lo que ve es sexo; otros
ven antropología, y otros, crónicas periodísticas".
El escritor ejerció de periodista durante 26 años, tiempo
del que ha extraído un instinto para sacar historias de la calle
y un
estilo
conciso, poco dado a la retórica fácil: "Uno no tiene derecho
a ser un pesado".
Es un estilo que contrapone a cierta tradición de la literatura
latinoamericana, en la que cree que abunda "un abuso del idioma castellano.
Nuestra literatura tiene el defecto de ponérselo difícil
al lector. Yo trato de simplificar las cosas y escondo mi cultura cuando
escribo. Todo está implícito, porque la literatura sí
es un ejercicio de reflexión y de pensamiento".
Después de cerrar esta etapa, se adentrará en su próxima
novela, policiaca, en la Cuba de 1955. Ha vuelto a escribir poesía,
también, en un libro que ha titulado Yo y una lujuriosa negra vieja,
que considera un "epílogo amargo" de este ciclo de Centro Habana.
El
País, 20 de mayo, 2003
Más
de 3.000 cubanos respaldaron en Puerto Rico la creación de una Nación
Libre en el exilio
Fueron, exactamente, tres mil quinientos noventa y nueve y tres cuartos
los cubanos que se pronunciaron
en Puerto Rico por la creación de una Nación Libre (no "libre"
de los cubanos mismos, lo cual, desde luego, convierte el proyecto en otra
aporía). Aquí mostramos el flamante sillón presidencial
-- exhibido durante la celebración del referendo -- del futuro presidente
de la Nación cubana. No, obstante, el referendo en cuestión
ha sido calificado de "marañero," o de "enmarañado" por no
pocos de los voceros del exilio esclerótico (perdón,
histórico) de Mayami. En esta ciudad el referendo fue calificado
de "golpe de estado." Bajo el lema "L'état c'est moi," el
exilio mallamense se negó a legitimar un proyecto que atenta contra
los intereses de los verdaderos patriotas. Por su parte, los organizadores
de la votación en Puerto Rico han anunciado su voluntad de
realizar consultas similares en otras ciudades con fuerte concentración
de cubanos exiliados. Tal y como ha sido previsto, el tour tendrá
el siguiente itinerario:
1.
Tampa (26 de julio, 2004)
2.
Cayo Hueso ( 7 de octubre, 2004)
3.
Ciudad México (21 de octubre, 2004)
4.
Caracas (30 de noviembre, 2004)
5.
Buenos Aires (2 de diciembre, 2004)
6.
Lima (1 de enero, 2005)
7.
Madrid (28 de enero, 2005)
8.
París (13 de marzo, 2005)
9.
Londres (15 de abril, 2005)
10.
El Cairo (17 de abril, 2005)
11.
Nueva York (19 de abril, 2005)
12.
Mayami (19 de mayo, 2005)
13.
Roma (26 de julio, 2005)
14.
Pompeya (10 de octubre, 2005)
15.
Atenas (12 de octubre, 2005)
Una de las atracciones de la votación fue la exhibición de
los atributos del poder del futuro presidente de Cuba. Junto al sillón
presidencial -- incluido en este artículo -- los votantes pudieron
admirar la cadena de oro machacado (de 25 kilovates, digo, kilates) que,
al mismo tiempo que constituye una marca de cubanía, representa
la voluntad democratizadora (no me pregunten por qué) de nuestro
futuro presidente.
Se prevee que la última votación tenga lugar en Luxor (Egipto),
en el 3595 (de Nuestra Era) y culminará con una grandiosa puesta
en escena de la zarzuela nacional Aida Valdés. Un reparto
de lujo -- que incluirá desde el Padre Ruperto, pasando por el Gordo
de la Colina, hasta Mapi Cortés y el Pipi Cigallo -- se encargará
de escenificar, entre banderitas cubanas, la conocida obra del maestro
Roig. Tal será el marco en que se expondrán, por primera
vez, los restos del apóstol, hallados recientemente en Miami durante
una excavación.
Quizá lo que en realidad hay que objetar a los exiliados cubanos
que organizaron el referendo en Puerto Rico son los requisitos exigidos
a los cubanos deseosos de emitir su voto. En efecto, temiendo que se presentaran
a votar quienes, por no ser cubanos no tenían derecho a ello, los
organizadores decidieron asegurarse de la legitimidad nacional de los concurrentes
a las urnas. He aquí los requisitos exigidos:
1.
Pasaporte actualizado por la FNCA (tenía que tener dos cuños,
tres firmas, y, cuando menos, un visto bueno). Desde luego, para conseguir
esto, la persona tenía que tener realizadas no menos de 300 horas
de trabajo voluntario para la FNCA, y haber participado en las marchas
de protesta convocadas en Miami. Lo último tendría que ser
acreditado, o por fotos y videos, o por un aval expedido por algunos de
los miembros de la Fundación.
2.
Quienes no tuvieran el pasaporte actualizado, podrían llevar consigo
a familares que no fueran más allá de la tercera generación
(o sea, o los padres, o los abuelos, o los bisabuelos, pero nada de tatarabuelos,
porque eso ya sonaba a Tarará y su campamento de pioneros). Tampoco
se admitirían, bajo ningún concepto, cajitas con cenizas,
ni aunque dijeran "Made in Cuba" y tuvieran el sello del Archivo Nacional
en el Exilio, o hubieran sido certificadas en la Funeraria Caballero de
la Calle 8.
La Habana Elegante mantendrá informados a sus (e)lectores
sobre los resultados de las votaciones según vayan produciéndose.
Mientras tanto, felicitamos a nuestros compatriotas por demostrar, una
vez más, que la herencia cívica de la República sigue
en pie. Desde el Barrio Chino, reportó para ustedes,
Chan
Li Po |