El
presente número de La Habana Elegante está dedicado, en
primer lugar, a la celebración del 487 Aniversario de la
fundación de la Ciudad de La Habana, y a nuestros invitados de
honor: los poetas y artistas integrantes del grupo ZONAFRANCA, de
Alamar. También se lo dedicamos a todos aquéllos cuyas
contribuciones lo hicieron posible: Reina María
Rodríguez, Rogelio Saunders, Norge Espinosa, Antonio José
Ponte, Pedro Marqués de Armas, Fermín Gabor, Mercedes
Serna, entre otros.
Como habíamos anunciado, inauguramos un nuevo suplemento:
“Archivo José Martí.” Le ha correspondido iniciarla a
Antonio José Ponte quien optó, a tal efecto, por
presentar un importante artículo – y no muy recordado – de Lino
Novás Calvo: “El estilo que falta.” Se trata,
posiblemente, si no del primero – en el sentido exacto del
término – de uno de los primeros gestos desmitologizadores de
Martí. Tal como sucede con el suplemento "La Lengua Suelta
", al "Archivo José Martí" se puede acceder
también desda la página principal de La Habana Elegante.
Festejamos el 487
aniversario de la fundación de La Habana y nos damos cita en el
Templete virtual de La Habana Elegante para dar las consabidas tres
vueltas a la ceiba. Agradecemos a viajeros, caminantes y peregrinos sus
mensajes y deseos. Para todos es el banquete que ordenamos al afamado
restaurante El Louvre. Cenaremos, pues, bajo la ceiba, “a la habanera.”
Gracias a todos por el cariño con que han hecho suya esta
revista que sólo sigue saliendo porque ustedes todos lo hacen
posible.
Presentados por Reina María Rodríguez irrumpen
en la azotea los creadores de ZONAFRANCA, el grupo de Alamar. Esta
sección ofrece a los lectores no familiarizados con el quehacer
de ZONAFRANCA una nutrida selección de poemas y
fotografías, una buena parte de las cuales testimonia la labor
performativa del grupo. La entrega de la Azotea constituye el plato
fuerte de este menú cultural dedicado a festejar a La
Habana.
Esta página ya no necesita de introducción.
Como siempre, aquí presentamos los dimes y diretes y los
trajines de la distinguida y elegante sociedad habanera. Dedicamos este
número a los trajines monopolizadores de la lectura de
Martí. Además de reportar el obsesivo llamado en Cuba a
la defensa de la identidad nacional, somos los primeros en anunciar la
edición conjunta, en La Habana y en Miami – aunque con las
diferencias que cabe esperar – de José Martí for Dummies.
No podía faltar en este número tampoco una breve nota
informativa sobre el éxito alcanzado por Alicia Alonso en El
Cairo; ni podíamos no consultar a nuestro astrólogo sobre
la fecha, no la del día después, sino la del Día
mismo.
Durante mucho tiempo la escritura de las mujeres modernistas
– salvo contadas excepciones – ha sido poco menos que ignorada. Es por
esta razón que nos place presentar el ensayo “Modernismo y/o
transgresión en las obras de Adela Zamudio, Eugenia Vaz
Ferreira, y Delmira Agustini,” de Mercedes Serna.
La presencia de ZONAFRANCA llega también a esta
página que reproduce el relato “A los escondidos,” de Yoamna
Depestre Corcho.
Guillermo Cabrera Infante evoca La Habana de García
Lorca y de Walker Evans en “Lorca hace llover en La Habana.” De la
estancia habanera de Lorca queda no sólo la imagen
bellísima de una lluvia empecinada en borrar la ciudad, sino
también la de un marino sonámbulo, caminando Prado arriba
y Prado abajo. Un fantasma por el que valdría la pena hacer otra
vez el viaje de regreso.
Norge Espinosa reflexiona sobre la poesía cubana
actual, mientras que Rogelio Saunders recupera para la memoria una
aventura cultural de los años 80: Spirogira.
Pedro Marqués de Armas nos lleva a la II Conferencia
Nacional de Instituciones Psiquiátricas, llevada a cabo en La
Habana entre el 31 de mayo y el 2 de abril de 1963. Se trata, para
decirlo en las palabras de Marqués de Armas, de la
construcción de “una Babel psiquiátrica [que] es forzada
a hablar una misma lengua.” La investigación permite la
recuperación de algunas de las intervenciones de la Conferencia.
Divertidas, si no fuera por la dosis de horror que trasuntan.
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