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     Comenzamos esta visita al Templete con la maldición de Casal a la ciudad, según es de rigor, y con dos textos históricos muy poco conocidos o divulgados.  El primero de ellos -- "El Templete" -- es de Ramón de Palma y se publicó en El Album (1838), mientras que el segundo -- y también con el mismo título -- lo hemos tomado del Paseo pintoresco por la Isla de Cuba (1841-42).  Su autor fue Antonio Bachiller y Morales.  El Paseo Pintoresco fue publicado en diferentes entregas.  Recientemente la editorial Universal (Miami) lo puso a disposición de los lectores.  No obstante, dicha edición no habría sido posible sin la pasión investigadora de Emilio Cueto, ni sin la colaboración de los doctores Armando Cobelo y Alberto Sánchez Bustamante, de Herencia Cultural Cubana, así como a muchos otros.  Por esta razón, hemos decidido dedicar a este valioso equipo de colaboradores, y muy en particular a Emilio Cueto, la presente entrega del Templete.  Ojalá que esto contribuya a despertar el interés y el deseo de nuestros lectores por hacer suyos un ejemplar de esta valiosa edición del Paseo Pintoresco.  Finalmente, la redacción de La Habana Elegante desea a todos sus lectores un feliz año nuevo, pleno de satisfacciones personales, de logros, y de salud.  Una vez más reiteramos a todos nuestros amigos nuestro compromiso de mantener abiertas las puertas de nuestra revista y -- lo que es más importante aún -- de mantener funcionando las prensas de nuestra redacción.  Para todos, abrazos y muchas felicidades.

Francisco Morán y Michael A. Mire
Redacción de La Habana Elegante
 

     ¡Ojalá que el invierno se prolongara muchos meses, que el cielo permaneciera siempre nublado, que no hubiera más astro que la luna, que no se escuchara más voz que la del viento entre las hojas secas y que la nieve principiara a caer, colocandosus arandelas alrededor de los troncos de los árboles, poniendo sus caperuzas sobre las montañas eternamente verdes y empezando a extender los pliegues del sudario en que todos nos hemos de abrigar!
     ¿Qué mejor mortaja que la de la nieve puede ambicionarse en un pueblo que bosteza de hambre o agoniza de consunción?

"Crónica semanal," 
JULIÁN DEL CASAL. El País, domingo 2 de noviembre de 1890.
 
 

EL TEMPLETE

     Los monumentos componen una parte muy esencial en la historia de los pueblos; pero serían mudos y sin vida, o por lo menos no los comprendería el vulgo, si antes no se hubiese ilustrado su razón con las noticias de la historia escrita. Para el rudo árabe que detiene al pie de las pirámides la habaneros dándole la vuelta a la ceibacarrera de su caballo. ¿Qué son aquellas gigantescas obras sino males de piedras solitarias, cavernas sin luz y silenciosas, donde a sus ojos no brota la sangre de los pueblos, ni llega a sus oídos el insolente grito de los tiranos? Sin que lo agite un solo pensamiento de lo pasado, sin hacer ninguna consideración sobre lo presente, lo mismo atravesará en su errante vida por las elocuentes ruinas de Balbek o de Palmira, que por los mudos arenales del desierto. Cierto que no siempre ha sido tan indolente la ignorancia, pues dejándose llevar por el atractivo de lo maravilloso, ha poblado muchas veces los antiguos monumentos de encantos y fantasmas, que aunque perjudiciales al descubrimiento de la verdad, le ofrecen su parte de interés a la imaginación, proporcionándole fuentes de donde sacar sus fantásticas creaciones. Pero las falsas tradiciones, lo mismo que las verdaderas, con el lapso del tiempo, las revoluciones sociales, y los cambios de costumbres, van cayendo insensiblemente en el olvido, de manera que llegan a ser objetos de curiosas investigaciones las mismas consejas con que en otro tiempo durmieron las nodrizas a sus chicos. Así es que en las naciones ilustradas, apenas hay monumento, cuya historia no se haya procurado vulgarizar en pinturas y grabados, que aunque no ofrezca quizá mucho interés a los que pueden verlo en su original, sirven para darlo a conocer a los artistas y curiosos de otros puntos.
     En la isla de Cuba no hay viejas historias que referir, ni góticos y carcomidos edificios que copiar, pero el sencillo edificio de cuyo origen me ocupo, aunque no sea una maravilla del arte, tiene la virtud de haber sido erigido por el impulso espontáneo de la piedad y lejos de causar la miseria de ninguno, por el contrario, a los presidiarios que entendieron en la fabricación, les concedió el gobierno una rebaja en el tiempo de sus condenas.
     Para que el lector encuentre más interés en este artículo, antes de hablarle de cosas que él mismo ha visto, me remontaré al año 1515 en que la villa de San Cristóbal de la Habana, fue trasladada desde la costa del Sur cerca de Batabanó, al lugar y puerto que ahora ocupa, y que entonces tenía el nombre de Carenas. El sitio donde está la Fuerza fue el primer asiento de la población, por ser de terreno más sólido y adecuado, pues la mar se introducía por la banda del Norte, cubriendo todo el espacio que media entre la Catedral hasta el Angel, cuya altura estaba descubierta, y lo mismo los terrenos del Monserrate, donde después se establecieron estancias de labor. Por la parte del Sur se adelantaba el mar casi hasta la puerta Nueva, dejando en seco el barrio que después se llamó de Campeche, el cual se unía con el de la Fuerza, formando así una pequeña península, accesible por un estrecho camino al continente, en la misma línea en que está ahora la Puerta de Tierra.
     Aunque estos pormenores no parezcan muy oportunos, son curiosos, y servirán por lo menos para que el lector caiga en la cuenta del motivo por qué se eligió el sitio que hoy ocupa el Templete, para la primera misa y primer cabildo que se celebraron en esta ciudad.
     Acertaron a ser estos actos bajo la sombra de una ceiba, que según las expresiones de Arrate, se conservaba robusta y frondosa hasta el año de 1753. Este árbol, si se hubiese conservado, habría sido un monumento más hermoso y memorable para la Habana, que todos los que pudiera levantar la mano del hombre; pero habiéndose esterilizado, para conservar la memoria de aquel hecho, don Francisco Cajigal de la Vega, gobernador de esta plaza, dispuso que se levantase en el propio punto un obelisco, el mismo que hoy se ve en el centro del enverjado que está al frente del Templete, y que tiene por nombre el Padrón de la Habana, pues están clavadas en sus lados las armas de la ciudad en láminas de bronce.
     Tiene también dos inscripciones en planchas del mismo metal,una en latín y otra en castellano, relativas al objeto con que se erigió. Para perpetuar la memoria del árbol que prestó su sombra a la santa ceremonia, se plantaron por orden del Rey tres nuevas ceibas en torno del obelisco, las cuales según una nota de Arrate, las condujo del lugar llamado María Ayala, para sembrarlas allí el capitán D. Andrés de Acosta. Además del fin con que se erigió, conserva este monumento el recuerdo glorioso de haberse alzado al pie de él un panteón, donde en 1796 se colocó el ataud que contenía los restos del almirante Colón, para practicar su reconocimiento, antes de conducirlo al lugar en que hoy se halla.
     Tan oscurecido y rodeado de inmundicias y casillas llegó a estar el obelisco, que apenas lo descubría la vista de algún curioso, por cuyo motivo, el Escmo. Sr. D. Fran-cisco Dionisio Vives, concibió en 1827 el proyecto de sustituirle un monumento más digno y elegante, que recordando tan piadoso hecho, sirviese de ornato al sitio más principal y concurrido de la ciudad. Esta idea tuvo buena acogida en el Escmo. Ayuntamiento, y en todo el vecindario, con cuya espontánea contribución se costeó la obra.
     La ceiba que quedaba de las tres plantadas en 1753 fue derribada, y aunque a nosotros no nos hubiese ofrecido ningún interés, sea porque sabíamos la destrucción de la primera, sea por falta de gusto en estas cosas, ello es que sus fragmentos se vendieron para leña, y se dice que algunos compró el cónsul de los Estados Unidos para el museo de Washington, o creyendo equivocadamente que eran de la primitiva, o aun sin creerlo, porque los juzgó objetos de bastante curiosidad todavía.
     Concluido el Templete, se celebró su inaguración con gran pompa y magnificencia el 19 de marzo de 1828. Los planos de la obra fueron trazados por el Sr. D. Antonio María de la Torre y Cárdenas, y estando este monumento a la vista de todos, nada más hay que añadir sobre su exterior; pero como su entrada no se franquea al público sino una vez al año, será bueno decir, para conocimiento de los que no la hayan visto, que en su interior hay tres cuadros; uno al frente que representa el acto de su inauguración, y dos a los lados, relativo el uno a la primera misa, y el otro al primer cabildo que según la tradición se celebraron bajo la ceiba primitiva. Todos fueron pintados por el profesor D. Juan Bautista Bermay.
     También es necesario advertir que se tuvo cuidado de plantar una nueva ceiba en conmemoración de la primera, que ya ha sido sustituída por dos veces.

RAMON DE PALMA

EL ALBUM-Tomo IX
HABANA-1838
Página 81
 

El TEMPLETE

El edificio que representa la lámina que vamos á descri bir recuerda la primera misa que se dijo en este puerto de de la Habana en 1519; al contemplarle se olvida uno de los magníficos edificios que le cercan, de la edad presente y la imaginacion vuela á aquellos tiempos primitivos en que una naturaleza vírgen pero risueña era el único adorno de estas playas. Al recordar la diferencia de las dos épocas, nuestra imaginacion admira los progresos de la inteligencia humana, y deseosa de ver á la gran familia que cubre la tierra con diversos nombres de nacionalidad y provincias, sinceramente hermanada con lazos de amor, quisiera que fuesen olvidadas las artes de la guerra desconociéndose hasta el uso de las armas á semejanza de los aborígenes de Cuba que ni flechas bélicas conocían en la parte occidental de la Isla. ¡Ilusion! Pero al cabo ese monumento no recuerda ningun hecho de armas, se refiere al sacrificio mas generoso de que hablan las historias, el sacrificio de Jesus: Dios de caridad y amor para los hombres todos, sus palabras no han sido perdidas, pues sus principios llegarán á triunfar de los obstáculos que aun se le presentan. Contémplese á la humanidad en sus distintas épocas, y no nos avergonzarémos de ser de la presente, ahora oue el nombre cristiano es comprendido sin los vicios de la supersticion.
     En el año de l827 pensó el Exmo. Sr. D. Francisco Dionisio Vives erigir un monumento á la memoria de la primera misa que se dijo en este puerto: su idea no podía dejar de tener simpatía en elPaseo pintoresco por la Isla de Cuba: El Templete pueblo, ni saliendo de sus labios ejecutores en donde solo faltaba el estímulo. Hay en nuestra sociedad una gran parte que es sinceramente religiosa y entonces aun era mas numerosa, sino tan límpia de vulgaridades como va siendo. A esta predisposicion de la parte religiosa del país, auxiliaron otras circunstancias; nadie habrá olvidado la virtud y religion de la angelical reina Amalia de Sajonia penúltima esposa de Fernando, que á la sazon reinaba y era un obsequio que se pensó en hacerle disponiendo lo que se dijo apertura del Templete para el día de su santo que se celebraba en 18 de marzo; como se verificó el año siguiente de 1828 del modo mas espléndido.
     Las ruidosas ferias de la época en que la religion se pretestaba para la consecucion de fines harto mundanos dan el acabado fac simile de nuestra sociedad contemporánea y algo de los anteriores. Así tambien no faltaron seres, por acá conocidos con el nombre de personas divertidas, que columbrando fiestas y saraos apoyasen el proyecto de S. E.: puede asegurarse que de esta manera toda la ciudad tomó una parte en la ereccion del Templete. Pocos meses pasaron de la publicacion del proyecto á su ejecucion y los días 18, 19 y 20 de marzo de 1828 fueron tres días de júbilo y fiestas para la Habana. El lugar en que se ve el Templete frontero al Palacio de gobierno en la plaza de Armas estuvo sumamente concurrido las luminarias, las cortinas, las salvas de artillería fueron signos de la festividad del día; y al recordar la misa que se eternizaba con su monumento vió reproducirse ó renovarse la misma ceremonia mas de trescientos años despues en el mismo lugar escogido. El día 2l de noviembre de 1827 se abrieron los cimientos del edificio y el 14 de marzo de 1828 estaba concluido. Dirigió la parte facultativa el Sr. coronel D. Antonio María de la Torre y Cárdenas, y la económica el Sr. regidor D. J. Francisco Rodríguez Cabrera. El día 18 de marzo del último citado año se colocó la imágen de la virgen del Pilar sobre el obelisco que ántes existía y de que se hablará mas adelante: púsose en lugar de otra de hechura gótica segun entónces se dijo, y la actual es de bronce dorado hecha por D. José Seraltegui, de una vara de altura con las armas de Aragon y una leyenda que dice “Memoria inmortal á Francisco Dionisio Vives y Planés teniente general de los reales ejercitos, benemérito de la patria año 1828.” En los momentos de ponerse la estátua los operarios y asistentes victoreáron segun usanza de la época al Rey nuestro señor y al general Vives mientras dos soldados disparaban sus fusiles al aire, espresándose que fueron 15 los tiros.
     El edificio es un cuadrilongo de 32 varas Oeste, Este y 12 Norte Sur. El enrejado que se ve en la lámina es de hierro, y descansa en globos de bronce dorado. Las basas y capiteles de los pilares de órden toscano, teniendo seis del frente por remate bien ejecutadas piñas de bronce queriendo imitar su color natural en lo posible. La portada es de hierro y gira sobre ruedas de bronce. El artífice de toda la parte de herrería fué el jóven D. Francisco Mañon natural de la Habana: corona la puerta un escudo de armas de esta ciudad adornada de palmas de laurel y oliva con el mote: “Siempre fidelísima ciudad de la Habana.” Los adornos y remates de este género los hizo D. Juan Jaren y los costeó el Sr. D. Angel Laborde comandante general del Apostadero en la época. Se han plantado dentro del patio una seiba, una palma y álamos. Frente de la puerta se ve el busto de Colon de mármol blanco, regalado por el dignísimo Obispo D. Juan Díaz de Espada y Landa el que ántes tenía en el jardín de su habitacion, que ya hoy ha desaparecido del Campo deMárte.
     En seguida del espresado busto se halla la pirámide ú obelisco de que se hizo mencion y cuya historia es la siguiente. La tradicion de nuestros padres señalaba el lugar en que hoy se ve el Templete como el primero donde se dijo misa en el puerto debajo de una hermosa seiba que allí estaba, así como se contaba tambien que á su sombra se celebró el primer cabildo. Sucedieron los dos hechos por los años de 1519: subsistió el hermoso árbol hasta entrado el año de 1753 en que se esterilizó. Gobernaba el mariscal de campo D. Francisco Cagigal de la Vega como capitan general de la Isla y era procurador general de la ciudad el Dr. D. Manuel Felipe de Arango y para perpetuar la memoria de dichos sucesos se erigió como padron el obelisco que con fecha de 1754 espresa menudamente lo espuesto. Tanto el susodicho padron como otra seiba plantada en lugar de la antigua llegaron hasta nosotros: veialas el público asomar, su cima á la pirámide sus frondosos ramos á la seiba, por letras de las paredes hasta 1827. La pirámide fué retocada en 1828. la seiba fué destruida. La pirámide es triangular y remata con una imágen de nuestra Sra. como ya va indicado. Entre los adornos que se le pusieron uno fué serie de bases de bastante estencion, rodeando la primera ocho marmolillos coronados de globos de bronce de que cuelgan cadenas en hondas, conteniendo cada globo uno de los siguientesnombres: Religion, Fernando VII  Escmo. Ayuntamiento, Vives, Espada, Pinillos, Laborde. La pirámide contiene varios relieves alusivos á la historia.
     No queremos dejar de poner la inscripcion latina colocada en la pirámide por el lado del Norte.
     “Siste Gradum Viator.ornar. hunc locum Arbos Seba frondosa Potius Dixerint Primeve Civitatis Prudentiæ Religionis Primeve Memorabile Signum: Liquidem ejus subumbra a prime, Hac in Urbe Immolaty Salutis autor. Habitus Prim. Prudentum Decurionum Senatus Duobus pius ab In seculis Perpetua Traditione Habebatur. Cessit tamen Etati. Intuere Igitur et Ne Pereat in Posterum Habanensem Fidem. Imaginem supra petram fundatam Hodie Nimirum VLT. Mensis Novembris. Anno. MDCCLIV.” - Las otras inscripciones se hacen inútiles aquí pues se refieren á trasmitir á la posteridad los nombres de cuantos figuraban en el gobierno de la isla en sus diversos ramos en la época de la construccion.
     Esplicado lo concerniente á la parte esterior de este edificio, debemos hablar de lo que propiamente forma el templete ó templito que aparece al fondo con sus formas de antiguedad clásica. Tiene 8 varas de Oeste á Este y 12 de Norte á Sur: sostienen el techo ocho columnas redondas con capiteles dóricos y basamento ático, la altura hasta la clave del tímpano es de 11 varas. Los costados se encuentran adornados con pilastras de los mismos órdenes. Varios relieves adornan el frente y en el centro del triángulo de la fachada se lee una larga inscripcion esplicativa con puntuacion antigua. El pavimento del templete es de mármoles.
     Lo mas notable de este monumento son los tres cuadros al oleo que cubren sus paredes y pintó el célebre Juan Bautista Vermay cuyas cenizas se conservan en nuestro Cementerio cubiertas con una losa en que estan grabados los sentimientos de sus discípulos y amigos. Descanse en paz!
     El cuadro del frente representa la misa celebrada el 18 de marzo de 1828 viéndose el verdadero retrato de la mayor parte de los concurrentes, entre ellos el de Espada que ofició de pontifical. El de la izquierda representa el suceso que se recordaba contrastando en su sencillez con tanto lujo y ostentacion. La naturaleza tropical está representada allí en mansos y sencillos naturales que se arrodillan por primera vez ante su Dios, en tunas, abrojos y hasta un papagayo. Pintanse en él con maestría los afectos. En el cuadro de la derecha se ve la celebracion del primer cabildo. Todos estos cuadros han sido litografiados por los empresarios de esta obra y hacen parte de la coleccion publicada y á que hicimos referencia en otro artículo. Los costeó Espada.
     ¿Describiré las fiestas de la dedicacion? No... seria larga la relacion y son harto recientes las épocas á que se refiere para que las haya olvidado la Habana: baste lo espuesto para que sepan los forasteros lo que encierra en historia y objetos el Templete edificado en memoria de la primera misa que se dijo en esta ciudad de la Habana, cuando de las orillas de Casiguaguas se trasladó á este puerto de Carenas.

A. B.
 

Ismael Gómez Peralta: Calzada de 10 de Octubre y Coco. De la exposición: Requiem for Havana     ¿Persistirán los habaneros, deseosos de un invierno que vaya apoderándose de los días sucesivos, en un preludio para los días mayores de diciembre, cuando cada despedida - de una hoja o de un jardín exasperado -, se torna en un símbolo?  En las Navidades de... y las fechas giran, se hacen voluntariamente imprecisas, para duplicar la voluptuosidad de apoderarnos de ellas y señalar un tiempo que se quedó fijo, abriendo desmesuradamente los ojos y las cejas, como una máscara japonesa de combate.  [...] Invócase a la divinidad entrecana del invierno para su permanencia en nuestro gozo.  Hilados de escarcha en las devanadoras para que las Navidades estén rodeadas de esos excitantes para encender el fuego.  Días que comienzan a adquirir el medio rostro de lo que va haciéndose en desfile hacia una claridad que se espera.  Fíjanse los días, reclámanse a sí mismos y buscan quedarse, encuadrándose.  Levántase ahora una música que comienza a impulsar los días, a llevarlos a un desfile donde el galope parece una línea infinitamente coloreada, hasta alcanzar la infinitud de la aleluya en el Suceso Mayor.

“Hacia la cena navideña o la sensualidad expectante,” 

JOSÉ LEZAMA LIMA (26 de noviembre de 1949). 
 

Templete

     Debido a que tuvimos que salir de Cuba cuando yo era  un muchacho de 17 años, no tuve la suerte de visitar muchos lugares de mi bella isla; pero me he hecho el proposito de visitar El  Templete y La Ceiba cuando Cuba sea libre y admirar otros lugares como: Varadero, y El Valle de Viñales. Este
es uno de mis sueños.

ANTONIO A. ROMERO
 

     De pocos años a esta parte es tal el incremento y vuelo que ha tomado la isla de Cuba, que es imposible haber vivido, en cierta esfera, sin haber oído hablar de aquellos países, y especialmente deCuba, ¿el Holiday Isle o el Holiday Inn? su rica capital.  Recoger y llamar a mi imaginación todas las esparcidas noticias que tenía de la Habana, fue mi estudio y entretenimiento en la primera noche que pasé en ella.  Yo quise darme cuenta a mí mismo de la idea que me habían hecho concebir de aquel país las poco filósofas personas con quien de él había hablado, y meditar seriamente acerca del orden en que debía proceder en mis observaciones.
............
     Pero ¿será cierto, me decía yo, que es ésta la ciudad de los robos y de los asesinatos?  ¿Es ésta, como nos lo han repetido siempre, la Sodoma del siglo, la población que abriga en sus entrañas la corrupción en todas sus formas?  ¿Es éste el país en que la vida de los hombres tiene un precio marcado, y hay una tarifa para comprar el asesinato del enemigo?...  ¿Es aquí donde la palabra virtud femenina está reñida con la fuerza del temperamento y el ardor del clima?  ¿Dónde el juego y la prostitución, la venalidad y el homicidio tienen su más seguro imperio?  ¿Dónde el sol quema como las ascuas, y ennegrece el cutis e irrita la sangre?...

DON JACINTO SALAS Y QUIROGA
Viajes.  1840. 
 

Recuerdos

Mi isla es un mar muerto
que llevo en el vacío
entre el corazón y la boca.
Ya se evaporancrepúsculo
sus olores marinos
en la sangre del silencio.
Pero aún vuelan los peces
y palmeras, contra la mirada
vuelan sinsontes de luna,
y los verdeantes cañaverales de azúcar
se mecen en la extensión inútil del recuerdo,
el horizonte ya no existe ni en el rezo,
pero mi isla, ay mi isla,
vive en la bahía de mi pecho.

BALBINA REY
 

Changó obsequiado por Juan CarlosMaferefún ceiba, asiento de las voces, trono de Changó. Aquí le pongo a sus pies esta canasta de frutas que amarran la lengua y sueltan en el cuerpo del comensal los jugos de la opacidad: la buena quenepa que mancha, el jobo fugado en su dureza breve y el corazón empampanado en su barbaridad. Vienen de Puerto Rico en un paquete que lee US Priority Mail.  Que su extraña dulzura recorra las raíces y la tierra de usted, madre. A ver si en el futuro la sintaxis de la guerra no sea la única verba que conozcan sus hijos.

JUAN CARLOS QUINTERO HERENCIA
Silver Spring, Maryland

Nota de La Habana Elegante: agradecemos a Juan Carlos el amarre enviado para las raíces de nuestra ceiba virtual.  Esperamos que su regalo fortalezca nuestro árbol sagrado.
 

     Pues bien: como entrañable conocedor de La Habana que soy, puedo afirmar que nunca he vistoel júbilo habanero según Carpentier reinar en ella la alegría, la alegría multitudinaria, el júbilo colectivo, que hoy la animan.  Pueden algunos afectados por la Revolución pasarse los días en «visitas de pésame» (de pésame económico, se entiende) que ya suscitan el gracejo de los periódicos humoristas; pueden algunos náufragos de la vieja politicalla añorar los tiempos que, por suerte, no habrán de volver...  La calle, la plaza pública, el ágora, ofrecen un espectáculo de entusiasmo, de fe, de participación en un Magno Acontecimiento, que yo nunca había visto en La Habana...
     Hace dos semanas, remontando la popular Calzada del Monte a las tres de la madrugada (al regreso del repleto restaurante marítimo donde, tras el Templete, se ha establecido un expendio permanente de pescado frito), advertí con asombro que reinaba allí la misma animación que hubiera podido observarse, en tal lugar, a las doce del día.

“Una jubilosa Habana,” 

ALEJO CARPENTIER.  17 de junio de 1959. 
 

Pido a la ceiba virtualel Morro
que Morán ha preparado,
un deseo ilusionado:
una triple libertad.
Los de dentro, para hablar.
Para volver, los de fuera.
Para en Cuba sin frontera,
la Patria, que lo es de todos,
con el trabajo de todos,
recrearse nueva entera.

Un abrazo,

REMIGIO
 

TU CUERPO ENTRE VITRALES

Volveré sobre espumas a La HabanaSanta Bárbara
para encontrar tu cuerpo entre vitrales,
dibujaré contigo otros umbrales,
un sendero quizás y una manzana.

Llegaría con pincel para beberte
y pedir a la ceiba, tan sagrada,
un fragmento de luna eternizada,
soles para cantarle a nuestra suerte.

Del suelo hasta sus ramas late Cuba
por arroyos hispanos y yoruba,
como el astro que acoge nuestra lumbre.

Tras la ceiba nos pueden aguardar
la fiebre, los confines, el azar,
tal vez con su rumor la certidumbre.

AGUSTÍN LABRADA
 

     A los que hacen realidad este magnífico proyecto de elegancia habanera y a todos los que disfrutan (disfrutamos) de ella navegando por las olas del océano virtual, les mando desde Huelva (Andalucía, España) un saludo y los mejores augurios para este año que entra, para que sea, de verdad, un año realmente impar como su número indica para todos nosotros. Y sobre todo, que nunca perdamos nuestra capacidad de oposición a una nueva guerra petrolífera, que amenaza con volver por voluntad de unos pocos."

JESÚS CHACÓN
 

Durante la noche del martes último, se ha celebrado la fiesta de Navidad.  Nuestra población presentaba un aspecto verdaderamente encantador.  Tal parece que, olvidada de su cruenta miseria y despierta de su mortal letargo, surgía rejuvenecida ante los ojos, mostrando el entusiasmo juvenil y la estruendosa animación de pasados días.

“Noche y mañana,” 

JULIÁN DEL CASAL.  26 de diciembre de 1889.
 

     Una calurosa felicitacion y mis mejores deseos para esta tan especial Habana Elegante, que me ha hecho viajar a rincones que quisirera ya nunca se borraran.Y en especial a ti, que me has emocionado al dejarme ver un pedacito de su sueño hecho realidad ( el de mi hijo), aunque sea así: en la esquina de una nube. Gracias en nombre de quienes lo "concebimos" que sé es tu gran afecto, tu gran amigo. Y adelante, que tu triunfo me hace recordar las noches que compartimos escuchando a aquel poeta trovador que en unión de otros autores han influido en tu obra y tu andar.

FELICIDADES por todo y éxitos en la firmeza y grandeza de tu maravillosa ceiba.

Un feliz y próspero año nuevo, con mucha salud para que lo disfrutes a plenitud.

IRENE, aquí nos tienes.
 

     Cuando hace cinco años visité por primera vez La Habana pude descubrir que había recuperado algo que me faltaba, un retazo de mi historia que estaba pendiente.  Pensé que mi vida podría haber cambiado si mi familia no hubiera abandonado la Isla.  Atrás quedó la casa de mis bisabuelos, y con ella sus recuerdos, porque mi familia no quiso perdonar. 
     Mi rencor no era el mismo; era el anhelo y la rabia de no poder tener algo que se desea.  Por eso, cuando visité El Templete, y alguien me mencionó la tradición de las vueltas a la ceiba, en ese momento no le di mayor importancia.  Pero recuerdo perfectamente que pedí volver a la ciudad para saborearla a fondo, y ha sido gracias a vosotros que puedo saborearla en cada rincón, en cada poema, en cada historia, en las fotografías, en los recuerdos ...
     Y espero poder volver personalmente a la Isla algún día.

Que el Señor los bendiga a todos.

CRISTÓBAL GALLARDO-JUAN
 

     Ay, Ceiba de mis amores... ¿cuándo podré dar otra vez las vueltas a tu alrededor, rememorando aquéllas que di el 15 de Noviembre de 1959?

MARÍA  TERESA VILLAVERDE, vda. de Trujillo
Rocky Hill, Ct.
 

     Havana!  shall I ever forget the agreeable, yet strange, impressions made upon me by thy walls, when, in the full blush of youthful vigor, landing at the custom house, years ago, my foot first trod a Eduardo Abela: Azoteas de La Habanaforeign soil? - impressions which now, after this lapse of years, and even after months of suffering, are in no way marred by a second visit, but rather strengthened in their pleasurable emotions.  Still the same nights, the same novelties - the clattering of a foreign tongue, the narrow streets, the handsome stores, with their entire contents exposed to view.  The variegated awnings, being stretched from wall to wall across the streets, while keeping off the sun, give a strangely pretty yet bazaar-like appearance to them.  Still the same funny names of stores - “Palo Gordo” (fat stick), “Leon de Oro” (golden lion), “Delicias de las Damas” (ladies’ delight), etc.  Here, as we go by the “Café Dominica,” which used to be the great resort, we will stop and try una cosa de Cuba, which goes under the name of Refresco, and is a cooling drink of some kind, pleasant to the eye and yet more agreeable to the taste, and while sipping which we can take our first lesson in Havana life.

Cuba with Pen and Pencil, 1871.

SAMUEL HAZARD
 

     Desde esta Argentina de heridas abiertas, sólo deseos de un 2003 de trabajo, pan y justicia para todos, sin exclusiones ni excluídos.

JUAN LUIS GIMÉNEZ VICTORICA
CLAUDIO GONZÁLEZ BAEZA
Directores

www.labotaliteraria.20m.com
 

Nunca se sabe qué te espera
Cuando sales a jugar.
Nunca se sabe en un segundo
Lo que va a pasar.

Todo es posible.
Nada es exacto.
Sería absurdo calcular.

Tender puentes 
No está mal, 
aunque  no sepas
quién  va a cruzar.

Dicen que todo 
vuelve a su sitio.
No hay que negar
ni afirmar.

De cualquier modo
y en donde seavuelta a la ceiba
te voy a esperar.

En una acera 
en la contraria.
No hay que negar,
ni afirmar.

Nunca se sabe lo que espera
cuando sales a jugar.

Busca, pregunta
vuelve a buscar.
Alguna luz hará señal.

Te voy a esperar
Te voy a esperar
 

ENRIQUE PINEDA BARNET
 

     Desde Barcelona todo mi afecto y cariño para todos.  Les deseo un próspero año 2003 lleno de éxitos, paz y prosperidad. 

Afectuosamente, EMILIO CASTELL
 

     Yo misma, después de tantos años de ausencia, no sabes con qué gusto he saboreado los caimitos aterciopelados, los zapotillos suaves y de gusto silvestre, estos mameyes, alimento de las almas bienaventuradas en los valles sagrados del otro mundo, según la creencia haitiana, en fin, del anón (mamón) de crema exquisita y delicioso perfume, es un néctar digno del Edén.  Y cuando mi tía me ofreció un “suprême de volaille”, yo, entusiasmada y alegre ante un simple ajiaco, le respondí en tono desdeñoso: “Detesto el ‘suprême de volaille’; yo he venido aquí a comer los platos criollos”.

DOÑA MERCEDES SANTA CRUZ (Condesa de Merlin), La Habana.  1842.
 

POR EL PRADO

El Prado se sosiega en una fuente
y va a morir al mar, desosegado;
el Prado huye sediento de su fuente
seca y se arroja al mar desesperado.

Yo me iba al Prado a ver pasar la gente
si tenía un dolor en el costado.en el Prado...
Cuando llegaba al Prado, de repente
comenzaba a dolerme en otro lado.

En el Prado moría con Zenea,
reía con Casal, me desangraba.
Miraba el horizonte sin chistar

Y frente a la arrogante playa aquea
el Prado era la voz que me azuzaba
a los prados azules de la mar.

FRANCISCO MORÁN
 

BAHÍA DE LA HABANA

I

Al pie de las murallas
el aire tartamudo
desliza sus sirenas,
plata mansa sin hoy
mana sus lunares
entre lunas cansadas
sin balcones. ¿Qué será,¿Qué será, qué será?
qué será? Bajo el arco
y pestañas, la tarde,
-- codorniz de Ceilán --
rompe en flechas sus colores.
Descuidas las islas
pie ligero y concha reciente,
de sonrisas y flautas,
sobre faldas tan lindas
pasajeros con cintas
y mañanas redondas!
Verdinegros incógnitos
los celos de la noche
¿Qué será, qué será?
El alfiler del rocío
redobles del aire tierno,
se extingue en ay, ay, ay, ay.
La sorpresa de la rosa en el agua,
vida entre vidas,
la rechazan las olas
con heridas sin gritos.
Las estrellas se mecen
al compás que no existe
del agua amanecida,
y así puede mecer
a los niños de Arabia,
con heridas y gritos.
Y loca entre balcones
la tarde recurvando,
empina entre algodones
su voz que ni se escucha
perdida entre latidos:
¿Qué será, qué será?

Abril 1934

JOSÉ LEZAMA LIMA
 
 

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