balcón habanero
La sección Ecos y murmullos toma su nombre de otra que aparecía en las ediciones de La Habana Elegante bajo la dirección de Enrique Hernández Miyares. La dedicaremos a presentar libros publicados por autores cubanos, revistas y otras novedades así como a divulgar sus éxitos en concursos internacionales, nacionales o aquí en los Estados Unidos. Siempre que las recibamos con tiempo suficiente incluíremos también aquí las bases de concursos literarios, conferencias y encuentros. Asímismo, incluíremos esporádicamente notas originales de La Habana Elegante que -- sin previo aviso e intencionadamente -- mezclaremos con las nuestras.
 
 
 RESULTADOS DEL PREMIO UNEAC DE LITERATURA 1997

     Dos jóvenes escritores: Ena Lucía Portela, con la novela El pájaro: pincel y tinta china, y Ariel Ribeaux, por la novela El oro de la Edad, en literatura infantil, obtuvieron los Premios UNEAC de Literatura en 1997. 
     Miguel Mejides, Jurado de Novela, comentó a la prensa acerca del carácter experimental del texto de Ena calificándolo como una lograda aventura narrativa, de amplio dominio de los recursos expresivos en una creadora de evidente juventud. 
     El Oro de la Edad, por su parte, fue elegido entre 28 libros concursantes, y es un juego intertextual con los personajes del texto de José Martí. 
     En la ceremonia, realizada como parte de las actividades organizadas por la VIII Feria Internacional del Libro de la Habana, el presidente de la Asociación de Escritores de la UNEAC, Francisco López Sacha, anunció que a partir de septiembre de 1998 serán nuevamente convocados los premios en las categorías de Novela, Cuento, Poesía, Teatro, Ensayo, Literatura para Niños y jóvenes, Testimonio, Biografía y Monografía Histórica."Es hora"-comentó-"de que este premio UNEAC sea nuevamente colocado en la jerarquía que le corresponde". 

Sergio Ramírez y Eliseo Alberto ganan el Alfaguara de novela 

     Madrid. Natividad Pulido 
 

     No uno, sino dos fueron, excepcionalmente, los galardonados con el I premio internacional Alfaguara de novela: el cubano Eliseo Alberto, por «Caracol Beach» y el nicaragüense Sergio Ramírez, por «Margarita, está linda la mar». No deberán compartir los 25 millones de dotación del premio, sino que cada uno recibirá la totalidad del mismo. 
     Una decisión que sorprendió a propios y extraños: no un primer premio «ex aequo», sino dos primeros premios, ambos a autores iberoamericanos. Las quinielas previas, habituales en estos eventos, no se cumplían. El jurado había seleccionado diez obras. Entre ellas, dos novelas «sobresalientes», según el jurado. Después de cinco días de deliberaciones, sus miembros no lograron inclinarse por ninguna de ellas. Para solucionar el dilema hubo que recurrir a Jesús de Polanco, quien en una cena que compartió el miércoles con Carlos Fuentes, presidente del jurado, dio el beneplácito para otorgar dos primeros premios de 25 millones de pesetas cada uno: uno para el ex vicepresidente de Nicaragua, Sergio Ramírez, por «Margarita, está linda la mar»; otro, para el cubano Eliseo Alberto, por «Caracol Beach». 

Pasión y nobleza literaria 

     El jurado, que estuvo integrado también por Rosa Regás, Rafael Azcona, Tomás Eloy Martínez, Marcela Serrano, Sealtiel Alatriste y Juan Cruz, esbozó los méritos de las obras premiadas. Un poema escrito por Rubén Darío en el abanico de una niña da pie a la historia que nos cuenta Sergio Ramírez, con la dictadura de Somoza de fondo. «Una obra total, rebosante de pasión y de nobleza literaria», apuntó el jurado. De la novela de Eliseo Alberto, se premia el lenguaje audaz y sorprendente con que crea una narración que «desemboca en una historia de violencia, injusticias y locuras que reinventa y actualiza las formas de la gran tragedia clásica, en una perfecta metáfora de este fin de siglo». Asustado y emocionado se mostró el escritor cubano (La Habana, 1951) cuando Carlos Fuentes le comunicaba la noticia. El primer recuerdo fue para su padre, Eliseo Diego:«En este momento siento que está muy cerca de mí». Desde Nicaragua, el que fuera vicepresidente del país, Sergio Ramírez, fundador en 1995 del Movimiento Renovación Sandinista, apuntaba que este premio es muy importante para su carrera literaria y para su país, que vive «una crisis cultural y moral muy profunda». 
     Alfaguara no escatimó tecnología y ofreció, mediante videoconferencia, el fallo del premio a los dieciséis países de Iberoamérica donde la editorial tiene sede propia. Así, los periodistas del otro lado del Atlántico pudieron preguntar los pormenores del premio al jurado. Preguntas tales como el hecho de que ambos galardonados hayan publicado en Alfaguara. Algunos señalaron que no conocían ese hecho y enfatizaron su independencia. «Hubiera sido deshonesto no premiar a dos obras excelentes porque sus autores hayan publicado en esta editorial», apostilló Rosa Regás. 

El Anón sube, como la espuma de sus refrescos, á la cúspide de su prosperidad, pues Cajigas no omite sacrificio alguno en obsequio de su escogida clientela. 

PREMIOS CASA DE LAS AMERICAS 1998: LAUROS PARA CUBA 

     En una ceremonia efectuada en la noche del jueves 15 de enero, en la Casa de las Américas, fueron dados a conocer los premios correspondientes a la edicion de este año. A Cuba le correspondieron el mayor numero de premiados en los generos convocados. Los premios fueron: 

PREMIO CASA DE POESIA
     A Reina María Rodríguez, Cuba, por "La Foto del Invernadero". Galardonada hace 14 años por "Para un cordero blanco", Reina María expresó: " Una toma con calma estos avisos de suerte. El libro tenía ya año y medio de estar armado. Vivo practicamente en casa, apenas salgo, 
leo y escribo estos poemarios que crecen sin darme cuenta. El tiempo es el protagonista de estos textos, escritos como si leyera la realidad atrapada en fotografías amarillentas, poseídas por la pátina del tiempo. 

PREMIO CASA DE TEATRO
 Para Jesús del Castillo Rodríguez, de Matanzas,Cuba, por "Pipepa

PREMIO CASA EN ENSAYO ARTÍSTICO-LITERARIO
     Para "Espacio sin fronteras" de Lourdes Tomás Fernández, cubana residente en Estados Unidos. 
     En una entrevista telefónica, la autora, profesora en la Universidad de Miami y doctora en Filología, declaró: "Figúrese, es un premio que gané en mi patria, lo máximo que me podía haber pasado. En el libro propongo una conceptualización distinta de la interpretación literaria. Suelo tomar la música como referencia, la partitura compuesta por los creadores sólo se realiza en la interpretación, que en cada ocasión será única, y pertinente al pentagrama si le es fiel. En el desarrollo de mis argumentos hay dos escritores fundamentales: Borges y Unamuno." 

PREMIO EXTRAORDINARIO SOBRE EL IMPACTO DEL 98 EN LAS AMÉRICAS Y MUNDO HISPANO: 

     Para Oscar Zanetti, de Cuba,  por "Comercio y poder: relaciones hispano-cubano-norteamericanas en torno a 1898

PREMIO CASA EN ENSAYOS DE TEMAS HISTÓRICO- SOCIALES: 

     Para "Salsa, Sabor y control: sociología de la música tropical" del puertorriqueño Angel G.Quintero. 
     "La historiografía y la sociología académica tienden a observar la música- expresó su autor vía telefónica- y las artes populares, como expresiones periféricas de sus objetos de estudio. Pero en Puerto Rico no puedes reconstruir la imagen del poder y la subordinación, ni la identidad ni la diferencia, sin esa música que resuena desde la isla hasta Nueva York". 

PREMIO CASA EN LITERATURA CARIBEÑA DE EXPRESIÓN INGLESA: 

     Para "M.R.", del escritor de Barbados Edward Kalmau Brathwaite, por un texto intergenérico que reconsidera, con otra visión, las relaciones entre su literatura y la del resto del continente. 

Nota: La Habana Elegante agradece a nuestro amigo Abelardo Mena, en La Habana, el envío de la información precedente. 

     Otra noticia que produjo regocijo en los pasillos de esta redacción, lo fue el premio Azorín de novela concedido a la dama habanera e intergaláctica, Daína Chaviano. Daína conquistó el premio con el libro: "El hombre, la hembra y el hambre". Se comentaba entre los gacetilleros que, continuando con las h, su autora agregaría "y La Habana". Interrogada (esto casi suena policíaco), sobre la significación del premio, la doña expresó: 

            "Quiero pensar que sí. Quiero pensar que es también un reconocimiento a la literatura cubana. Yo creo que los escritores cubanos están siendo reconocidos por su calidad, independientemente de su lugar de residencia. Porque lo más importante es poder establecer una continuidad cultural, demostrar que, pese a todos los desastres, el alma del cubano sigue viva y que nuestro espíritu no ha muerto ahogado por las presiones sociales o por los armagedones pasajeros". 

NOS VISITA LA REINA 

Cronista: Jesús J. Barquet (especial para La Habana Elegante
Fotógrafo: Eduardo Aparicio 
 
     Unas recientes noches primaverales de abril fueron testigos mudos de la audaz visita a la ciudad de Miami, floreciente capital del bullicioso exilio cubano, de la excelsa, laureada y nunca bien ponderada poetisa Reina María Rodríguez, proveniente de la Azotea, un pequeño reducto de la imaginacion individual y colectiva radicado actualmente en la Isla por todos conocida.Reina se anuncia 
     Alimentada por la poesía y la amistad, la exquisita señorita Reina deleitó al exclusivo público miamense con la lectura pausada de sus poemas (el faro que contempla las insondables inmediaciones del mar que lo circunda, esperando no sabe qué ajada turbulencia, qué ola más acuciante que las otras, qué brisa indescifrable...), el recuento fabuloso de la cotidianidad habanera y el deleitoso vaivén de sus ilusiones y de sus hijos menores y mayores, muchos de estos últimos anclados hoy día en otras tierras del mundo. 
     Fueron diversas las ceremonias en las que Reina reinó: recital poético una noche, reunión de individualidades afines otra, tertulia de escritores la siguiente..., y de esta última hablaré aquí con mayor detenimiento por haberse dado cita allí, en un oportuno ambiente cordial donde se sirvieron las comidas más profundas (agrio vino de plátano, serpientes de pasos breves, mariscos barnizados, tacos de hormigas herniadas), varias figuras notables de la intelectualidad cubana radicada fuera de la Isla.Reina María 
     Mi memoria prepara su sorpresa e inscribo aquí los nombres de algunos de los presentes en esa reunión de luna íntima: en la acogedora casa de la escritora cubana Uva de Aragón, anfitriona de la tertulia, y rodeados por una interesante muestra de pintores del patio, coincidieron esa noche de polen incesante el fructífero pintor Ramón Alejandro, los alabados poetas Rita Geada, Néstor Díaz de Villegas y Félix Lizárraga, la destacada ensayista Lourdes Tomás Fernández de Castro (Premio Casa de las Américas en Ensayo, este año de 1998), Quien Esto Narra Con Tanto Estilo y Precisión, y la radiante Olga O'Connor, periodista de "El Nuevo Herald" de Miami.  Esos, que recuerde yo (y que el que no esté "pregunte por la alcoba", Lezama dixit).  No debemos olvidar una visita intempestuosa que alteró la fluidez de las aguas conversables de la velada: llamaba desde Nueva Orleans el plácido Francisco Morán, despertando avispas de amistad y gratas recordaciones. 
     De la Isla --es decir, aún residiendo en Cuba-- estaban, además de Reina, una joven poeta del colectivo de la revista y ediciones Vigía, de Matanzas, y el intelectual de la llamada "vieja guardia" Ambrosio Fornet, quien había sido invitado por el Instituto de Estudios Cubanos de la 
Universidad Internacional de la Florida a dar una plática sobre la recepción en Cuba de la literatura del exilio, y quien fuera recibido con enorme entusiasmo y cariño por la prestigiosa prensa miamense, que nada tiene que envidiarle en objetividad, cordura y justicia a la prensa 
oficial de la Isla.Reina cautivando al público 
     Salimos de casa de Uva ya tarde, muy felices de habernos reencontrado los unos en los otros, los otros en los unos, todos andando con un trotico aleve que hizo hablar las yerbas y el asfalto.  Nos visitó la Reina y descubrimos cuán pobres éramos sin ella entre nosotros (y tal vez viceversa).  La noche se cerraba con un telón lento, el posible y necesario reencuentro era solo un aria breve. 

      Jesús J. Barquet 
 

TRIQUIÑUELAS 

Yo creo que no estaría mal pensado ir reformando esta ciudad, por supuesto, aprovechando lo mejorcito que tiene, como el Parque Central, el Teatro Payret y la Plaza de Toros. 
La prueba plena de que la Plaza de Toros es de lo mejorcito, es que a ella acude todo el mundo, exceptuando alguno que otro miembro de la protectora de animales. 

GASTÓN BAQUERO: EL TESTAMENTO DEL PEZ 

     Al conmemorarse el primer aniversario de la muerte del poeta cubano Gastón Baquero, la redacción de La Habana Elegante ha querido sumarse al homenaje que se le tributó en España y reproduce la nota aparecida en El País. Decir que Baquero fue uno de nuestros mejores poetas no es suficiente. Hay que señalar, además, la integridad con que vivió hasta el último de sus días. La Habana Elegante lo sabe de vuelta a su ciudad, definitivamente de vuelta a la ciudad que requiebró con la pasión desesperada de los peces y de los náufragos: "Yo te amo, ciudad,/ porque te veo lejos de la muerte, /porque la muerte pasa y tú la miras/ con tus ojos de pez, con tu radiante/ rostro de un pez que se presiente libre...". Entre las piedras retorcidas y los hierros enmohecidos de la ciudad, ha puesto el poeta su destino: "Quisiera ser mañana entre tus calles/ una sombra cualquiera/ un objeto, una estrella,/ navegarte la dura superficie dejando el mar, / dejarlo con su espejo de formas moribundas,/ y perderme hacia ti, ciudad amada..." 
 

EL MUNDO DE LA CULTURA HOMENAJEA AL POETA CUBANO GASTÓN BAQUERO  

JAVIER GOÑI, Madrid 
     Coincidiendo con el primer aniversario del fallecimiento del poeta cubano Gastón Baquero (Banes, 1918-Madrid, 1997), vinculado al grupo de la revista Orígenes, de Lezama Lima, y que vivió exiliado en Madrid desde 1959 hasta su muerte, críticos, poetas y editores comenzaron ayer por la tarde en la Casa de América un homenaje y una evocación de su persona y de su obra con el título Magia e invención de Gastón Baquero. 
     Críticos y poetas, españoles y cubanos (de la isla y del exilio), se reunirán también hoy y mañana para recordar a Baquero y para leer sus versos. En el transcurso de este homenaje está previsto que se presente la Fundación Gastón Baquero, que se acaba de constituir, y se proclamará el resultado del Concurso Internacional de Poesía Gastón Baquero. Mañana se presentarán también dos libros referidos al poeta: Poesía completa (Verbum) y Entrevistas a Gastón Baquero (Betania), que reúne media docena de entrevistas realizadas al poeta en los años de su exilio español. 
     La edición de su poesía completa, que incluye algunos inéditos que dejó Baquero al morir, intentará salir sin alguna de las varias erratas que tenía la edición que hace tres años sacó La Fundación Central Hispano. En aquella ocasión, al volumen con su poesía se le agregó otro con buena parte de sus ensayos, pues Gastón Baquero, como les ocurre a los buenos poetas, era un agudo ensayista, como lo muestra, por ejemplo, los ensayos que sobre poetas de su lengua o de otras lenguas recogió en libros fundamentales como La fuente inagotable o Darío, Cernuda y otros temas poéticos

Entrevistas 

     El director general del Libro, Fernando Rodríguez Lafuente, presentó ayer las jornadas, y a continuación se celebró una mesa redonda moderada por el director de Cuadernos hispanoamericanos, Blas Matamoro. La escritora Elizabeth Burgos y Efraín Rodríguez hablaron de las entrevistas que mantuvieron con Baquero en Madrid. El crítico Mario Parajón se refirió a la faceta periodística del autor homenajeado. El poeta y periodista cubano Felipe Lázaro, que publicó un buen número de entrevistas con el poeta, se detuvo en diversos aspectos biográficos de Gastón Baquero y analizó la amistad entre éste y Lezama Lima. 
     Para hoy está previsto que, moderados por Pío Serrano, escritor y editor cubano que lleva muchos años viviendo en España, intervengan el director de la Biblioteca Nacional, Luis Alberto de Cuenca, y los escritores y críticos cubanos César López, Manuel Díaz Martínez y José Prats Sariol; mañana, además de la proclamación del premio y la presentación de los dos libros citados. Ángel Rodríguez Abad moderará una mesa de poetas en la que se espera la presencia, entre otros, de Félix Grande, Leopoldo Alas, Luis García Montero, Luis Antonio de Villena, Luis Alberto de Cuenca, Adriano González León y Manuel Díaz Martínez. 
Una exposición de documentos personales (fotos, manuscritos, libros y otros) contribuirá a recordar a «ese pobre señor, gordo y herido, / que lleva mariposas en los hombros / oculta tras la risa y el olvido / la pesadumbre de todos los escombros», como el propio Baquero se veía al comienzo de su Retrato poético
Cuando ya habíamos incluído esta nota nos llegó la noticia de la premiación del concurso Gastón Baquero, que transcribimos: 

Hilario Barrero, premio de poesía Gastón Baquero 

EFE, Madrid 
El español Hilario Barrero, profesor de Literatura en la Universidad de Nueva York, obtuvo anoche el I Premio Internacional de Poesía Gastón Baquero por su obra In tempore belli, «un libro de amor y de muerte un poco barroco», según el propio autor. El fallo del jurado, presidido por Francisco Brines, fue hecho público en la Casa de América, de Madrid. 
Recibieron una mención especial los cubanos Efraín Rodríguez Santana, Francisco Morán, Jesús J. Barquet y David Lago y el español Jorge Riechmann. 
El jurado estuvo compuesto, además de por el poeta español Francisco Brines, por el boliviano Pedro Shimose y el cubano José Olivio Jiménez. 

DIÁSPORA(S) 

       En el primer número de La Habana Elegante, no sólo dimos a conocer el surgimiento de una excelente revista habanera [Diáspora(s)], sino que publicamos en aquella, nuestra primera entrega, no pocos de sus materiales. Ahora queremos hacernos "ecos y murmullos" del segundo número de Diáspora(s). Pero hay algo más. Pronto dispondremos de la revista en disquete, la que enviaremos gratuitamente por correo electrónico a quienes lo deseen. 
Diáspora(s) cuenta con el siguiente cuerpo de redacción: Rogelio Saunders (narrador y poeta), Ricardo Alberto Pérez (poeta), Pedro Marqués de Armas (poeta y ensayista), Ismael González Castañer portada de la revista Diáspora(s)(poeta), José Manuel Prieto, Radamés Molina (narrador y ensayista), Carlos Alberto Aguilera (poeta) y Rolando Sánchez Mejías (poeta, narrador y ensayista). Los coordinadores del proyecto son: Rolando Sánchez Mejías y Carlos Alberto Aguilera. 
A nuestro juicio, lo más significativo de Diáspora(s) es el de constituir un espacio alternativo al discurso de la cultura oficial. Se trata de una re-lectura y de un re-planteo no sólo de la cultura, sino de la misma escritura entendida como institución. No hay que olvidar que la ideología oficial invadió la escritura convirtiéndola en "arma de la revolución", en institución política, con lo cual vino a consumarse el allanamiento de la "ciudad letrada". Por la razón apuntada Diáspora(s) se erige como espacio abierto para la discusión de todos los espacios culturales incluyendo--como ya dijimos--el de la escritura. 
     Invitamos a nuestros lectores a leer  un artículo de Rogelio Saunders que hemos seleccionado del último número de Diáspora(s) y que incluímos en la sección Pasión de Cuba. 

BARALANUBE, LORENZO GARCÍA VEGA, RAMÓN ALEJANDRO Y OTRAS VILIS 

     La colección Baralanube (no, no es Baudelaire), Ediciones Deleatur no descansa. Dirigida por el joven artista cubano Ramón Alejandro, nos ofrece ahora un nuevo título: Vilis, de Lorenzo García Vega. La Habana Elegante da la bienvenida a este tomito elegantemente ilustrado (y prestigiado) por el mismísimo Ramón Alejandro. Es un librito--advertimos--que podría revolver la "vilis" a unos cuantos. Aquí va unas primicias del mismo. El que quiera más que se dé un saltico hasta la Universal donde puede ser adquirido. 

     En el Cabaret Las Rosas, de esa calle venida a menos de Vilis; y llamada Rivadavia. Ahí,  como parroquiano, está un sujeto frustrante y anodino, llamado Carlos Santana. 

     Pero Carlos Santana tiene la peculiaridad de ser, al igual que un personaje de Juan Larrea, quien sabe oír por Morse en el corazón del otro. 
     Ahora Santana, en el Cabaret Las Rosas, está oyendo por Morse lo que el corazón del Coronel Manrique le dicta. 
     El Coronel Manrique le dictará los siguientes puntos: 
     Punto uno -- El, que sin duda está confrontando un difícil problema sexual, estuvo en el Castillo, con Lolita; 
     Punto dos. -- Se va para un bar, donde se encuentra con un sujeto a quien le cuenta lo que le pasa; 
     Punto tres -- El sujeto del bar lo pone en contacto con un sujeto muy de pueblo: un negro que lo conduce a un extraño lugar; 
     Punto cuatro -- En ese extraño lugar, después de abrirse la puerta de la calle, hay que abrir la puerta de la bóveda de un banco; 
     Punto cinco -- Una vez abierta la bóveda del banco, el negro pone en contacto al Coronel con una psiquiatra costarricense que, por no tener licencia, tiene que ejercer su profesión clandestinamente; 
     Punto seis -- Coronel y psiquiatra, en busca del Consultorio, se ven obligados a atravesar lugares demasiado sórdidos; 
     Punto siete  --  Para que los demás no piensen que la Psiquiatra no tiene licencia, ella y el Coronel fingen que se están dando un mate; 
     Punto ocho -- No hay duda de que la Psiquiatra, quien está vestida de negro, es una mujer hermosa; 
     Punto nueve -- Hasta que, por fin, llegan al Consultorio; 
     Punto diez  -- Una vez en el Consultorio, un médico le echa, al Coronel, unas gotas en los ojos; 
     Punto once -- Arden las gotas, por lo que el Coronel lagrimea; 
     Punto doce -- Hasta que, llegado a este punto doce, el Coronel Manrique llega a tener absoluta confianza en el análisis, como medio de resolver todos sus problemas. 

     En las afueras de Vilis está el Castillo. El Castillo también es conocido como La Casa de Marina,  y ahí se celebran las Jornadas. 
Este es el Castillo donde, según dijo el Coronel Manrique, él estuvo con Lolita. 
 

Finalmente, La Habana Elegante se regocija con la entrega del premio Cervantes a Guillermo Cabrera Infante, y reproduce el artículo aparecido en el periódico español El País

viernes, 24 de abril de 1998 
 
Entrega del premio Cervantes 

Don Juan Carlos:«Festejamos hoy los despejados caminos de nuestra lengua» 

Madrid. Trinidad de León-Sotelo 

     Guillermo Cabrera Infante se vistió ayer de chaqué. La ocasión –recibir el premio Cervantes de manos de Su Majestad el Rey– lo exigía. Pero el escritor se había lamentado el día anterior de que su físico no era el más indicado para la indumentaria. Este amante apasionado del cine debía pensar en Cary Grant. De todos modos, la realidad que vivió ayer se acerca a las ficciones de los sueños mejores. Un nombre –Octavio Paz– estuvo en la memoria de todos y fue evocado por Don Juan Carlos, Cabrera Infante y la ministra de Cultura. En el Paraninfo estuvo la solemnidad; en las calles de Alcalá de Henares, la fiesta popular: vivas, aplausos, alegría desbordada. 

     En la mesa presidencial, Sus Majestades los Reyes; el presidente del Gobierno, José María Aznar;el presidente de la Comunidad de Madrid, Alberto Ruiz-Gallardón; Esperanza Aguirre, ministra de Cultura; el rector de la Universidad de Alcalá de Henares, Manuel Lara, y el alcalde la ciudad, Bartolomé González. 

     El autor de «La Habana para un infante difunto», de cuya literatura dijo el Monarca que «potencia el gozo sensible junto al placer de la razón, a través de dos caminos que, siendo paralelos, discurren en permanente contacto de experiencia y estímulos creadores», debía sentirse atrapado por los nervios de la emoción. Al acercarse a su esposa, la actriz Miriam Gómez, (comentaría Esperanza Aguirre que no ha tenido un papel secundario en su vida), para que le entregara las páginas de su discurso, bebió de un termo que su mujer llevaba preparado, siempre atenta hasta en los mínimos detalles. La cuestión es que después de que Fernando Rodríguez Lafuente, director del Libro, diera lectura al acta de concesión del galardón, el escritor premiado pronunció su discurso, «Cervantes, mi contemporáneo», aunque previamente pronunció las palabras «In 
memoriam Octavio Paz». 

Juego literario 

     Las páginas que Cabrera Infante desgranó ayer estaban alejadas de erudiciones epatantes y se centraron en un imaginado –y deseado– diálogo entre quien hablaba y Miguel de Cervantes. Pero ya se sabe que la imaginación repasa muchas verdades, y eso hizo el escritor, a cuyo nombre va unido ya para siempre el del autor del Quijote. En la conversación que mantuvieron ambos saltó la envidia de Lope por Cervantes, la fecha del 22 de abril de 1616 como la de su muerte, la comedia musical «El hombre de La Mancha», la posibilidad de un Quijote de las Indias y un Sancho Pampa, toda una serie de asuntos que, en algún momento, como en lo referente a Mark Twain, hizo reír al público. Ya diría después Don Juan Carlos que Cabrera Infante «en ocasiones utiliza un trabalenguas infantil con raíces populares, como en "Tres tristes tigres". Otras veces recurre a la cultura más elevada para transformar con ingenio un título musical y escribir "La Habana para un infante difunto". Al cabo, un libro unívoco y proteico a la vez, como "Cine y sardina", redunda en la misma fórmula:convertir en literatura de la más alta calidad todo aquello de lo que se ocupa y atiende, a través del prisma del humor directo, que provoca la risa franca y saludable. Pero también con fina ironía, propiciadora de la sonrisa». Guillermo Cabrera Infante 

Pero ayer, Cabrera Infante no sólo provocó la sonrisa con sus palabras. Ya se ha hablado de que era fácil sospechar su emoción, un sentimiento que volvió a hacer de las suyas cuando se acercó a 
la mesa presidencial. Tras saludar al Rey se apartaba del lugar y sólo se dio la vuelta ante las insistentes llamadas de Doña Sofía, que no quería dejar de estrecharle la mano. Por cierto, que el 
novelista dejó constancia, al término de sus palabras, de la generosidad que España ha mostrado hacia él. Y un pulso a la nostalgia:«Todos saben cómo he perdido a mi lector natural, pero no lo lamento. He ganado muchos otros aquí y en todas partes». 

¡Ay, Cuba!, siempre presente veladamente, o con su santo y seña como hicieron el Rey y la ministra de Cultura. Aguirre comenzó haciéndose eco de la voz de todos los hombres de letras de España a la hora de agradecer a los Reyes su presencia en un acto que era una muestra más «del amparo que la Corona de España siempre ha dispensado y dispensa a los que dedican su vida y sus afanes al estudio de nuestra lengua y al cultivo de nuestra literatura». «Quiero agradecer también –añadió– la presencia en este Paraninfo del Presidente del Gobierno, que pone de relieve el compromiso de los poderes públicos en el fomento y desarrollo de nuestra lengua y literatura». «Todos los hombres, y especialmente los hispanohablantes, tenemos en las páginas de Cervantes la mejor ayuda contra la intolerancia, el mejor consuelo frente a la incomprensión y el mejor instrumento para desentrañar los misterios del alma humana, empezando por la de uno mismo», dijo en alabanza al autor del Quijote, para añadir que la impagable deuda que tenemos todos con él «la vamos saldando con actos como el de hoy, en el que propagamos a los cuatro vientos nuestra condición de hijos culturales y espirituales de quien, de forma tan magistral, supo desvelar los secretos de nuestra condición humana, a la vez que nos enseñaba para siempre a utilizar la lengua española y a utilizarla de manera ejemplar». 

Libertad para todos 

     Calificó de grata coincidencia la circunstancia de que se entregara el Premio Cervantes a un cubano en el año en el que se cumple un siglo del fin de la presencia española en Cuba y, sobre todo, del fin de una guerra que mucho tuvo de fratricidio y contienda civil. Ya lleva años Cabrera residiendo en Londres, donde «ha utilizado las palabras como una especie de talismán en su batalla contra el olvido, lo que añade una especial dimensión estética y moral a su obra literaria». Terminó la ministra con estas palabras:«Sólo nos queda desear que la libertad que nos ofrece esa patria común que es nuestra lengua sea una realidad para todos los que la hablamos». Con el discurso del Rey terminó un acto en el que, como él manifestó, «festejamos los despejados caminos de nuestra lengua, cada vez más extendida y mejor cultivada por sus hablantes y escritores». Luego, en el claustro –arte, sol y cipreses–, la confraternización. Fotos de familia, cantos de la tuna, copas y canapés.