El
presente número de La Habana Elegante acoge en su azotea
a tres poetas cubanos: José Kozer, Germán Guerra, y Osmar
Sánchez Aguilera. Agradecemos a éstos el envío de
textos inéditos, así como el contacto frecuente que nos permitió
garantizar la calidad habitual de esta sección. También llegue
nuestra gratitud a Germán Guerra, Félix Lizárraga
y Odette Alonso por las presentaciones que respectivamente hicieron de
Kozer, Germán y Osmar. Finalmente, las fotografías enviadas
por Germán y por nuestro amigo venezolano Gregory Zambrano permitirán
que los lectores dispongan de más rostros, de más "huellas
digitales" de los escritores que nos honran con su visita.
Como
en cada número, "Ecos y Murmullos" se hace "eco" del acontecer cultural
cubano donde quiera que éste se produzca. A nuestros patrocinadores
les agradecemos su apoyo irrestricto que reconocemos insertando, según
es habitual, sus respectivos anuncios.
Eduardo
Hernández, el talentoso y simpático fotógrafo de lo
más selecto de la sociedad habanera, ha montado su exposición
en el elegante salón del Café París, el mismo escogido
por la diva Sarah Bernhardt para hacer su debut en nuestra ciudad. Por
cierto, que el monólogo de la Bernhardt ("En todas partes cuecen
habas") causó sensación en el recién finalizado Festival
Internacional del Monólogo de Miami. Fue precisamente la gestión
del Café París la que la introdujo en el exquisito círculo
de La Má Teodora. También tenemos una excelente muestra del
pintor Eduardo Rubén, y cuya presentación está a cargo
de Orlando Hernández, el crítico de moda de La Habana
Elegante. Agradecemos a nuestro corresponsal Jorge Gómez de
Mello el haber hecho posible la exposición de Eduardo Rubén.
Hernández, por su parte, cuenta con la presentación estelarísima
del bello y joven crítico Andrés Isaac Santana, y de quien
ya se dice en todos los salones de la ciudad que es algo más que
una simple promesa.
Gracias
a la colaboración de Jorge Marturano, estudiante de Duke University,
"La expresión americana" puede ofrecer a sus lectores un texto tan
sencillo como sofisticado en su urdimbre teórica: "La
crucifixión del intelectual y el colapso del relato moral en El
fiscal de Augusto Roa Bastos". Esperamos que no sea éste el
último trabajo de Jorge, y quisiéramos que ello animara a
otros amigos a enviarnos sus colaboraciones.
No
es la primera vez que la página dedicada a Casal presenta un cuento.
Antes fue uno de Reinaldo Montero y, ahora, es Arturo Arango, de quien
ofrecemos su relato "La Habana Elegante". Se trata de un cuento en el que
la ironía y la complicidad que establece con sus lectores constituyen,
al menos en parte, el secreto de su excelencia.
Tres
cuentos breves del cuaderno La caída y otros deseos, del
joven narrador Arsenio Rodríguez Quintana, y tres capítulos
de la novela En la ocho y la doce, del también joven narrador
Roberto G. Fernández, constituyen la entrega principal de "En la
loma del ángel". Todo ello está complementado por un fragmento
de la novela Las puertas de la noche, de Amir Valle.
Una
visita al Palacio de los Orishas, de Madruga, aguarda lo mismo al
lector respetuoso o curioso de las tradiciones de la religión afrocubana,
que al creyente que gusta de hablar con sus orishas.
Interesante
contrapunto entre La Habana y Nueva York el que construye Pablo Medina,
y quien traza su itinerario de flower a flor, y de city
a ciudad. De La Habana a Nueva York -- pasando fugazmente
por Miami --, Medina traza su nostalgia con fragmentos de la lengua: lengua
rota, fragmentada, y que no cesa de reinventarse a sí misma.
"Miradas
a la identidad en la literatura de la diáspora" se titula el ensayo
de Víctor Fowler que proponemos a nuestros lectores. Esta página
incluye, a su vez, la reseña que Madeline Cámara hizo de
la novela Livadia, del narrador cubano José Manuel Prieto,
y quien reside en México.
Ofrecerá
a los lectores huellas, trazos (y trozos) de la memoria. Sugerida por nuestro
amigo, el poeta Jesús J. Barquet, aquí va la primera entrega:
el poema "¿Por qué se van?", de Pura Ortiz.
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