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NOTICIAS PARTICULARES DE LA HAVANA VENTAS Un mulato, como de treinta años, buen cocinero, sano y con todas tachas, menos ladrón; también se cambia por negro, mulas, caballos o volante. En el almacén que era de don Juan Ricón darán razón. Una negra de edad de 17 años, buena lavandera, sin tachas, en 250 pesos libres. En la calle de la Sábana, núm.6, darán razón. (del Papel Periódico de la Havana) El deseo de PAZ y SALUD para TODOS los hombres en el MUNDO. Anunciata Navarro y familia, La Habana. PROSPERIDAD, SALUD,y BUENA SUERTE para TODOS mis seres queridos. Santiago Chong, La Habana. PÉRDIDA Se han extraviado fuera de la Muralla unos cordones de Cadete. Frente a la portería del Monasterio de Santa Teresa, número 80, gratificarán al que los entregare. (del Papel Periódico de la Havana) Ceiba, ¿será tan imposible la paz como parece ? Sandra, La Habana. Morancillo: Al pie de la ceiba nos volvemos a encontrar; ya son cinco años y eso me suena a costumbre, cosa que disfruto y celebro. Aprovecho la ocasión para mandarte unos frutos que robé de la Filípica de Tempompo. Pruébalos primero e incrimíname después. Yo guardo para ese instante la nieve entre las manos. A ti te toca, íncubo de la otrora San Cristóbal de la Habana, aparecer con el sudario. Karlos H. Pintado, Miami-La Habana-Dublín. Una carta de Anaïs Nin Octubre 9. 1922 Finca La Generala*, Luyanó, Habana A Eduardo**: Me había prometido no hablar sobre el cambio de hogar ni de mi nueva aventura. Llegué a La Habana con mucha sobriedad y dudas, determinada a vivir tan sólo con lo indispensable, sabiendo muy bien el error que paga uno por ilusionarse. Pero los dioses, por consiguiente, me colmaron de regalos. Me encuentro viviendo en las afueras de la ciudad, en la más bella de las casas, casi un palacio, amueblado y decorado con exquisitez, rodeada de un jardín encantador. Y por todas partes que miro están los campos de Cuba, fértiles y pródigos bajo un cielo siempre brillante. Notas * La finca La Generala era propiedad de Antolina, tia de Anaïs Nin, viuda de el General de ** Eduardo Sánchez. Primo predilecto de Anaïs. Nació en 1904 y murió en 1990. Hijo de Bernabé Sánchez y de Anaïs Culmell. Astrólogo. Viajó a París en 1930 y convivió una temporada con los Guilers, en Louveciennes. *** cuisine. El francés defectuoso de Eduardo le hacía confundir cousine (prima) con cuisine (cocina), algo que más tarde tomaría forma de chiste. Tomado de: Anaïs Nin, The early years, Volume Two, 1920-1923 En la rama materna de mi familia, que es la mas cercana para mí, los únicos habaneros reyoyos somos mi hermano y yo pues hubo emigración desde Oriente en la decada del cincuenta y hacia Estados Unidos en la decada del sesenta; se puede decir que la familia tuvo un breve paso por La Habana que permitió a Armando y a mi crecer cerca del Malecón, del Coppelia... hacer la cola de Pues ahí están mis tres deseos; Roberto Wong, escultor, Miami.
Ciudad Habana, la hermosa Nuevo fuego amanece cada día en la canción de amor Sabina Texido, Lansing, Michigan. TEATRO Hoy, jueves 13 del corriente, a las 12 de la noche, si el tiempo lo permite, se representará la famosa ópera en un acto, titulada la Indigesta, a la que seguirá una excelente pieza unipersonal nombrada Lamentos de los Cayo-putanos, concluida, se cantará un famoso dúo por los señores Zapato y Guatacas, cuya música está sacada de la ópera del delirio. Entrada libre, por ser día de San Gumersindo. Imprenta Liberal, a cargo de Feliciano Romay. (de El Esquife, La Habana, 1813) Por lo que tienes de deidad, gentil ceiba, a tu sombra nos conjuramos para abominar de la guerra y todo lo que la atiza, en especial de esos "war profiteers" que se enriquecerán con las armas y la muerte. Manolo García-Castellón, Nueva Orleáns. Dame la mano y danzaremos, Jesus J. Barquet, Texas. Hola: primero que todo, gracias a Dios por encontrar esta página y, segundo, a ustedes por su labor. Soy cubana nacida y resido en el extranjero, y no recordaba los largos paseos y colas interminables para darle la vuelta a la ceiba a la que tantas veces fui. Gracias, hoy siento renacer, y a pesar de la nostalgia estoy feliz pues no todos los días llegan recuerdos tan grandiosos. ¡Hoy, ceiba divina, te pido por la paz y el amor entre todos los cubanos, y que la libertad sea ya una realidad! Niurka, Colombia. Saludos a la ceiba de Morán, con su Habana virtual dándole vueltas, pidiendo y pidiendo, una y otra vez, tres veces, los deseos que nos hacen buenos y también, a veces, los que ensucian el alma. En este otoño tan especialmente frío, afuera, y sobre todo adentro de nuestros corazones, ya no pido la prudencia y la humildad, que al parecer son letra muerta en los seres humanos. Pido, a riesgo de parecer ridícula, una esperanza que nos mantenga vivos y aún un poco dignos de percibir lo eterno. Odette Alonso, México, D.F. ..Al principio fue el alarife, el hombre de la plomada y del mortero, de cuyo temprano paso al Nuevo Mundo queda constancia en los asientos de Pasajeros a Indias de la Casa de la Contratación de Sevilla. (Seis habían pasado ya a la Isla Española, antes de que se iniciara la colonización de Cuba.) De ahí que, independientemente de aquella Habana anterior a La Habana que -según se dice- alzaron unos cuantos colonos en las orillas del río Almendares, hemos de buscar el verdadero núcleo generador de la ciudad en aquellos humildes y graciosos vestigios que aún perduran en uno de los patios del antiguo convento de Santa Clara, cerca de las clásicas tabernas pecaminosas del puerto, bajo la presencia de un pequeño mercado, de un baño público y de una fuente municipal que, a pesar de su modestia, ofrece una evidente nobleza de factura. Trabajo todo, de alarifes, como aquella «Casa del marino», más ambiciosa, que aún puede verse a una escasa distancia de lo que fuera, en un tiempo, ágora entre manglares, plaza entre malezas, y que al ser revelada al público, en días de nuestra adolescencia, tras de larga reclusión impuesta por el envolvente crecimiento de un monasterio de clarisas, ostentaba todavía un borroso letrero que la identificaba como la «Casa del pan». Alejo Carpentier (de La Ciudad de las columnas) Para la Ceiba Quiero construir un puente Enrique Pineda Barnet A la Ceiba quiero volver Love, La Paz y el Amor en los corazones de los Hombres. Nérida, Miami (mamá de Lao) Mi deseo: Saludos a todos y continúen desarrollando la revista. Carlos García Pascual, República Dominicana Noviembre 15 de 1959 señaló un día hermoso en la vida de una joven pareja cubana. Ella, de la Habana, y él, de Cárdenas, Ciudad Banderas. Una boda siempre era un acontecimiento social y por lo regular se celebraba los sabados...Pero esta pareja deseaba iniciar su nueva vida a la par que un aniversario más de la Ciudad. María Teresa Villaverde, viuda de Trujillo, Conneticut Del Matadero de la ciudad 54. El día seis de Diciembre de mil setecientos noventa y seis comenzó el gobierno del Teniente General Conde de Santa Clara, cuyo carácter generoso, y demás bellas disposiciones contribuyeron a hacer menos sensible la ausencia del señor Casas.1 Pero si es innegable que se hizo más popular que su antecesor, por ciertos rasgos de desinterés, de consideración a la miseria humana en todas sus acepciones, y de afabilidad en todas las clases de la sociedad también es innegable que, menos inclinado al cultivo de las letras, fue el primer causante, por su indiferencia, de aquella noble emulación que reinaba en la sociedad se enervase, con detrimento de la ilustración, que de un modo maravilloso ramificaba. PRIMERA Baxo la direccion, SEGUNDO Reynando la Magestad del Señor D. Carlos IV, que Dios guarde, y en el Pontificado de nuestro Santísimo Padre Pío VI. se hicieron esta casa y calzadas, por disposicion del Excelentísimo Señor Conde de Santa Clara, Gobernador y Capitan General de esta ciudad é Isla, baxo la direccion del Caballero Regidor, Depositario general D. José Armenteros.--Año 1797. Notas 1. Es evidente que al Conde de Santa Clara, aunque no se le puede llamar declarado protector de las letras, como a su inmediato antecesor, contribuyó por otros caminos al lustre y aumento del país. La Habana, generalmente hablando, cuenta con una serie de Gobernadores, cuyas virtudes han superado incomparablemente a sus defectos. 2. Debe advertirse que el tiempo de su gobierno fue por desgracia muy limitado. 3. Dígalo, si no, el empedrado, el alumbrado, la multitud de tabernas indecentes, las plazas públicas, el riego de calles, ese cauce pésimo de la zanja, conductor de un caudal de aguas digno de otra atención; y continuára diciendo mucho más, si no advirtiera que al fin se toman providencias sobre abolición de carretas en la ciudad, y sobre otros particulares de la mayor atención. 4. Algunos de estos toros eran por su calidad sumamente feroces; como se demostraba en la reprensible costumbre de capearlos en el patio del Matadero, donde concurrían los aficionados a sortear los que se habían de matar aquel día para el abasto público. Esta afición a juegos de toros heredada de nuestros padres, se conservaba en la Habana desde las corridas que, según estoy informado, se hacían en la huerta de Bayona: también hubo estas fiestas en la proclamación de Carlos III; después hubo nuevas corridas en el patio del coliseo; y en tiempo del señor Casas se formó la plaza que para el efecto existía en el campo de Marte. Las fábricas de esta plaza eran de madera, y de una regular extensión, y sin regularidad en su estructura. Antonio J. Valdés. Historia de la Isla de Cuba y en especial de La Habana. La obra, que data de 1813 y quedó inconclusa, fue reeditada por la Comisión Nacional Cubana de la Unesco en La Habana, 1964. pp. 207-09. Desearía que los ciudadanos de los Estados Unidos pudieran (pudiéramos) salir de la situación tan trágica y difícil en que se (nos) encuentran (encontramos). Desearía que esta posible salida no fuera un escapismo sino una toma de conciencia de que no se puede abusar del resto del mundo con Emilio Bejel Eleggua de los cuatro vientos, dios de los caminos y las encrucijadas, Jesús Jambrina, Noviembre 12, Iowa. Defixionum tabellae Dioses del mundo inferior, 1 El lector puede añadir el nombre que más excecrable considere. Alfredo Alonso, Noviembre 11, 2001, Iowa. Querida ceiba: ya que has quedado en pie después del huracán, te pido, no por mí, sino por los miles de plátanos perdidos, por las toneladas de cítricos, por las cañas caidas y por todo el escombro que iguala a Nueva York. Detén las furias, todas. Eneyda Meretriz, Washington, di sí. Instrucciones para enterrar tres haikus en el tronco de La Ceiba y ponerla a parir Se escriben los haikus, preferiblemente en papel cartucho, se hace un rollito, se le pone adentro un diente de ajo, un clavo sin punta, mucha cascarilla y se amarra el bulto con tres cintas verdes y tres amarillas. Saltas del camello frente al Capitolio, bajas por Obispo - hace mucho tiempo que por estas calles nadie empina el paso, nadie empina el pico -, cuidao con los charcos, esquivas la fiana, llegas al Templete, tiemplas el ambiente, el tumulto'e gente, tiemblas con olores y tocas la ceiba y Del poeta Invadida de De la vida. Lecho de muerte. De la espera. Hombre sentado Germán Guerra, Miami, noviembre y 2001. Deseo mucha paz y prosperidad para el pueblo de Cuba, que pronto volvamos a ser un sólo pueblo, unidos para levantar nuestra patria, y que pronto pueda volver a caminar la Habana Vieja, y dar varias vueltas alrededor de la ceiba situada en el Templete...que Dios me dé bastante salud, para un día poder retirarme en Viñales, Pinar del Río. Gracias, por invitarme a participar ..Saludos.. Paul Díaz Acerca de la Ausencia y la Presencia ( Gracias a mis circuntancias, en diferentes sitios) VOLVER NO ES LO MISMO QUE REGRESAR. HAY QUIEN JAMÁS DESPEGA. HAY QUIEN SE VA, QUEDÁNDOSE. HAY QUIEN DESAPARECE AL INSTANTE HAY QUIEN ESTÁ DE VUELTA HAY QUIEN SIEMPRE ESTÁ PRESENTE. !AY, QUIÉN FUERA PRESTIDIGITADOR! Enrique-Ignacio-Simón, mayo 17 de 1997 Mis deseos, o mejor dicho, mi sueño utópico, consiste en que algún día la reconciliación nacional sea realidad. Sueño imposible en estos momentos, ya será tarea de otras generaciones acercar a los irreconciliables. Cuando la extrema derecha neofascista de Miami se dé un abrazo de hermano con la intransigencia militante de los "castristas" de la Isla, entonces estaríamos en el camino hacia la Patria para todos y por el bien de todos. Sigamos soñando, y muchas bendiciones para la Ceiba y los gacetilleros de La Habana Elegante. Leslie Bryon, LMHC Un mensaje para la ceiba y para francisco, que me lo ha pedido tanto. Saludos para mis amigos en La Habana: reina, pedro, carlos (debiste haber llamado, coño), víctor, norge (flotando), topo, y toda la gente de Basarrate (el del balcón de enfrente, especially), y para los dispersos, mil abrazos, varias José (no el "casto", sino el "otro", el Quiroga), Washington, D.C.
Querido Morán: ¿no nieva este otoño en La Habana? Espérenme el jueves para dar las vueltas a la ceiba con todos Vds; mi deseo es poder hacerlo, y no de forma virtual, algún 15 de noviembre cuando pase lo que tiene que pasar. Reciban en La Habana Elegante todo mi cariño que hago extensivo a todos sus colaboradores, lectores, simpatizantes y, como yo, habaneros de corazón. Para Vd., mi enhorabuena por el afianzamiento de su revista, tan vital, tan llena de ideas y proyectos, con un fuerte abrazo desde España, Mª Dolores del Cacho. Me gustaría plantar en la mítica Ceiba la belleza y originalidad de nuestro arte cubano. Qué siempre renazca y brinde a las futuras generaciones la cadencia de nuestra música, tanto la culta como la popular, lo rítmico de nuestros bailes, la elegancia de nuestra poesía, el inigualable colorido de nuestros pintores, la creatividad de nuestros escultores y, sobre todo, las exquisitas voces de nuestras gran - diosas cantantes. Todo salpicado de amor, armonía, paz y cordialidad. Y por favor que se riegue la tierra de esa gran Ceiba con el agua sensual y dulce del Pón Pón en Matanzas. Muchos saludos, José, Miami. Recoger, unir, empatar los sueños y descubrir las muchas realidades, los laberintos de nuestro pasado y el enigma de muchos futuros posibles. Gracias a esfuerzos como L.H.E. que nos ayudan en este viaje entre sombras. Olympia B. González, Chicago.
En estos tiempos de incertidumbre, hagamos de nuestra Ceiba un punto de anclaje. Que el Exilio sea uno solo, y uno solo con nuestros hermanos en la Isla. Sergio A.Fernández, Miami. Omí tuto, ana tutu, Iba ara ago o (Enviado por Doña Jicotea Concha) Acabo de regresar de Cádiz, esa ciudad hermana de la nuestra. Allí, frente al mar, a la sombra de un enorme ficus, una estatua de Martí una vez más sirvió de punto de reunión de los cubanos nómadas que se reunieron allí para hablar de la literatura que creamos en exilio, sin Patria sí, pero sin amo. No sé si fue la magia yoruba que nos acompaña siempre, pero el ficus se me confundió con la ceiba mientras entonaba junto a los otros el himno nacional, conjurando el temor a haberlo olvidado. Parece que hay cosas que el olvido no arrastra consigo y que, como las raíces de la milenaria ceiba, Madeline Cámara, en Calexico aún, California. Deseo con todas las fuerzas que posee mi ser, mi alma, mi ánima y mi espíritu que todo espíritu que me acompañe, que me tenga simpatía, que vela por mi vida y por mi suerte, me ayude a conseguir lo que desde hace tanto tiempo vengo persiguiendo: la posibilidad de vivir en La Habana, al menos por un año. Como sea. Así como la bendición de todos los que me quieren bien para poder vivir felizmente el resto de mis días en paz. Charo Lamas Casal Jorge Luis Sánchez, La Habana Una infinita escama de madera, en el centro de la sucesión católica, se extiende con nombre de cópula en la isla infinita. La sede del muerto que llegó desde la otra orilla es ahora el refugio de un conjuro en la hora de Walpurgis. Brujas enloquecidas y caprichosos duendes balbucean las notas de una música que destila el aroma de los descubiertos por el que ya no está. Una ausencia presente en la medianoche que saluda a los que se enlazan en la médula del aire. Michael, Miami
Para los que no estén cerca de una ceiba No se amilanen. Sueñen con el tronco fundador de lo cubano. De lo que se trata es de dar vueltas y vueltas alrededor de un buen árbol, y pedirle, rogarle, hasta que tenga que respondernos y concedernos algo. Da lo mismo si es un almácigo, o un algarrobo, o un roble los cuban-american pueden decir oak , o una Palma Real; sí, una buena Palma Real-Erguida-Erecta-Atravesada-PeroIndoblegable-Como-Las-De-La Jiribilla. Hagamos nuestro propio templete, y con la columnas que tengamos a mano. Cojámonos todos de las manos y pidamos nuestros deseos, y, sobre todo, ayudemos al árbol haciéndolos realidad nosotros mismos. A todos felicidad y aché. A gritar, pero jubilosos y esperanzados. Dedicamos esta espléndida ceiba a nuestros amigos: José Quiroga, Karlos, Félix Lizárraga, Jesús J. Barquet, Jesús Jambrina, Alfredo Estenoz, Norge Espinosa y Roberto Zurbano. Francisco Morán, junto a la ceiba y el Templete de La Habana Elegante. |
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